MundoManga: Toriko, de Mitsutoshi Shimabukuro

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El shonen, manga para chicos de aventuras y acción, ha sido una constante en nuestro país. Ya desde las épocas de publicación en comic books de pocas páginas por ejemplar, títulos como Gatsu, Dragon Quest, Tenchi Muyo o El Puño de la Estrella del Norte, inundaron nuestros jóvenes cerebros de aventura, acción, sangre o comedia juvenil. No hace falta mencionar Dragon Ball. Más adelante llegarían los tomos, con Rurouni Kenshin, Capitán Tsubasa o Inuyasha. Cada época ha tenido sus “shonen kings” que han controlado el cotarro del mundillo ocupando ese espacio de “serie conocida del momento”, más allá de su calidad o de sus ventas finales.

Actualmente tenemos 4 grandes series shonen en marcha: Naruto, Bleach, One Piece y Bakuman. Las tres primeras ya son muy longevas con más de 50 tomos la primera y más de 60 tomos las dos siguientes. Bakuman quizá es la excepción, 13 tomos pero con muy buena acogida, y temática distinta al resto. El mercado se refuerza de shonen variopintos como las reediciones de clásicos como Bastard!! (en edición de lujo y redibujada en parte), Berserk o Mazinger Z. Nombres de toda la vida como Takahashi siguen dando guerra con Rin-ne, el autor de Fairy Tail visita el Saló (indicativo de lo popular que es la serie) o se va completando la edición del universo Saint Seiya. Y con una futura estrella acabada de nacer en el mercado español después de mucho tiempo en boca de los aficionados: HunterxHunter, siendo Panini la responsable de su edición para deleite de los muchos fans que tiene (parece que las ventas del primer número han acompañado mucho).

Aunque aún le queda cuerda, One Piece está más cerca de acabar que de su cenit. Ojo, pueden quedar 30 tomos tranquilamente. Habiendo conseguido finalizar Armamento Alquimista, de Nobuhiro Watsuki, Planeta sigue apostando por el shonen comercial con Toriko, y lo hace justo en el marco de un Saló del Manga dedicado a la gastronomía japonesa. Y la editorial catalana ha “hermanado” ambas series para dar a conocer a la nueva, como una prima hermana de las aventuras de Luffy Sombrero de Paja. Realmente no ha hecho más que publicitar que ambas series nacen de la misma publicación y editorial japonesa (la mítica Shonen Jump de Shueisha, que vio nacer a Son Goku, por ejemplo). Con el reclamo del Sombrero de paja han introducido un nuevo personaje y franquicia, en el que tienen depositadas muchas esperanzas después de la ristra de fracasos (en ventas) de esa generación de licencias como Team Medical Dragon, Gaku o Liar Game, bastante más interesantes bajo mi punto de vista pero que por algunas razones no obtuvieron éxito. El plan de la editorial es afianzar esta nueva colección durante todo el año que viene, aprovechando que estamos llegando al nivel de publicación de One Piece en Japón, para aplacar las ansias de aventuras de los lectores. Planeta prevé un buen nivel de ventas y penetración en el mercado de Toriko hacia finales de 2013. ¿Pasamos a ver si responde a las expectativas?
NOTA: La mayoría de escaneados incluidos provienen de varios fansubs que traducían la colección de forma amateur antes de que fuese licenciada. Esto implica que ni la reproducción de las viñetas, traducción y rotulado son los de la editorial española, excepto en los casos obligados por el texto en que se ha incluido un (*) en el pie de foto. Esto es así para agilizar el trabajo y no destrozar los tomos en múltiples escaneos. Espero vuestra comprensión.

TORIKO, de Mitsutoshi Shimabukuro: Ingredientes para un personaje shonen

Edición original: Toriko JAP
Fecha de edición: Octubre 2012
Guión y dibujo: Mitsutoshi Shimabukuro
Color: B/N
Formato: Libro rústica, 208 págs
Planeta (6,7)

Sinopsis: Estamos en la era Gourmet, en la actualidad, donde la comida exótica se valora mucho. Buscar nuevas sensaciones en el paladar se paga muy caro, y la gente valora mucho la comida extraña, los sabores exóticos, los manjares elitistas. Para responder a esta demanda, aparecieron los “cazadores gourmet”, que se dedican a buscar los alimentos más exóticos en los rincones más inaccesibles. Toriko es uno de ellos, el más conocido posiblemente. Tiene grandes habilidades, como el de cortar casi cualquier carne con su mano en forma de tenedor, y otras que iremos descubriendo. La IGO (International Gourmet Organization) domina el cotarro de estos manjares extraordinarios, y es una gran Organización, quizá con intereses oscuros (hombres de negro, alimentos transgénicos,…es posible que acabe siendo el enemigo a batir). Toriko es contratado inicialmente para incluir la carne de un cocodrilo de avanzada edad en el menú del restaurante, pero puede ir a buscar comida por simple diversión. Es también uno de los cuatro cazadores reyes absolutos, los que dominan más técnicas. En la búsqueda del condimento que satisfaga al paladar más exigente, Toriko se verá acompañado de Komatsu, el Jefe de cocina del Hotel Gourmet (central de la IGO). Ellos dos son como la noche y el día, uno, grande, desarrollado, fuerte y bravucón, el otro enclenque, miedoso, debilucho y poco avezado a la aventura. Esta extraña pareja, junto a otros personajes que iremos conociendo, surcarán el mundo en busca de los alimentos más preciados, una peligrosa aventura donde la muerte está a un mordisco de distancia.

Entre líneas: La primera en la frente: no me gusta cocinar. No soy experto ni en cocina ni en preparar platos más allá de lo sencillo. Soy más partidario del plato lleno que del gran plato con un pequeño adorno en medio y que a eso le llamen comida. Por eso, un manga shonen-culinario sobre manjares exóticos no era lo que más me llamaba de las novedades de este Saló. Pero gracias a la presentación de PlanetadeAgostini pude conseguir los dos tomos publicados hasta la fecha y desde luego le iba a hincar el diente.

Y la verdad es que no me ha dejado mal sabor de boca. Toriko usa todos los puntos claves del shonen, desde protagonista simpático hasta el recurso de ir superando pruebas más difíciles. Toriko es el protagonista típico del shonen: simpático, fuerte, justo, amigo de sus amigos, con ganas de aventura, más o menos guapo, carismático, sorprendente, optimista, sin complejos, risueño y vive al día mirando los peligros a la cara. Se podría decir que en el protagonista vemos el compendio de otros personajes de shonen conocidos. Solo con decir que internamente tenía presente la voz de Marc Zanni (Son Goku, Hanamichi Sakuragi, o Ranma en sus versiones en catalán) cada vez que Toriko abre la boca, ya da a entender que es un protagonista shonen con todas las de la ley. Su antítesis y compañero de viaje es Komatsu, haciendo una extraña pareja, una “buddy adventure” de compañeros muy distintos entre sí pero que se compaginan bien.


Komatsu y Toriko, evidentes formas de reaccionar ante un peligro y diferencias físicas

Una de las características de Toriko es un hambre voraz. Está comiendo durante todo el rato, antes y después de las batallas. Es capaz de engullir animales de grandes dimensiones enteros, y que eso solo sea el entrante! Su interminable apetito se complementa con la bebida más fuerte, es capaz de ventilarse un bourbon de 50 grados de un trago, y solo para entonarse! Realmente Toriko vive para comer y beber, y esa afición la ha convertido en su profesión. También tiene (o ha preparado) un cuerpo que responda las expectativas. Tiene todos los sentidos desarrollados, cosa que le permite maximizar el placer de la comida. Esa gula exagerada proporciona un ambiente curioso al manga, más allá de las divertidas escenas que podía protagonizar Son Goku antes o después de los combates. Aquí es continuo, se está comiendo durante todo el rato. Pensando lógicamente, su fuerza bruta y agilidad pueden venir dadas de esta ingesta continua de alimentos, del todo variados y a toda hora del día. Su propia casa parece un homenaje a la cabaña que encuentran Hansel y Gretel, repleta de exquisitos manjares que cuelgan del tejado, paredes, fuentes de miel, etc. Parece que el autor quería transmitir la importancia de la buena comida, del disfrutar las viandas y los placeres que proporciona un buen manjar. Falta por ver si, más adelantada la historia, hace referencia a la escasez de alimentos en muchos países del mundo, o dicho de otra forma, medio mundo come lo que el otro medio ni sueña en tener. También vemos pequeños detalles en la personalidad de Toriko que no hace pensar que no solo es un cazador más… él realmente respeta los animales. Puede llegar a matarlos, pero solo si es necesario. Respeta la vida, no es el típico cazador de escopeta que quiere la pieza más grande para exhibirla en el bar, sacrificando otros 100 ejemplares para conseguir uno. En este aspecto recuerda mucho a Sanji, el cocinero de One Piece (otra vez!), posee mucho respeto por los alimentos, para él es un arte, el culinario, donde llegar a la excelencia (sobretodo si es para complacer a las bellas damas de la tripulación) es una obligación. También nos acordamos del personaje de Barts el Loco, del manga inconcluso en España Coco, la Leyenda de Halcón, el cual tenía la máxima de “No matarás lo que no te vas a comer”. Estaba tan loco que lo usaba tanto como para perdonar la vida a monstruos marinos como para no matar a sus adversarios de aventura (lógico), y esta influencia de este (otro) manga de piratas ha permanecido en Toriko, una de las frases clave del cual es prácticamente calcada a la de Barts. Precisamente de este último título creemos que proviene el personaje de Coco, otro de los reyes absolutos (quizá homenaje simplemente con el nombre).

En el personaje de Toriko podemos entrever muchos rasgos pertenecientes a otros héroes shonen. Uno de ellos son los sueños, los anhelos en la vida. La meta que persigue Toriko es la de componer un “menú de la vida”, un menú con los mejores platos e ingredientes que haya podido recopilar a lo largo de su vida. O sea, la excelencia, llegar al máximo nivel profesional repercutiendo en el personal. El lector conoce al cazador gourmet al inicio de esta aventura, donde el menú está prácticamente en blanco, por lo que presumiblemente lo acompañaremos por un largo recorrido de aventuras hasta llegar a la cúspide, donde encontrará el éxito o la muerte (podemos jugar a adivinar este extremo incluso desde el primer tomo). Este filosofía de vida concuerda mucho, más que con Son Goku, con Monkey D. Ruffy, el protagonista de One Piece. El famoso Sombrero de paja tiene el sueño de convertirse en rey de los piratas, y eso lo mueve por todo el mundo creado por Oda en busca del tesoro escondido por Gol D. Roger, el mítico primer rey pirata que fue ajusticiado de forma pública en una plaza. Esa determinación en la vida y tener un objetivo clarísimo al que llegará sea como sea se deja sentir en Toriko en las pocas líneas que el autor dedica a describir su sueño. Aunque típica, es una descripción suficiente por ahora y colocada en un buen momento, justo antes de empezar la primera gran aventura.

Toriko es también muy observador: conoce los hábitat que visita como la palma de su mano, y sabe distinguir comportamientos extraños de los animales y cuál puede ser la causa. Animales desplazados de su hábitat, hambruna exagerada de los mismos que significa escasez de alimentos devorados por gran carnívoro, etc. Eso es básico en un cazador, y más si se enfrenta a especies no habituales. Tiene desarrollado todos los sentidos, y demuestra mucho dominio del medio, para prever situaciones o ataques. Esto se puede comprobar en cada uno de los pequeños arcos que protagoniza un “animal-enemigo”, pero está realizado de forma que no parezca repetitivo y que suceda de forma natural. También es de agradecer que los objetivos de cada pequeño arco no siempre respondan al esquema “animal más fuerte solo vencible por la fuerza”. Por ejemplo, la aventura que monopoliza todo el segundo volumen requiere más destreza y habilidades sorprendentes que fuerza bruta, aunque esta misma también es necesaria para llegar hasta el objeto deseado. También falta por ver si el autor se decanta siempre por animales de gran tamaño o pequeños seres mortales también pueden tener cabida. Seguiría la senda de la variedad que ya se ha podido comprobar en estos dos tomos.

Otro aspecto del forzudo protagonista de este manga es su optimismo: no hay enemigo o situación extremadamente complicada que le parezca un reto imposible. Esta es una característica común en muchos héroes shonen, desde las ganas intrínsecas del saiyan de mejorar en el combate hasta la fe inquebrantable de que se ganará un partido de fútbol. Otra vez aparece Ruffy en nuestra mente, que con su optimismo desacerbado impregna de voluntad de seguir luchando por sus sueños a cada uno de los integrantes del barco. Esas ganas de mejorar también influyen en el tembloroso Komatsu, muchas veces superado por las peligrosas situaciones. Otra vez, el sentimiento de evolucionar hacia mejor se convierte en sinónimo de historia para jóvenes que puedan verse reflejados (en algunos aspectos, claro) en los personajes de ficción.


Ejemplo de ataque de Toriko aturdiendo los contrincantes sin matarlos. (*)

Seguimos con aspectos relacionados con One Piece. La tripulación del Sombrero de Paja es heterogénea, pero existe un componente que los une: el compañerismo. Cualquiera de los Mugiwara haría lo que fuera por otro integrante del grupo, incluso dar la vida si fuese necesario al poco tiempo de conocer ese nuevo compañero de aventuras. Algo parecido pasa en Toriko. A poco de conocerse el cazador y el cocinero, ya son amigos. Se crea una amistad muy franca entre los dos, advirtiendo el forzudo cazador que correrá muchos peligros y puede que muera. Se sinceran muy rápidamente revelando sus objetivos y la relación es bastante “varonil”. De hecho, también podemos constatarlo en otros shonen como Yu Yu Hakusho, Bleach o la mencionada Coco, la Leyenda de Halcón. Buscando agradar, Komatsu hace buenas migas con Coco, que responde afablemente al cocinero. Si ampliamos el campo de visión, comprobamos que en este manga todos son bastante amigos, incluso Toriko es lo suficientemente listo como para no enfrentarse a posibles adversarios y conseguir que se adeuden con él para luego cobrarse esa deuda de forma amistosa. Por ahora, no hay enemistades manifiestas entre humanos, es más, todos se ayudan bastante. Ese buenrollismo puede ser debido a intentar vender la serie al máximo de lectores posibles, abarcando edades desde los 7 años, aparentemente. Pero, otra vez, es un aspecto bastante bien llevado y al lector adulto no le invade una sensación “naïf” por demasiado edulcoramiento de las situaciones. Algo a destacar relacionado con esto es que no muere ningún humano en estos dos primeros tomos, si exceptuamos un “malo muy malo” pero que aparece solo en cierto momento o algún secundario sin nombre (de ahí esa franja de edad). Me contradigo, lo sé, pero creo que en este manga las muertes se acotarán mucho a malos malosos específicos y de corta duración. Pesa más la colaboración entre amigos para afrontar los peligros sin dejar nadie atrás. Esos peligros parecen ser siempre del reino animal, no humanos cada vez más fuertes. Por ahora tampoco vemos ese personaje malo que se pasa de bando (Piccolo, Vegeta, Crocodine de Dragon Quest,…). En todo caso estas conjeturas se irán resolviendo con el paso de los meses.


Como ocurre en otros shonen, conocemos a un protagonista simpático, fuerte pero bueno, caminando por la senda correcta. Pero a veces el enemigo es muy fuerte, y es necesario dar un plus, dejar sacar toda la rabia o fuerza oculta, incluso revelar cierta parte oscura. En Toriko vemos, de forma algo enigmática, como el cazador gourmet posee un áurea especial que solo saca a relucir cuando tiene delante un gran peligro. Se le transfigura el rostro y emana de él un poder diabólico, capaz de ahuyentar o amedrentar cualquier enemigo por letal que sea. De hecho, parece ser una alegoría a la posición dominante que posee el ser humano en lo más alto de la cadena alimenticia, representada por el clásico triángulo. Es un querer dejar claro quién manda aquí, aunque eso no implique violencia en todos los casos. La transformación del rostro de Toriko recuerda a la de mangas clásicos como Bastard o El Puño de la Estrella del Norte, y el sistema de agrupar fuerzas más allá del límite nos trae a la cabeza, como no, a Dragon Ball. Es un nivel berserk puntual, rabioso, un estallido de fuerza, luego el bueno de Toriko vuelve a ser el mismo “zampa alimentos” de siempre.

Representada de varias formas, el áurea animal de Toriko sorprende al ejemplar más virulento.

A contrario que Toriko, Komatsu es dibujado como el “típico japonés”: bajito, humilde, nada creído de sus capacidades, enclenque, como el resto de compañeros cocineros del Hotel. Queriendo marcar una diferencia muy grande con el héroe, parece un reflejo de cómo se siente la sociedad japonesa en conjunto y como se proyecta al mundo. Consciente de sus problemas pero con muchas ganas de mejorar. O quizá simplemente estoy yendo demasiado lejos y no hay ni rastro de esto en un manga comercial con el objetivo de entretener.

No debemos olvidar que otro protagonista principal de Toriko es la comida en sí misma. El autor construye un mundo lleno de cruces de especies, desde monos venusianos hasta murciélagos mariposa. Animales fantásticos aparecen historia sí, historia también. Así pues, el campo para imaginar nuevas especies es casi infinito, algo perfecto para un shonen nacido con la intención de explotar su larga duración. La misma sensación tuve cuando Otomo planificó La Leyenda de Madre Sarah, yendo de ciudad en ciudad (aunque al final no se eternizó). Los dos cazadores, uno experto y otro novato, también visitarán ciudades. Aunque tengo la sensación de que el autor no está tanto por la labor de crear un mundo propio perfectamente reconocible con sus puntos cardinales, zonas y continentes (como ha construido Oda a lo largo de los años), como ir enseñando zonas distintas, de variopinto ambiente sin mucha relación entre sí.


Pequeño ejemplo de la variedad de especies que vamos encontrando en el manga

Tengo que admitir que el dibujo no me impactó mucho de buenas a primeras. Una primera mirada me dio a entender que había fallos de anatomía, sobretodo en viñetas de cariz humorístico, poses extrañas o situaciones mal resueltas. Pero una vez leído la impresión mejora. Cierto es que hay algún momento puntualmente mal resuelto, pero lo compensa con un dibujo muy claro, con buen uso de tramas, dinámico, con especial atención a los animales, enemigos, platos cocinados y las trasfiguraciones de Toriko. El resto es correcto, con momentos serios y livianos, mucha línea cinemática, momentos de quietud, buena descripción de ambientes (selva, gruta profunda,…), enfrentamientos claros,… Vemos multitud de especies de animales inventadas, mezcla de los especimenes más variopintos. Es un dibujo típico shonen, correcto, con algún momento bajo pero que cumple perfectamente, jugando mucho con las dimensiones y comparaciones de estatura.
Toriko y Coco en un momento peliagudo. Este último no está amenazando a los animales con un baile de Chiquito, ¿verdad?. Ampliar para ver con más detalle


Temía también por la edición, al relacionarlo tanto con One Piece me venía a la mente esos primeros tomos de la serie de Oda, bastante mejorables en calidad (aunque después mejoraron). Pero ni el precio es el mismo ni el resultado es el mismo, obviamente. Parafraseándome a mí mismo de las primeras impresiones después de la Presentación del manga por parte de la editorial, “El papel luce bastante bien, con una blancura aceptable, se nota un salto de calidad al de otras series publicadas en la actualidad como Detective Conan (también es cierto que no es el mismo formato y precio). Las páginas poseen una buena resolución, claras, diáfanas y con bastante detalle. La rotulación no varía mucho en todo el tomo pero se antojan letras grandes y separadas. Sí hay un cambio cuando se especifican los distintos menús de los personajes, con una rotulación especial en cursiva y más bonita. El sentido de lectura es oriental y las onomatopeyas están respetadas. Al final del segundo tomo encontramos colaboraciones de lectores japoneses en forma de dibujos enviados a la editorial, y es posible que en futuros números se incluyan dibujos de lectores españoles”. Ahora, una vez leídos los dos tomos, destacaría la traducción, sobretodo lo relacionado con el protagonista. Frases que casan muy bien con el dibujo y su forma de ser, o mejor dicho, esas frases ayudan a formar el carácter del cazador. Se nota la diferencia de cómo habla Toriko a como habla Komatsu, uno con más desparpajo e incluso soez y el otro más retraído y formal.

El menú de Coco, y los dos tipos de letra. (*)

Valoración: Toriko es un buen shonen. Ofrece diversión, momentos tensos, de acción, de aventura, de miedo y de risas. Cumple con todos los tópicos del género pero la lectura no es para nada pesada ni repetitiva, ni se tiene la sensación de leer algo ya leído multitud de veces. No revoluciona nada, pero me lo he pasado bastante bien leyéndolo, y eso que personalmente ya no me atraen demasiado este tipo de historias. Define bien a los personajes dejando incógnitas para más adelante, está bien narrado, competentemente bien dibujado, se nota que el autor conoce el medio natural para describir las nuevas especies, es imaginativo por la ingente cantidad de especies que aparecen y los detalles que se dan de algunas. También es bastante variado, en dos tomos ya se dan caza a tres especies, no siempre animales mastodónticos, también frutas exóticas. Las peleas no se eternizan, en el fondo en la naturaleza es parecido, la vida y la muerte se deciden en pocos segundos. En el futuro se verá si el autor da más variedad escogiendo como objetivo de Toriko y Komatsu a especies pequeñas y/o mortales y si el objetivo no es peligroso pero sí la forma de conseguirlo (por ejemplo, una planta que solo crezca en sitios escarpados). Sería muy de agradecer también que incluyese alguna historia con trasfondo social, recordando que no todo el mundo tiene acceso a estos placeres del paladar. Reflejar el hambre que pasa medio mundo daría un plus a la obra, un sustrato social. El hecho de que por ahora no existan enemigos humanos verdaderamente poderosos crea un ambiente especial, donde todos se ayudan bastante entre sí. Contiene bastantes paralelismos con la obra de Oda, debido a que los dos autores son bastante amigos. La publicidad también los ha hermanado, aunque son series lo sufcientemente distintas como para no pensar que una es repetición de la más longeva. Posiblemente lo más atractivo sea comprobar todas las influencias que tiene el autor a la hora de construir su personaje principal, aparte de la aventura en sí, la aparición de seres cada vez más fantasiosos, el humor, ciertos momentos «didácticos» sobre las especies, etc

En definitiva, me ha gustado más de lo que me pensaba. Desconozco su calidad después de 20 tomos, pero por ahora es bastante fresco y divertido. Extremadamente masculino, creo que en el futuro aparecen mujeres protagonistas, y aventuro que pertenecerá al grupo de los cuatro reyes absolutos, dándole otro aire a la caza. Una lectura fácil pero no inconsistente, que fluye bien al tragar sin dejar malos sabores o sensación de ya masticado. One Piece es mucho One Piece, pero Toriko también puede llegar lejos.




Esta escena es lo que más se aproxima a la hilaridad que poseía Mr Ajikko El Gran Sushi en transmitir las sensaciones al probar los platos. Ampliar para ver con más detalle

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Valdi
Valdi
Lector
22 noviembre, 2012 19:11

Menudo analisis te has marcado tio (que has puesto hasta las especies jaja) te felicito, se nota que te gusta la obra 🙂

Kazuya_Mishima
Kazuya_Mishima
Lector
22 noviembre, 2012 19:56

Para mi es un shonen que destaca por su «originalidad», por como se mete en el tema de los diferentes ingredientes/especies, se ve que puede expandirse muchisimo si el autor quiere o puede.

De momento seguire comprandola, a ver como evoluciona.

Las fotos de la reseña no pertenecen a la edicion española, sino a fansubs, no lo tomeis como ejemplo de traduccion de la edicion en nuestro pais.

Kazuya_Mishima
Kazuya_Mishima
Lector
23 noviembre, 2012 1:57

Cierto Jordi Querol, debi saltarmelo, espero que no me lo tomaras a mal, lo comente porque entre la traduccion de algunas de las imagenes y la «oficial» note variaciones y solo queria advertir. No lo dije criticando su inclusion en el articulo, porque ademas, como comentas, visualmente estan casi al nivel de la edicion impresa.

Entrando nuevamente en materia de la obra, no se que tal le habran ido a Planeta las ventas, aun siedo una oferta excelente de lanzamiento, pero lamentablemente he leido muchas muestras de desinteres en diversos foros, por parte de los aficionados, lo que me preocupa de cara a su futuro en este pais.

Creo que en una epoca donde el estilo Oda o Mashima impera, el aspecto de la obra de Shimabukuro choca al lector que ojea pocas paginas por la red, lo que sumado al habitual resumen de su trama, produce unas impresiones poco alentadoras. Pero esa vuelta a tiempos pasados resulta refrescante, le da mas persobnalidad, precisamente algo que no escasea en esta obra.

Por mi parte decidi darle su oportunidad, y siendo consciente de que en solo dos tomos pocos shonen arrancan, pienso continuar unos cuantos mas sin duda. Tambien aclaro que el primer tomo lo lei medante fansubs, estoy completamente de acuerdo en que hacen un labor sufrida y admirable.

Toriko te pincha, te hace querer ver que especie buscaran a continuacion, como sera su captura, su sabor, su inclusion o no en el menu del protagonista… parecen pequeñas cosas, pero enganchan.