Edición original: Lady Killer #1 (Dark Horse Comics)
Guión: Joëlle Jones, Jamie S. Rich.
Dibujo: Joëlle Jones.
Entintado: Joëlle Jones.
Color: Laura Allred.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,50.
Una de las aristas a potenciar de Dark Horse Comics para este nuevo año que comienza, tal como fueron preparándolo y anunciándolo desde hace meses, es el que concierne a los proyectos creados por los autores, el proverbial creator-owned.
Lady Killer es uno de muchos de los títulos de estas características que se publicarán en este 2015 bajo el sello del caballo, siguiendo la estela exitosa de The Massive y Colder y lanzado a la par con otros por venir en las semanas próximas.
La creadora y principal responsable de esta serie que se estrenó el pasado miércoles es Joëlle Jones, quien hasta ahora todos conocen exclusivamente como dibujante pero aquí debuta también como escritora de su propio guión. No se lanzó en solitario a esta aventura sino que acudió con su idea y su deseo de encabezar el proyecto a Jamie S. Rich, compañero en trabajos previos (Twelve Reasons Why I Love Her, You Have Killed Me). Inicialmente conversaron e intercambiaron ideas, luego ella elaboró toda la historia y él se dedicó a ayudarla a estructurar algunas escenas y escribir buena parte del diálogo, pero siempre reservándose Jones la última palabra.
Aquella idea inicial surgió en parte de la admiración que la dibujante tiene por los ilustradores de la década de 1940, 50 y 60, en particular por los avisos publicitarios con personajes estereotípicos de la época, combinada con el deseo de satirizar esos tópicos llevándolos a situaciones ajenas a ellos, especialmente más oscuros. Así se elaboró la historia de Josie Schuller, una ama de case, madre y esposa socialmente correcta que se ocupa de su hogar y de su familia… pero en su tiempo libre simula vender cosméticos aunque en verdad es una asesina a sueldo sanguinaria.
Para dar referencias conocidas popularmente, se ha definido a Lady Killer como una combinación de Mad Men con Dexter y Breaking Bad, y también como la interpretación de David Lynch de una pintura de Norman Rockwell. Personalmente me inclino más por la primera, lográndose la presentación del tono de época propio de la década de 1950 en el gran trabajo de diseño (en base a documentación) que realizó Jones al igual que en el coloreado plano y pastel que utiliza Laura Allred, mientras que todo eso se destruye con grandes manchones de tinta representando la sangre y un oscurecimiento de la escena con una paleta de colores más opaca cuando la muerte se cierne sobre la víctima.
Por fuera de esas comparaciones, pero relacionado con los diferentes momentos del cómic, Jones aborda con ritmos narrativos y encuadres distintos las escenas según tengan que ver con una situación familiar o una profesional (por decirlo de alguna manera) de la protagonista, siendo más tensionado e intenso en lo que respecta a su trabajo y, por otra parte, lineal, directo y hasta casi teatral en su tarea hogareña. Asimismo, en todas sus páginas tiene pequeñas manchas de tinta realizadas intencionadamente, que reafirman cierto tono oscuro, sucio, de lo que está contándose.
En este primer número de lo que está planteado como una miniserie de cinco (pero con planes y posibilidades de continuar luego con más historias del personaje, secuelas y precuelas), apenas se nos introduce una escena de cada ámbito de la vida de Josie, en las cuales se realiza un muy buen trabajo de caracterización de este personaje a través de sus actos y sus diálogos. Luego de esto, una tercera escena funciona como introducción a la historia que se desarrollará en el arco argumental, del cual puede vislumbrarse que abordará un poco los conflictos que le genera la doble vida a la protagonista, sin dejar por ello su trabajo. Esto seguramente derivará en sucesivos momentos problemáticos a tratar durante los cuatro números que siguen, tanto en sus relaciones profesionales como con la familia, presentándose como un problema en particular la madre de su esposo, esperándose más personajes por aparecer en lo que respecta a su trabajo y «el caso» con en el que debe lidiar ahora.
Al tiempo que Joëlle Jones se divierte y se da los gustos que quería, con el apoyo de Jamie S. Rich en los aspectos en que aún es inexperta, nos ofrece a nosotros lectores un cómic que se disfruta en varios niveles: desde lo atractivo del personaje principal hasta lo interesante de las contraposiciones de ambos mundos, pasando por escenas de acción y suspenso muy bien narradas, con un dibujo de calidad. Una correcta apuesta de Dark Horse que merece una correspondiente apuesta de los lectores.
Gracias por la reseña siempre da gusto ver sorpresas en esta sección. Pues tiene buena pinta a ver si llega por aqui, .El dibujo, me gusta por lo estilizado pero no veo en el estilo 50’s en estas las páginas. Si alguien sigue al día las colecciones USA ya dirá a ver que tal yo es que no se donde pillar grapa de importación
HenryJones, quizás el estilo de época se note más en las páginas que corresponden a la escena familar… pero no las dispusieron para los avances del cómic.
Por las grapas USA, consulta en las tiendas que compres si tienen el catálogo Previews para hacer pedidos, es la manera más tradicional.
Saludos
OK gracias Mariano
Qué la diferencia con JENNIFER BLOOD, esa obra menor de Ennis que tiene exactamente la misma premisa?
La verdad es que no leí esa de Ennis, pero buscando un poco veo que sí es una premisa muy parecida. Por lo que veo, de momendo puedo decirte que es diferente en la época, también veo que el estilo de dibujo es distinto, la de Ennis es mucho más gore y también veo que es distnto el personaje de la mujer en algunos aspectos (en Lady Killer no sale armada, por ejemplo, y no tiene ese aspecto de «vigilante»).
Pero igual, repito que no la leí (me la apunto para hacerlo) y además de esta va sólo un número…
Saludos