Servicio Informativo de Editoriales Independientes: Anuario 2015

Feliz año nuevo a todos. Desde esta, la más selecta sección de Zona Negativa, les deseamos que los sinsabores del 2015 no se repitan en este 2016 recién estrenado y que por el contrario sus alegrías vengan multiplicadas por mil. Ha habido muchas de estas últimas en lo que a noticias del panorama comiquero independiente de Estados Unidos se refiere en estos pasados doce meses, y quizá sea buena idea echar una mirada atrás antes de devolverla al frente, coger ímpetu y adentrarse en el nuevo año. Por ello, hoy mi compañero y amigo Mariano Abrach y un servidor, vamos a presentarles hoy los frutos de una ardua tarea a la que hemos procedido: la de elegir los que creemos que pueden ser los anuncios más importantes que se han producido en 2015. Es, por definición, una lista incompleta, ya que ha habido docenas de ellos que probablemente ameriten figurar aquí con todas las de la ley. Pero hemos creído conveniente jugar a seleccionar los más prominentes para hacernos una idea global de cómo ha estado el mundillo. Les invitamos enfáticamente a que a través de los comentarios sumen aquellas noticias que han echado ustedes de menos en esta, nuestra lista, para generar entre todos una más completa.

En retrospectiva y como impresiones generales, sin querer entrar en ningún tipo de triunfalismo creemos sinceramente que este año ha venido a seguir confirmando el excelente estado creativo del panorama. La semana que viene publicaremos algunos de esos dichosos tops en los que gracias a las votaciones de nuestros compañeros de redacción podremos enumerar ordenados y recordar los notables productos que hemos podido degustar durante 2015. Les recomendamos que no se lo pierdan, porque la verdad es que vistos juntos impresiona la relación de series, artistas y editoriales que nos han ofrecido altísimas calidades comiqueras.

Por otro lado cabe destacar un par de tendencias que nos han llamado la atención. Para empezar, el paulatino auge de la temática de ciencia ficción en muchos de los proyectos más interesantes que hemos podido ir viendo. Quizás sea una moda pasajera, o quizás acabe convirtiéndose en una seña de identidad de los cómics independientes norteamericanos, queriendo marcar cierta distinción para con los productos superheroicos de las majors. Abundando en esto, este 2015 nos ha regalado los maravillosos anuncios de los retornos de varias míticas licencias de ciencia ficción para el futuro próximo. Sí, dentro de no demasiado podremos volver a disfrutar de nuevas series de ROM, Micronautas, Dreadstar, Nexus o de la reedición del Atari Force de Gerry Conway y Jose Luis García Lopez. Sólo por todo esto, ya habría merecido la pena el año. También vuelve Nowhere Men, el aclamado proyecto de Eric Stephenson, uno de los mejores cómics que uno ha tenido la oportunidad de leer estos últimos años. Y, fuera del ámbito de la ciencia ficción, otro anuncio de retorno que nos llenó de alegría fue el de Stan Sakai —tras las tragedias familiares que sufrió en 2014— a su siempre delicioso Usagi Yojimbo. Y Milestone, aquel sello de DC comics especializado en superhéroes miembros de minorías étnicas, que vuelve como editorial independiente. También volvió el equipo creativo detrás de Scalped, el formado por Jason Aaron y R.M. Guéra, para ofrecernos la magnífica The Goddamned. Hay más regresos, claro. Pero quizás vaya siendo hora de acotar esta ya excesivamente extensa introducción y recordarlos como parte de este puñado de noticias que, sin orden particular entre ellas, aquí hemos creído las más importantes de 2015. Pasemos a ello sin mayor dilación.

En 2015 volvió a publicar un cómic nada menos que Scott McCloud, reconocido como autor por Zot! tanto (o menos) que como teórico del medio por su Hacer Cómics y Entender el Cómic.

Para su regreso presentó El Escultor (The Sculptor), publicado por First Second en inglés y por Planeta DeAgostini Cómics en español, el cual había anunciado originalmente a mediados de 2014 definiéndolo como similar a El Fausto.

El protagonista de esta historia es David, un joven escultor que pacta con la Muerte para hacer realidad su sueño de la infancia: poder esculpir cualquier cosa que pueda imaginar. Este deseo cumplido tendrá la trampa de ser utilizable sólo por 200 días, luego de los cuales morirá. La trama se complejiza aún más cuando se encuentre con el amor de su vida, debiendo lidiar con el poco tiempo que le queda y muchas decisiones por tomar.

Como si fuera poco la noticia del cómic en sí, y con la calidad de la obra, también nos dimos el gusto de entrevistarlo en Zona Negativa por su asistencia al Salón del Cómic de Barcelona, y aprovechamos la oportunidad para recordarla e invitarlos a leerla.

Durante el pasado mes de mayo el novelista Chuck Palahniuk dio un fuerte nuevo impulso a su obra más conocida, El Club de la Lucha. No solo puso a la venta una antología literaria (titulada Make something up) de relatos en la que uno de ellos estaba relacionado con Fight Club. Además, la historia del libro adaptado al cine por David Fincher en una película interpretada por Edward Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter comenzó a ser continuada en forma de maxiserie de cómic en 10 entregas ilustradas por Cameron Stewart y escritas nada menos que por el propio Palahniuk.

Lógicamente Dark Horse Comics dio una gran importancia promocional a este acontecimiento. Por ejemplo, durante el Free Comic Book Day -el día del cómic gratuito estadounidense- la editorial regaló una…digamos, precuela de la secuela: esto es, una adaptación en viñetas del final de la novela original (que es algo distinto al de la película), y que lógicamente fue el que Palahniuk tuvo en cuenta para su continuación en Fight Club 2. Además se publicaron avances en revistas generalistas como Rolling Stone o Playboy, y el escritor de El Club de la Lucha y Fantasmas fue entrevistado en Maxim promocionando la secuela de su más famosa novela. Palahniuk decía allí que para que la nueva obra tuviese entidad propia, tras haber pasado su primera parte por la novela y el cine, necesitaba aparecer en un medio distinto, y de ahí escoger el noveno arte. A pesar de haberse encontrado con voces en contra de esta iniciativa (entre ellas la de su editor, que le dijo que puede que esto dé al traste con su carrera literaria), el escritor afirmaba que había encontrado una forma valida de hacerlo, y que no se hubiese metido en ello de no ser así: para él hubiese sido más cómodo dejar que se encargase otra persona (ya que por lo visto el proyecto podría salir adelante sin él o sin su aprobación por temas contractuales), pero había preferido involucrarse al creer que podía llevarlo a puerto de la forma más satisfactoria posible.

Sobre hasta dónde llega su familiaridad con el mundo del cómic, Palahniuk contestaba que en los 70 le gustaban los Clásicos ilustrados que adaptaban novelas como Historia de dos ciudades o Frankenstein, y las series de terror de DC de la época; del panorama actual destacaba Sex Criminals (de Matt Fraction y Chip Zdarsky) y Lady Killer, de Joelle Jones. El proceso de creación del guion fuera de su medio habitual fue bastante menos pesadillesco de lo que había anticipado, y le resultó interesante tener que averiguar qué información puede mostrarse visualmente y cuál ha de ser verse forzosamente reflejada por escrito. También dedicó alabanzas a la habitual dinámica colaborativa del cómic al tener que trabajar con un dibujante (Cameron Stewart) que ilustrase sus ideas, y con el que por tanto debía llegar a un entendimiento. Como limitación del medio señaló la necesidad de disponer las revelaciones siempre tras pasar una página, ya que distribuyéndolas de otro modo, el ojo del lector siempre va tener a la vista una o dos páginas completas, con lo que las sorpresas pueden verse mermadas al visualizarse incluso antes de ser leídas. Con todo, afirmaba que tenerlo siempre en cuenta fue un reto que al que le gustó enfrentarse. Palahniuk señaló también que el protagonista de esta historia, el personaje que en su día interpretase Edward Norton vive hoy por hoy a la sombra de Tyler Durden, y que parte de los motivos para realizar la secuela es que a él de alguna manera le pasaba lo mismo: Durden es su creación más conocida y memorable, y es difícil no querer volver a él en alguna medida. Pero como decía, El Club de la Lucha fue fruto de sus circunstancias cuando lo escribió en los 90, y claro, la secuela lo fue de las que vive hoy por hoy.

Meses después, en el podcast Orbital in Conversation de la tienda londinense Orbital comics tuvieron a Palahniuk como invitado. Pues bien, comentando que a esta segunda parte le va a poner un subtítulo (dejándola en Fight Club: The Tranquility Gamble), Palahniuk dejó caer que ya tiene pensado el de la tercera, Fight Club: The Cheater’s Gambit. Y confirmó que aparecería en forma de cómic y que ya tenía escrito hasta el sexto número de esta tercera parte. Preguntado por con qué artista le gustaría trabajar volvió a mencionar el nombre de Jöelle Jones.

Habrá quien piense que toda esta noticia no es para tanto, que se trata tan solo de un comic basado en una franquicia más, y que después de todo tampoco es ni de lejos el primer escritor de literatura “seria” que hace una incursión en el noveno arte. Pero que un autor tan sumamente respetado como Palahniuk rompa una lanza a favor del cómic y se zambulla en él es un paso más hacia la validación del medio ante la comunidad académica, normalmente recelosa ante lo que consideran, en el mejor de los casos, un arte menor. Y por supuesto hacia la normalización y la implantación del cómic como un aspecto más de la cultura (por lo menos la cultura popular) ante el gran público.

En el último 2015 nos llegó como una noticia inesperada el relanzamiento de los títulos principales de Archie Comics, creando un nuevo y remozado Riverdale. De esta maner, elevó su apuesta de lavado de cara editorial publicando nuevos #1s de Archie y de Jughead, con equipos creativos de renombre a cargo. Este relanzamiento no llegó en 2015 por casualidad sino que lo hizo como parte de los planes por el 75° aniversario del personaje, que se cumple en este 2016 recién estrenado contando desde la primera aparición de Archie Andrews en el #22 de esa colección.

Por un lado, Mark Waid a los guiones y Fiona Staples en los dibujos (en los primeros tres números). La selección de estos autores tuvo que ver con intentar llegar a la audiencia moderna, pero manteniendo el tono familiar, amistoso y ligero de siempre, volviendo a las raíces humorísticas con gags visuales que tenía el cómic en sus inicios, y en efecto lo están logrando.

Por el lado de Jughead, los guiones están a cargo de Chip Zdarsky con dibujos de Erica Henderson, manteniendo la misma identidad visual y temática de modernización, con humor y tono amistoso.

A estas dos deberían habérsele sumados otras dos, Betty & Veronica por Adam Hughes y Life with Kevin por Dan Parent. Para conseguir la publicación de las cuatro en el mismo año Archie lanzó un Kickstarter que fue recibido con muchas críticas, de parte de otros autores por la paga que suelen recibir de la editorial así como por las tiendas minoristas sintiéndose salteados por esta propuesta. Finalmente esta fue cancelada y los otros dos títulos del Nuevo Riverdale llegarán en 2016.

Mike Marts, con años de experiencia como editor de la línea Batman y posteriormente durante alrededor un año en X-Men y Guardians of the Galaxy en la vereda de enfrente, se sumó a un nuevo proyecto editorial llamado AfterShock Comics. Marts desempeña el cargo de Editor en Jefe. Sus compañeros en esta empresa han sido Joe Pruett, veterano escritor y editor, el ejecutivo Michael Richter —quien trabajara en la productora Fog City Pictures, en eBay y actualmente en Facebook, empresa que dejará para incorporarse a la editorial—, y Jon Kramer que ha estado implicado en producción televisiva audiovisual por muchos años. Estos últimos dos son co-CEO, mientras que el presidente es Lee Kramer, también con un trasfondo de cine y medios.

En cuanto a los cómics que AfterShock lanzaba, fueron anunciados como proyectos que combinarán la creatividad de las independientes con la fuerza y la experiencia las más grandes, con intenciones de elaborar un universo cohesivo.Y así, durante la San Diego Comic Con, ante la atención de todos los medios especializados, Marts lanzó el anuncio de que talentos tan sobresalientes como los de Garth Ennis, Neil Gaiman, Jim Starlin, Amy Chu, Brian Stelfreeze, Jimmy Palmiotti, Amanda Conner, Paul Jenkins, Justin Jordan, Phil Hester, Frank Barbiere o Marguerite Bennett se incorporarían a su nueva escudería. En los meses siguientes se fueron concretando algunos detalles de los títulos con los que Aftershock comenzaría su andadura y cuyos primeros números aparecieron durante diciembre:

 Replica, de Jenkins y el dibujante Andy Clarke nos cuenta las peripecias de un agente de una organización intergaláctica dedicada a proteger la paz cuando decide clonarse a sí mismo para cumplir con una misión peliaguda. Ciencia ficción en un tono desenfadado e irreverente.

 Insexts, de Marguerite Bennet y Ariela Kristantina, trata de la historia de dos mujeres de finales del siglo XIX-principios del XIX que se transforman en unos seres con nueva forma, sentidos y sensualidad. Esta mezcla de erotismo y ocultismo promete en su publicidad ser un cómic distinto a cualquiera que hayamos visto antes, y lo cierto es que parece muy interesante.

 En Superzero, con Amanda Conner, Jimmy Palmiotti y Rafael Latorre, asistimos al intento de una joven de diecinueve años fan del cómic de transformarse en una superheroina tratando de reproducir los orígenes de sus personajes favoritos.

Y finalmente, Garth Ennis y Simon Coleby nos cuentan en Dreaming Eagles la historia real de los primeros pilotos aéreos de combate de color durante la segunda guerra mundial. Ennis fue entrevistado por la página Comic Book Resources, donde comentaba que el relato estará contado en forma de una conversación durante los racialmente tumultosos años sesenta entre uno de estos veteranos afroamericanos y su activista hijo.

Todavía es pronto para juzgar si Aftershock ha llegado para quedarse y hacerse un sitio estable entre las editoriales independientes norteamericanas, o si como desgraciadamente pasó con Crossgen será flor de un día a pesar del impresionante despliegue de talento que ofrece. Desde aquí les damos la bienvenida y les deseamos mucho éxito y que nos den buenos tebeos.

Otra bomba informativa. El merecidamente aclamado guionista se ha encargado de los guiones de la próxima serie regular protagonizada por el super espía creado de Ian Fleming. El primer arco argumental que el inglés preparó para la colección que Dynamite empezó a publicar en Noviembre consta de seis números y tiene por título VARGR. En él, Bond tiene que hacerse cargo del trabajo de otro agente 00 mientras en Londres algo maligno se mueve y en Berlín alguien trama contra él. Cabe destacar que la serie alternará historias escritas por Ellis y ambientadas en el presente con otras a cargo de otros equipos creativos que adaptarán novelas o que contarán el prometido relato (Dynamite lo anunció en su momento) del origen de 007. Ellis ha expresado en varias ocasiones su interés por el personaje, al cual ve como “El instrumento contundente de Inglaterra, el despiadado y rencoroso bastardo de un imperio marchito que todavía quiere que el mundo haga lo que a él se le ponga en los cojones”. El dibujante será Jason Masters, artista en varios títulos relacionados con Batman, y se mostraba comprensiblemente emocionado con la idea de de trabajar con el guionista al que admira desde que leyó su The Authority.

La página Bleeding Cool pudo entrevistar y hacerle unas preguntas al respecto al creador de Transmetropolitan. Ellis confirmó allí que no adaptará antiguas historias, sino que se trata de material original que ha desarrollado bajo la atenta supervisión de los herederos de Fleming. También puntualizó que se basa en el personaje y situaciones de los libros, y no en alguna de las múltiples encarnaciones de James Bond popularizadas por el celuloide, aunque aseguró que M o Monnypenny estarían presentes. El guionista de Planetary habló sobre el personaje de Bond, al que ve como un arma ambulante al servicio de un imperio en vías de desaparición, alguien más bien amoral que no cree mucho en lo que hace y simplemente ejecuta órdenes y disfruta de las recompensas, la pesadilla de un psicólogo, así como un icono cultural que apela a una fantasía de poder británica de cualificación nacional para trabajos brutales.

Uno de los temores más habituales y fundados de los seguidores del escritor inglés es que las etapas en las que se embarca con la mayoría de series que son de encargo terminen siendo muy breves, dejándonos con ganas de más. Ahí está sin ir más lejos el ejemplo de su media docena de soberbios números con el Caballero Luna. Pues bien, parece que con respecto a su andadura en James Bond podemos estar tranquilos: en otra entrevista posterior para Bleeding Cool confirmó que casi había finalizado los seis números del primer arco argumental, y que ya estaba considerando las ideas para los seis siguientes. De este modo nos aseguramos con por lo menos una año de guiones suyos en la serie. Ellis además hizo interesantes comentarios analizando la idiosincrasia violenta, imperialista y misógina del personaje, y reiteró que su contrato es para reflejar al Bond de las novelas de Ian Fleming, no el del cine, por lo que por ejemplo apenas veremos en sus cómics los avanzados dispositivos que habitualmente porta el 007 de la gran pantalla. Podéis leer una reseña del primer número aquí.

Cuando dos nombres importantes se unen, nuestra atención está ahí. Así ocurrió con el anuncio de Matt Wagner como nuevo guionista de The Spirit, la creación más conocida de Will Eisner, para lanzar la serie editada por Dynamite Entertainment luego de adquirir la licencia en 2014, coincidiendo con el 75° aniversario de su creación.

La historia que viene desarrollándose desde julio pasado está ambientada en el período de tiempo clásico, poniéndose ante el desafío de elaborar alguna idea que no hubiera hecho ya el propio Eisner. Para ello, Wagner se limitó a reintroducir al personaje e incorporar un elemento nuevo en lugar de reciclar todo buscando ser respetuoso con la historia y los lectores que están familiarizados con la trayectoria de The Spirit y lo admiran como una de las máximas creaciones de los cómics, a la vez que atractivo para los nuevos.

La primera historia parte de la pregunta Who Killed The Spirit? y presenta al reparto tradicional conformado por el Commissioner Dolan, su hija Ellen y los compañeros Ebony White y Sammy. Todos ellos investigan la desaparición del protagonista, en un arco argumental inicial que se extenderá por doce números, contando hasta ahora la mitad.

El dibujante elegido para acompañar a Matt Wagner es el novato Dan Schkade, con colores de Brennan Wagner (hijo de Matt), con quien el veterano autor ya ha colaborado. Asimismo, se informó que el portadista principal y regular es nada menos que Eric Powell, cerrando un gran equipo creativo a la altura.

Efectivamente, el autor tras El Multiverso, Los Invisibles, Batman Inc. o Animal Man (por citar solo unos pocos) se pondrá al frente del mítico magazine que da nombre a esta editorial que poco a poco viene haciéndose un hueco en esta sección de noticias con sus recientes e interesantes anuncios. Morrison pretende quedarse un año o dos e insuflarle un poco de energía punk de los 70 (que sin duda le resultará familiar al calvo de su estancia en la revista británica 2000 AD), pero actualizándola. Y ya está sondeando a antiguos colaboradores suyos como Frazer Irving o Chris Burham para que se le unan en esta empresa. Parece que la revista Heavy Metal, tras pasar décadas con una presencia más bien testimonial, puede volver a ser un punto de referencia dentro de la escena del cómic norteamericano ahora bajo la batuta de sus nuevos dueños Jeff Krelitz y David Boxenbaum, a juzgar por los movimientos que viene realizando. Esperemos que así sea: bienvenida sea la presencia de alguien más aportando material de interés en la fiesta que es ésta nueva edad dorada de las independientes USA.

Aprovechando una breve pausa durante la San Diego Comic Con, Morrison contestó a unas preguntas para la página web Bleeding Cool.El guionista reconocía que de joven no era seguidor del magazine, que él leía el escocés Near Myths, en el que acabó trabajando, y que a pesar de su orientación algo más punk, veía de alguna manera a Heavy Metal como la competencia. Hoy por hoy reconocía también, entre risas, que no había competencia posible contra talentos artísticos como el de Moebius, Druillet o Caza, aunque las historias no le gustaban mucho hasta que llegó a la revista Richard Corben. Cuando le ofrecieron el trabajo, le pareció interesante ver si es capaz de hacer una revitalización como las que ha hecho de Batman o Superman. Como parte de su trabajo, que básicamente será definir el tono (“sexy, psicodélico, con ciencia ficción y lo que sea a partir de ahí”, decía) y seleccionar material para la revista, tratará de atraer talentos hacia ella. Morrison añadía a los nombres de artistas con los que estaba en conversaciones para unirse a su proyecto los del novelista británico Steve Aykett y de Michael Kupperman, conocido por Thrizzle. También anunció su deseo de contactar con gente del mundo de la música interesada en el cómic a la que conoce, como Gerad Way (creador, no lo olvidemos, de Umbrella Academy) o incluso Trent Reznor, el alma de Nine Inch Nails.Morrison no abandonará DC debido a su nuevo cargo, y continuará con otros proyectos suyos como Klaus para BOOM! y Nameless para Image. Y pretende generar un sentimiento de comunidad con los lectores de Heavy metal similar al que consiguió en su día a través de la página de correo de los lectores en Los Invisibles.

Sin embargo su andadura en el cargo comenzará finalmente algo mas tarde de lo programado, en abril de 2016. Los cambios en la directiva de la editorial (el diseñador y escritor Tim Daniel sustituirá como managing editor a Dan Berger debido a los problemas de salud de éste) y los problemas de organización consecuentemente asociados llevaron a que la renovación en el mítico magazine se retrasase. Por tanto, será en la entrega 280 en la que el escocés empezará a ejercer su cargo de editor en jefe, en lugar de en la anunciada 279. La cual, por cierto, tendrá un par de portadas alternativas (las que os mostramos arriba) y trabajos de Enki Bilal y los hermanos Molen entre otros, así que calidad tampoco es previsible que le falte a pesar de la ausencia del escritor de Los Invisibles.

Frank Miller estuvo en el centro de la polémica en el 2015 que pasó por su trabajo en el nuevo volumen del Dark Knight para DC. Eso no le impidió ser también noticia en nuestro Mundo Independiente realizando un anuncio de una nueva historia de Sin City que deberá llegar en este nuevo año, y seguramente lo hará con más polémicas, algo innato al veterano autor.

Sobre esta, el mismo Miller develó que se titulará Homefront, ubicándose temporalmente en la Segunda Guerra Mundial y narrando la historia de amor entre un agente federal norteamericano y la cabeza de la Resistencia Francesa contra la ocupación Nazi.

Esta sería la primera historia original en cómic desde Hell and Back (publicada entre 1999 y 2000), aunque también hubo dos nuevas historias en la segunda película, The Long Bad Night y Nancy’s Last Dance, estrenada el pasado 2014. Estaremos esperándola.

Otro de los casos repetidos en 2015 (y hacia es el futuro) es el de los autores consagrados en las dos grandes que saltan al mercado independiente para realizar su cómic propio. Un nuevo ejemplo paradigmático de esto es el de Francis Manapul quien anunció que dejaría de firmar Detective Comics para dedicarse a sus proyectos.

Poco después presentó la primera imagen de su nuevo cómic creator-owned al cual tituló Broken Hollow, y que estamos esperando con ganas desde que lo nombró, aun con todos los demás detalles por anunciar: editorial, compañero, fechas y demás.

Tras la firma de un convenio con Thrillbent, plataforma digital encabezada por Mark Waid, IDW Publishing lanzó en abril la edición impresa del primer volumen de su Empire, la magnífica obra que Waid realiza junto a Barry Kitson, con material adicional nunca antes visto. También ese mismo mismo mes de abril IDW empezó a publicar en formato de grapa mensual la secuela, Empire: Uprising, la cual también saliera originalmente en Thrillbent, y en mayo le siguió Insufferable del mismo Waid junto a Peter Krause.

Por otro lado Atomic Robo, la popular y divertidísima creación de Brian Clevinger y Scott Wegener dio este pasado año un paso poco común: sus aventuras dejaron de aparecer en formato grapa, para pasar a distribuirse como webcomic. Clevinger aclaró que la obra se podrá seguir obteniendo en formato digital a través de Comixology según se vayan completando arcos argumentales, y que estos a su vez acabarían viendo la luz en papel como Trade Paperbacks. Además, se ha subido todo lo ya publicado de la serie (la friolera de casi 1000 páginas) para que los lectores puedan leerlo ya de forma gratuita. Clevinger ya había mostrado su interés en el pasado de que su obra llegase al mayor público posible de algún modo, y este método, financiado por la publicidad, puede ser la clave de lo que estaba buscando…y otro paso hacia un nuevo modelo de industria el tebeo.

Y es que todo esto, sumado al trato entre Panel Syndicate e Image en virtud del cual se publicaba en formato físico el Private Eye de Brian K. Vaughan, Marcos Martín y Muntsa Vicente, son signos de que la industria está cambiando, buscando nuevos modelos que se adapten a los tiempos que vivimos, a los gustos del consumidor y a las nuevas tecnologías. Y quien sabe, puede que en el futuro este sea el camino, ofrecer entregas periódicas en formato digital a bajo precio llegando potencialmente a un público mayor, para que luego sean recopiladas en papel para aquellos que preferimos el encanto del papel en nuestras manos. Seguiremos con interés a lo largo de este año (y los siguientes, claro) esta posible, paulatina y fascinante mutación del soporte del medio.

Hace aproximadamente dos años comentábamos el lanzamiento en fase de proyecto de Electricomics, una aplicación de cómics digitales realizada por un grupo de trabajo impulsado por Alan Moore que incorporaba especialistas en este medio y otros dedicados al desarrollo informático.

En septiembre de de 2015 finalmente vio la luz, lanzándose primeramente para iPad y luego como aplicación de escritorio (sobre Linux, Mac OS X o Windows), permitiendo leer los primeros trabajos producidos por una selección de autores, intentando aportar lo suyo al medio digital trabajando sobre las posibilidades de los cómics en este formato.

Así se presentaron Red Horse de Garth Ennis y Frank Victoria (una historia en la Primera Guerra Mundial, con arte pintado digitalmente), Sway de de Leah Moore, John Reppion y Nicola Scott (de ciencia ficción con viajes temporales con un giro interactivo), Cabaret Amygdala Presents: ‘Second Sight’ de Peter Hogan y Paul Davidson (una historia de terror al estilo EC que se aprovechará de lo digital para sumar a generar el miedo en el lector) y Big Nemo de Alan Moore y Colleen Doran (tomando con fidelidad el personaje de Winsor McCay añadiéndole el barbudo de Northampton su propio sello).

Además, Electricomics permite a los usuarios generar sus propios trabajos y ponerlos a disposición para ser leídos en la misma plataforma junto a esos nombres tan grandes.

Tras anticiparlo durante casi dos años (desde el comienzo mismo de esta sección, y luego aquí y aquí), finalmente en mayo vio la luz la nueva obra de Alan Moore, en la cual se combinan la historia de H. P. Lovecraft y su contexto social con los mitos que éste creara. También quedan imbricados aquí los trabajos relacionados con el escritor de La llamada de Cthulhu que el británico creador de From Hell realizara en los últimos tiempos: Neonomicon, The Courtyard y textos en prosa menores, como los de Yuggoth Cultures.

Providence fue lanzada por Avatar Press como una serie limitada de doce entregas (de 32 páginas cada una, sin publicidades y con una interesante colección de portadas), y probablemente sea el trabajo más importante de Moore en muchos años. Es fruto de una extensa y detallada investigación para lograr un cuidado guión que dibuja Jacen Burrows. Apoyándose en este aspecto del minucioso trabajo de Moore, y quizás de una forma excesivamente pretenciosa, fue publicitado desde Avatar como “el Watchmen del terror”. Y claro, tampoco es eso. No podía serlo. Tenéis una reseña de su primer número aquí.

El barbudo de Northampton concedió una entrevista a Hannah Means Shannon publicada en Bleeding Cool en la cual comentó sobre sus intenciones para esta historia y lo apropiado de su publicación en este año. Comenzando por el cómic en sí, lo definió como su relato de Lovecraft definitivo, en el cual procurará presentar una reformulación del universo de este mítico autor de historias de terror que haga más que solamente ampliar la lista de dioses con nombres impronunciables y recrear lugares comunes que eran nuevos y emocionantes en la década de 1920. En cambio, su objetivo es hablar más que nada sobre Lovecraft y su mundo, creando historias que sean fieles a la esencia del autor pero sean tan impactantes e inéditas como lo eran las de aquel en su momento, cuando empezaron a aparecer en fanzines de pequeña circulación y en las páginas de Weird Tales. Al mismo tiempo, se propone elaborar una forma de ficción que pueda abordar los escritos de Lovecraft, su filosofía, y todos los demás aspectos del hombre y su mundo. Moore no tenía reparos en reconocer que es un planteamiento audaz.

Además, también comentó que para los que ya están bien familiarizados con las historias de Lovecraft, Providence será algo inusual y que creará un diálogo con lo que ya saben de aquellas y su autor, mientras que quienes no lo conocen se encontrarán con un mundo tan impactante y novedoso como les hubiese resultado su primer encuentro con los relatos del creador de la ciudad ficticia de Arkham.

En lo que respecta a lo apropiado de publicarlo en este momento y no en cualquier otro, anterior o posterior, por un lado señaló que en 2015 se celebran los 125 años del nacimiento de H. P. Lovecraft, cosa que quizás sea solo un detalle, pero no lo es tan menor. Y por otro, un tanto más profundo, Moore comentó que está notando en la actualidad que se está prestando mucha mayor atención al trabajo de este autor que la que recibía antes, tanto en la cultura popular como en el canon literario. Actualmente goza de mucho mayor reconocimiento, lo que genera nuevos productos, como trabajos críticos, anotados, reediciones, referencias y demás.

Providence cae en esta especie de “nueva ola lovecraftiana” fortuitamente según comenta Moore, dado que viene trabajando en este cómic desde hace alrededor de cuatro años, en el curso de los cuales él mismo se volvió a interesar por el escritor de En las montañas de la locura y percibió aspectos de su obra que antes no había notado, descubriendo posibilidades que le habían pasado desapercibidas en sus primeras lecturas.

En este contexto, el escritor inglés hablaba de que se está en un momento preciso para una revaloración de Lovecraft, aunque piensa que la manera en que se le ha percibido generalmente ha quedado antigua unos 50 años. Ante ello Moore quiere aportar, creando una visión del autor que él considera más adecuada para el siglo XXI (el cual define como extraordinario) y también a lo que ahora entendemos de Lovecraft y su trabajo.

Siendo esos los extractos más destacados respecto a este trabajo de Alan Moore, recomiendo encarecidamente que todo aquel al que el tema idioma no le suponga un problema lea la interesantísima entrevista completa, en la cual hasta llega incluso a comentar cómo la primera aparición de la Liga de la Justicia es una historia de corte lovecraftiano.