Mundo Independiente: Dead Drop #1

 

Edición original: Dead Drop #1 (de 4) USA, Valiant Entertainment.
Guión: Ales Kot.
Dibujo: Adam Gorham.
Color: Michael Spicer.
Formato: Grapa USA, 32 páginas.
Precio: 3,99 $.

 

Dead Drop es una miniserie de cuatro números que transcurre en el universo ficticio de la editorial Valiant. En ella, Ales Kot -uno de los más prometedores guionistas de los últimos años- va a contarnos un cuarteto de historias interrealacionadas entre sí, pero en las que tiene la intención de ofrecer enfoques distintos en cada episodio, haciéndolos protagonizar por personajes distintos. Y así, en próximas entregas veremos a ilustres conocidos de Valiant como Archer (el compañero de Armstrong, Beta-Max (un demencial cyborg obsoleto, creado en los años 80 y equipado con tecnología puntera…para esa década), y la detective Alejandra Cejudo, siendo estos dos últimos personajes secundarios de la genial Quantum & Woody. Para este primer número, Kot ha contado con el héroe insignia de la editorial, Aric de Dacia, protagonista de X-O Manowar.

Aric aterriza en Times Square, en pleno Nueva York, para perseguir a una joven que porta una peligrosa muestra: nada menos que un arma biológica de procedencia alienígena, un antibiótico planetario con consciencia propia que erradica la vida de mundos enteros. Le ha puesto tras la pista de la fugitiva el agente Neville Alcott de la inteligencia británica, aliado de Ninjak. Alcott también es el enlace de los gobiernos occidentales con el grupo de superhumanos llamado Unity, en cuyas filas milita el príncipe Visigodo desplazado de su época que porta la poderosísima armadura Shansara. Según Alcott la joven pertenece a un grupo de violentos anarquistas que pondrá en peligro la supervivencia de la vida en la Tierra si la muestra extraterrestre cae en su poder; pero ya en este primer número se nos insinúa que las cosas pueden no ser lo que parecen.

El guión de Kot brilla con esos cortantes e ingeniosos diálogos que caracterizan su obra, así como en salir bien parado de dedicar casi entero un episodio a la genialmente coreografiada persecución. Es ahí además donde el crudo arte de Adam Gorhan resalta, ofreciendo una dinámica y una narrativa magníficas, y jugando con las viñetas para lucir recursos que nos transmiten una nada fácil de plasmar sensación de velocidad, demostrando con ello un gran manejo del medio. El coloreado de Michael Spicer sobre el arte de Gorhan resulta bellísimo, contribuyendo a generar un notable apartado gráfico de aspecto algo alejado del estilo más mainstream del cómic de superhéroes.

Por poner alguna pega, resulta un tanto inexplicable la abrupta irrupción en escena de Aric, así como que éste no use su habitual poder de vuelo. De ese modo, probablemente le resultaría fácil capturar a la fugitiva que huye haciendo gala de disciplinas como el Parkour o el Free Running. Pero siendo justos, Kot nos compensa estos lapsus con escenas como esa espectacular splash page de Gorhan en la que asistimos al heroísmo pleno de Aric. “Debe haber otro modo”, son las palabras que pone el escritor en los labios de X-O Manowar, consiguiendo que resuenen con una épica estremecedora.

La otra objeción que podemos poner es que la lectura se nos hace muy rápida y breve. Pero lo cierto que tal sensación es la que debería darse en una historia de persecución, con lo que el defecto resulta que termina convirtiéndose en virtud. Estaremos atentos a las siguientes entregas de Drop Dead, más aún considerando los personajes que le tocan en los sucesivos números. Con el peculiar humor que hemos visto a Kot desplegar en Vengadores Secretos y unos protagonistas sacados de Archer & Armstrong y Quantum & Woody -dos de las series más divertidas de los últimos años- tanto el cachondeo como el interés están asegurados.