Multiverso #06: Guia del Multiverso

 

Edición original: The Multiversity Guidebook USA
Edición nacional/ España: ECC Comics
Guión: Grant Morrison
Dibujo: Andrew Robinson, Andy McDonald, Ben Oliver, Brett Booth, Bryan Hitch, Cameron Stewart, Chris Sprouse, Chris Burnham, Dan Jurgens, Darwyn Cooke, David Finch, Declan Shalvey, Duncan Rouleau, Emanuela Lupacchino, Evan Shaner, Gary Frank, Gene Ha, Giuseppe Camuncoli, Jae Lee, Jake Wyatt, Jed Dougherty, Jeff Johnson, Joe Prado, Jon Bogdanove, Juan José RYP, Kalman Andrasofszky, Kelley Jones, Marcus To, Mike Hawthorne, Nicola Scott, Paulo Siqueira, Rian Hughes, Scott Hepburn, Todd Nauck, Yildiray Cinar
Entintado: Dave McCaig
Color: HI FI
Formato: Grapa, 72 págs. A color.
Precio: 4,95 euros

 

A los seres humanos nos gusta mirar mapas. Ver los continentes, las cordilleras, los mares y océanos, ríos, ciudades, fronteras y países. Saber cómo es nuestro mundo es importante para nosotros. Mapas que esconden más mapas, mucho más detallados, que nos muestran las autopistas, las autovías, las carreteras y los caminos que nos permiten movernos por este mundo que llamamos Tierra. Y es que para saber dónde quieres ir lo primero es saber dónde estás. Mapas que nos sitúan y que por desgracia también nos separan con esas líneas imaginarias que hemos creado y que llamamos fronteras.

Pero no siempre todas las fronteras son un problema.

Una frontera es ir más lejos de lo que nadie nunca ha llegado jamás y es eso lo que Morrison ha pretendido con esta obra tan personal. Morrison no es dado a seguir caminos fáciles o ya preestablecidos. El guionista prefiere abrirse sus propias vías de comunicación y crear de cero nuevas formas de contar historias, sus historias.

Con este número, el sexto de esta miniserie, Morrison llega a un punto en el que es necesario cartografiar el Multiverso y mostrarlo en todo su esplendor. No se trata por tanto de un cómic bueno ni malo, se trata de un cómic imprescindible, tan necesario como los capítulos finales de las series de televisión en las que el detective nos dice quién es el asesino.

Nos encontramos ante una guía, un mapa enorme, de proporciones cósmicas, un manual de uso y disfrute del Multiverso, en el que Morrison ya empieza a mostrar no solo la forma, sino las leyes y normas que controlan todo ese entramado de 52 Tierras. Ha llegado el momento de descubrir cómo se puede viajar entre Tierras, como se formó el Multiverso y quien es uno de los personajes más relevantes del Universo DC.

Tal vez podamos pensar en la trinidad, Wonder Woman, Superman y Batman, como los tres grandes de DC, pero en realidad es otro el que ha cambiado y sigue cambiando la estructura de este universo de ficción. Morrison lo tiene claro y nos lo muestra con todo lujo de detalles. Para él Flash es la pieza clave de todo este baile celestial, el centro de todo, el principio, el precursor de un concepto de infinitas posibilidades. Y para muestra el artículo del año pasado dedicado a desgranar precisamente la importancia de la figura de Flash dentro del Universo DC. Flash: Toda una vida corriendo.

Llega el momento de las revelaciones, de empezar a coser la trama y enlazarla con acontecimientos del primer número y del anterior, algo que hasta ahora no había ocurrido de manera directa, siendo la conexión mucho más sutil para el lector.

Llega el momento de enseñar quien es quien en cada una de las Tierras, dejando siete ocultas a la espera de ser desenterradas más adelante. Aunque en la edición española quedó también oculta una octava por un error de impresión, al parecer debido a un problema con los originales americanos, por lo que la Tierra 32 quedo sin su imagen correspondiente.

En este listado Morrison nos detalla que podemos encontrar en cada Tierra, cuáles son sus héroes y como difieren de los que todos conocemos, logrando que nuestro conocimiento global de lo que sabíamos hasta ahora aumente considerablemente.

Estamos ante un cómic bisagra. Un cómic mucho menos brillante que alguno de los anteriores números por como está concebido, pero que es el que nos deja ver, a través de sus páginas, de dónde venimos y hacia donde vamos. Lo que se nos narra nos confiere información que ayuda a encajar piezas. Si este cómic se hubiera publicado en los años 80, sin redes sociales, sin miles y miles de páginas de Internet suministrando información, la lectura del mismo resultaría cautivadora. Llegados a este punto acabaría sobre nuestra mesilla de noche como cómic de consulta obligada para posteriores lecturas, magnificando de esta forma su impacto sobre nosotros. Su capacidad para llevarnos hacia el conocimiento lo convierte en uno de los más importantes de la miniserie.

Este mapa, guía, manual es el punto de inflexión de la miniserie. Lo que aquí Morrison nos revela es capaz de crear en el lector, por primer a vez, la idea de conjunto, de unidad, de un todo más grande que hasta ahora resultaba esquivo. Morrison nos ha estado dando enormes cantidades de información y nos la ha dosificado mes a mes. Ahora ha llegado el momento de digerirla, de saber qué hacer con esa información. Pero no es una cuestión de cantidad. Ahora estamos listos para encarar la recta final de la miniserie con nuevas herramientas cognitivas y es que Morrison nos ha estado educando para llegar hasta aquí.

Un trabajo difícilmente catalogable. De complicada valoración, ya que su desarrollo no es complejo, sigue un patrón definido y bien estructurado, pero al albergar en su interior el mapa de Multiverso todo cambia. Se hace especial. Ya no puedes volverte atrás. Se trata por tanto de un punto sin retorno en un camino en el que ya solo queda llegar la final y terminar de descubrir que hay detrás de toda esta sofisticada trama. Hemos llegado a lo más alto de esta montaña rusa en la que los cómics hablan de sí mismos, en uno de los mayores ejemplos de metalenguaje de la historia de los comics, para ser protagonistas de sus propias historias. Un universo formado por otros múltiples universos y en el que existen un sinfín de historias que esperan poder ser contadas. Y por supuesto leídas.