Madre de Dragones, Madre de la Locura
«Esta es la historia de una bestia que es una bella…
o una bella que es una bestia»
Hoy nos paramos ante Mother of Madness (M.O.M. su acrónimo) un cómic que tiene muchas aristas desde las cuales abordarlo, y vamos a intentar tocar todas ellas (y si nos falta alguna, lo hacen saber en los comentarios) porque tiene su interés desde donde se lo observe.
Comenzamos por los nombres de las creadoras de este trabajo, solo por empezar por algún aspecto. En primer lugar, contamos con que se trata de una historia escrita y creada por Emilia Clarke, mundialmente conocida por su trabajo como actriz en Juego de Tronos interpretando a la Madre de Dragones, Daenerys Targaryen. Además de su trabajo artístico, es relevante notar aquí que también realiza tareas de beneficencia y filantropía en diversos temas, incluidos (pero no limitados a) feminismo e igualdad de género. En este primer trabajo en los cómics, se reunió con dos grandes artistas con experiencia en el medio. Por el lado de los guiones, trabajó junto a Marguerite Bennett con varios créditos en su haber con especial reconocimiento por su presentación de los personajes femeninos en toda su expresión. Y en los dibujos con Leila Leiz, de origen europeo (entre Francia e Italia) que en el último tiempo ha desarrollado una carrera en el mercado de los Estados Unidos.
La tarea de Leiz es uno de los grandes valores de Mother of Madness, desplegando una tarea artística virtuosa, dinámica, relajada y en perfecta consonancia con la historia y el guión. En su apartado destacan particularmente las dobles páginas en las que juega libremente con la narrativa, diagramando de una manera visual agradable un gran contenido de texto que lleva la lectura con delicadeza y placer. En el diseño de los personajes nos los muestra atractivos y vivos en sus características, pero sin dejar de estar de acuerdo con la postura ideológica del cómic y presentando una diversidad de cuerpos.
En efecto, un punto saliente de Mother of Madness es el tema que aborda centralmente que es el rol de la mujer en la sociedad capitalista posmoderna. La trama está planteada en un mundo aproximadamente treinta años en el futuro que se asemeja bastante al presente. En ese escenario, Maya es la protagonista que lleva adelante su trabajo como científica conjuntamente con su rol de madre soltera. En su cotidianidad deberá lidiar con responsabilidades que se acumulan y se superponen, a la vez que con cuestionamientos hacia su rol de mujer, madre y trabajadora (que ha tenido que tomar empleos de todo tipo para vivir y proveer a su hijo individualmente).
Por si eso no fuera suficiente, los cambios hormonales que vive su cuerpo día a día le generan superpoderes distintos según cuáles sean los hormonas que produzca de manera predominante, en reacción a las situaciones que enfrente: invisibilidad cuando está asustada, oído supersónico por ansiedad, súper estiramiento por felicidad, súper fuerza y súper velocidad por enojo, sanación por tristeza y sonido ultrasónico cuando se ríe. Como en tantas historias de superhéroes típicas, involuntariamente comenzará a utilizar estos poderes para combatir la criminalidad luego de una situación fortuita, que a su vez la llevará por el camino de una amenaza mayor que tiene que ver con su trasfondo personal.
Además de la historia particular de Maya, ella como protagonista enfrentará una visión opuesta del género femenino llevada a un paroxismo eugenésico cuasi paródico de un posicionamiento ideológico real, que es un debate actual del feminismo y también de la política a nivel global. A sabiendas de la clara postura de las autoras de este cómic, a mi parecer es entretenido leer esta discusión postulada a la manera de un cómic de superhéroes; o mejor dicho en este caso, de superheroína.
En añadidura, resulta una lectura divertida porque se trata de un cómic parado en este género desde la comedia, siempre con una cuota de humor a la mano sea este más directo o más indirecto, tanto desde las situaciones como desde los diálogos o bien de la ruptura de la cuarta pared para interpelar al lector cara a cara.
Por otra parte, de manera secundaria pero no en segundo plano, la historia de Mother of Madness es una sobre las relaciones familiares, abordando a la familia en la que uno puede nacer y también a las familias ensambladas y elegidas de amigos a lo largo de la vida. Esto aplica tanto a Maya Kuyper como a la villana Lucille Caldwell, explorando sus orígenes, motivaciones, los pasados que las llevaron al presente que leemos y sus maneras opuestas de vivirlas y enfrentar sus distintas realidades.
En este conjunto de aristas posibles, Mother of Madness resulta un trabajo que sabe muy bien lo que quiere decir y comunicar, y que consigue su objetivo a través de una historia entretenida, divertida y atrapante, con una notable tarea artística.
Lo mejor
• Un cómic con contenido social sin olvidarse de la diversión y el entretenimiento
• Las páginas dobles de Leila Leiz
Lo peor
• Con un planteo editorial de más páginas, podría tener mayor desarrollo de algunos personajes, como por ejemplo la villana.
