Mundo independiente: Welcome Back #1

 

Edición original: Welcome back #1 (de 4), BOOM! Studios.
Guión: Christopher Sebela.
Dibujo: Jonathan Brandon Sawyer.
Entintado: Carlos Zamudio.
Color:.
Formato: Grapa USA, 32 páginas.
Precio: 3, 99 $.

 

Christopher Sebela es un guionista que no lleva mucho tiempo ejerciendo como tal, pero que sin embargo trabaja en el mundo del cómic desde hace varios años, en labores que a menudo nos pasan desapercibidas a muchos lectores y que sin embargo son de gran importancia para el producto final. Sebela se dedicaba a la rotulación (por lo que es lógico que el seguidor de habla hispana desconozca por completo su obra en este aspecto) y al aplicado de color plano mediante herramientas digitales. Este habitualmente anónimo pero esforzado trabajo, que en el idioma de Shakespeare recibe el nombre de Flattener (ignoro si hay un equivalente en la lengua de Cervantes), es el previo al que realizan los coloristas propiamente dichos, que se encargan de realizar sobre esa base la labor de establecer texturas, iluminaciones etc, dando lugar a los maravillosos resultados que podemos disfrutar hoy día en gran cantidad de los títulos del mercado norteamericano. Sebela ha trabajado en ése puesto para algunos nombres del coloreado de cómics muy populares, como Jordie Bellaire, pero hace un tiempo, conociendo los intersticios del medio desde su posición laboral, se decidió por emprender una carrera como guionista. Y así, colaboró con Kelly Sue DeConnick tanto en su Captain Marvel como en el reboot del personaje de Dark Horse comics creado en los noventa por Adam Hughes y conocido como Ghost, quedándose luego como escritor en solitario de la serie. También ha colaborado con el marido de DeConnick, Matt Fraction, (los tres se conocieron a través del foro en internet de Warren Ellis) en su etapa al frente de los 4 Fantásticos.

Además se ha encargado de escribir la serie de BOOM! Studios Escape from New York, y participa en el crossover comiquero Fire & Stone entre las franquicias cinematográficas Aliens, Predator y Prometheus. Nada espectacular, pero poco a poco y tímidamente, su nombre va haciéndose un lugar mientras van publicándose obras suyas algo más personales como High Crimes y Dead Letters.

Welcome Back se enclava dentro de estas últimas, un cómic alejado de licencias de otros medios o de personajes superheroicos de la casa de las ideas. Mali es una joven con aspecto rockero de 26 años que vive en Kansas desde hace un tiempo. Tiene un trabajo precario y ha cortado todo lazo con su pasado, ya que su padrastro –que siempre se portó bien con ella- resultó ser un asesino en serie. Vive con su compañera de piso Sheena y su perro Doofus. Ellos, además de Mick, su novio ocasional, parecen las escasas alegrías de una vida algo deprimente de la que sin embargo no se queja: Mali es tierna pero fuerte al mismo tiempo, y no se permite caer en la autocompasión. Pero tiene un pequeño problema: de vez en cuando tiene sueños con vidas pasadas: vikingos, amazonas, samuráis…y pronto esos sueños se revelaran en recuerdos que despertarán del todo, introduciéndola en el mundo de las Secuelas. Éstas son personas que libran una guerra eterna a través de sus distintas reencarnaciones a lo largo de la historia. Y de ese modo, inmersa de repente en una contienda secreta de proporciones épicas, se pondrá en la pista de averiguar la verdad sobre su padrastro.

Este debut de Welcome back es de una muy agradable lectura. Tanto el aspecto de slice of life sin ñoñerías como el fantástico están cuidados, resultando ambos bastante interesantes y frescos a pesar de no ser ninguno de ellos por sí mismo muy originales. Los personajes están bien construidos (es difícil no encariñarse en esas pocas páginas con la protagonista, o que su antagonista no nos mole), las escenas de acción son trepidantes, la premisa capta el interés, y los monólogos internos, además de acercarnos a quienes los formulan, están dispuestos de modo que consiguen cautivar la atención. Además, el dibujo de Jonathan Brandon Sawyer es oscuro, dinámico, estilizado y nos transmite pasión en cada trazo. El estupendo color de Carlos Zamudio consigue además que tengamos entre manos un producto redondo, que además cuenta como virtud que no se lee en escasos minutos, sino que parece ofrecernos más que el resto por el mismo dinero en el mismo número de páginas, ganándose un puesto en nuestra ya hinchada lista de series a seguir.