Con el gran aluvión de novedades de
El muerto enfermo de amor es ejemplo de esto que vengo a argumentar. La historia gira alrededor de la costumbre en Nazumi de pedir predicciones en la calle. Algo tan sencillo como rendir cuentas de tu futuro con una adivinación callejera a un completo extraño. Gente desesperada aprovecha la densa niebla de Nazumi para situarse en la entrada de un callejón oscuro y asaltar al primer viandante que pase en busca de consejo. Entre el resurgir de esta costumbre en los alumnos de instituto vuelve el protagonista a su pueblo natal después de años viviendo fuera, coincidiendo curiosamente con la aparición del chico alto y guapo y que siempre viste de negro que da adivinaciones pesimistas a cualquiera que pase delante. Como es obvio, Junji Ito juega una vez más con las leyendas urbanas y los temores populares para dar forma a su sentido del terror. Un terror que surge de lo grotesco de esta subcultura, de la exageración extrema de sus posibilidades hasta puntos de lo más fantásticos e inabarcables posible.
Una de las características más importantes para entender la manera en la que Ito construye y dar forma a sus historias es atender a la importancia que le presta a la obsesión de sus personajes. Puedo bucear en la bibliografía del autor y encontrarme un gran número de obras en las que la obsesión del protagonista es el lema que mueve la historia hacia delante, una obsesión que según va creciendo y convirtiéndose en algo cada vez más insalubre y desquiciado sirve al autor para dar rienda suelta a su imaginación y sentido de la espectacularidad. Para ello también ayuda la estrategia estilística de Ito. Al comienzo de la historia, su lápiz es algo más sobrio y su narrativa está contenida, pero una vez avanzada la trama el número de trazos aumenta e Ito empieza a desatar todo su poderío, a lo que hay que añadir una genial elección de planos para mostrarnos de manera extravagante y desde un punto de vista grotesco el cuerpo humano y su capacidad para deformarse (literal y figuradamente).
Esto nos lleva a plantearnos si Ito es buen narrador o no. Se suele decir que es poco dinámico y casi mediocre, pero no puedo estar menos de acuerdo. Ito no crea composiciones de página espectaculares porque ni sus historias lo requieren ni Ito lo pretende. Su narrativa se asemeja más a la del clásico del que más bebe,
Guión - 8
Narrativa - 8
Interés - 8
8
Genial
El muerto enfermo de amor es una gran elección para empezar a leer a Junji Ito, ya que tiene todo lo que lo convierte en uno de los autores de terror más innovadores del tebeo mundial.