Tras un breve interludio por motivos de salud, un servidor vuelve con sus impresiones de tres títulos norteamericanos. Me queda una enorme pila de novedades que comentar, así que… ¡Manos a la obra! ¡La sección debe continuar la semana que viene!
The After Realm Quarterly #1, de Michael Avon Oeming
Permitidme una confesión. Soy muy fan de
Con
Lo nuevo de Oeming podría considerarse fantasía posapocalíptica. Loki estuvo a punto de dominar los nueve mundos de la mitología nórdica, arrasando todo lugar donde su él y sus huestes transitaron. Los elfos supervivientes de la guerra entre el bien y mal viven refugiados en su mundo, aislado del resto de reinos. En este escenario Oona, una joven elfo, trata de viajar a los otros ocho mundo en busca de un amigo largo tiempo desaparecido.
Las influencias de la serie son los juegos de mesa y los dibujos animados de los 80, algo que gustará a lectores que se aproximan a su edad de jubilación (asumiendo que no haya que reformar drásticamente el sistema de pensiones, si se me permite bromear sobre un tema tan delicado) y probablemente dificultará la lectura a quienes, como yo, no comparten esa nostalgia o pasión por tales referentes. Por momentos solo vi una sucesión de tópicos sin ningún argumento que los pudiese hacer interesantes. Eso se debe a que dada la extensión del primer número, Oeming se permite ir con calma y dedicar buena parte del cómic a presentarnos a la joven protagonista en su triste día a día. Admito que el segundo tercio del cómic se me empezaba a hacer lento y pesado. Afortunadamente, en la recta final el tiempo transcurrido leyendo las penurias de la protagonista termina repercutiendo positivamente en mis impresiones finales. Sin darme cuenta, terminé interesado en ver qué le sucederá a la pobre Oona tras el cliffhanger con el que termina el episodio y en conocer más sobre el mundo que habita, en concreto el rol de los villanos.
El otro motivo para leer esta serie es, cómo no, el dibujo de Oeming. Con la ayuda de un gran trabajo al color de
Resumiendo, pese a la lentitud de su segundo tercio, The After Realm consiguió convencerme para seguir leyendo. Justo lo que esperaba de un autor que tan pocas veces me decepciona.
The Man Who Effed Up Time #1, de John Layman y Karl Mostert
Chew, esa serie a la que todo el mundo alaba, no me gusta nada. Sin embargo, Outer Darkness me encanta, no solo por su dibujo, sino también por los emocionantes y desternillantes guiones de
Pocas veces he visto un nombre tan directo e informativo. The Men Who Effed Up Time es la historia de, eso, un hombre que arruina el curso de la historia sin darse cuenta de ello. Por su culpa, entre otras cosas, Abraham Lincoln gobierna el presente con puño de hierro y los dinosaurios jamás se extinguieron.
Temía que Layman se dejase llevar por lo absurdo de la premisa y escribiese un guion donde las extravagancias son el epicentro de la historia, donde una vez superado el factor sorpresa no hay nada que atrape al lector. Nada más lejos de la realidad. En el hombre que fastidió el tiempo tenemos a un personaje gracioso y cercano, cuyos impulsos humanos le han llevado a una situación terrorífica. Y hay sorpresas, vaya que sí, pero no son solo apariciones de samuráis montados en dinosaurios, como se puede ver en los avances oficiales; sino también giros de guion que presagian aun más giros de guion y sorpresas, muchos derroteros que podría tomar la historia. Eso me alegra, pues significa que la historia puede volverse incluso más entretenida e interesante en los siguientes números. Así es, esta vez reí con los chistes de Layman y fui incapaz de soltar de mis manos el cómic hasta llegar a la última página. Nada que ver con mi experiencia leyendo el primer número de Chew.
Este es el primer trabajo de
Así pues, mi veredicto final es una recomendación a cualquier fan de Chew o Outer Darkness. Si os ha gustado una serie escrita por Layman, seguro que esta os gustará. ¿Y si solo tenéis ganas de una historia de misterio y enredos en el tiempo, pero no habeís leído nada del guionista? Dadle también una oportunidad a The Man Who Effed Up Time.
Hidden Society #1, de Rafael Albuquerque y Rafael Scavone
No me andaré con rodeos.
Como os podréis imaginar, la idea de reseñar el comienzo de la nueva serie de este duo de autores me entusiasmaba tanto como leer un evento de Marvel Comics. Tengo buenas noticias: el primer episodio
Que Albuqerque dibuja endiabladamente genial lo sabemos todos. Esta no es una excepción. Pocos tebeos tan bonitos como Hidden Society encontraréis en las estanterías americanas. Fuera de dudas también están las habilidades de Albuqerque como narrador. Que nadie espere una sucesión de pin-ups en vez de composiciones de páginas muy cuidadas.
Tal dibujo se ve acompañado por un guion digno del Brian Bendis más lentorro. Poco puedo decir de este número más allá de que nos presenta a los protagonistas de la serie antes de reunirse para salvar el mundo de una amenaza cuya presencia o efectos ni siquiera llegamos a ver. Todos los personajes tienen su momento de gloria, el tiempo justo para que nos hagamos una idea de su personalidad, se nos da cuatro pinceladas sobre el mundo en el que viven los personajes… y se acabó el primer episodio. Normalmente eso sería suficiente para deciros que esperéis a que la serie termine antes de decidir si darle una oportunidad. Sin embargo, lo poco que tenemos muestra potencial. Mejores diálogos que la historia de Hit-Girl en Roma, protagonistas simpáticos y harmonía entre texto e imágenes. Como el buen narrador que es, Albuquerque sabe cuándo dejar que sea el dibujo quien cuente la historia en lugar de molestos cuadros de texto.
Me decanto por recomendar Hidde Society a fans del dibujante. Al resto os diría que esperéis a los siguientes números, no vaya a ser que la serie resulte ser un chasco como Hit-Girl. No obstante, tampoco quiero disuadiros de empezarla ahora mismo. Tiene potencial, parece que Albuquerque y Scavon han mejorado como escritores, y probablmente me estoy comportando como un paranoico.