Miles Morales es uno de los personajes más importantes de Marvel Comics hoy en día. Hablar de su creación allá por 2011 por obra y gracia de Brian Michael Bendis y Sara Pichelli es ya, de algún modo, redundante. Es más importante destacar su posición. Tras siete años de vida, estamos ante un personaje que casi justificó por sí solo la «mezcla» de las Tierras 616 y 1610 tras Secret Wars; que ha formado parte de los Vengadores y que conforma la Trinidad Campeona de la nueva generación junto a Ms. Marvel y Nova. Es una auténtica estrella de cine gracias a Spider-Man: Into the Spider-Verse, que va camino de conquistar las pantallas y corazones de todo el planeta.
Estamos ante un personaje que ante sí tenía una misión casi imposible: competir en el corazón de los lectores por ocupar un sitio equivalente al de Peter Parker. Las circunstancias y los momentos por los que ha atravesado Miles en su trayectoria han permitido que, a día de hoy, se haya establecido firmemente en el tapiz del universo Marvel, al lado del personaje cuyo manto heredó. Para muchos, Miles es alguien que, simplemente, no debería haber funcionado. Pero lo ha hecho.
A lo largo de estos años su serie regular ha sido guionizada exclusivamente por Brian Michael Bendis, pero su marcha a DC Comics supuso un cambio dramático. No, no es la primera vez que vemos a Miles en manos de otros. Mark Waid, Jim Zub o Jonathan Hickman han tratado al personaje durante estos años. Pero no se puede negar la importancia de la serie regular de un personaje, dado que es la que marca el paso. Sí, Champions ha permitido mantener a Miles de forma activa en la gran narrativa de este universo, pero no tiene «permitido» cambiar su destino como sí lo ha hecho con Amadeus Cho o Riri Williams cuando ambos han dejado de tener colección propia, sea de forma temporal o definitiva.
Todo esto sirve para decir que estamos ante un momento de relevancia capital para el personaje. Esta nueva serie regular, a cargo de Saladin Ahmed y Javier Garrón es el primer paso en firme de Miles Morales hacia su futuro alejado de sus padres. Tras ese número transitorio que fue el anual, este es su verdadero nuevo inicio, su fresh start. Aquí se define si Miles tiene sitio en el universo Marvel más allá del impulso creativo de una figura clave como Bendis. La respuesta corta es un rotundo sí. ¿Te gusta Miles? ¿No conoces al personaje y no sabes por dónde empezar? ¿Acabas de salir del cine y quieres leer algo suyo ya mismo? Esta es tu serie. Para la respuesta larga, sigue leyendo.
Miremos primero al equipo creativo. Saladin Ahmed es el guionista. Estamos ante una figura ascendente dentro de la editorial, gracias a sus trabajos en Black Bolt y Exiles. Quizá no ha subido de forma tan meteórica como Donny Cates; pero, tras el anuncio de que se encargará también de The Magnificent Ms. Marvel, no cabe duda de que la Casa de las Ideas confía en él. Y hablando de confianza, el dibujante de esta serie es Javier Garrón, que forma parte de la última hornada de Young Guns de la editorial. Tras su trabajo en Ant-Man and the Wasp, le llega la que probablemente sea su oportunidad más importante. Basta ver el anuncio de lanzamiento de este cómic para tener claro que lo que se busca es tener una colección de gran importancia para Marvel Comics.
El principal objetivo de este Miles Morales: Spider-Man #1 es reestablecer al personaje, darle un nuevo inicio. Estamos ante un nuevo punto de partida que funciona a todos los niveles. Leyendo este tebeo conocerás a Miles, a su entorno, sus habilidades y qué significa para él todo esto del poder y la responsabilidad. Es aquí donde mejor lo hace el cómic, dado que se enfoca en ese Miles Morales del título de la serie, que adquiere nueva relevancia una vez acaba su lectura. Se mira hacia el futuro, buscando nuevas vías para definir a este personaje. La base, eso sí, es común. Nos encontramos en un entorno totalmente urbano, de instituto. Esto es clave en la historia de Spider-Man.
Para lograr esa sensación urbana es clave el dibujo de Garrón. Aquí cambia un poco los acabados. Es más sólido tanto en el entorno como en los movimientos. La ciudad es clave para un héroe como Spider-Man, por lo que establecer unos fondos buenos es crucial. Se consigue y, además, se consigue que el movimiento por Nueva York sea creíble. En lo referente a las expresiones y a los personajes encontramos mayor libertad, más soltura. Esto permite que los movimientos y las expresiones de todos los personajes digan mucho, a la par que se mueven por un entorno más realista. La ciudad es un personaje más y, aunque esto pueda parecer una obviedad en un tebeo de Spider-Man, hay que trabajar para conseguirlo. Mención especial a las ropas, que apuntalan las personalidades de la mayoría de los presentes.
Pasamos a la historia en sí. «Soy Miles Morales, Spider-Man. Y nunca he estado más seguro de mi poder. Pero nunca he estado más confuso sobre mi responsabilidad». Con esta frase se puede resumir este número. Ahmed no se va a cortar a la hora de representar problemas sociales en esta serie. Se establece una nueva balanza entre la dualidad inherente al origen de los hombres araña. Miles lleva años siendo un héroe y sabe de lo que es capaz. ¿Hacia dónde debe dirigir sus esfuerzos? Bajo una base común se logra algo nuevo. Es continuista también con lo creado por Bendis. No rompe, sino que integra, y esa es otra gran virtud.
Gran parte de la narración tiene lugar mediante el nuevo diario en el que Miles vuelca sus aventuras, secretos y dudas. Además de aportar una excusa diegética para contar lo que sucede y conocer mejor lo que pasa por la cabeza de Miles, sirve para ofrecer un relato claro y directo. Es un tebeo, como indicábamos antes, accesible para todos, sin división por edad o experiencia lectora. También sirve para repasar su historia desde el «origen». Entrecomillado porque se sigue andando algo de puntillas sobre algunos detalles concretos post Secret Wars y Marvel no parece decidirse por aclararlo todo. En este sentido, leer Spider-Man Annual #1 ayuda a completar el círculo, al menos en parte.
La acción está presente, pero sus efectos son distintos. El diálogo se mueve al frente y el movimiento es natural, pero en segundo plano. El enfrentamiento contra el Rhino destaca no por la dureza de los golpes, sino por el significado que estos tienen. Es una manera interesante de seguir señalando que esto va de Miles Morales mucho más de lo que va de Spider-Man, al menos de momento. Ahmed y Garrón se sincronizan muy bien. Si tienes un buen dibujo y tienes un buen guion, tienes un buen tebeo.
Miles Morales tiene por delante un futuro brillante, tanto en las viñetas como en las pantallas. Esta serie promete establecer un nuevo rumbo que, partiendo de lo ya creado, permita descubrir nuevos horizontes. Estar lejos de sus creadores va a permitir que este Spider-Man crezca incluso más. Este es un primer paso en firme tan emocionante como cuando Miles fue creado. Y eso es sencillamente genial.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8
8.3
Nota final
Interesante nuevo inicio para Miles Morales. Un reestablecimiento necesario del status-quo del personaje que le lanza hacia el futuro.