Lo clásico vende? Bien, no soy editor y no tengo cifras de ventas, pero a lo largo de los años hemos podido ver editado bastante manga clásico, desde los inicios hasta la actualidad con títulos como La Leyenda de Kamui, 3*3 Ojos (quizá actualmente el manga “clásico” más pedido en España desde hace años, habiéndose sido editado otros nombres como KOR o Ranma, éste sigue inédito de nueva edición. Por algo será, digo yo), Ah! Mi Diosa, toda la retahíla de títulos del maestro Tezuka (incluso llegando ya a publicar obras primerizas como Next World o Another World), y conociendo otros autores como Takao Saito (que en menos de dos años ha visto publicado 3 series en castellano), Ryoko Ikeda (La Rosa de Versalles, La Ventana de Orfeo), o la creadora de Candy Candy Yumiko Igarashi (Georgie). No todos habrán tenido buenas ventas (pavoroso los ejemplos de Patlabor y de Fénix, ambos de Planeta. Incluso así, a este último, de Tezuka, solo le falta un 50% por publicar. Actualmente con los tomazos de 300 páginas nos lo pulimos en poquísimos tomos, pero falta intención, y dinero, para publicarlos), pero de alguna forma u otra van saliendo, previendo una larga vida en las estantería de las tiendas, ya que se considera que su vida útil es más larga por el boca oreja entre aficionados.
Realmente esta introducción podía servir para cualquier reseña de manga clásico, y de hecho tengo en cartera vario manga de este tipo para reseñar en un futuro próximo (sin dejar de lado manga creado en la actualidad). Hoy nos centramos en un auténtico clásico, la serie de carreras Meteoro, también conocida como Speed Racer. El autor es el pionero Tatsuo Yoshida (1932-1977), que fundó el estudio de anime Tatsunoko Productions. Junto con sus hermanos fundó el estudio anticipando la importancia que tendría la televisión en el futuro. No solo creó Meteoro, sino que el estudio creó La Batalla de los Planetas (Gatchaman) y Casshan (actualmente conocida como Casshern, y de la cual se hizo una versión en imagen real vista en el Festival de cine de Sitges). También son los responsables de éxitos como Macross/Robotech o series más actuales como Generator Gawl.
Edición original: Speed Racer: Mach Go Go Go Vol. 1 JAP
Fecha de edición: octubre de 2008
Guión y dibujo: Tatsuo Yoshida
Color: B/N y color
Formato: 294 págs.
Dolmen (6,9)
Sinopsis: Go Mifune es el hijo de un reputado ingeniero de coches. Go desea ganar carreras con su coche Mach 5, pero su padre no le deja, aunque sabe que poco podrá hacer para detenerle. Al fin y al cabo, se ve a él mismo en su hijo cuando tenía su edad. Así pues, con la semi aprobación de su padre, y con la ayuda de su novia, su hermanito y un mono (¿?), arriesgará la vida en peligrosas carreras contra poderosos enemigos.
Entre líneas: La presentación de la historia, las primeras páginas, nos mete en el ajo del final de una trepidante carrera, donde, como siempre, Go quiere ganar. Este primer capítulo sirve de presentación del mismo Go, sus habilidades, algún secundario a su padre y a los primeros enemigos, siempre misteriosos.
Ya desde esas primeras páginas detectamos la que será estructura común en todos los capítulos del tomo: se plantea una carrera, ya sea clandestina, prueba oficial, desafío de un gran conductor, etc. Como es de esperar Go acepta el reto, con la negativa de su padre o sin ella, y con los lógicos miedos de su novia. Una vez en la carrera, sale a relucir el carácter bondadoso y ético del protagonista, que aboga por pruebas limpias, sin tretas ni engaños, él solo quiere saber quién es el mejor. Se encontrará con pérfidos contrincantes, pero también otros que cambiarán su signo negativo al ver su indudable buen corazón, capaz de dejar perder una carrera para ayudar a un enemigo. Efectivamente, aunque parte de las historias puedan tener momentos comunes, Go no siempre gana, lo que hace subir el interés más que si la historia fuese una iteración ganar-ganar-ganar (como en Capitan Tsubasa/Oliver y Benji).
Curiosamente, el diseño de Go recuerda vivamente al del personaje guaperas de Scooby Doo, Freddie, creado curiosamente por otro japonés, Iwao Takamoto. Cuando Go se saca el casco revela una importante melena, y es un guaperas, con grandes ojos. Del resto de personajes no entiendo qué hace ahí un mono, aunque curiosamente Chim Chim tuvo su repercusión hasta el punto de que el fallecido líder de Nirvana, Kurt Cobain, lo insertó como contraportada de su disco más conocido, Nevermind. Es un ejemplo de cómo impactó la serie en los Estados Unidos. También se vio en España, y en los dos países triunfó esta mezcla de intrigas (las carreras recuerdan ligeramente a las espectaculares batallas de Ben-Hur), romanticismo (Go y Michi tienen sus momentos románticos al ponerse el Sol) y humor (muy blanco, normalmente llevado por el hermanito y el mono, dirigido a los más pequeños de la casa, sobretodo en la versión animada), visto desde los ojos de un adolescente que no se da por vencido. En este sentido nos recuerda a Koji Kabuto, el mítico piloto del Mazinger Z, un héroe clásico, con un padre eminentemente famoso (o de mucha valía en su empresa), con su familia y amigos a su alrededor (Boss, Mucha, etc) y un sabor añejo que me hace tatarear el opening de la clásica The Thunderbirds (are Go!) (y verlo de tanto en tanto en Youtube xD) cuando leo manga de este estilo.
Pese a parecer añejo, el dibujo es bueno, sobretodo explota las líneas cinéticas de velocidad que el contemporáneo suyo Osamu Tezuka empleó por primera vez para revolucionar el manga. Tanto las escenas de “relleno” como las propias carreras están bien hechas, alternando momentos de gran detalle con otros más ligeros. Sorprende porque compagina momentos de gran emoción, con muchos elementos en la viñeta, muy cargada, con otros con mucho espacio en blanco. Contrasta que sabe colocar muy bien las cámaras durante las carreras (viendo su progresión desde el aire pero no en cenital, sino en perspectiva) pero a veces hay fallos en el espacio común entre personajes, o errores de perspectiva o de relación de tamaño entre ellos. Tampoco es de recibo que en una serie de carreras (la gravedad y la inercia cuentan mucho) haya gente que salga despedida del coche….. hacia atrás!, cuando claramente el choque es frontal. No pasa muchas veces pero alguna sí. Usa un entintado muy grueso, basto, cosa que quizá no le hace un gran favor. Curiosamente, en el tercer capítulo, vemos un dibujo más claro, con una tinta más fina, a mi parecer algo positivo para el resultado final, pero lo abandona rápidamente. No es un hándicap importante, porque no siempre el entintado es excesivamente grueso, pero sí que alguna vez es excesivo para mi gusto.
Todo esto tampoco es nada que impida disfrutar de la obra, sobretodo si se es fan de las carreras, de la Fórmula 1, de los Rallies, etc. Yo que no lo soy ya me ha gustado, o sea que los auténticos fans tendrán una lectura distinta a la mía. Esta serie aparece en un momento donde el interés masivo por el mundo del motor ha subido mucho en los últimos años, con Fernando Alonso a la cabeza. Aunque sea una fantasía totalmente “arcade” (Mach 5 es capaz de subir por un despeñadero simplemente tomando contacto con el suelo una sola vez, y es capaz de dar saltos acrobáticos), conserva la emoción de lo que pasará a continuación, combinando espacios abiertos y cerrados, e incluso bajo tierra. La propia adaptación a imagen real de la serie original de anime por los hermanos Wachowski también ha contribuido a que haya aparecido por estos lares.
La edición es fantástica: con un elegante tono azul, casi 300 páginas de Meteoro, 4 historias en cada tomo. La reproducción de las planchas es muy buena, el color de las primeras páginas es un punto a favor, y no solo eso, la reproducción a toda página de las portadas de los tomos originales, tanto de la recopilación japonesa del año 2000 (creo que restaurada) como las originales de los años 60 (la primera de las cuáles a color, mientras que el resto están al principio de cada historia en blanco y negro, también espectaculares). Lo primero que encontramos al abrir el tomo (en lectura oriental) son unos fotogramas a color de la serie de anime, otro detalle que jugará con la balanza de la nostalgia de los que habían visto la serie por TV. En cuanto al título (esta serie se la conoce de varias formas), se ha optado por una solución salomónica: el original en la portada y lomo, y el inglés en la contraportada y sobrecubierta.
Conclusión: Incluso si las historias tienden a repetirse en cierta parte, y que tiene un sabor añejo y casi infantil (no hay sangre y creo que no muere nadie por muchas hostias que se den), el manga es recomendable. Ha perdido algo con el tiempo, lógico, su estructura en capítulos muy cerrados no le da un plus de continuidad, pero te lo pasas muy bien y personajes como el Piloto Enmascarado quedan en el recuerdo. Gustará más a los aficionados al motor, la carretera y la velocidad, pero a los inexpertos como yo (sigo la F1 “de lejos”) también puede agradar. Y está claro que si eres fan de la F1 y además viste la serie en su momento, pues es seguro que darás en el blanco.
Vale la pena echarle un vistazo. En los cada vez mas lejanos 70, vi el anime por TV y el mantener el estilo reivindica para mi el filme de acción real. Emile Hirsch nació para interpretar a Meteoro y el castiong fue inimaginable.
Lo malo es que conseguir dicho material en mi pais equivale a vender un riñon y ya tengo los dos empeñados….¿alguien necesita un higado en buenas condiciones?
¿Hay que fiarse de tu palabra de que está en buenas condiciones?
Jooo, a mí sí que me gustaba Patlabor…
Nunca llegué a conocer el anime de Meteoro y no le tengo un cariño especial al personaje, pero después de leer la reseña supongo que por lo menos tendré que probar con el primer tomo…
Por cierto, cómo se esmeran estos de Dolmen con sus ediciones ^_^
Blade: Estás como yo, realmente conocía al personaje pero nunca lo había visto, y tampoco me llamaba extremadamente la atención. Pero esta claro que me haré con el segundo volumen (encuentro acertado que sea un «taste» de los capítulos porque hacer un integral quizá no tendría suficientes ventas). En este sentido la opinión de Superman95 adquiere la dimensión de la experiencia de haber visto la serie en su momento.
PD: Por cierto, el videojuego de la pelicula no esta nada mal, como minimo para Nintendo DS, siempre se olvidan de normbrarlo cuando se habla de juegos de carreras pero realmente es muy divertido y con buenos gráficos.