Mundo Independiente: Invisible Republic #1

 

Edición original: Invisible Republic #1 (Image Comics).
Guión: Gabriel Hardman y Corinna Bechko.
Dibujo: Gabriel Hardman.
Entintado: Gabriel Hardman.
Color: Jordan Boyd.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $2,99.

 

La dupla Hardman & Bechko, Gabriel y Corinna respectivamente, que conforman también pareja de vida, trajo esta semana una nueva publicación de su producción conjunta. Sumándose a títulos bien valorados como Star Wars: Legacy (la segunda colección), varios de Planet of the Apes y Deep Gravity, llega Invisible Republic con altas probabilidades de ser otro más de esos cómics apreciados positivamente.

Una vez más los co-autores proponen un planteo de historia de ciencia ficción (como en todas las series citadas), situándonos en el sistema Gliese que está a una distancia relativamente cercana de nuestra Tierra, y en el tampoco excesivamente lejano año de 2843. Más allá de las distancias espaciales y temporales, la premisa no se aleja de nuestra cotidiana realidad: un periodista investiga sobre la caída de un régimen dictatorial que gobernaba en la luna Avalon instalada en este sistema, intentando entrevistar a los más golpeados por la crisis que generó el final de aquel que no sorprende que fueran los menos afortunados económicamente hablando. En sus intentos de reportajes se encontrará con unos papeles escritos que llamarán su atención (y no diré aquí por qué para no arruinar la lectura) y espolearán su investigación, dándole un nuevo curso.

Asimismo, Hardman y Bechko aprovechan narrativamente ese escrito utilizándolo como un corte al mero seguimiento del derrotero del periodista, ya que al leer éste un fragmento de los papeles nos transportamos al mundo de lo que él está ojeando. Por lo que se entiende es el diario de una joven, que cuenta su vida en los primeros años de esta colonia, cuando tenía otro nombre y no estaba muy habitada.

En las páginas que se nos muestran, la vemos junto a su primo teniendo un incidente con un grupo de militares, aportando de paso algo de acción al número inicial de esta serie. Además, ayuda este recurso a brindar trasfondo de la luna en la cual nos situamos, en cuanto a su naturaleza, fauna y flora, contrastando con el presente de la historia que resulta una ciudad oscura, muy poblada y totalmente vigilada.

En este contraste también se luce el dibujo, a cargo del mismo Hardman y del colorista Jordan Boyd. Este último destaca en la utilización de colores ciertamente más luminosos pero que mantienen en su opacidad la sensación oscura de la historia que se narra, y con tonos aún más opacos para las escenas del presente. Por el lado de Hardman, relacionado con la tarea del colorista, cabe notar el predominio del uso del negro en los momentos del presente, dejando poco lugar a los colores, sumando de su parte también a la percepción de un futuro oscuro.

Al mismo Hardman hay que atribuirle el buen trabajo de diseño de la ciudad del año 2800 y del paisaje natural en la secuencia del pasado, ambos escenarios basados en lo que conocemos de nuestro mundo pero incorporándole las suficientes diferencias (con cierta creatividad) para plantarnos en un entorno muy diferente al nuestro. En cuanto a la manera de dibujar, es decididamente realista lo cual resulta completamente apropiado para la narración.

Esta combinación de trabajos no puede más que dejar un buen sabor tras la lectura y el deseo de conocer más de este mundo, de su historia, de sus personajes tanto en el pasado como en el presente. Será necesario, para ello, seguir leyendo Invisible Republic.