Bienvenidos un mes más a la subsección de Mundo Independiente dedicada a reseñar los #1 de las últimas cinco semanas de estas editoriales. Como solemos hacer, abarcamos tanto como nos es posible en base a criterios de importancia e interés personales y de la sección. Como siempre también, los invitamos a complementar nuestra tarea aportando su opinión sobre los cómics comentados y agregando los que ustedes consideren que han faltado.
War Stories: Castles in the sky, de Garth Ennis y Matt Martin. Avatar press.
Los fans de Garth Ennis están de enhorabuena, porque el irlandés ha vuelto a uno de los territorios en los que más cómodo se encuentra: el género bélico. Retomando el título de War Stories, que ya usase a principios del presente siglo en el sello Vertigo de DC para contarnos historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, ahora lanza para Avatar Press este Castles in the Sky de tres números de duración. Considerando que la mencionada anterior incursión de Ennis nos dejó autenticas joyas como Los Gallinas del día D o El Tiger de Johann, era lógico que las expectativas estuviesen altas.
El resultado no decepciona, y el escritor es totalmente reconocible en sus planteamientos sobre esta historia de un soldado norteamericano destinado a incorporarse en la aviación inglesa y formar parte de la tripulación de un B-17. Y aunque no hemos llegado a ver que el protagonista participe en la contienda, apreciamos ya esa vis de Ennis de mostrarnos el drama y lo absurdo de la guerra, donde toda la pompa que va más allá del heroísmo y dignidad personales queda transformada con facilidad en un trágico esperpento.
En lo gráfico, estamos acostumbrados a temer lo que los dibujantes de la editorial nos suelen ofrecer, pero lo cierto es que Matt Martin está bastante cumplidor y correcto. Sus acabados son agradables a pesar de sus carencias en las perspectivas, y el color de studios ayuda a que el conjunto visual final sea, si no bueno, por lo menos sí digno.
Valoración: Por Sergio Aguirre.
Fiction Squad, de Paul Jenkins y Ramón F. Bachs. BOOM! Studios.
«Toda canción infantil es el escenario de un crimen»
Paul Jenkins lleva un tiempo inmerso en su mundo de Fablewood. Ya en Fairy Quest nos presentó junto a Humberto Ramos ( el cual firmaba allí uno de sus mejores trabajos, a un nivel bastante más alto del que despliega por ejemplo en Spiderman) esta ambientación destinada al público infantil, con el loable objetivo de diversificar la oferta comiquera para dicha audiencia en medio de un panorama que evidencia estar pensado exclusivamente para lectores de entre 20 y 40 años.
En Fiction Squad, Jenkins auna esfuerzos con Ramon F. Bachs para ofrecernos una historia de inspiración Noir ambientada en ese universo en el que conviven los seres de los cuentos tradicionales. Es difícil con esa descripción que no venga a la cabeza de algún modo el Fabulas de Bill Willingham, pero hay una distinción definitiva entre ambas obras que es precisamente ese enfoque, ese target, adulto en un caso, infantil en éste.
El detective Frankie Mack, que viene a ser una versión cartoon de cualquier protagonista arquetípico de novela negra vive en la ciudad de Rimes, atormentado por un fracaso de su pasado. Cuando investiga una agresión al ciudadano Humpty Dumpty, descubre una conspiración que oculta una guerra entre las bandas mafiosas de las Brujas y las Reinas.
Como decimos, la idea es ofrecer por fin un tebeo para niños, y si bien Ramon Bachs cumple a la perfección con su cometido, tal vez es el propio instigador del proyecto, Jenkins, quien no parece tener claro del todo su objetivo: la lectura resulta un tanto farragosa, se antoja un tanto densa quizás para un niño. Con todo, el resultado dista de ser malo, y tal vez las futuras entregas nos dispensen un producto que globalmente sea adecuado para hacer ese enésimo intento de atraer a un público infantil a un medio que carece de un relevo generacional que lo sustente a largo plazo.
Valoración: Por Sergio Aguirre.
Memetic, de James Tynion IV y Eryk Donovan. BOOM! Studios.
Que levanten la manos los que de aquí usan memes en las redes sociales y tienen una carpeta en marcadores para contestar rápidamente con un Coooooooraaal.
… de momento la cosa se queda ahí, ¿no? Pero.. ¿qué pasaría si el meme llegase a algo más?
Como sabeis, un meme es una idea individual que comienza en un sujeto. La imagen tiene tanto poder como el usuario quiera darle. Esta fuerza se contagia, se propaga y llega a todos y… En estos puntos suspensivos es donde entra el cómic Memetic: un meme se propaga por internet en unas 72 horas, volviendo a quienes los ven, primero con una sensación de euforia, y segundo… ah, ahí ya tenéis que leer.
Si sois seguidores de la ciencia ficción y os apasiona a lo que Internet es capaz de llegar en los días que corren, este es vuestro cómic.
James Tynion IV ya se ha puesto desde su twitter a propagar esta imagen: un perezoso sonriendo. (Bueno, estos bichos siempre están sonriendo…) sobre un fondo…dañino. Algo nos pasa en los ojos al verlo. Ese rojo y azul superpuestos que da la sensación de movimiento… todos podemos verlos. ¿Todos? Bueno, aquí Tyion presenta el ‘superpoder’ de nuestro protagonista: ser daltónico. No puede ver con claridad la imagen y esto le hace inmune a su efecto. Se siente apartado de su grupo de amigos quienes retuitean, publican e imprimen la imagen la cual es un fenómeno en internet. Se siente fuera del club.
No os cuento más.
Con respecto al dibujo, Donovan se ha encargado de contar cómo se va propagando el mensaje de una manera directa y eficaz para dejar que los diálogos se ocupen sólo de una trama más profunda. Bonito detalle el de dedicar las páginas finales a recrear los perfiles en las diferentes redes sociales del protagonista donde podemos saber algo más de ellos.
En definitiva, Memetic es un cómic que merece echarle un ojo al menos. Más que nada por tratar de un tema de bastante actualidad. Queda ver cómo lo va a resolver. Espero que no vaya por el camino fácil y se convierta en el nuevo ‘Apocalipsis Zombie’ que me trae refrita. Le daré un voto de confianza porque ha tocado un tema que me interesa.
Valoración: Por Paula González.
Aliens: Fire and Stone, de Chris Roberson y Patric Reynolds. Dark Horse.
Fire and Stone es un crossover entre tres franquicias cinematográficas de terror y ciencia ficción: Prometheus, Aliens y Predator. Dos de ellas se relacionan orgánicamente – Prometheus es la precuela de Alien y Aliens– y otras dos tienen un largo historial transmedia de cruces entre sí: Aliens Vs Predator empezó siendo un cómic de Dark Horse precisamente para pasar al mundo del videojuego y el cine. Cuando en la editorial del Caballo Negro decidieron rebootear su universo comiquero basado en las licencias de las sagas del xenomorfo y el cazador definitivo, proyectaron hacerlo a lo grande, incluyendo en la mezcla a Prometheus y lanzando cuatro miniseries con el susodicho nombre de Fire and Stone que estuviesen interrelacionadas entre sí. El mes pasado apareció el primer número de Prometheus, y este lo hacen los de Aliens, Predator y Aliens Vs Predator.
Pero ha habido un enorme error de planificación en el calendario de aparición de estos lanzamientos. Yendo por fin al análisis de esta primera entrega de Aliens: Fire and Stone, ese defecto le afecta en que ya sabemos prácticamente todo lo que va a pasar en ella. Los hechos de los dos primeros números ya aparecidos de Prometheus son posteriores a esta miniserie, y en ellos se nos ha contado ya esta historia, no sólo en su transcurrir general, sino en algunos interesantes detalles que no suceden en éste debut, pero que sabemos que tendrán lugar en los siguientes números.
Así, no nos pilla por sorpresa que una nave que huye de aquella infestación en la colonia de Hadley’s Hope que conocimos por primera vez en la película Aliens de James Cameron, acabe en el planeta LV-426, donde transcurría el filme Prometheus. Por lo menos, se nos explica que este aterrizaje es debido a la escasa autonomía del transporte y a la cercanía entre ambos mundos, que era un detalle que chirriaba un poco en el primer número de Prometheus: Fire and Stone.
Por supuesto en la nave se han colado algunos de los mortales alienígenas, que procederán a dar caza a los supervivientes de aquella colonia de Acheron y a partir de ahí empezará a desarrollarse una trama de la que, como decimos, lamentablemente ya sabemos demasiado.
El trabajo de Roberson es correcto sin más: nos presenta una historia que por fuerza resultará algo previsible, pero que esperamos que en los siguientes números nos aporte algo más de interés. Si algo hay que destacar de este número, será más bien el apartado gráfico de Patric Reynolds, con una atmósfera cruda, realista, terrorífica. Transmite perfectamente lo que debe hacer, sin caer en la tentación de una épica que restaría desasosiego a un relato de estas características: Solo gente corriente, huyendo desesperadamente de la muerte.
Valoración: Por Sergio Aguirre.
Aliens Vs Predator: Fire and Stone, de Christopher Sebela y Ariel Olivetti. Dark Horse.
Como comentábamos en la reseña anterior, los lanzamientos de estas miniseries no han estado muy bien pensados. Esta es al tiempo la que más perjudica y la que más perjudicada se ve por tal circunstancia. Al partir de unos protagonistas que son personajes supervivientes de la miniserie de Prometheus, aparte de desvelarnos la inmensa mayoría de lo que en ésta va a suceder, además se hace de la peor de las maneras. Se asume que el lector ha leído ya unos cómics que todavía no han sido publicados, y que está familiarizado con hechos y circunstancias con los que no puede estarlo. Se nota que ha sido escrita pensando en leer inmediatamente a continuación del final de Prometheus: Fire And Stone, es su continuación directa y nos sueltan en mitad de la acción sin explicaciones. Las que podemos extraer por el contexto arruinan las interesantes sorpresas que podría guardar la anterior miniserie, y encima nos resulta una lectura algo confusa al carecer de tales antecedentes de forma explícita. Se supone que debemos empatizar y estar impresionados con los dramas, motivaciones y cambios a los que no hemos asistido, de personajes que además prácticamente no conocemos.
Al margen de esto, hay que reconocer que la acción y la tensión del relato en el que los Aliens y los Depredadores (y algo más que surgirá de las páginas de Prometheus) chocan en el interior de una nave espacial, pillando a los humanos en medio, están bastante bien llevadas. ¿Y el arte de Ariel Olivetti? Pues genial, como siempre. Lo mejor del tebeo. Vaya preguntas.
Sin duda la lectura de estas miniseries ganará mucho cuando aparezcan en tomo recopilatorio, ordenadas. Pero el modo en el que lo han hecho en las entregas mensuales en grapa, resulta un desastre.
Valoración: Por Sergio Aguirre.
Predator: Fire and stone, de Joshua Williamson y Christopher Mooneyham. Dark Horse.
Los desbarajustes en la coordinación entre la aparición de las miniseries resultan menos acusados en esta. De hecho apenas se notan, tal vez sólo un poco en ese asumir una familiaridad con un personaje al que apenas conocemos, un problema que viene heredado de entre la segunda y tercera miniserie, pero que ya queda algo mitigado entre la tercera y esta cuarta. Con haber leído justo antes el primer número de Aliens Vs Predator podemos seguir perfectamente el hilo, ya que trata sobre unos supervivientes humanos que en éste logran salir de la nave donde se está produciendo la contienda entre especies alienígenas, separándose así de esa historia. Pero en su transporte, claro, se les ha colado un Depredador.
Hay algunos detalles que no son muy convincentes: conociendo capacidades de los extraterrestres casi invisibles que consiguieron atormentar a Arnold Schwazenegger, Jesse Ventura, Carl Weathers y Danny Glover, y viendo el ridículo armamento que porta el personaje que se enfrenta con el Yautja, su combate resulta inverosímil e innecesariamente prolongado. No se nos aporta ninguna tensión dramática por más que se intente, sabemos a ciencia cierta que está condenado.
Por otra parte, el apartado gráfico de Christopher Mooneyham, sin ser malo, podría ser descrito como el que haría Klaus Janson en un día bueno. Tal vez el pequeño cliffhanger final, que quizás lleve el resto de la historia a buen puerto mas adelante, sea lo único que genere algo de interés a un número por lo demás bastante sosete.
Valoración: Por Sergio Aguirre.
Wytches, de Scott Snyder y Jock. Image Comics.
Antes, mucho antes, de que se convirtiera en el chico de oro de DC Comics, el guionista simultáneo de las aventuras de Superman y Batman y el autor más comercial y conocido del momento, Scott Snyder publicó en Image Comics una miniserie de siete números titulada Severed (y publicada en nuestro país por Planeta Comic en el Salón del Cómic de Barcelona de hace un par de años). En esa miniserie, quedó comprobado que este protagonismo tiene una facilidad innata para la narración de historias de miedo y terror. Esa aureola se hizo más grande con la publicación de Batman: The Black Mirror y el apadrinamiento por parte de Stephen King (de quien sobran las palabras) en American Vampire. Aunque luego esa faceta más terrorífica se difuminara en los dos últimos años de su carrera, está claro que todavía tiene mucho que contarnos. Y que asustarnos. Por ello, Wytches es la nueva obra de miedo y terror de Scott Snyder, acompañado de Jock (con quien ya colaboró en Detective Comics), y uno de los cómics más esperados del año.
Y cumple con nota. Ya sólo con las primeras páginas introductorias y la ambientación ahí realizada, Snyder nos deja claro que cuando quiere, puede. La familia Rooks, tras un escabroso episodio reciente relacionado con su hija Sailor, se muda a un nuevo pueblo donde esperan dejar atrás cualquier atisbo de maldad encarada que les ponga en peligro. Qué ilusos. Porque bosques hay en las cuatro esquinas de norteamerica, y estos en concreto les han cogido manía… Snyder, típico guionista que estructura todas sus sagas con un ritmo siempre in crescendo, aquí se toma la molestia de explorar a Sailor Rooks (topicazo de “primer día en el nuevo cole” incluido. Solo falta el subir al trastero oscuro) y su familia. Las motivaciones, excentricidades y miedos son presentadas con mucho acierto, a la vez que no frenan la historia. El dibujo de su colega Jock es brillante. Sutil cuando debe serlo y de brocha gorda y sombras cuando toca, con cierto sabor añejo. Jock es uno de mis artistas favoritos, así que me tiene ganado desde el principio.
En definitiva, la primera entrega de Wytches es una gran lectura de la que se puede intuir que saldrá una gran serie. Snyder y Jock se entienden a la perfección (con un notable para Matt Hollingsworth) y cumplen en todos los apartados de esta entrega, equilibrando misterio y amenazas tangibles a partes iguales. Todavía hay mucho camino que recorrer y acabar de presentar la premisa, pero en lo que respecta a sustos, giros de tuerca tenebrosos y viñetas desgarradoras, vamos a ir sobrados. Excelente lectura para una semana de lo más halloweenesca.
Valoración: Por Pedro Monje.
Birthright, de Joshua Williamson y Andrei Bressan. Skybound / Image Comics.
Una historia de aventuras protagonizada por niños del mundo real que caen en un mundo fantástico es una premisa bastante repetida, y rápidamente se nos ocurren varios ejemplos: El león, la bruja y el ropero, Peter Pan, La historia interminable… Joshua Williamson se propone tomar ese tópico y ofrecer algo nuevo y diferente dentro del estilo, y en este #1 que es el primer escalón de una serie regular por lo pronto parece estar encaminado a conseguirlo.
La vuelta de tuerca que presenta el guionista en Birthright está, por empezar, en el abordaje realista de la desaparición repentina de un niño: jugando con su padre a lanzarse y buscar una pelota, corre dentro de un bosque y desaparece. Esto desata un drama familiar que está en el centro de la escena en la primera mitad del cómic, en la cual se narra rápidamente (haciendo pasar un año de búsqueda en pocas páginas) pero de manera tal que se presenta lo imprescindible sin agobiar al lector con la tragedia ni distraerse de lo que más importa a la historia de Birthright.
Aquello más relevante para esta serie es lo que se presenta en la segunda mitad del #1: la reaparición del niño pero profundamente modificado, con el aspecto de un guerrero de fantasía medieval. Esto también es abordado desde la perspectiva realista, con la incredulidad de toda su familia (menos de su padre, quien tiene sus motivos) y del investigador del caso que lo cataloga como una locura. En este entorno de mundo real, esta persona que aparece afirmando ser el niño (a pesar de ser ya más adulto y de su aspecto de historia de género de fantasía), es llevado por la policía para un interrogatorio en el cual cuenta brevemente (y con las suficientes elipsis para no presentar todas las cartas de entrada) como llegó del bosque a ese otro plano y cómo volvió una vez más.
Como se dijo en el primer párrafo, Williamson consigue en efecto apartarse de lo común de este tópico por lo menos en el planteo inicial, y de tal manera ya tiene la atención del lector, la cual estará aún más cautivada por el giro que tiene preparado para el final del número generando nuevos interrogantes y dejando más huecos en el relato del niño supuestamente devenido guerrero, y con ello logrando la intriga suficiente como para motivar que el lector vuelva al #2 a ver cómo sigue esta historia.
Además de la buena elaboración de la premisa, el guionista también consigue moverse muy bien entre ambos mundos en su narración, demostrando habilidad para contar la historia así como el desarrollo previo suficiente que le permite hacerlo de forma natural. Su trabajo es perfectamente complementado por el dibujo de Andrei Bressan, quien diseñó ambos planos de realidad y los presenta con bastante detalle, logrando pasar de uno al otro sin que su dibujo se vea resentido en ningún momento, al mismo tiempo que despliega su capacidad para la narración desde el encuadre, la composición de las páginas y la expresividad de sus personajes que ya dicen casi todo sin una palabra.
En definitiva, un trabajo notable para un muy buen #1, a tener en cuenta para ver cómo se desarrolla en el largo plazo.
Valoración: Por Mariano Abrach.
Punks: The Comic #1, de Joshua Hale Fialkov y Kody Chamberlain. Image Comics.
Igual es que me he pasado demasiado tiempo en el grunge y el rock como para entender qué me quiere decir Punks: The Comic.
Lo que me llamó más la atención y me animó a aventurarme en otro cómic sobre ‘Punk’ fue su portada a modo de collage. Y más de este estilo encontraréis dentro del cómic. Unos montajes que llegan a ser divertidos, que apoyan las situaciones de humor que no vienen a ser más que una pequeña trifulca llena de insultos de frases compuestas. Que es lo que viene a ser, bien pensado, el punk y el nihilismo… con pequeñas dosis de humor. Eso es algo difícil de hacer, realmente. Acompañado a una estética descuidada hacen de este cómic perfecto para aquellos que huyen del género de superhéroes y tramas enrevesadas y largas.
Dog, Skull, Fist, y Abe Lincoln son cuatro compañeros de piso que por mano de Fialkov pasan el tiempo maldiciéndose unos a otros llegando a situaciones extrañas, absurdas e imposibles, pero… ¿qué más? Nada más. Tiene incluso una serie de pasatiempo dentro del cómic o recortables. Y eso es lo que me falla a mi. Sé que intenta, de alguna manera, burlarse del género típico del cómic y lo consigue. … ¿no era el punk hacer ruido, ser molesto?
Muchas de las cosas que posiblemente leeréis sobre este cómic es su estética:trozos de otras revistas pegados, superpuestos en un desorden y caos…. pero aparte de eso no tiene una trama que enganche, que te anime a seguir. Sus ‘travesuras’ parecen quedar como anécdota mientras ves cómo van pasando los días en el cómic.
Sus personajes ya por sus nombres os dan una pista de lo que son: uno es un mitad perro – humano, Skull, mitad calavera – humano, Fist un puño (sí) y por último Abe Lincoln que parece mediar entre sus compañeros ya que los dos primeros son los que más jaleo arman (lanzándose bolas de fuego…).
Igual es que aún no estoy preparada para este tipo de narración o es que Joshua Hale Fialkov no conecta conmigo.
Valoración: Por Paula González.
Roche Limit, de Michael Moreci y Vic Malhotra. Image Comic.
En los últimos tiempos se están publicando muchos cómics de ciencia ficción, de estilos variados y con planteos diversos, pero pocos logran destacar especialmente. Aquí tenemos un nuevo intento, ideado por Steve Seeley y Michael Moreci (co-autores también de Hoax Hunters), con guiones de Moreci solo y dibujos de Vic Malhotra.
El título del cómic ya nos sitúa en la cuestión científica: el límite de Roche es (si me permiten citar a Wikipedia) la distancia mínima que puede soportar un objeto, que mantiene su estructura únicamente por su propia gravedad y que orbita un cuerpo masivo, sin comenzar a desintegrarse debido a las fuerzas de marea que genera el objeto principal. Este concepto está presente en el entorno en el cual se narrará la historia de este cómic, ya que se ambienta en una colonia humana dentro de un planeta enano en la galaxia Andrómeda, llamado Dispater, sobre una anomalía energética. Es esta última y su relación con el plante lo que hace pensar en el concepto que da título a la serie. Pero además de lo conceptual, la misma colonia fue bautizada Roche Limit.
Ya puestos en contexto espacial, las páginas iniciales del #1 nos presentan cómo y por qué fue creada esta colonia, a partir de la ambición de un multimillonario quien quería colaborar a que la humanidad diera un paso más allá en su progreso científico y tecnológico. Su buena intención no tuvo un resultado acorde, y esta colonia espacial resultó con el tiempo en un lugar de refugio para quienes escapan de la ley de la Tierra.
Casi tanto como se demora en explicar, demora también en empezar la historia propiamente dicha, hacia la segunda mitad del número. Ahí nos encontramos con un amplio reparto de personajes y una trama de policial negro con el marco de la ciencia ficción, con una mujer (policía de la Tierra) investigando la desaparición de su hermana, un narcotraficante (espacial, con una droga particular de este sitio) ayudándola, otra mujer (mafiosa y probablemente proxeneta) intentando dilucidar la desaparición de tres de “sus mujeres” y un científico que parece que tiene la respuesta a todas estas desapariciones. A esto lo rodeará un misterio mayor, presentado en la descripción inicial y en la página final del #1, que tiene que ver con la anomalía mencionada, aumentando aún más la intriga para el lector.
Ahora bien, difícilmente el lector llegue a interesarse lo suficiente como para querer averiguar la respuesta a esos interrogantes ya que apenas puede empezar a interiorizarse con un personaje que se pasa a otra escena en otro sitio. Ese es el punto en contra.
En lo a favor, y los motivos por los cuales seguir leyendo, está el hecho de que se nota una amplia investigación previa que dio fruto a varias ideas interesantes para la historia (y del deseo de demostrarlo probablemente surja el aspecto negativo de presentar mucho pero poco desarrollado). También en lo positivo está el trabajo narrativo, tanto en guión como en dibujos, dentro cada escena (esto es, cuando no está saltando de una a otra).
Un dato más que suma y contrarresta el punto negativo es que ya está planeada la duración de la serie para 15 números, lo cual hace pensar que hay una idea concreta de cómo se desarrollarán las muchas ideas con el correr de la publicación. La calidad en bruto parece estar y también parece existir ya el plan para hacerla brillar en su máxima extensión. Resta darle una oportunidad y seguir leyendo.
Valoración: Por Mariano Abrach.
Q2 The Return of Quantum & Woody, de Christopher Priest y Mark Bright. Valiant.
Que el universo de Valiant mola es algo que no pilla por sorpresa nadie. Un universo editorial bien conjuntado con pocas ventas, miles de fieles y un buen puñado de editores, guionistas y dibujantes que aportan grandes dosis de puro cómic americano a una editorial que absolutamente nada tiene que envidiar –dólares a parte– a las majors americanas. Hace apenas 3 años reiniciaron su universo editorial de una forma similar a DC aunque mejor (esto si se trató de un reinicio total y absoluto) y desde entonces la calidad de sus cómics está muy pero que muy por encima de lo que sus ventas sacan a relucir. Una de las series que atesoran gran calidad es la de Quantum & Woody, segundo volumen de este par de desgraciados creados por Christopher Priest y Mark Bright en la extinta Acclaim Comics allá por 1997. De hecho fue nominada a los premios Harvey, lo que le dio a la editorial la oportunidad de promocionar el título con frases como «Estamos preparados para perder contra Hawkeye». Brillante.
A sabiendas de que el público de Valiant es un público docto en la materia y con gran amor a la viñeta, en Valiant han decidido traer a los personajes clásicos de Quantum & Woody –los del anterior universo– en forma de miniserie y a manos de sus creadores originales. Una idea brillante, sin lugar a dudas. Tras años separados, parece que regresan pero… ¿Qué hace Quantum con un Woody adolescente cuando el Woody original retorna? La respuesta a esa pregunta no la encontraréis en las páginas del cómic, que inteligentemente llama al segundo volumen para descubrir la respuesta. Así, aquellos lectores que no hemos disfrutado del anterior volumen pues, evidentemente, estamos un poco perdidos. Nos encontramos también con que tampoco nos presentan a los personajes ya que todo parece indicar que los autores los dan por sobradamente presentados. ¿Entonces de qué va el cómic? Os preguntareis… Pues es complicado decirlo. Ni presenta a los personajes, ni nos presenta una trama interesante y, qué mas decirlo, tampoco huele a clásico lo suficiente como para serlo un ejercicio de nostalgia de estas características. Puede que los guionistas hayan perdido el brío que los encumbró con estos personajes hace ya casi 20 años y es más que probable que piensen que la nostalgia será suficiente para atraer a los lectores veteranos a comprar las grapas o el posterior tomo. Cierto es. Pero también es cierto que puede que la paciencia se nos termine antes que todo lo anterior.
Valoración: Por Tomás Martínez.
Chilling Adventures of Sabrina , de Roberto Aguirre-Sacasa y Robert Hack. Archie Comics.
Afterlife with Archie resultó ser toda una revelación no sólo en cuanto a cómic sino también para su editorial, descubriendo todo un campo de acción sobre el cual no estaba trabajando (aunque históricamente sí lo había hecho). Con aquella serie de zombies en Riverdale, que nació gracias a la creatividad de Francesco Francavilla, Archie Comics volvió a publicar cómics de terror y fruto de su éxito ahora contamos un segundo título en ese género.
Chilling Adventures of Sabrina repone a este personaje que en décadas pasadas gozara de cierta exposición en cine y televisión, pero quedara relegada no obstante en su medio original de las viñetas (aún teniendo su serie propia, aquella existía por la versión televisiva y no por sí misma). No es esta su primera aparición reciente, sino que ya tuvo lugar en la citada Afterlife with Archie, en un importante rol en el comienzo del apocalipsis zombie que se narra allí y con una trama interesante por desarrollarse en dicha serie regular. Sin embargo, en esta nueva colección de terror de Archie Comics no estamos en el mismo universo que en la dibujada por Francavilla, contándose entonces una historia nueva y diferente.
Para plantearse lo suficientemente distinta nos sitúa también en otro tiempo, más o menos en la época en que el personaje fuera creado: la década de 1960. El #1 comienza antes, en el año 1951, para contarnos la historia de Sabrina desde su nacimiento, con su padre brujo y su madre mortal y la posterior adopción por parte de sus tías, pero de una manera mucho más tenebrosa y espeluznante a comparación de lo que se viera en TV a fines de la década de 1990, acercándose deliberadamente al género de terror. Aún cuando ella crezca, se convierta en adolescente, y asista por ende a la escuela secundaria creando la trama de comedia romántica propia de ese subgénero, en este cómic sigue predominando el registro del terror por encima de lo demás. Esto tiene que ver tanto por la manera de escribirlo de Roberto Aguirre-Sacasa, quien no quiere alejarse demasiado de su éxito en Afterlife with Archie, así como por los dibujos, el entintado, los colores y la manera de colorear de Robert Hack, con un aspecto bastante perturbador, inquietante.
Decíamos que el guionista no se quiere apartar de la fórmula que le brindara el éxito reciente, y tanto es así que incluye en esta historia también a personajes de Riverdale, introduciéndose en este #1 un conflicto muy parecido al de Afterlife with Archie, a partir de un conjuro que no resulta como debería pero más relacionado este con Sabrina que con Archie Andrews y sus amigos, recuperando en ello a un personaje de terror clásico de la editorial que apareciera en la histórica revista Pep Comics.
Sin ser original, y hasta copiándose un poco a él mismo, el escritor nos brindan en este nuevo cómic de Sabrina una lectura que no deja de ser interesante y atractiva, mereciendo atención para sus próximos números. Como complemento, para sumar al interés de esta serie, al final del ejemplar se reimprime una historia clásica de Sabrina y prometen hacerlo con cada entrega, permitiendo conocer además la historia del personaje.
Valoración: Por Mariano Abrach.
-Fiction Squad: deberian titular a este tipo de comics como «Fablexplotation», vaya mania que tiene todos los autores en querer subirse al carro de Fabulas para poder dar su propia versión de la historia.
El exito despierta envidias…
Aunque siempre es agradable tener noticias de Ramon F.Bach que se le tenia un poco olvidado desde que empezó con los comics de Star Wars.
-Punks: The Comic #1:
«Igual es que me he pasado demasiado tiempo en el grunge y el rock como para entender qué me quiere decir Punks: The Comic…….Dog, Skull, Fist, y Abe Lincoln son cuatro compañeros de piso que por mano de Fialkov pasan el tiempo maldiciéndose unos a otros llegando a situaciones extrañas, absurdas e imposibles, pero… ¿qué más? Nada más….»
Pues me acabas de definir Odio de Peter Bagge, el comic de referencia de la generación Grunge…
Aliens: Fire and Stone: Aliens versus Predators versus ¿calvos blancos? Ojala. Aunque da igual no creo que el guion se menos pretencioso que el de Lindeloff
El único que he leído ha sido Wychess, que está bien, y Jock es un dibujante ideal para este género. De los demás, ninguno me despierta mucha curiosidad, tal vez Memetic
Me he acordado que tenía unos tebeos de Alien en alguna parte.
Tengo pendientes de leer Wytches y Memetic.
Lo del reboot de Aliens/Predator/ese engendro de Ridley Scott es un despropósito se mire como se mire. El lumbreras que fijó el calendario de lanzamiento se merece una colleja.
Con el resto estoy con Mr. X. No me despierta interés alguno estos estrenos, son indies genéricos.
Uff, nada especialmente interesante me parece a mi… Mira que fundamentalmente mi consumo comiquero se reduce a independiente (Vertigo incluido en ese sentido), pero la realidad es que no hay tantas series buenas.
Todos los guionistas lo intentan con serie propia, y encuentras de todo. Pero sí es cierto que hay tantísimas series, que da la sensación de cierta saturación. Eso sí, entre las buenas, encontramos el mejor cómic mainstream americano.
Poco para mí en esta tanda, igual pico con Wytches. Yo soy de los que les gustó The Wake.
Tampoco es que Marvel y DC saquen un porrón de series buenísimas todos los meses 😉
Pues a mí lo que más me llama es lo de Ennis y en menor medida el Wytches. Pero vamos, como la mayoría ni llegarán a Ejjjjjjpaña….
En cuanto a lo de «burbuja independiente» tampoco es que estemos tratando con números de ventas en los millones que puedan caer estrepitosamente… con vender entre alrededor de 15 y 30 mil (algunas incluso menos, con 8, 7 mil) se pueden mantener por todo el tiempo que quieran, y no es tan difícil de conseguir. No me parece una burbuja, ni tampoco que esté a punto de explotar.
Mientras los autores sigan valorando tener la libertad de contar sus historias y ganar el mismo dinero que como contratados (y potencialmente mucho más, vendiendo los derechos), los cómics creator-owned van a seguir proliferando. Y las editoriales más chicas que Marvel y DC pero que también hacen trabajo por contrato, por ejemplo Valiant, también se mantiene a flote con ventas entre 8 y 10 mil.
Ahora, si te referís a ser éxitos a lo The Walking Dead, o Saga, hay pocos de eso en todo el espectro del cómic norteamericano, no sólo en lo indie, en verdad. Yos cómics de propiedad de los autores tampoco necesitan ser esa clase de éxitos para publicarse y ser rentables.
Esto aparte, claro, de que aquí estamos hablando solamente de #1s publicados en las últimas semanas, y no de series completas, ni de todo el panorama.
Saludos!
Bueno, estás hablando de dos cosas diferentes: calidad y ventas. En cuanto a que un puñado de series con buenas ventas y caildad atraen la atención a todas las editoriales indies, claro que sí, de eso se trata esta sección: de ver que pasa en todas esas editoriales. Lo de inferir la calidad global a partir de un puñado de cómics, es lo mismo que pensar que todo DC es bueno por un puñado, o que todo lo de Vertigo lo es por otro tanto. Hay quien puede pensarlo, pero sabemos que no es así. Sí se consigue dar atención y visibilidad… y la calidad la juzgará cada uno al acercarse a estos.
En cuanto a ventas es muy relativo, depende del tipo de producto, de la editorial, etc. Los creator-owned, según palabras de sus propios autores y propietarios, pueden permanecer más o menos con 10 mil copias vendidas por mes, ganando así lo mismo que un contrato por página con Marvel y DC. De las editoriales pequeñas no tengo presente una declaración de ese estilo, pero viendo que series como God is Dead y Uber por el lado de Avatar se mantienen hace casi dos años con ventas mensuales bajas (de alrededor de 6 mil) evidentemente le funciona, lo mismo BOOM, Oni y más.
También está la cuestión de los tomos recopilatorios, que le aportan a las indie mayor competitividad contra las dos más grandes, y se ve una mezcla mayor de sellos en el top de ventas. Y también está el caso de un éxito que sostiene a las demás, por ejemplo BOOM! con las licencias infantiles.
E igualmente, las pérdidas de las creator-owned son más para los autores-creadores-propietarios que para las editoriales. Puede ser que un autor no consiga encontrar su hueco para vender su producto propio y que sea sustentable… pero en la comparación citada de vender 10 mil por mes (más tomos, más posiblemente derechos) a trabajar por contrato con otra editorial que paga lo mismo o menos, son muchos los que están eligiendo apostar a lo propio y con el éxito suficiente como para seguir haciéndolo.
En cuanto a lo de diversificar producto, hay que tener en cuenta que estas editoriales no publican tantos títulos por mes (Valiant, por ejemplo, se acota siempre a unos cinco) y muchas son series limitadas, que como vienen se van, y compiten en el mercado de libros o el digital.
Entiendo lo que quieres decir con la burbuja de miles, pero igualmente sostengo que no me parece que sea una burbuja. Sí puede ser que estemos en una transición, y que muchas estén encontrando como acomodarse en el mercado, y tal vez algunas desaparezcan en el camino, pero no veo que vaya a ser algo masivo como hablar de una burbuja que reviente. Y lo mismo los autores, habrá quienes se sientan más cómodos con un contrato y otros que lo hagan en sus proyectos propios.
Lo de sacar productos al mercado para generar imagen de marca, creo que algunas lo hacen en cierta medida (se me ocurre, Dynamite con ciertos productos), pero no es el caso de los proyectos de autor que son justamente impulsados por sus autores y que es lo que sucede con la mayoría de los cómics que salen por Image.
En cuanto a cómo siguen sacando novedades, también tiene que ver mucho con una apuesta de los autores que aportan su dinero para publicar, o de las editoriales que apuestan a algún producto. Hace poco publicaba el panel de Gary Groth sobre Fantagraphics (https://www.zonanegativa.com/de-seattle-al-mundo-gary-groth-en-comicopolis-2014/), creo que con lo que él cuenta se explica en parte, especialmente el caso de Joe Sacco.
Saludos!
Para ser un comic, en principio, para niños las protas de «Fiction Squad» que salen en portada
están bien dotadas y lo lucen orgullosas, no?
Cuando yo era enano no habían tebeos para nosotros con ese dibujo, la verdad.
¿Me estaré convirtiendo ya en un viejo verde?
Señor, que pena, por favor, que pena…
🙁
Ah, se me olvidaba, que la conversación entre Mariano y Jorge muy interesante, eh! Si, mucho
😉
Rockeros Saludos
Supongo que en España saldrá la de Snyder y con ella me haré.
Por cierto, Panini ya no va a publicar mas Valiant 🙁
Pues a mi lo que más me llama la atención es Birthright además de la de Snyder, donde espero que recupere un poco el estilo de Severed, con todo ese mal rollo que daba. En American Vampire para mi gusto es entretenida pero terror vemos poco.
Putada lo de Valiant.
¿Eimm? ¿Está confirmado lo de Valiant y Panini? ¿Dónde ha salido eso?
Lo de Valiant lo ha puesto hoy en la web de universomarvel Celes a una pregunta mía de qué pasaba porque ni en diciembre ni en enero no publicaban nada de la editorial http://foro.universomarvel.com/index.php?topic=36333.msg1499637#msg1499637