Una queja recurrente es que Marvel no se atreve a crear nuevos personajes en su afán por la diversidad. Se acusa a la editorial de no querer asumir riesgos y basar toda su estrategia en reemplazar a sus héroes principales con miembros de otros colectivos o minorías sociales en Esatdos Unidos.
El padre de Mosaic es
Resumiendo brevemente, la serie trata sobre
No creo que sea ridículo decir que Mosaic tendrá que cumplir unas expectativas demasiado altas. Si lo consigue o no es una pregunta para más adelante, pero, de momento, el primer número es intrigante por las muchas posibilidades que ofrece la historia. Se echa en falta algo realmente impactante, que atrape de verdad, pero se muestra lo justo como para mantener el interés en cómo se desarrollarán los siguientes números. Thorne no se molesta en ser original y recurre al viejo patrón de presentar al protagonista en su día a día momentos antes de la transformación. Una vez realizada la transformación el resto del número es una explicación del funcionamiento de los poderes de Mosaic y la adaptación de este a su nueva condición. Nada emocionante, pero sí competentemente narrado, que es lo importante. La sensación de confusión, de desorientación, que Thorne y Randolph imprimen al cómic está muy lograda. Uno puede meterse muy bien en la piel del protagonista, quien, pese a todo, no resulta tan interesante como desearían los autores. Morris Sackett, como muchos jugadores de baloncesto reales, es un ridículo estereotipo viviente que no podría ser más aburrido; pero en este aspecto hay que concederle el beneficio de la duda a Thorne, quien dice estar dispuesto a explotar ese mal carácter. Y mención especial a los problemas de identidad que señala el guion y la ironía de que un deportista profesional pierda el cuerpo al que le debe todo su éxito, cosas que pueden dar mucho de sí.
Sin duda, el dibujo de Randolph será lo más divisorio del cómic. Basta con echarle un vistazo a las imágenes disponibles para saber si uno conecta con su estilo de proporciones exageradas. Intentando ser objetivos, le quedan detalles por pulir, empezando por expresiones faciales bastante raras y perspectivas excesivamente forzadas, pero traslada bien el guion a imágenes y no puede decirse que su estilo sea aburrido u ordinario. Su Mosaic es visualmente atractivo y especial de una forma que un dibujante de estilo realista jamás conseguiría.
Donde sí hay que darle un tirón de orejas al cómic es en el uso del llamado «Spanglish», que no termino de saber si es intencional o no. Muchos años después de Chris Claremont alguien vuelve a confundir, o eso creo yo, «fuego» con «feugo». Pero, en fin, vistas las bochornosas combinaciones de inglés y español que se producen a diario en los Estados Unidos, los diálogos tampoco es que sean irrealistas.
Resulta difícil reseñar el primer número de Mosaic porque promete más de lo que ofrece, que tampoco es algo radicalmente innovador. El personaje y la premisa tienen potencial, y si los autores los aprovechan, podríamos estar ante algo memorable. Y ahí está el problema: no se pueden reseñar números que todavía no están a la venta. En definitiva, Mosaic es, a tenor de este número, una serie a tener en cuenta más por sus inmensas posibilidades que por lo que ofrece en sus primeras veinte páginas.
Reseñas Marvel Now 2.0
Guion - 6.5
Dibujo - 7
Interés - 7
6.8
Correcto arranque para una serie con mucho potencial