Edición original: Klaus #1 (de 6) USA, BOOM! Studios.
Guión: Grant Morrison.
Dibujo: Dan Mora.
Formato: Grapa USA, 32 páginas.
Precio: 3,99$.
Tengo que reconocer que no me ha resultado fácil reseñar ni valorar esta última obra de Grant Morrison. Más que nada porque aunque el aclamado guionista de Los Invisibles, JLA, Batman o New X-Men se ha salido con una premisa desconcertante, con la que uno no sabe si le están tomando el pelo (cuando se anunció daba la impresión de que se trataba de una broma del April’s fool day, el día de los inocentes anglosajón), una vez leída, en rigor no se puede decir que sea un mal tebeo. Y es que, aunque uno todavía está atónito con que esto haya seguido adelante, Morrison nos está contando en clave superheroica nada menos el origen de Papá Noel. Y lo está haciendo en serio, como si la idea fuese lo más normal y al tiempo ingenioso del mundo. En las declaraciones que ha hecho a los medios especializados, habla de Klaus como su Año Uno en referencia a Batman o su All-Star aludiendo a su maravillosa andadura con Superman. No es un tebeo humorístico ni nada por el estilo y, reitero, si uno consigue pasar por alto el estupor que algo así le produce (y no puedo decir que yo lo haya terminado de conseguir) y entra en el juego del escocés, tampoco se le pueden achacar al libreto muchos más defectos que el concepto en sí mismo. Eso sí, tampoco muchas más virtudes: Klaus es un tebeo escrito con oficio, pero en el que solo vemos destellos del toque habitual de Morrison; no parece que sea uno en el que su autor se haya volcado vertiendo cantidades ingentes de su a menudo genial locura, como uno podría pensar dada la demencial premisa.
La historia transcurre en un punto indeterminado del norte de Europa, en algún momento de la edad media. Estos detalles, sumados al tono de los textos, consiguen que el relato nos evoque un ambiente (por otro lado muy apropiado) muy de cuento infantil. Un cazador, un salvaje de los bosques, llega a la ciudad de Grimsvig para abastecerse de cara al invierno mediante el trueque. Sin embargo se encuentra con que la localidad se halla gobernada con mano de hierro por un malévolo y sádico barón, y con que los niños son especialmente infelices, pues aparte de ser maltratados por los guardias de la ciudad, todos los juguetes pertenecen únicamente al malcriado hijo de su señor. Klaus, el barbudo e imponente cazador, no consentirá tal tiranía, y pagará el precio por levantarse contra ella.
Aunque leída esta sinopsis de la impresión de que estemos ante un película de Walt Disney o similares, lo cierto es que a pesar de que los personajes estén muy desdibujados y nos resulten tópicos ambulantes, Morrison introduce algunos elementos no aptos para todos los públicos. Para empezar en ningún momento se hace referencia a la navidad cristiana, sino a la festividad de Yule. Las culturas paganas del norte de Europa celebraban bajo ese nombre las fechas próximas al solsticio de invierno, antes de que la cristianización la sustituyera por el festejo de la natividad de su mesías. Éste no es para nada el único elemento druídico que el escocés introduce en su relato: hacia el final observamos otro que dibuja una sonrisa en nuestro rostro al reconocer por fin alguna de las filias habituales del escritor. Además, la crueldad y violencia mostradas son un punto superiores a lo que podríamos esperar ver en una película animada navideña, y parece más propia de los cuentos originales en el que éstas suelen estar inspiradas. Y claro, por otro lado el protagonista no es para nada ese anciano obeso de barba blanca vestido de rojo en el que automáticamente pensamos, sino una versión joven suya que parece más bien Conan con barba y una capa roja.
Por otro lado lo que resulta innegable es la belleza del apartado gráfico que nos brinda Dan Mora. Este artista, que para mí hasta ahora era un desconocido, despliega unos trazos y un color realmente notables, en los que los paisajes nevados, las edificaciones, vestiduras medievales y los personajes propios de la fantasía épica parecen cobrar movimiento propio y salirse de las viñetas. No se trata de un estilo realista o pictórico a lo digamos Frazetta, sino de algo que tiene un ligero toque de “dibujo animado”. Un auténtico hallazgo a pesar de que la anatomía a veces resulte algo forzada, de verdad.
Concluyendo, a pesar de la enajenada propuesta, el debut de Klaus conseguiría sostenerse sólo con el arte de Mora. Todavía nos seguimos rascando la cabeza tratando de entender si Morrison en realidad se está riendo de nosotros o contándonos un chiste del que todavía no hemos escuchado el final. O quizás, quizás, se haya cansado y el sentido del humor resida en pretender mostrarnos el ridículo de tomarnos a nuestros amados superhéroes tan en serio como a menudo hacemos, haciéndonos ver que hacer revisiones en clave más o menos realista, relevante, épica y pretenciosa, no es un juego realmente válido, ya que funciona igual con Batman que con Papá Noel.
Edición original: Klaus #1 (de 6) USA, BOOM! Studios. Guión: Grant Morrison. Dibujo: Dan Mora. Formato: Grapa USA, 32 páginas. Precio: 3,99$. Tengo que reconocer que no me ha resultado fácil reseñar ni valorar esta última obra de Grant Morrison. Más que nada porque aunque el aclamado guionista…
Mundo Independiente: Klaus #1
Mundo Independiente: Klaus #1
2015-11-17
Sergio Aguirre
Guión - 6
Dibujo - 7.5
Interés - 7
Vosotros puntuáis: 7.68 ( 9 votos)
Bueh una historia navideña desde otro punto de vista.
Otra más.
Esto es ¿cuántas historas navideñas fuera de lugar se sacan?
Hemos tenido a Santa claus contra los zombis, Santa Claus contra HyDra, Santa claus peleando a cuchillo, Santa Claws y sus golfa contra los reyes Magos, Santa Claws rajando niños… Esto no deja de ser una historia épica para desmarcarse de la ñoñería familiar que muchos tenemos que soportar en Navidad (Crom, que pocas ganas tengo de esta mierda…) asi que bienvenido sea su relato señor Morrison.
Hola Bluntman. Tal vez no haya sabido expresar (no es fácil desglosar con justicia lo que aquí encontramos, ya lo he comentado) que lo curioso es que precisamente esto no es como todas visiones que enumeras: no se trata de humor negro, socarrón e irreverente para que los que somos un tanto Grinch nos echemos una risotada a costa de desacralizar un icono de la cultura popular haciéndole cometer divertidas barbaridades.
Morrison no ha ido en la linea de no sé, el Lobo paramilitary Christmas special aquel, sino que la gran bizarrada es que parece haberse tomado el asunto en serio, e incluso las «Morrisonadas» responden a cosas que antropológicamente tienen sentido en el contexto que plantea. Está siendo «respetuoso» con el personaje, contando una especie de origen superheroico del mismo, aunque haya detalles como lo que comento en la reseña. Y eso en sí mismo es lo mas demencial de todo. Que también puede ser que al cosa vaya cambiando en los siguientes números y vire hacia enfoques de otro estilo. Desde luego, el final del número podría justificar ir por ahí a partir de ahora. Pero da la impresión a priori de que no va ser de ese modo.
Un saludo y gracias por comentar.
Creo que el intento de darle un formato serio lo hace…ironico, como si fuera una versión de la navidad que golpea al concepto Norteamericano que cocacola nos cuela todos los años.
Dicho esto, me llama enormemente la atención y espero que lo editen en España (aunque no creo que llegue a tiempo para navidades)
Un saludo y gracias por responder.
Si, es muy posible que sea como dices, pero todavía no he acabado de decidir qué opino, la verdad. Y no, dado que son seis números, parece poco probable que llegue aquí en navidades (por lo menos estas de 2015)
Aún no tuve la oportunidad de leer Klaus, pero de antemano creo que me va a gustar.
También notar que no es la primera historia navideña de Morrison, su Happy! iba por ese lado con otro perfil, ambientando esa narración en los días en torno a la Navidad. Así que algún interés tendrá el autor en abordar esta especie de subgénero que es el navideño…
La verdad es que no sabía nada de esta serie, pero me atrae bastante la verdad.
¿Soy yo o el arte de Dan Mora se parece mucho al de Manapul? ¡Qué pasada!
Le veo un parecido al primer Manapul, el de la Legión (o antes)
Pues no había caído en lo de Manapul y es bastante cierto. Bien visto.
«Es un tebeo escrito con oficio, pero en el que solo vemos destellos del toque habitual de Morrison»
Un tebeo en el que no se le atropellan las ideas, interesante.
eso ya lo hizo Mike Ploog en esa obra maestra llamada «Santa Claus, la leyenda de Papa Noel» publicada por Norma hace ya 23 años
http://www.tebeosfera.com/obras/publicaciones/santa_claus_norma_1992.html
Pues no conocía esta obra de Ploog, muy interesante, de verdad.
Ploog «Según la obra de L. Frank Baum», eso sí.
Y ahí están los Guardianes de la Infancia