Edición original:The Multiversity: Mastermen núm. 1 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Grant Morrison
Dibujo: Jim Lee
Entintado: Scott Williams, Mark Irwin, Sandra Hope
Color: Jeromy Cox, Alex Sinclair
Formato:Grapa, 48 págs. A color.
Precio: 3,50 euros
Una de las preguntas que más se ha hecho la humanidad a lo largo de los últimos 50 años es como sería el mundo si los nazis hubieran ganado la guerra. Alrededor de esta pregunta han surgido películas, series de televisión, novelas y como no podía ser de otra forma, comics. Reimaginar la historia es siempre un ejercicio muy tentador para cualquier creador de historias y más cuando se trata de un período tan estudiado y desmenuzado por los historiadores. Por tanto no es de extrañar que entre las 52 tierras que pueblan el Multiverso tengamos una, Tierra 10, en la que esta pregunta se responde con el enfoque de los superhéroes de fondo.
Morrison llega a este número con ganas de seguir haciendo las cosas de forma distinta y para ello centra la historia desde el punto de vista de los nazis. Es a través de ellos con lo que la trama avanza de manera vertiginosa hacia el final abierto e inconcluso al que ya nos tiene acostumbrados, no sin antes dejarnos una pincelada que nos une al, cada vez más importante, número de Mundo Trueno.
En su conjunto seguimos pudiendo disfrutar de un número donde se nos narran años de historia, bien escrito, dibujado por un Jim Lee eficaz, pero sin despojarse de sus ya clásicos defectos narrativos. Morrison nos presenta el que sin duda es uno de los números más entretenido de leer, pero también el más insulso. No porque lo que nos cuenta no interese, sino porque una vez se termina de leer uno tiene la sensación de que le falta algo a todo el conjunto.
Si se analiza más profundamente el cómic uno puede darse cuenta que Morrison quiere explorar la dualidad entre el villano y el héroe, pero sin marcar fronteras que delimiten quien es quien. Por nuestro propio conocimiento de la historia asociamos el mal a la figura de los nazis y por tanto no es difícil posicionarse de primeras en contra de lo que Morrison nos presenta al abrir el cómic. Pero a medida que vamos leyendo y descubriendo más matices de Overman y compañía, las dudas van apareciendo. Por tanto el binomio se hace más complejo a medida que vamos leyendo. Y aun así todo sigue resultando poco impactante.
La razón de no terminar de cuajar por completo está en que se trata del primer número de esta miniserie en la que Morrison nos cuenta una historia de superhéroes al uso, cuando hasta ahora siempre había sido capaz de retorcer el género hasta exprimir cada gota de esencia contenida en su interior. Nos plantea una historia lineal, recta, sin ángulos, sin otra cosa que ir del punto A al punto B, cuando nos hemos estado moviendo en zigzag por caminos extremadamente sinuosos a lo largo de toda la serie. Por tanto la sensación de sencillez, incluso simpleza, nos resulta abrumadora.
No es un mal cómic. Al contrario. Pero si se trata de un enorme bajón de calidad respecto a los anteriores números. Es como si Morrison estuviera tomando aliento para exhalar la última bocanada de aire de sus cansados pulmones. Un final que, a estas alturas, ya resulta irrelevante por el camino que llevamos ya recorrido. Por tanto, aunque hay un punto de unión con Mundo Trueno, el concepto global de este número queda deslucido en la globalidad de la miniserie.
Solo queda remarcar que en medio de este mar de sinsabores que desprende este cómic, hay un punto donde Morrison sobresale. Se trata del tratamiento que hace de Overman. Su imagen, como la de Superman, es majestuosa, pero arrastrando un aura de tristeza y soledad que atenazan al personaje por completo. Una forma de humanizar a un dios que puede terraformar un planeta, que ansía lo que los humanos no acabamos nunca de valorar suficiente. Un retrato perfecto que demuestra el talento de Morrison al ser capaz de hacerlo en un relato tan contenido por las páginas disponibles.
Un ejemplar menor si se le compara con los anteriores números, pero muy superior a la media de otros comics publicados actualmente. Una nueva lección de concreción y narrativa.
Por último está Jim Lee, del que mucho se habla para bien o para mal. Sus carencias son muchas, pero su efectividad también es mucha. Aquí está algo más contenido y mucho más regular tanto en trazo como en narrativa. Su talento para la espectacularidad queda patente en varios momentos del cómic. No va a ser el dibujante a recordar de la miniserie, pero tampoco puede decirse que no esté a la altura de las circunstancias. Se hace valer lo suficiente como para no desentonar entre el talento de sus compañeros en números anteriores. No en vano, Lee, se ha enfrentado a Reis, Mahke, Quitely… grandes dibujantes que atesoran recursos mucho más depurados y estilos más elegantes.
Al final es hablar de lo mismo. Un dibujante que no muestra otra cosa que el mismo nivel que Morrison da a su guion. Un tándem adecuado, entretenido y visualmente atractivo, en una historia eficaz y eficiente que no acaba de cuajar del todo.
Edición original:The Multiversity: Mastermen núm. 1 USA Edición nacional/ España: ECC Ediciones Guión: Grant Morrison Dibujo: Jim Lee Entintado: Scott Williams, Mark Irwin, Sandra Hope Color: Jeromy Cox, Alex Sinclair Formato:Grapa, 48 págs. A color. Precio: 3,50 euros Una de las preguntas que más se ha hecho la…
Multiverso: Los Maestros
Multiverso: Los Maestros
2016-02-13
Gustavo Higuero
Guion - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
80
8
Un pasatiempo.
Un número entretenido y dinámico pero insulso si lo comparamos con sus predecesores. Correcto, pero muy lineal en su estructura, aunque acaricia conceptos muy interesantes que piden ser más desarrollados.
Vosotros puntuáis: 9.26 ( 6 votos)
El nº más flojo de la serie y, si se pierde, no se le echa en falta.
Casi parece que Jimbo quiso aparecer sí o sí en este evento y Morrison cumplió en automático con él.
Se está convirtiendo en un clásico, el levantarse uno en el fin de semana con la reseña correspondiente del Multiverso. ¡Qué bien!
Gracias de nuevo Gustavo por la reseña, con la cual coincido plenamente, pues es el único cómic del Multiverso que en su segunda lectura me pareció peor que en la primera, aunque como bien has dicho, no es un mal cómic, pero «uno tiene la sensación de que le falta algo al conjunto». Y es que en su segunda lectura percibí que el potencial del cómic era grandísimo, pero dejaba algunas tramas interesantes sin completar. Sin duda alguna, el universo de tierra 10, puede ser por lo que se atisba en este cómic, muy interesante y de mayor profundidad.
En lo que corresponde a Jim Lee, hay páginas espectaculares, con un Overman grandioso.
Lo dicho, gracias Gustavo y ahora a esperar la reseña del magnífico cómic Ultracomic, del cual no dudo que realizara una estupenda y extensa reseña, pusto que es un cómic con mil capas.
Cierto que es el mas flojo,pero tambien es cierto que sigue siendo un numero sobre superman,y aunque sea Nazi el tio es bueno,incluso viendo que al final overman es el que quiere hacer cosas buenas y los luchadores de la libertad terminan haciendo terribles actos de terrorismo.
>>Nos plantea una historia lineal, recta, sin ángulos, sin otra cosa que ir del punto A al punto B, cuando nos hemos estado moviendo en zigzag por caminos extremadamente sinuosos a lo largo de toda la serie. Por tanto la sensación de sencillez, incluso simpleza, nos resulta abrumadora.>>
Ahí estás analizando a nivel de trama, no de contenido. Es decir, te vas a la superficie, no al interior. Se han contado historias muy complejas con estructuras muy sencillas. En este caso, la complejidad moral de este cómic es asombrosa y en realidad se podría debatir mucho sobre este tema. Una pregunta muy sencilla: Por la influencia de la Nobleza, ¿Overman se vuelve malo o bueno? ¿O tal vez el debate de malo/bueno es gratuito, y en estos cómics esa división del mundo está superada? Es decir, «bueno» o «malo» son sólo etiquetas que tienen sentido solo dentro de una cultura, equivalentes a «aceptado por nuestro sistema de valores» y «no aceptado por nuestro sistema de valores». Y dentro de ese relativismo, tenemos tal vez el absoluto de que el asesinato no entra dentro de la gran mayoría de sistema de valores.
Es especialmente interesante la postura de Batman. La postura de no aceptar los pecados del pasado. He leído a algún lector relacionarlo con el esclavismo en EEUU. Batman es el pragmático, el que critica el «buenismo», el que critica a los que quieren relacionar las desigualdades y conflictos del presente con sus causas históricas. Batman aquí es un villano en el que vemos reflejado posiciones políticas que existen incluso en nuestro propio país.
No se, a mí me parece más interesante la posición de Overman, pues es el único que ha vivido toda la historia, y tras ello puede darse cuenta de los errores ¡Fue la pieza clave de la Victoria de los nazis! El conoce la historia pasada y presente, mientras que Leatherwing solo conoce lo que le han contado, es un hijo de su imperio, y lo defenderá a muerte. No creo que sea pragmático, es un nazi y no es crítico con el pasado que él no ha vivido, y quiere mantener ese imperio nazi ¡ante el cual años antes el mismo Overman se horroriza! En posición contraria tenemos a Constantine, que por desgracia aparece poco
Lo que sí es interesante – y de ello también has hablado- es el reflexionar sobre cómo los «defensores de la libertad», son considerados terroristas (cuando en la actualidad terrorista es sinónimo de malo) y como a estos, como lectores, les consideramos los buenos, pero necesitan del «malo» del Multiverso, el Dr. Sivana, para ganar esta guerra.
Tras lo dicho creo que se merece una tercera lectura y con ella, tal vez, el cómic me parezca mejor. (Creo que si llega a tener 60 o 80 páginas, hubiese sido una excelente obra).
Suscribo completamente lo dicho por Tachuela. Para mi uno de los mejores números de la saga, quizás no tan llamativo en cuanto a florituras visuales y pajas mentales de contenido meta, pero si incontestablemente contundente a la hora de golpear -y de que forma- en algo tan relevante como la situación que estamos viviendo actualmente
Gracias por vuestros comentarios. Ambos son muy educativos.
No puedo negar que con vuestros comentarios he empezado a ver este número de otra forma.
Pero aun así no llegó a transmitirme mucho de lo que ambos comentáis en las dos lecturas que hice antes de afrontar la reseña. Tocara revisitarlo de nuevo. 🙂
A mi, por ejemplo, me parece un cómic mucho más político y actual el que Morrison se marca en Pax Americana. Pero por eso todos tenemos cerebros con procesos mentales distintos. 🙂
Gran debate el que se esta abriendo aquí, compañeros.
Claro que Tachuela y Daniel tienen razón ante su opinión sobre el cómic, lo cual no impide que este de acuerdo con la opinión expuesta por Gustavo, por eso mismo yo comenté que el cómic tenía un potencial tremendo – y lo es por lo dicho por Tachuela y Daniel- pero para mí, no fue demasiado lejos respecto a ese tema, dejando huecos sin explorar que podrían haber resultado muy interesantes. Me dejo con ganas de más tanto cuando indica «17 años después», «60 años después», o cuando Overman dice: » solo he pasado tres años fuera. ¿Qué habéis hecho?», así como del personaje de ¿Constantine? y su traiccion, o ver los entresijos de los «terroristas»
En lo que estamos todos de acuerdo es que es un buen cómic, y nos diferencia en donde lo colocamos respecto al resto de números del Multiverso.
¿Donde sale Constantine en este número? Os referís al entrevistador? Ese no es jimmy olsen?
Pues quizás sea el más flojo de toda la saga… pero por sí solo, a mí me pareció un muy buen cómic.