El equipo creativo detrás de una de las mejores series de los últimos años, la ya concluida Scalped ha vuelto a reunirse.
En ese contexto, un extraño hombre, sin cicatriz alguna (todas las personas de la Tierra las exhiben, hasta los bebés. La fealdad, la ausencia de alguna extremidad y las deformaciones por enfermedades son prueba de las durísimas condiciones de vida) llega a una de estas poblaciones llenas de miseria. Y aunque su nombre no es revelado hasta las páginas finales, lo cierto es que el lector sagaz en seguida lo adivinará cuando presencie con qué arma se desenvuelve especialmente mejor el forastero.
Jason Aaron, a pesar de considerarse ateo y haber renunciado a la fe hace años, llevaba dándole vueltas a estos conceptos desde hace años, usando parte de algunos de ellos en las obras que ha venido escribiendo, pero teniendo claro que los reuniría mas adelante en el que considera su trabajo más ambicioso. El resultado es francamente positivo por lo que hemos podido ver en esta primera entrega, aunque hay que reconocer que no ha sido mucho. Apenas se nos han presentado la ambientación y el tono de la propuesta, y aunque ya conocemos a varios personajes, no tenemos demasiadas pistas de hacia qué dirección tiene pensado conducirles el barbudo de Alabama. Aaron no mentía cuando declaraba que esta historia sería una violenta mezcla entre un spaghetti western (o un relato de samuráis) en un entorno prehistórico con tintes bíblicos. Nos da exactamente algo que corresponde a esta extravagante definición, y el todo, a pesar de lo que podríamos creer, funciona.
Mucho tienen que ver en que los engranajes se muevan perfectamente engrasados las labores de R.M. Guéra y Giulia Brusco. Su labor en el apartado gráfico es simplemente magnífica, transmitiéndonos la crudeza y fealdad visceral que el guion exige con auténtico primor, sin haber bajado un ápice el nivel desde su colaboración en Scalped.
Por otro lado es difícil, aparte de todas estas consideraciones sobre la calidad de la obra y el trabajo de los autores involucrados, hablar de este tebeo y pasar por alto la secuencia de acción que ocupa varias páginas del mismo. Brutal a todos los niveles: violenta, dilatada, bien secuenciada, dolorosa, ejecutada con maestría.
Resulta curioso que ayer mismo reseñásemos otra obra a cargo de un ilustre del cómic con una premisa que de entrada despierta escepticismo, pero cuyo resultado final termina increíblemente siendo funcional, exhibiendo además un apartado gráfico de calidad. Pero en The Goddamnned todas esas bondades están potenciadas de forma exponencial, y por lo que parece, no es que tengamos delante una agradable curiosidad, sino probablemente un cómic llamado a ocupar un lugar entre los memorables. Crucemos los dedos.
A mí también me ha gustado mucho éste primer número. Ahora sólo falta esperar y que el tiempo y Aaron vayan poniendo las cosas en su lugar. Sin lugar a dudas, el sello editorial más en forma actualmente es el de la i mayúscula. Junto con Valiant (si en proporción calidad/cantidad de títulos nos referimos)
Aaron está en racha, desde luego. Tras Original Sin parece que está desatado sin tanta imposición editorial y nos está dejando joyas como Star Wars, Southern Bastards, Doctor Extraño, Thor y ésta.
Sin duda el guionista más en forma de la actualidad.
Muchas ganas de que llegue mi copia a la librería y poder leerlo…
Aaron y Remender son mis escritores favoritos, ambos versátiles y capaces de crear historias de cualquier género. Todo lo que publican para mi es compra obligada y de momento no defraudan!!!
Ya que hablas de Remender, qué te parece Fear Agent? Estoy pensando en hacerme con él pero no me decido.
Gracias a todos por comentar. Yo estoy más bien con Tomás, no todo lo de Aaron es excelente (a Original Sin me remito) pero cosas como esta o el nuevo debut de su Thor (no he leído todavía su Dr Strange ni mas allá del primer número de Star Wars) nos confirman que el de Alabama hoy por hoy está muy en forma.
Un saludo a todos.