Edición original: No Mercy #1 (Image Comics).
Guión: Alex de Campi.
Dibujo: Carla Speed McNeil.
Entintado: Carla Speed McNeil.
Color: Jenn Manley Lee.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $2,99.
Un grupo de adolescentes a punto de ingresar a la universidad, emprenden un viaje solidario a un pueblo de América Central. ¿Qué puede salir mal? Bajo la pluma de Alex de Campi y el lápiz de Carla Speed McNeil, todo.
La guionista decidió en este cómic titulado No Mercy llevar al extremo uno de los subgéneros que señala como su favorito, el drama de adolescentes, de una manera que ella refiere como contarlo cómo lo haría el director cinematográfico
Para materializar esa idea, creó a un grupo de personajes que responden a numerosos estereotipos de adolescentes del siglo XXI, algunos obsesionados con los teléfonos móviles y las redes sociales, otros con tendencias de moda en esta época como el ser freegano y vivir sin dinero por elección. De igual modo, acude a maneras tópicas de presentar el país centroamericano al que viajan y a la forma en que es percibido por los jóvenes estadounidenses, con muchos prejuicios y algo de soberbia.
Aunque se reconozca rápidamente la utilización de lugares comunes para crear al grupo que protagoniza la historia, la mezcla lograda puede dar lugar a interesantes interacciones entre ellos y con el ambiente. Además, no parece que las autoras lo hagan de esta forma por falta de capacidad o por un error, sino que voluntariamente utilizan estereotipos para partir desde personajes y contextos conocidos con los cuales el lector se familiarice rápidamente, para luego crear un nuevo status quo que será algo más original, distintivo, combinando la situación inicial con una más dramática.
Asimismo, a la referida combinación de lugares comunes se la retoca con ciertas características que harán distintivos a los personajes, al tiempo que se introducen levemente (con algo de misterio) tramas y relaciones que serán atractivas en la lectura por peso propio.
Por encima de esto, No Mercy se apoya en la calidad narrativa de sus autoras, de Campi y McNeil. Por un lado con un guión bien planteado para presentar en este #1 a sus principales personajes y su contexto, con la intención arrojarlo todo por un risco (literalmente) y reubicar a estos personajes en una situación límite, dramática; jóvenes socialmente acomodados que apenas salieron de su ciudad, se tendrán que enfrentar a un ambiente que desconocen por completo, sin ninguna de sus comodidades.
Y por el otro, el trabajo de la dibujante es bueno desde el trazo estilizado agradable, hasta su capacidad para la narración visual, con una creativa disposición de las páginas para llevar los ritmos de la historia, contando y mostrando mucho en poco espacio. Es también destacable la tarea en el diseño de los personajes, creando un cuantioso grupo de personajes que serán fácilmente inidentificables a un golpe de vista.
Cabe destacar, entonces, la bonanza que están viviendo las editoriales independientes que permite que se publiquen y distribuyan junto con los del mainstream este tipo de cómics, que realmente se sienten como alternativos en el mercado estadounidense, lo cual ya es positivo en sí mismo. Y lo es aún más cuando se trata de un producto de calidad en toda su realización, que en otro panorama editorial probablemente nunca habría visto la luz. De esa manera, nos perderíamos la posibilidad de seguir esta historia que en principio está muy bien narrada, y tiene el potencial de ser también interesante en lo que tiene para contar.
