Mundo Independiente: Past Aways #1

 

Edición original: Past Aways #1 (Dark Horse Comics).
Guión: Matt Kindt.
Dibujo: Scott Kolins.
Entintado: Scott Kolins.
Color: Bill Crabtree.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99.

 

Cada género y concepto narrativo es pasible de ser abordado de maneras que se sientan originales, brindando espacio a la creatividad de los autores para no caer en lugares comunes que produzcan el rechazo del lector. Este desafío es el que superan Matt Kindt y Scott Kolins en su nueva serie que se titula Past Aways, al abordar el concepto de viaje temporal y el género de ciencia ficción. La vuelta de tuerca que dan los autores no es muy grande, pero sí es suficiente.

Un grupo de exploradores temporales viajan al pasado desde un futuro muy lejano (1,2 millones de años) y por un error desconocido son enviados al primitivo siglo XXI, con su nave destruida e imposibilitados de regresar. Hasta ahí, lo habitual. El giro está en que la historia nos sitúa con este equipo de cinco integrantes un año después de ese momento, con todos los personajes frustrados, peleados entre sí y viviendo sus vidas separados, resignados a quedarse a vivir en este tiempo. Tanto así que a una de ellas la vemos al borde del suicidio, enfrentando la intrincada cuestión de que no pueden morir por no haber nacido aún, una regla autoimpuesta por el autor para ofrecer un trabajo más ligero y en una clave más de humor, sin tanto dramatismo. Esta conflictiva situación cambiará cuando se presente un suceso que surgirá como la esperanza de retornar a su época, para lo cual habrá que reunir nuevamente al equipo dividido.

De esta manera, Kindt introduce una dinámica grupal que será interesante y divertida para seguir en el curso de esta serie regular, tanto por la citada situación problemática de encontrarlos distanciados (físicamente y en su relación) como por la caracterización que, por lo visto en estas páginas, se presume elaborada de todos los personajes principales.

Igualmente atractiva se presenta la situación de observar nuestro mundo a través de la (obviamente, ficticia) mirada de un futuro muy lejano, lo cual comenta críticamente en clave de humor situaciones de nuestra actual cotidianidad al mismo tiempo que ofrece indicios de cómo es el mundo de cuándo provienen estos personajes.

En la faz gráfica, Scott Kolins debe cumplir la importante función de diseñar con un aspecto que se asemeje a remotamente futurístico de todo lo que tiene que ver con los viajeros temporales: trajes, dispostiivos, su cuartel general… y lo realiza con suficiencia. En cuanto al estilo de dibujo que exhibe en estas páginas, se revela un trazo más limpio de lo que fuera su estilo distintivo de los últimos tiempos abusando de las líneas para el relleno de sus figuras, como ya lo demostrara también en sus trabajos recientes en DC Comics. A este estilo más pulido de Kolins lo completa el color de Bill Crabtree, haciéndolo aún más limpio con colores sólidos, en una paleta que aporta además a dar un aspecto que dé la pauta de una historia divertida y ligera en su tono.

Algunos detalles de este cómic merecen una mención. En primer lugar, la presentación descriptiva de los protagonistas desde la misma portada del #1, llamando la atención y buscando atraer para que el lector ocasional lo levante y mire en su interior. Otro agregado son las notas al pie de página, que explican el funcionamiento de los dispositivos señalados en un recuadro en el contenido de la página. Y por último, el diario de viaje digital de uno de los personajes principales, luego del cliffhanger de este número inicial, narrando una anécdota de su irrupción en una situación de la cotidianeidad de esta era y las muchas maneras en que quedó fuera de lugar (o mejor dicho, de tiempo).

En resumen, en Past Aways nos encontramos con una idea que toma conceptos repetidos para presentarlos de una manera relativamente original, narrado con un enfoque que apunta hacia la diversión en sus diálogos como también en las situaciones que van ocurriendo en las sucesivas escenas. A esto se le añade el interés potencial que tienen sus personajes principales y la dinámica de grupo con un trasfondo por desarrollarse, que suma a la diversión de la lectura, al igual que lo mucho que queda por verse de este mundo y las consecuencias de viaje temporal. Y un dibujante de probada trayectoria, que ofrece un trabajo de buen nivel. Poco más puede pedirse, en verdad.