Strange Fruit es una miniserie que en principio destaca por los dos autores que tiene involucrados:
El relato se desarrolla en Mississippi, durante las grandes inundaciones que asolaron la zona en 1927. Estamos ante un entorno norteamericano sureño de la primera mitad del siglo XX, con una de las implicaciones que eso nos sugiere como punto focal de la historia: la segregación racial. No parece tampoco que las cosas hayan cambiado todo lo que debiesen desde entonces considerando que el infame
En ese interesante contexto, algo venido del espacio con enormes poderes y aspecto de hombre de color (recordándonos un poco, cierto es, al personaje
Waid genera una atmósfera que se siente real, que parece genuina y fiel a cómo posiblemente fuese la realidad de aquel contexto. Parece ser que en Estados Unidos se ha levantado cierta polémica porque dos autores blancos tratasen un tema tan delicado. Este redactor no acostumbra a ponerse de parte de aquellos que hacen de menos a las reivindicaciones de las minorías tratando de deslegitimarlas metiéndolas en el saco de eso que viene en llamarse corrección política. Ojalá, como dicen algunos, esta fuese el mal del siglo XXI. Ojalá. Sin embargo, en esta ocasión no puedo apoyar a quienes han sugerido que Waid y Jones al ser dos personas blancas sureñas no pueden empatizar con quienes han sido históricamente los desfavorecidos de ese entorno. Por supuesto ni ellos dos ni yo mismo hemos experimentado de primera mano las lamentables condiciones que han sufrido y sufren los afroamericanos de esta y más zonas de los Estados Unidos, pero no creo que eso deslegitime la obra ni la haga en absoluto ofensiva para los que allí sufrieron y sufren de forma injusta.
También ha habido quien ha encontrado ofensivo que el superhombre alienígena de color, para cubrir su desnudez, use una bandera sudista, alegando que de ese modo parece que éste quede arropado por ella. La respuesta de Waid no ha podido ser más rotunda y clarificadora de su postura: si hay que buscar una lectura a ese hecho, es que el protagonista se pasa dicha enseña por sus partes.
Al margen de polémicas, el arranque de la serie promete. Y el aspecto gráfico, pictórico que despliega J.G. Jones es simplemente grandioso. Posiblemente nos recuerde mucho a
Pues tiene una pinta estupenda. Gráficamente a mi me parece incluso más interesante que el trabajo de Ross por la manera de aplicar las acuarelas , pero el resultado general como comentas es muy similar .Tampoco es extraño si tenemos en cuenta que los dos usan mucha foto como referencia dejando porco margen de invención.
Yo piqué con este cómic atraido por el título, que hace referencia a una canción de Billie Holiday, y los autores. El cómic y su trasfondo no están mal y el arte es espectacular. Curioso, quise saber qué reacciones había levantado lo de la bandera sureña y me encontré con varios artículos criticando a los autores involucrados.
Hay gente que le ha sorprendido, por no decir otra cosa, que una obra que toca un tema tan escabroso como la ejecución de negros en América, el KKK y todo lo que les rodea debía al menos incluir en el equipo creativo a alguien de color. A mi esto no me pareció un tema como para llevarse las manos a la cabeza, pero claro, ni soy negro del sur de norteamérica, ni mi familia nunca tuvo conexiones con ese periodo histórico. A la obra se le ha criticado que aparezcan hombres blancos que rechazan el esclavismo, como una manera para que tanto los autores como los lectores no negros se sientan cómodos, cuando en la realidad pudo ser incluso peor. O que el alienígena no tenga voz propia y que sea representado como un «mandingo» musculado que viene a estereotipar a la figura masculina negra. Yo personalmente pienso casi como Sergio, entiendo que haya quien se sienta indignado por la falta de empatía hacia los negros (una obra sobre negros sin negros), pero eso no quita para que alguien no tenga derecho a tratar el tema. De lo que estoy seguro es de que si los escritores hubiesen sido negros, el enfoque posiblemente hubiese sido muy diferente.
Por lo pronto pienso seguir comprando el cómic, es una miniserie, y quiero ver cómo se desarrolla la trama racista.
Muy de acuerdo con las valoraciones sobre el aspecto gráfico de la obra pero el dibujante (o pintor) es JG Jones no JH Williams III.
J h Williams?!te ha bailado el nombre. Sergio porque es j g Jones no?
Sí, editado, gracias a los dos!
¡Qué chorrada lo de la polémica! Entonces ¿para escribir sobre personajes negros hay que ser negro? ¿Y para escribir sobre personajes de Cuenca hay que ser de Cuenca? ¿Y para escribir personajes femeninos hay que ser mujer? Si llevamos esto hasta el límite, resulta que cada uno sólo podrá escribir su autobiografía y ya.
No doy crédito.
Pues no sé que demonios me ha pasado con lo del nombre del artista. O sea, que tenía los títulos de crédito delante cuando escribí la reseña.
Algo se ha debido cruzar en mi cerebro con eso de que ambos firmen con iniciales y la primera de ellas sea una «J», supongo, no se ofrecer otra explicación.
Disculpas a todos por el lapsus, porque hoy si, ha sido un lapsus.
Vaya dos días. Vaya vida, en general.
Todavía no he leído el comic, pero no creo que un par de blancos puedan empatizar e informarse y escribir una historia sobre el racismo desde el punta de vista de unos personajes de raza negra. Spielberg lo ha hecho con la Rosa Purpura o La Lista de Schindler que aun siendo judío no ha sufrido el calvario de un campo de exterminio.
Los escritores y otros autores si son buenos son empatas de primera categoría y son capaces de darnos una voz genuina sobre un tema.
Si mal no me acuerdo gente de Lousiana que leían La Cosa del Pantano de Moore se maravillaban por la habilidad del bardo de Northampton de recrear la atmosfera y voces de la gente del lugar; o sea un ingles de clase baja que apenas a viajado fuera de su país en la vida(no como esta de moda que casi todo el mundo viaja) es capaz de conseguir ese halago no es moco de pavo.
El comic ha salido en una época de correcion política en que los comics de sobretodo las dos grandes han de ser escritos por gente de su mismo genero o raza para no herir
susceptibilidades, y al carajo si escriben bien o mal.
Claremont le dio un gran empuje a los personajes femeninos en los X-Men ganando lectoras, algo asi como Wheedon en Buffy o Chuck Dixon a las féminas de DC; si un republicano amante del beisbol y las armas. El cual por su ideología fue expulsado de DC cuando jamas hizo ninguna apología despectiva y realzo a Oráculo, Canario Negro y demás.
Por desgracia hay mucha hipocresía e hipócrita en la sociedad americana la cual desvia la atención de los peores males: desempleo, corrupcion, pobreza e ignorancia
que asolan el «País de la libertad»
Creo que Mark Waid y JG Jones tienen un currículum detrás más que notable para hacer lo que les de la gana. Sean blancos, negros, amarillos o de Marte.
Yo me preocuparía más por el talento y profesionalidad de los responsables y menos por su raza.
De acuerdo contigo. Para escribir personajes que han vivido situaciones que el escritor no puede conocer de primera mano, ante todo hace falta empatía y trabajo documental (además de saber escribir, cosa que por trayectoria Waid ha demostrado).
¡Compro!