El Tarot de Jeff Lemire
«Mierda… estoy en casa.»
Jeff Lemire es un autor que se ha instalado en nuestro lenguaje cotidiano hace ya un par de décadas y cada estreno suyo es un acontecimiento, sea como autor integral o sea como parte de un equipo creativo. Este mes de septiembre nos situamos nuevamente ante el lanzamiento de una nueva serie regular de su autoría, Minor Arcana, que se postula para ser relevante en su bibliografía.
Un primer dato, quizás anecdótico pero que puede ser relevante para la vida editorial de la serie, es que se trata de la primera publicación de Jeff Lemire en BOOM! Studios que recientemente fue incorporada al gigantesco conglomerado editorial de Penguin Random House. Si bien a priori es un hito a señalar de paso para una biografìa del autor, significa también cierta planificación a futuro realizable sobre base sólida que le permite a Lemire plantear desde el primer comic book que la serie se convertirá en cuatro libros en tapa dura deluxe, por ejemplo.
De antemano sabemos, entonces, que Minor Arcana será un trabajo a seguir a mediano y largo plazo. De palabra del autor, también podemos saber que se trata de una obra en la que de cierta manera homenajea las lecturas del sello Vertigo que lo formaron e influyeron en su adolescencia, en los años de 1990: Sandman, Swamp Thing, Animal Man, Doom Patrol, Shade the Changing Man, son algunos los títulos que enumera. Asimismo, el propio Lemire menciona que en Minor Arcana combina elementos de la vida en pequeños pueblos con lo sobrenatural y el realismo mágico, todos ellos característicos de su obra pero que considera que aquí puede jugar con los distintos tipos de personajes e historias con los que ha disfrutado en Essex County y Sweet Tooth.
Es difícil estar a la altura de este hype autoimpuesto. Seré sincero, como lector hice el camino inverso y primero fui al cómic y luego como redactor de Zona Negativa profundicé en la información y me topé con este bombo publicitario. No obstante, Lemire es un autor de probadas condiciones y de quien ya sabemos qué esperar, poco más o menos… con lo cual si te gusta su obra como autor integral considero que estarás a gusto, y si no es el caso la verdad que no sé bien por qué leíste hasta acá.
En efecto cumple con las expectativas y Minor Arcana en su #1 ya es todo lo que anticipa que será, y más también. La premisa parte de la llegada de Theresa a su poblado de nacimiento, Limberlost, para cuidar de su madre que está enfrentando una enfermedad. Theresa se presenta como la protagonista inicial de la historia, afrontando ella misma un retorno a regañadientes, que sabe a derrota por no haber conseguido sus objetivos en “la ciudad” y a retroceso de su plan de vida. Encima de ello, tendrá que lidiar una vez más con el trabajo de su madre, Vickie es su nombre, al cual considera un fraude total: es la psíquica, mentalista, tarotista y lo que se tercie… de Limberlost. De esta forma, Theresa tiene varios frentes abiertos a la vez sólo por su lado materno, a los que se le suman otros tantos propios.
Más allá de la sinopsis meramente descriptiva, esto da muestra de un elaborado desarrollo de personajes y del pequeño pero no por eso menos profundo mundo que los rodea, en el cual nos sumerge Lemire con nada más que un par de trazos, colores acuarelados y frases que parecen dichas al pasar pero están muy bien pensadas en su guión. Cada escena demuestra que hay vida detrás, cada personaje tiene un trasfondo latente, ese pueblo como cualquier otro pueblo y cada uno de sus habitantes tienen mucho para contar.
La referencia a las acuarelas no es irrelevante, ya que también cumplen funciones narrativas representando simbólicamente las visiones de mundo y los ánimos de Vickie y de Theresa, fundamentalmente, dándole colores más vivos y brillantes a la madre y más oscuros y opacados a la hija. El final de esta primera entrega que en cierta forma las entrecruza, le da mayor sentido a esta representación artística usando el lenguaje del color.
Para culminar la elaboración de Minor Arcana, a pesar de lo que se sobreentiende del título el tarot no era un elemento desde el origen de la idea para Lemire (sí lo era el escenario de una tienda de videncia) sino que surgió en su investigación previa. “El tarot surgió como un tesoro de imágenes, simbolismo e historias. Cuanto más leía, más se entretejía con el mundo y los personajes que había estado desarrollando”, dice el autor en una entrevista, y fue capturado en tal forma por el tarot que además del título de la serie, se convirtió en un elemento central de la trama que se irá desarrollando en cada arco argumental. Y, para completarlo, Lemire diseñará portadas alternativas que conformarán un mazo de tarot ilustrado por él. (Si realiza un mazo completo, la serie deberá contar al menos 78 números para alcanzar las 78 cartas).
Hay motivos de sobra para seguir esta colección desde este mes hasta que concluya.
Lo mejor
• Lemire integral en sus lugares de comfort, todos juntos.
Lo peor
• Será difícil coleccionar el tarot completo en formato grapa.
