Mundo Independiente: Ivar, Timewalker # 1

 

Edición original: Ivar, Timewalker #1 (Valiant Entertainment).
Guión: Fred Van Lente.
Dibujo: Clayton Henry.
Color: Brian Reber.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3,99 $.

 

Dado que Fred Van Lente ya se había ocupado de contarnos las andanzas de uno de los tres hermanos Anni-Padda, y que fue su colaborador habitual Greg Pak quien escribió las del segundo, que se le eligiese como el encargado más adecuado para narrarnos también las del tercero era solo cuestión de cierta lógica. Recapitulemos: hace miles de años, en la antigua sumeria, tres heroicos hermanos -de muy distintas formas de ser entre ellos- obtuvieron la inmortalidad. Sus aventuras se han ido desarrollando a lo largo de la historia y hemos podido ver las del agresivo Gilad en las páginas de Eternal Warrior, y las del simpático y fascinado por los placeres de la vida Aram en las de Archer y Armstrong. Pero aunque sí habíamos visto al tercero y más inteligente de los tres encontrándose de vez en cuando con sus parientes o siendo referenciado en alguna de sus historias, hasta ahora no había gozado de serie propia. Con el relanzamiento Valiant Next, la editorial ha decidido por fin proporcionársela, y ya podemos leer la primera entrega de Ivar, viajero del tiempo.

En realidad, al igual que casi todos los demás de la editorial, el personaje ya tuvo una serie propia en los años noventa, en la primera encarnación de Valiant, la cual duró 15 episodios y fue titulada simplemente Timewalker, así que era fácil prever que habría planes para darle su propia cabecera cuando se diese la oportunidad.

Van Lente ha declarado que su concepto de Ivar (por cierto, rediseñado por David Aja para el siglo XXI) es el de un cruce entre Reed Richards y John Constantine, añadiéndole un toque de sex appleal. Ivar miente, y mucho. En esta serie en la que la lucha contra amenazas para el continuo espacio-temporal (el mayor de los Anni-Padda es capaz de percibir grietas en éste que aparecen espontáneamente durante breves segundos y que usa para viajar a otras épocas y lugares) será el eje argumental, hay más de lo que Ivar dice, algo oculto acerca de las paradojas temporales. Van Lente citó como influencia para este trabajo el libro de Stephen Hawking “Space and time warps”.

Y de este modo, nos encontramos con la Doctora Neela Seethi del CERN, que se prepara para otro experimento en su laboratorio mientras escucha a David Bowie sin saber que está a punto de descubrir un método que pondrá el viaje temporal al alcance de cualquiera. Antes de que tal cosa suceda, un desconocido (Ivar, claro) se le aparece pidiéndole no continúe con su trabajo por las terribles consecuencias que va a acarrear, y aunque por supuesto desconfía del recién llegado, la aparición de unos misteriosos atacantes dispuestos a acabar con las vidas de los dos le forzarán a seguir a Ivar a otras eras para poder sobrevivir.

Van Lente usa de forma algo más comedida que en por ejemplo Archer y Armstrong su irreverente y lleno de inteligencia sentido del humor, pero es difícil como mínimo no esbozar una sonrisa ante el demencial encuentro con alguna figura histórica que tienen los protagonistas en medio de una batalla. A pesar del de agradecer endiablado ritmo de la lectura, no es todo acción desenfrenada: aparte de los toques cómicos comentados, hay momentos para todo y muy bien compuestos, como la escena de explicación (en el futuro en el que vive el personaje Rai), o el cliffhanger final en el que se revela quien está detrás de los malvados secuaces. Lo cierto es que es difícil leerlo sin pensar en el Doctor Who por encima de las influencias citadas por el guionista, cosa que por otra parte tampoco es mala para nada. Resulta gracioso que se haya introducido algún homenaje a otras obras de ciencia ficción sobre el tema que también nos vienen a la cabeza inevitablemente cuando estamos leyendo éste cómic, como siendo muy autoconsciente de su influencia.

En lo gráfico, Clayton Henry está correcto, pero poco más podemos decir a su favor. Es una característica habitual del arte en los cómics de Valiant: hay grandes espadas por un lado (Paolo Rivera, Doug Braithwaite, Patrick Zircher, Mico Suayan, Cary Nord, Clayton Crain…), y gente con un talento menor que nos lleva a apartados gráficos que no nos dicen mucho, como Khari Evans, el desmejorado Trevor Hairsine o Tom Fowler, grupo éste en el que nos tememos que Henry se enmarca. Con todo, su línea clara no resulta para nada molesta o desagradable, y todavía se distancia bastante de los apartados gráficos que a menudo encontramos en muchos títulos de otras independientes como Avatar o Dynamite, cuando estos no están al cargo de dibujantes estrella.

Ivar, Timewalker ha comenzado muy bien. Lo gráfico es apropiado, el nombre del guionista es una garantía de calidad que se ha visto confirmada y la trama es trepidante a la vez que llena de interés. A la saca de colecciones a seguir que va.