No todos los días, ni todos los años, una serie se lleva la friolera de cinco premios Eisner y menos en un año en el que había una cantidad ingente de obras que se podían haber llevado el premio de forma muy merecida. Monstress ha logrado batir al Black Hammer de Jeff Lemire, que se había llevado el premio de Mejor serie nueva el año pasado, a Hawkeye, la que es sin duda una de las mejores series de Marvel del pasado año, a la laureada The Wicked + The Divine, que tantas alegrías nos da, y a Giant days serie aclamada por la crítica y que ya había sido nominada en otra ocasión, y esto es solo la punta del iceberg, hay muchas otras series que podían haber entrado en esta categoría sin problemas y es que el cómic americano, en especial el independiente, está viviendo un buen momento (también el europeo, concretamente el de nuestro país, pero esto se lo dejamos a otras secciones). Lo que tienen los premios es que nunca nos dejan contentos, “yo hubiese votado a…” es lo primero que se nos viene a la mente cuando vemos los resultados y eso está bien, al fin y al cabo la crítica artística tiene una base fuerte y primordial de subjetividad, pero, aunque quizás yo como rey todopoderoso de mi universo se lo hubiera dado a otro, no dudo ni un momento que los cinco premios son totalmente merecidos. El trabajo que hay detrás de Monstress es asombroso en todos sus aspectos, creación, diseño, narración, diálogo, imaginación u originalidad a la hora de mezclar estilos son aspectos que se pueden destacar de este cómic sin ningún problema, eso sí, es un cómic que depende mucho de los gustos personales de quien lo lea, no es apto para todos y tiene alguna que otra pega. No es perfecto, pero nada es perfecto.
Monstress comienza su publicación a finales del 2015 en Image Comics y sale de la mente de Marjorie Liu, por la parte de los guiones, y Sana Takeda, que se ocupa del apartado gráfico en su totalidad. Ninguna de las dos tiene una larga carrera en el medio, ambas llevan unos diez años trabajando en el noveno arte y Monstress es su primera gran serie de creación propia, la cantidad de números que hicieron antes de empezar con ella no era precisamente apabullante. Sana Takeda comienza como diseñadora para la empresa SEGA, su entrada en el cómic se da de la mano del actual editor jefe de Marvel, C. B. Cebulski, y es en esta empresa donde conoce a Marjorie Liu, para ser exactos lo hace en su serie de X-23. Por otro lado, Liu es una novelista que entra a trabajar en los mutantes de Marvel, allí ofrece unas historias excepcionales en las series de los dos hijos de Lobezno, Daken y X-23 (el biológico y la adoptiva). Aunque la fuerza de esta última, de Laura Kinney, sí que está presente en cierta medida, hay una similitud en la forma de afrontar los problemas de ella y la protagonista de Monstress, Maika Mediolobo, lo cierto es que su serie no tiene nada que ver con los trabajos previos de ambas en el mundillo.
La historia nos lleva a un mundo imaginario mezcla de oriente y occidente, siempre que a Liu se le pregunta por ella afirma que quería mezclar las tradiciones de las que ella bebe (es americana de origen chino) y está claro que lo consigue. Hay una estructura interna que recuerda a los reinados europeos, con una centralidad en las ciudades, pero tiene un halo cultural y un tratamiento mágico que nos lleva más a pensar en China, eso sí, los diseños de los personajes menos humanos toman como referencia al manga y ahí es donde se nota la mano de Takeda. El trabajo de la artista es sobresaliente, está claro que su estilo viene directo del manga pero el nivel de detalle y el coloreado le dan un aspecto algo más americano, lo cual viene perfecto para ilustrar esa mezcolanza de la que antes hablaba. Tiene una capacidad muy buena para alternar los paisajes naturales con los escenarios de ciudad y las escenas tanto de calabozos como de lujosos salones, hay una gran versatilidad dentro de esta artista pero lo que más llama la atención es la capacidad para crear seres extraños totalmente distinguibles entre ellos y con diseños bonitos cuando tienen que serlo y horribles en el momento debido. Las ciudades tienen ese tono Steampunk que ya se ve en las portadas y, a priori, es lo más destacable, pero en el momento que se va avanzando en el cómic Takeda consigue realzar las partes rurales en gran medida por el uso del color.
No se puede dejar de lado la narrativa de la acción, Sana Takeda no es nada estática, el movimiento es una de sus especialidades, usa buenas distribuciones de viñetas de tal forma que cuando uno mira la página en general no necesita leer una palabra para tener una idea de lo que está ocurriendo, esto es algo muy positivo ya que Liu tira mucho de diálogo sobre el pasado para que entremos en el mundo que nos plantean, así, en una página, tenemos por un lado lo que ocurre y por otro lo que ocurrió. Hacen buen equipo, no hay duda, y lo saben, así como hay páginas calmadas con una cantidad ingente de texto en otros momentos, como los de lucha, se prescinde de este totalmente.
La historia mezcla un poco de todo y, aunque algunas cosas están algo vistas, es precisamente la unión la que las hace interesantes. Diría que Liu tiene un trasfondo muy reivindicativo pero lo cierto es que lo deja bastante claro ya en las primeras páginas haciendo ver las prácticas inhumanas de un bando para con el otro, con una clara intención anti-racista y anti-xenófoba, la obra en su totalidad tiene un aire muy igualitarista y muy buena capacidad para jugar con los grises morales. La acción se sitúa años después de una gran guerra entre dos bandos, los humanos y los arcánicos, alejándose de los clásicos modelos de bueno y malo para meternos en un mundo de posguerra donde hay más perdedores que ganadores. El fin de la guerra trajo más miseria que bonanza para ambos bandos y los humanos se dedican a capturar a los arcánicos que pueden para mutilarlos y torturarlos de terribles maneras y así sacarles la magia que ellos han perdido, manteniéndolos presos o en campos de concentración. El mundo de Monstress es un mundo muy rico pero también muy cruel.
El personaje sobre el que se centra la acción es Maika Mediolobo, una arcánica con aspecto humano a la que le falta un brazo, su estética y personalidad recuerdan un poco a la de X-23, hay una cierta despreocupación a la hora de utilizar la violencia extrema como medio pero es protectora con los suyos. Es un personaje con mucho misterio, que se guarda las cosas para ella misma como hacía la mutante, lo cual es bueno, la de X-23 fue una grandísima serie y el personaje es lo que es gracias a Liu en gran medida, pero Maika y Laura se alejan según avanza el cómic, la de Marvel se integra más en su entorno según corre la historia mientras que la oscuridad de Maika aumenta.
La serie de Monstress plantea cosas muy interesantes y una historia algo alejada del clásico cómic americano, en cierta medida casi lo podríamos ver como una historia opuesta a lo que plantea Lemire en Black Hammer con ese regreso a lo anterior para retocarlo. Aquí Liu y Takeda beben de fuentes muy diversas y dan un resultado muy bueno y original, pero el cómic no es perfecto, no todo es positivo. Vamos a obviar el retraso ya clásico en las series de Image y dejar de lado que esta colección lleva unos meses algo parada, a eso, por desgracia, nos estamos acostumbrando, hay también un pequeño problema de ritmo que atañe al guión. Cuando Liu comienza la narración de Monstress (y digo “Liu” porque este problema le atañe más a ella que a Takeda) parece que empieza desde más adelante, es decir, parece que estamos ante un número 39 y no ante un número 1, todas las ideas se lanzan rápido, hay muchos nombres, muchos sucesos, demasiada información, el que da comienzo al tomo es excesivamente denso, hay mucho diálogo y eso apabulla un poco al lector. Monstress es un cómic de esos que hay que tener un cierto estado mental para enfrentarse a él y al que una segunda lectura le viene bien para profundizar en sus muchos matices, esto tiene su parte mala, ya que hay que tener fuerza de voluntad para entrar en él, y su parte buena, que es de los que se releen bien, sobretodo porque según va avanzando la historia va ganando mucho.
Aun con sus cosas, Monstress es un cómic original, interesante, que no se suele ver en el mercado a diario y visualmente muy atractivo. Como decía al principio, tan digno de un Eisner como el resto de los participantes y muchos otros que no estaban en la lista.
Monstress: Despertar
Guión - 8.3
Dibujo - 9.1
Interés - 9.1
8.8
Fantástico
Dentro de una Image imparable, Monstress brilla con luz propia.
Justo me lo acabé ayer y me está encantando, la verdad. El personaje de Maika tiene muchísima fuerza, y toda la mitología que presenta Liu, aunque es cierto que es un poco densa, me parece muy rica e interesante, especialmente al no darle a ningún bando el tratamiento de «buenos» de la película. El apartado gráfico por su parte me parece una auténtica pasada, es cierto que ese estilo manga coloreado crea una mezcla que sorprende.
Al hilo de los Eisner, Black Hammer me ha parecido otra obra igual de genial a la par que completamente opuesta, para mí cualquiera de las dos habría sido justa vencedora.
Se puede saber en qué categorías gano eesos 5 premios?
Buenas, ganó estos cinco (perdón por las mayúsculas):
– MEJOR SERIE REGULAR
– MEJOR PUBLICACIÓN JUVENIL (13-17 AÑOS)
– MEJOR DIBUJANTE MULTIMEDIA
– MEJOR PORTADISTA
– MEJOR GUIONISTA
Un saludo.