Para compensar que la semana pasada la sección se tomó un descanso, hoy os traemos nuestras impresiones de tres nuevas series en el mercado americano, una de ellas la continuación de la aclamada Descender.
Ascender #1, de Jeff Lemire y Dustin Nguyen
Ocho meses después de haber dado un cierre a Descender (de lo cual ya daremos cuenta, reseñando el tomo 6 de Astiberri), Jeff Lemire y Dustin Nguyen regresan a ese universo que expandieron un poco por casualidad y otro tanto por su creatividad inquieta, dándole vida adicional al virar la historia hacia los mundos de fantasía luego de una excelente saga de ciencia ficción.
Por un lado, cabe el comentario en relación a lo visto en la serie anterior, y en ese sentido es muy buena la reconversión que supieron hacer los autores, sin quitarle continuidad a la historia. Sosteniendo algunos de los personajes ya conocidos y creando nuevos, continuando casi directamente desde su epílogo, dan vuelta la historia ahora en un universo sin robots dominado por la magia, que deberá hacer el camino inverso al de Descender (algo que adivinamos por el título). Probablemente, uno de los temas de la serie sea la búsqueda del equilibrio, que los extremos no son la solución.
Por el otro, leyendo Ascender como una serie en sí misma sin atarla a la precedente, nos topamos con la introducción de un universo fantástico, controlado autoritariamente por la Madre (una maga vampírica) en el que se intenta generar rebeliones… en particular por Mila, niña que no se conforma con el estado actual de cosas. Y con ella, es inevitable no remontarse a Descender, ya que es la hija de Andy y añora el mundo con robots que nunca conoció.
En cuanto al guión es bastante básico, introductorio y con varios tópicos comunes, pero que igualmente genera el interés suficiente para querer seguir leyendo más allá, hayamos sido seguidores de Descender o no. El dibujo de Nguyen, en tanto, es excelente como lo era en aquella serie, pero ahora renovado y con nuevas energías para ilustrar, crear, diseñar y colorear con sus acuarelas todo lo nuevo que tiene Ascender.
En resumen, obligada lectura para quienes seguían Descender, y una nueva oportunidad de conocer este universo y esta muy buena dupla autoral para quienes no.
Mary Shelley Monster Hunter #1, de Adam Glass, Olivia Cuartero-Briggs y Hayden Sherman
Lo único que he leído de
El guionista se ha aliado con la escritora
Comentaban Glass y Cuartero-Briggs que su intención era crear una historia que fuese algo más que una simple imitación de productos similares (¿alguien dijo Abraham Lincoln Cazador de Vampiros?). Creo que podrían conseguirlo. En el primer número de su serie lo dedican a lo habitual en las series americanas, a presentar la trama y el contexto histórico paulatinamente, tomándose su tiempo para mostrarnos a los diferentes personajes y sus conflictos internos. Eso les sirve a los guionistas para mostrar a Shelley tal y como fue realmente, una mujer fuerte y decidida en una época donde la idea de la igualdad de géneros era de todo menos popular. Ese retrato de la sociedad del siglo XIX y la protagonista ayuda a mantener el interés mientras el argumento principal prepara a fuego lento un giro de guion que amplía considerablemente el horizonte de la serie. Si Glass y Cuartero-Briggs saben jugar con las posibilidades que ofrece ese giro, podrían consolidar a Mary Shelley Monster Hunter como otra notable incorporación al catálogo de su editorial .
Por su parte, Sherman se muestra como un autor ideal para acometer el dibujo y color de la serie. Nos presenta una visión del siglo XIX bastante tétrica, fría y solitaria, que se mueve convincentemente entre el realismo y la ficción de terror. No solo eso, sino que, como evidencian los avances, recurre a una paleta de colores que le da a la serie un estilo único y fácilmente reconocible. Mentiría si dijese que su trabajo es perfecto, a veces flaquea haciendo distinguibles a las figuras que habitan en sus páginas; pero su capacidad para sumergirnos en el mundo de la serie es tal que no importan esos defectos.
En definitiva, recomendaría Mary Shelley Monster Hunter a cualquier lector interesado en una historia de terror con tintes históricos y sociales. Una historia que tiene todo lo necesario para ser un buen homenaje a una de las figuras más importantes de la literatura inglesa.
Ghost Tree #1, de Bobby Curnow y Simon Gane
Si leéis esta sección habitualmente, sabréis que tengo poca tolerancia hacia ciertos géneros omnipresentes en el mercado independiente americano como las distopías. Tener plena libertad creativa no implica siempre tener la voluntad o capacidad para darle uso a esa libertad. Me he encontrado, antes y después de entrar a formar parte de Mundo Independiente, con muchos cómics independientes que regurgitan las mismas historias de siempre, sin originalidad ni ambición, sin nada que las diferencie de otras series ni ganas de dejarse la piel contando la mejor historia. Pero muchas veces también he descubierto series que me sorprenden por su originalidad o el enorme cariño que le ponen sus creadores.
Decidí darle una oportunidad a la serie gracias a su portada. Quizás sería una serie de terror normal y corriente. Siendo sinceros, no me sorprendería tratándose de IDW, una editorial cuyas series de autor pueden ser tanto excelentes como pésimas. No obstante, por lo menos sería una serie con un monstruo un tanto molón.
Bajo esa cubierta habita una interesante historia. Brandt, un hombre cuyo matrimonio pende de un hilo, regresa a Japón, el país de su infancia. Busca un lugar donde descansar y reflexionar. También recordar su dulce infancia y a su difunto abuelo. Lo que ignora es que la conexión especial de su familia con un árbol maldito y los espíritus que moran a su alrededor.
Sin golpes de efecto ni ideas extravagantes, Bobby Curnow y Simon Gane, escritor y dibujante respectivamente, consiguen que el cómic me sedujese con un misterio interesante, acompañado de drama personal y un poco de melancolía. Brandt y su abuelo forman un vínculo creíble que dota al cómic de calor humano, calor que contrasta con el dibujo de Gane y los colores de
En definitiva, fue una muy buena idea darle una oportunidad a Ghost Tree. Es la clase de propuestas que uno espera encontrar en el mercado independiente.
Espero que Ascender lo publique Astiberri para que no me descuadre mi colección de Descender