Asalto a la habitación del Elmore’s Motel
«Brindo por la familia y que se vayan al Infierno»
Moon Eaters, de Víctor Santos es una auténtica gozada. Así de sencillo y así de dificil. Porque no es nada evidente realizar un tebeo atractivo, emocionante y divertido de principio a fin. Parir una historia sin fisuras y sin momentos de bajón, realizada a base de múltiples referencias, sin ningún complejo autoral y poniendo toda la carne en el asador. Moon Eaters es un divertimento que cumple todos sus objetivos.
Tom Blackfoot acaba de salir de la prisión. Recoge sus pertenencias guardadas en un trastero y se dirige a un alejado motel, el Elmore, donde le espera June, una joven atractiva que se ha carteado con él gran parte de su condena. Sin embargo alguien ha seguido a Tom desde su salida de la cárcel, es Twice Pete un miembro de la pavorosa secta Hati, comandada por Charles Rouge. Parece ser que tienen deudas pendientes con el bueno de Tommy. La tragedia está servida…
A partir de esta sencilla, pero eficaz, premisa el autor de Intachable nos ofrece una auténtica ensalada de tiros. Un asedio en toda regla, salpimentado con algunos toques de erotismo y bastantes alusiones a oscuros fenómenos paranormales, los referidos a seres de difícil descripción que se infiltran entre la raza humana gracias a los delirios paranoides y de grandeza de determinados personajes siniestros.
Uno de los principales atractivos de este violento relato es el personaje de June. La coprotagonista de Moon Eaters le acaba robando las principales secuencias a Tommy con una mezcla de candor, solvencia combativa y mala leche. La joven rubia tiene un pasado oculto, un presente activo y podría tener mucho futuro a poco que Víctor Santos necesite buscar en su archivo de personajes llenos de carisma.
La obra está dividida en 10 capítulos de diferente longitud con el añadido de un prólogo y un emotivo epílogo. Cada capítulo viene encabezado con una significativa portadilla, compuesta por una viñeta única que ocupa toda la plancha y que nos presenta a uno de los personajes que protagonizará el episodio correspondiente.
En el aspecto más referencial, encontramos a tres grandes autores como pilares básicos en la obra de Santos; son Frank Miller, Bruce Timm y Darwin Cooke. De Miller, aquí se permite hacer varios homenajes bastante explícitos, como en la página 161 donde clona la estructura de la famosa muerte de Elektra en el Daredevil #181, página 24 o, también, en la portadilla del cuarto episodio donde homenajea la famosa cubierta del Daredevil #219, del díptico dibujado en el interior por John Buscema.
Hay algunos más… sobre todo de Sin City. Así mismo hay mucho de Jim Steranko en este delirio salvaje, por no olvidar que en sus agradecimientos Santos cita a otro clásico del enorme calibre de Wally Wood.
En el aspecto cinematográfico encontramos muchos aromas de John Carpenter, de Quentin Tarantino, pero básicamente en Moon Eaters yo he saboreado las mejores propuestas de John Woo y Robert Rodriguez. Hay algunas pinceladas de la fascinante y marciana película de Patrick Lussier, titulada aquí Furia Ciega (Drive Angry, 2011), y protagonizada por Nicholas Cage y Amber Heard y todo el cine de protagonistas acorralados que van desde Rio Bravo o Eldorado de Howard Hawks, pasando por Asalto a la comisaría del distrito 13, de citado Carpenter e incluso partes de No es país para viejos de los hermanos Coen o Skyfall de Sam Mendes.
En cuanto a literatura encontramos a Elmore Leonard, homenajeado con el nombre del hotelucho; a John Connolly, con su serie del detective Charlie Parker; a Andrew Vachss e incluso lejanas pinceladas de Stephen King o Howard Phillips Lovecraft, entre otros.
Pero la influencia más importante de Víctor Santos es el propio Víctor Santos. Hace años que el autor de Polar es un creador con un estilo personal, maduro y plenamente afianzado. En este relato nos demuestra que es un autor superlativo, que hace lo que quiere con sus propuestas y que consigue hacer lo que quiere con sus lectores.
En el aspecto gráfico ya hemos aludido a sus influencias principales, pero concretando en el papel podemos ver que el artista valenciano divide sus páginas en un esquema libre que abarca desde las splash pages más impactantes hasta la descomposición de la acción en múltiples viñetas de diferentes tamaños. La obra presenta un poderoso tratamiento del blanco y negro, violentamente contrastado, que solo se matiza con unos grises de trama mecánica sabiamente insertados en cada composición.
La narrativa es febril, aunque el autor se permite ofrecernos pequeños interludios de reflexión entre acometida y acometida. Los flashbacks son abruptos, pero se entienden perfectamente y aportan información realmente trascendental para entender las – como mínimo – curiosas motivaciones de cada uno de los personajes.
Víctor Santos Montesinos (1977) nació en Valencia. Estudió y se licenció en Bellas Artes en la misma ciudad, para empezar su carrera profesional en el colectivo artístico 7 Monos que ayudó a fundar en 1988, junto a Manuel Bartual, Sergio Córdoba, Xoan Marín y Jordi Bayarri, entre otros. Es en la editorial del mismo nombre donde publica su primera obra titulada Gaijin (1999) y un año más tarde empieza su primera serie de impacto, Los reyes Elfos (2000-2011), pasando por numerosas editoriales como la misma 7 Monos, Dude Cómics y Dolmen Editorial.
Algunas de sus siguientes obras son Pulp heroes (2003) y Faeric gangs (2003), ambas para Astiberri, Protector (2004) para Dolmen Editorial, Aventuras en el Mundo Jung (2004) y Lone in heaven (2004), ambas para Aleta Ediciones.
En 2006, Víctor Santos empieza a trabajar para el mercado franco belga con la obra Young Ronins para la editorial Soleil. Paralelamente, después de publicar varias obras en Italia, se lanza al mercado estadounidense donde dibuja para Image las obras Demon Cleaner (2008) y Zombee (2010), con guion de Miles Gunter; también este año empieza la serie Witch & Wizard (2010) que adapta las novelas de James Patterson, con guion de Dara Naraghi y publicada por IDW. Su siguiente trabajo es Filthy Rich (2011) con guion de Brian Azzarello que editó el sello Vertigo de DC y realiza otras colaboraciones como Godzilla: Kingdom of Monsters o The Mice Templar, esta última con guiones de Bryan J. Glass y Michael Avon Oeming. En 2014 publica la obra juvenil Furious, estrella perdida con guion de Bryan J.L. Glass para Dark Horse.
A pesar de su éxito en el mercado yanqui, Santos no deja de publicar en el mercado español obras como Black Káiser (2009) para Planeta DeAgostini, que luego se reeditaría completamente mejorada como Polar, Black Káiser (2020) por Norma Editorial; Polar: Surgido del frío (2011), un webcómic que posteriormente recopilará Dark Horse en EEUU y Norma Editorial en castellano; Intachable: 30 años de corrupción (2012) por Panini Comics; Rashomon: Un caso del comisario Heigo Kobayashi (2012) por Norma Editorial. Ha escrito los guiones de varias novelas gráficas como Silhouette (2010) con el arte de Jesús Alonso Iglesias; Ragnarök (2012) con dibujos de Pere Pérez y Ezequiel Himes: Zombie Hunter (2012) cuyo apartado gráfico fue realizado por Alberto Hernández, la editorial Dolmen se encargó de publicar estas tres obras. También realiza Guts (2018) en formato webcómic. En el año 2020, y gracias a una beca del País Vasco, realiza la biografía Kurosawa: el samurái caído (2020) que publica Norma Editorial.
Otra vez en USA, Santos publica para Image Comics la maxiserie Violent Love (2018) con guiones de Frank J. Barbiere, Bad Girls (2019) con guion de Alex Campi para Simon & Schuster y Against Hope (2020) para Dark Horse. En Panel Syndicate, una plataforma digital de venta directa presenta Paranoia Killer (2022). El mismo año lanza en la plataforma de crowfunding Spaceman Project la obra Moon Eaters (2022) que posteriormente distribuirá el sello ECC. Su siguiente obra es la adaptación de la novela de Ray Bradbury, Fahrenheit 451 (2023) que publica la editorial Planeta Cómic.
El diseño de edición y la forma física del álbum, realizado por Spaceman Project es austero, pero muy correcto. El tomo es en cartoné, tiene un tamaño generoso (casi el de un álbum europeo), cuenta con buen papel y está bien impreso. No encontramos muchos extras, solo una breve galería de bocetos, y su precio es bastante razonable.
Moon Eaters de Víctor Santos es una obra muy entretenida, excelentemente realizada a nivel gráfico, que da mucho más de lo que en principio promete. Con este relato Santos nos demuestra que es uno de los grandes creadores de obras de acción del cómic en castellano. Moon Eaters es, además, un hermoso homenaje a la cultura pulp, que va desde el cine pasando por la literatura y, por supuesto, por el cómic. Es un generoso tributo a unos cuantos genios que en un momento de su vida decidieron que su misión era conseguir que pasásemos un rato divertido en su compañía, disfrutando de sus obras. Un puñado de magos de la ficción entre los que, sin duda, podemos encontrar a Víctor Santos. Eternamente agradecidos…
Salut!
Lo mejor
• El ritmo endiablado del relato.
• Los continuos y hermosos homenajes a la cultura popular.
• La pareja protagonista; todo carisma.
Lo peor
• Que Santos no haya aprovechado más el personaje de June.
OTRAS OBRAS DE VÍCTOR SANTOS RESEÑADAS EN ZONA NEGATIVA
Reseña de Los Reyes Elfos a cargo de Diego García Rouco
Reseña de Intachable. 30 años de corrupción a cargo de Diego García Rouco
Reseña de Bad Girls a cargo de Edu Sesé
Reseña de Against Hope a cargo de Edu Sesé
Reseña de Violent Love a cargo de Raúl López
Reseña de Polar 0: Black Káiser a cargo de Diego García Rouco.
Reseña de Polar. Sin piedad para la hermana María a cargo de Diego García Rouco
Reseña de Kurosawa: El samurái caído a cargo de Diego García Rouco.
Reseña de Pulp Heroes a cargo de Luis Javier Capote Pérez
BONUS TRACK: Entrevista (2020) a Víctor Santos por Sergio Fernández Atienza y Diego García Rouco.
Guion - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Trepidante
Un tebeo apasionante lleno de acción y hermosas referencias a la cultura popular más excitante de las últimas décadas