Edición original: Marvel Comics – diciembre 2011 – febrero 2012
Edición España: Panini Comics – junio 2012
Guión: Cullen Bunn, Matt Fraction, Chris Yost
Dibujo: Paul Pelletier, Mark Bagley
Entintado: Danny Miki, Andy Lanning
Color: Matthew Wilson
Portada: Arthur Adams
Precio: 3,90 euros (cómic de 72 páginas en grapa)
Miedo encarnado ha sido el penúltimo evento de la temporada con el que nos ha fustigado la casa de las ideas. Echando la vista atrás, cuesta un poco bastante seguir la pista a los circos que ha ido montando Marvel desde Dinastía de M, hace ya seis años. El hecho de que cada año haya un festejo que justifique la realización de algún que otro cambio y la inclusión de experimentos varios ha provocado que el panorama sea el de una estable inestabilidad en la que a veces uno se queda con la sensación de que las premisas daban para más, en tanto que en otras se acaba mirando la hora. La calidad del escenario parece ser proporcional a la del evento del que trae causa, y en el caso de Miedo encarnado hay que decir que ésta no era excesiva. Quizá por el hecho de que se trata de una aventura del Capitán América y Thor que se pretendió extender a todo el universo marveliano, quizá porque Matt Fraction hace tiempo que no termina de convencer en sus trabajos, lo cierto es que solo los dibujos de Stuart Immonnen destacan en una historia sumamente floja que, empero, cumple con su función de poner un poco el contador a cero en la franquicia vengadora y justificar alguna intentona de introducción o recuperación de personajes.
En esta ocasión estamos ante el salto a la primera plana de uno de esos caracteres que llevan paseándose por Marvelandia desde hace mucho tiempo: la Valquiria. Introducida por Roy Thomas y John Buscema en Los Vengadores como herramienta para provocar una reflexión un tanto calcetinera sobre el debate de género, la veríamos aparecer un poco más adelante en Los Defensores, donde no tardaría en convertirse en uno de sus miembros secundarios emblemáticos y en fuente de algunas tramas para la colección. En la última etapa de esta colección –Los Nuevos Defensores- asumiría un papel similar al de Thor, una vez resueltos ciertos problemas de identidad relacionados con su origen. A partir de ahí, sus apariciones se hicieron más esporádicas y casi siempre relacionadas con algún intento de relanzar a los Defensores, pero hay que esperar hasta hace poco tiempo para verla en acción de forma más continuada en los Vengadores Secretos de Ed Brubaker. En esa serie aportaría el “músculo” que corresponde a toda alineación más o menos arquetípica del grupo pero, para ser justos, ninguno de los guionistas que ha pasado por la serie se ha preocupado demasiado por darle desarrollo al personaje (ni a ninguno de la alineación, más allá de algún trazo a vuelapluma por aquí o por acullá). En El día después Val tiene la oportunidad de demostrar qué tal aguanta la llevanza de una cabecera, justificándose la misma por las consecuencias de que los martillos de los hijos de la Serpiente sean ahora objeto de deseo por parte de Pecado, la hija de Cráneo Rojo.
En esta serie con título de programa futbolero del Canal Plus, todo arranca cuando los vengadores están reconstruyendo nuevamente el desaguisado provocado por la amenaza global de turno y el Capitán América decide que los asgardianos no son lo que se dice aliados fiables. La caída de Thor, los secretos de Odín y el hecho de que éste estuviera bien dispuesto a sacrificar la Tierra en su guerra fratricida llevan al abanderado a asumir la custodia de las armas de los elegidos. Valquiria disiente de tal decisión al entender que ese tipo de artefactos no puede ser controlado por los mortales, razonamiento que la lleva a desertar y a tomar la misión de conseguir personalmente los martillos y ponerlos a buen recaudo. Este autoimpuesto encargo la llevará de paseo por buena parte del universo marveliano y permitirá que conozcamos algún que otro aspecto de su pasado, al tiempo que interactúa con personajes como Máquina de Guerra, Shang Chi o John Aman. El equipo de operaciones encubiertas de Rogers es el primero que se cruza en el camino de su antigua compañera de armas, lo que sirve para marcar la pauta de lo que serán los números posteriores. Mientras, el brutal Calavera, antigua mano derecha de Cráneo Rojo, se convierte en el principal aliado de Pecado para que ésta recupere el papel de hija bienamada de la Serpiente. Ha probado la droga del poder y no es fácil quitárselo de encima.
Este primer número de la edición española recopila tres números yanquis y constituye el primer arco argumental de la colección. El trabajo conjunto de tres guionistas en el argumento se traduce en la parte gráfica en un reparto entre dos dibujantes competentes como son Paul Pelletier y Mark Bagley. El primero asume la tarea de narrar gráficamente las historias en el pasado de Brunilda y las andanzas de Calavera y Pecado, en tanto que el segundo se encarga de las aventuras de la doncella guerrera en el presente. Nada hay que añadir sobre su trabajo que no se conozca ya, pues las páginas de uno y otro son el ejemplo de lo que pueden llegar a dar, con sus virtudes y sus defectos. Entre tanto martillo y tanta persecución múltiple hay tiempo y espacio para que Val se vea las caras con un equipo de vampiros, los Perdonados, que asume la tarea de defender a su gente de ciertas manipulaciones, amén de la de poner coto a los desmanes de los más sanguinarios de sus congéneres. Esto parece introducir un concepto que de un tiempo a esta parte está bastante de moda en otros campos de la ficción: el del chupasangres como un ser que puede ser trágico, romántico y bastante moñas, aunque afortunadamente no lleguemos a esos extremos.
Para ir terminando hay que decir que este arranque de El día después plantea premisas que, sin ser un ejemplo de originalidad, plantea la posibilidad de pasearse y jugar con diversos personajes del rico escenario marveliano. La caracterización de los villanos –más concretamente, de Calavera- recuerda a la que le diera Mark Gruenwald en la colección del Capitán América y solo queda ver cuánto aguantar Val el tipo y cuánto puede aguantar la colección.
Lo más interesante de esta serie es que cuenta una buena historia recurriendo a personajes secundarios de Marvel. Esos de los que casi nadie se acuerda.
Fear itsel me resultó entretenida, la valkiria es un personaje que me encanta (apuesto a que terminará en el primer equipo de vengadores tarde o temprano) pero esta saga me aburrió mucho (bueno toda no, solo hasta donde alcanzé a leer).
A mi esta serie me está gustando más que la propia Fear itself, que parecía hecha pensando en la pelicula más que otra cosa. Y demasiado descoordinada en algunos momentos. Además, son tres numeritos por nunero a un precio más que razonable…
Un apunte: ¿qué cuanto va a aguantar la colección? Pues 12 números, porque es una serie limitada, hombre.
Bizarrada Maxima el recuperar a ciertos personajes como son el grupo «Ingresó Cadaver» que salían en los primeros números de Nightstalkers (Cazadores de Vampiros aqui en España).
Pero bueno la verdad es que entretenida es, no una maravilla, pero sí es cierto que es un paseo por lugares variopintos de Marvel y con ciertos personajes que nunca suelen tener mucho protagonismo.
Despues de leer fearitself he qudado harto de Pecado de martillos y de la madre que los trajo.
Bueno jorge quiza le de una oportunidad,me la has vendido muy bien
Soy de la misma opinión. Es mejor que Fear Itself.
Pues a mí me está gustando bastante más que Fear Itself y creo que está explotando conceptos muy interesantes (el culto a la muerte en piedra, las subastas clandestinas de objetos mágicos entre la jet set, el darle un muy lógico protagonismo a Valquiria…).
Pelletier no está tan bien como en guerra de reyes o Hulk, pero entre él y Bagley cumplen sobradamente.