Un hombre despierta en medio de un páramo, interrumpiendo un sueño lleno de imágenes de bandadas de cuervos revoloteando en el cielo que sugieren una escena de naufragio. Se levanta, emprende camino y llega al restaurante de lo que parece un pueblo abandonado. Allí, en ese lugar infestado de arañas, se encuentra con un inspector. La charla que mantienen nos pone al día: El recién llegado es
Lo nuevo de
Estamos, parece, ante el Ellis bueno, al que vierte exóticos e inquietantes conceptos en nuestro cerebro, aquel que se muestra interesado en contar una historia más allá de cumplir para cobrar el cheque. Lo cual dicho sea de paso, a pesar de todo suele dejar en cualquier caso obras de calidad superior a la media. Pero estamos de suerte y da la impresión de que esta idea que el escritor contaba que le asaltó en un viaje en avión y de la que ya no pudo deshacerse, va a darle juego en el futuro. Crucemos los dedos para que se trate de un trabajo con cierta extensión donde pueda ofrecer lo mejor de sí mismo (por mucho que su capacidad de ofrecer una sucesión de números autoconclusivos excelentes sea pasmosa), porque esto promete.
Pero aunque posiblemente esta serie exprima más adelante las capacidades de Ellis y quizás estemos ante su próxima gran obra, por ponernos pejigueros es verdad que la estructura de este primer número, esta presentación, tiene algo de formulaica: básicamente se busca un mecanismo (la entrevista entre Shipwright y el inspector) para exponer la premisa que llevará la colección, y luego se nos ofrece un ejemplo práctico de las capacidades del villano al que el protagonista va buscando. Como adelantando cual será el modelo de un episodio genérico de lo que nos espera, somos testigos de la insana maldad que Isham es capaz de dejar a su paso y recibimos una muestra del tono y ambientación que la cabecera tendrá. Y claro, releída la frase anterior, uno no puede evitar preguntarse dónde está realmente la queja: después de todo eso es precisamente lo que un número uno debería ofrecernos, y Ellis nos da una clase magistral, como mucho quizás un tanto aséptica, de cómo hacerlo. Y obtenemos de paso, joyas conceptuales un tanto demenciales, como esa idea de apuntar absolutamente todo para que, si la existencia es borrada, haya por lo menos una guía, un libro de instrucciones para reconstruir el propio continuum pieza a pieza en caso de que algún demiurgo quisiese emprender tal tarea.
Respecto a lo gráfico del primer número de Shipwreck, cabe resaltar que todo el equipo artístico consigue la no poco meritoria hazaña de estar a la altura de la labor de Ellis y no ser solo un anexo a éste. Uno adora al dibujante
Quizás sea pronto para declarar tanto entusiasmo con Shipwreck, considerando la trayectoria de Ellis dejando inconclusos proyectos que se nos antojan interesantes, pero que se ven truncados antes de que ofrezcan todo su potencial. Pero uno no puede evitar pensar, sentir en sus tripas, que si este se prolonga en el tiempo lo suficiente (tampoco es necesario que sea mucho), estaremos ante una obra como mínimo notable.
Gracias por la reseña. Habra que estar muy atento al tomo si se confirma que esta es una obra del Ellis «bueno»
Es curioso el elenco de artistas que ha conseguido Aftershock en tan poco tiempo, increíble.
Por otro lado no tenía noticias de esta serie pero ahora queda anotada jejeje
Un saludo.
Recapitulando, Ellis está ahora en Trees, Karnak, esto y el relanzamiento de Wildstorm. ¿Me falta o me sobra algo? Me parece un poco demasiado, no?
E Injection…
Tampoco es tanto, si lo piensas. Piensa que p.ej. Karnak es un arco cerrado y lo tendrá escrito hace más de 6 meses, aunque haya tardado en publicarse por los problemas del dibujante… Igual que el James Bond, que también terminó de escribir.
Según creo, Ellis escribe arcos completos de una serie a modo de novela que luego da a los artistas respectivos, no escribe un número de Injection, salta a Karnak, luego a Trees, etc… La clave es que su organización del trabajo va por un lado y cuando se publican por otro.
En cualquier caso, 4 o 5 series tampoco son tantas series para un escritor experimentado. Pienso p.ej. en Jason Aaron (Star Wars, Thor, Dr. Extraño, Southern y The Goddamned) o Rick Remender (Black Science, deadly Class, Low, 7 to Eternity) y no son cifras descabelladas…