Edición original: Mouse Guard:Legends of the Guard Volume Two (Archaia) .
Edición nacional/ España: Febrero 2015 (Norma Editorial).
Guión: David Petersen, Stan Sakai, Nick Tapalansky, Ben Caldwell, Christian Slade, Rick Geary, Jemma Salume, Eric Canete, C.P. Wilson, Cory Godbey, Bill Willingham, Jackson Sze, Dirk Shearer.
Dibujo: David Petersen, Stan Sakai, Alex Eckman-Lawn, Christian Slade, Ben Caldwell, Rick Geary, Jemma Salume, Eric Canete, C.P. Wilson, Cory Godbey, Bill Willingham, Jackson Jse, Justin Gerard, Dirk Shearer.
Color: Scott Keating, Brad Thomte.
Formato: Cartoné 20×20. 144 págs.
Precio: 18€.
El universo fantástico creado por David Petersen continúa ampliando sus fronteras con este segundo volumen de Leyendas de la Guardia, la serie antológica en la que autores tan dispares como Stan Sakai o Bill Willingham dan su propia visión sobre los valientes ratones de la Guardia y su mundo.
El reconocimiento al meritorio trabajo de David Petersen en la serie Mouse Guard le llegó en forma de numerosas nominaciones a los premios más importantes de los comics estadounidenses llegando a ganar sendos premios Eisner en la categoría de mejor cómic infantil y mejor antología. Un reconocimiento merecido dada la calidad de la obra y el esfuerzo que le supone al artista cada tomo de la serie. Este esfuerzo es evidente si se echa un vistazo al blog del artista en el que se puede apreciar el enorme trabajo de preparación que hay en cada nueva historia, que incluye la construcción de modelos a escala de algunos escenarios para conseguir una representación más fiel de los fondos y las perspectivas de cada viñeta. Pero el reconocimiento a Petersen no le llegó sólo en forma de premios sino que su trabajo sirvió de inspiración a otros artistas que aceptaron participar en una serie antológica, titulada Leyendas de la Guardia, en la que podían dar su propia visión del rico mundo creado por Petersen ampliar así la mitología del mismo.
Siguiendo el mismo esquema que en el anterior tomo de la serie, Petersen se basa en los Cuentos de Caterbury de Chaucer para hilvanar una historia en la que diferentes parroquianos de una posada van narrando sus relatos con el fin de conseguir saldar las deudas que tienen con la posadera. De esta forma, se van presentando los doce relatos y una canción recogidos en este tomo, todos ellos realizados por diferentes equipos creativos e hilvanados por la historia de la posada realizada por el propio Petersen.
Como en toda obra antológica la variedad de relatos hace difícil dar una valoración global sobre el arte o el guión aunque hay que reconocer la homogeneidad de calidad conseguida en el conjunto. La longitud de los relatos oscila entre las cinco y las doce páginas y la variedad temática también es considerable, pudiendo encontrar relatos de corte fantástico, otros más cercanos al cuento tradicional, otros a la fábula con moraleja, relatos románticos e incluso de tono humorístico. Esta variedad hace que el tomo sea ameno y para nada repetitivo. La selección de relatos está hecha con cuidado y todos ellos encajan a la perfección con el tono de la obra del propio Petersen siendo esta serie un complemento adecuado a la serie principal.
La selección de autores vuelve a ser bastante heterogénea, donde podemos encontrar nombres conocidos entre los lectores españoles como Stan Sakai (Usagi Yojimbo) y Bill Willingham (Fábulas), quien en esta ocasión ejerce tanto de guionista como de dibujante, mezclados con artistas del campo de la ilustración como Alex Eckman-Lawn o Jackson Sze, quien realiza una pequeña joya visual de reminiscencias impresionistas. También podemos encontrar otros artistas provenientes del cómic indie como Ben Cadwell, Jemma Salume (Hora de Aventuras) o Dirk Shearer. Particularmente me ha gustado la historia de Cory Godbey, conocido por sus comics relacionados con las creaciones de Jim Henson, quien nos ofrece un cuento de hechuras clásicas sobre cuatro hermanos ratones que deben rescatar a una princesa de las garras de un dragón.
No me gustaría olvidar mencionar la excelente labor de Petersen en las páginas que sirven para enlazar un relato con otro, ambientadas en la posada, y que permiten apreciar una vez la sensibilidad y el talento del artista para construir y retratar personajes. Aunque sólo aparezcan en unas pocas viñetas, Petersen se preocupa de que cada uno de los ratones que cuenta su relato tenga sus características distintivas y su propia voz, todo ello rematado por un dibujo detallado y que maneja el espacio narrativo a la perfección.
Estamos ante un ejemplo perfecto de cómic para niños realizado con cariño y con inteligencia que ofrece historias entretenidas y que invitan a la reflexión y que puede ser disfrutado por igual por lectores infantiles como adultos.