Black Monday Murders es de momento el último trabajo que ha surgido de la imaginación de Jonathan Hickman, el guionista tras Los Proyectos Manhattan y una colosal historia río sobre los Cuatro Fantásticos que quedó plasmada en su andadura en dicha colección, que continuó en dos series de Los Vengadores y que culminó en las nuevas Secret Wars. En esta ocasión Hickman, acompañado en el dibujo por Tomm Coker, se distancia del género superheroico, y de la ciencia ficción que ha solido caracterizar gran parte de su trabajo, para sumergirse en el género negro y lo sobrenatural. Todo ello con un giro: que las sombrías escuelas de magia negra de este relato son además los grandes grupos de intereses económicos que mueven el destino del mundo.
El mismo título ya hace referencia a todo ello. El Black Monday o Lunes Negro fue un día de 1987 en el que el sistema financiero de Wall Street colapsó dando lugar a una enorme crisis mundial. Y por otro lado, están los asesinatos –murders– con los que la trama se pone aquí en marcha. Pero antes de comenzar con ello y a modo de preludio, Hickman hace en las primeras páginas una pequeña parada en 1929, cuando el crack de la bolsa que llevó a la Gran Depresión, para que vayamos entrando en ambiente. Y así, asistiremos a cómo los miembros de Caina, la cábala ocultista formada por grandes financieros, hicieron un sacrificio al ser al que rinden culto, el demonio bíblico de la avaricia Mammon. Inmediatamente después de esta escena de unas pocas páginas, como si ante los títulos de crédito iniciales de una película nos encontrásemos, Hickman inserta unos cuantos diagramas e informes, como suele a menudo hacer, y que se sucederán de vez en cuando a lo largo de este primer número. Gracias a ellos, sabremos algo más sobre Caina y sobre los nombres asociados a ella, algunos tan sonados y reales como JP Morgan, Rothschild, Barclays, Lloyds o Goldman Sachs. El uso de este recurso enriquece el relato, ofreciéndonos además pistas de cómo Caina ha ido manipulando su percepción pública de cara al mundo, y moldeando la historia. Nos recuerda también con ello hechos reales curiosos, como que los grandes derrumbes de la bolsa siempre se han producido en octubre, dejando caer que el ultimo día de este mes es la festividad pagana de Samhain (hoy por hoy Halloween) y que al día siguiente, el primero de noviembre (nuestra fiesta de Todos los Santos), la bolsa nunca ha abierto. Todo ello ayuda a sustentar cierta plausibilidad de la trama apelando a la capacidad del lector de generar conspiparanoia, con resultados muy gratos. Y en las páginas finales, de nuevo se requiere la complicidad del público, que gracias a otros de estos informes y notas, recibirá un escalofriante guiño. Pero nos estamos adelantando.
Como decíamos, tras las primeras páginas y esos informes que hacen como de títulos de crédito de una película, nos encontraremos ya con la trama en sí: un detective de policía debe investigar el asesinato en el distrito financiero de un magnate económico. La escena del delito sugiere un crimen ritual, y es que Theo Dumas es un agente que ha sido encargado del caso por un motivo: aunque sus superiores no acaben de creer en ello, con el tiempo se han tenido que rendir a la evidencia de que Dumas parece tener destacadas capacidades y conocimientos esotéricos. Lo que Theo quizás no sepa es que la víctima además era el presidente de la junta de Caina, y que sus compañeros en ese aquelarre de los más privilegiados empiezan a hacer sus movimientos para compensar este repentino vacío de poder.
Hickman mantiene aquí su registro más sobrio, en contraposición a la divertidísima y delirante Proyectos Manhattan, otro trabajo en el que toma hechos y personajes reales y les añade un giro fantástico. La premisa —relacionar economía con matemáticas, a estas con numerología y símbolos y estas a su vez con el esoterismo— está cargada de interés, especialmente en estos tiempos que vivimos, con una crisis mundial que nunca parece que vaya a acabar, y que se ceba con los más desfavorecidos mientras aumenta el margen de beneficios de los poderosos. La metáfora de las schools of economics como escuelas de magia y de las cabezas de los imperios financieros como lideres sectarios inmersos en oscuras conspiraciones ocultistas rindiendo tributo de forma despiadada a su dios, el dinero, el poder, es una con la que no es difícil tener simpatía.
A ese tono frío, oscuro y sobrio del que hablábamos contribuye espectacularmente el magnífico apartado gráfico de Tomm Coker y Michael Garland. Habrá quien quizá se queje de cierto estatismo en este aspecto, pero lo cierto es que entra en consonancia perfectamente con el ritmo pausado de la narración de Hickman y no podría resultar más adecuado para esta historia. Con todo, no es posible obviar estas reticencias, ya que son justificadas y al estar tan entrelazadas con el guión, nos llevan a el que quizás sea el pero en global que le podamos poner a este debut: es una creación fascinante, pero de lectura tal vez un pelo aburrida. Nos da a veces la impresión de estar contemplando un objeto de factura trabajadísima e impecable, pero quizás un punto inerte. Es algo que por otro lado sus detractores a menudo achacan a Hickman. Pero uno no puede evitar recordar cómo a la larga (que es como mejor funcionan sus lecturas) el autor nos da momentos maravillosos, entrañables e impactantes, como en la gran historia río que hasta hace no mucho estuvo desarrollando durante años en Marvel. Y por lo tanto, yo recomendaría seguir muy atentos a la obra y darle un margen: muy probablemente estas reticencias desparezcan y seamos recompensados con creces como lectores.
Antes de ir finalizando esta reseña, quizás proceda hacerse eco de una par de cuestiones: la primera es que Hickman había comentado en su día cómo en Image Comics no iba a estar limitado por cuestiones de formato y extensión de las entregas, y que iba a aprovecharlo. Y vaya que si le saca partido a esta circunstancia, ya que este primer número consta de más de cincuenta páginas, pudiendo explayarse en la narración sin cortapisas creativas de este tipo. La segunda es que en las entrevistas previas al lanzamiento, parecía haberse dejado entrever que la historia se desarrollaría a finales de los ochenta, en los días del Lunes Negro del título. Sin embargo, es en plena actualidad, 2016, cuando el relato tiene lugar. ¿Cambio de planes de última hora? ¿Un error al expresarse de Hickman durante la promoción, o de los medios al interpretarle? Quién sabe.
En cualquier caso, tenemos entre manos una interesantísima obra que por sus características podría perfectamente haber sido publicada en los mejores días del sello Vertigo de DC. Muy recomendable, aunque como casi todo lo de Hickman, tal vez su lectura quede beneficiada cuando sea recopilada en tomo y podamos hacerla del tirón.
Edición original: Black Monday Murders # 1 USA, Image Comics. Guión: Jonathan Hickman. Dibujo: Tomm Coker. Color: Michael Garland. Formato: Grapa USA, 56 páginas. Precio: 4,99 $. Black Monday Murders es de momento el último trabajo que ha surgido de la imaginación de Jonathan Hickman, el guionista tras…
Mundo Independiente: Black Monday Murders #1
Mundo Independiente: Black Monday Murders #1
2016-08-24
Sergio Aguirre
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 8
Vosotros puntuáis: 7.52 ( 10 votos)