MundoManga: WILD ADAPTER, de Kazuya Minekura

WILD ADAPTER, de Kazuya Minekura: Diseccionando la oscuridad

Sinopsis: Makoto Kubota es todo un personaje. Su fama de buen jugador de Mahjong hace que el jefe de la mafia local se fije en él y le proponga ser líder de los jóvenes. El acepta al ver lo como un nuevo reto dentro de su vida. Rápidamente se gana el favor de todos, incluso del antiguo líder, que lo sigue a todas partes y llega a venerarle pese a haberle quitado el puesto. Pero dentro de este cuerpo capaz tanto de matar a sangre fria como de hablar del tiempo meteorológico al cabo de pocos instantes hay muchos claroscuros. Poca gente ha podido mirar dentro de Kubota y entenderle. Un chico sin pasado pero a la vez con mucha experiencia vivida. Una potente droga, W.A., se cruza en su camino, llevándole a la desgracia una vez más. Pero ahora se encuentra un ser curioso en la calle, un gato de casi dos metros de alto y de aspecto humano pero con características curiosas. Y decide quedárselo. E investigar. Al fin, y al cabo, sin retos Kubota se muere, se difumina.

Entre líneas: He estado retrasando el día de entrega de este texto porque esperaba poder comprar el segundo número de Wild Adapter. ¿Y eso por qué?, o preguntaréis. Pues porque el prrimer tomo me produce muchas dudas. Dudas en sentido positivo, de querer saber más, de ver este tomo como una introducción, pero también dudas en “encasillar” al producto en algunas de las etiquetas por las que nos movemos los aficionados al manga.

Se podría entender este primer tomo de esta serie de 6 volúmenes como un arco introductorio, una excusa para describirte los personajes principales usando una historia auto conclusiva pero que deje los suficientes cabos sueltos como para querer seguir leyendo. Porque si de alguna forma tengo que definir este primer tomo es de “disección de un personaje”. El objetivo de Minekura es el que empecemos a conocer a esta bestia parda que es Kubota, un ser con un oscuro interior pero que deja maravillado a todo el mundo. Y usa un elemento externo, el segundón de la mafia que le sigue a todas partes, para que a través de sus ojos y pensamientos descubramos parte de lo que puede dar de sí este jugador de Mahjong. Sorprendido y a la vez subyugado por la fuerza magnética que Kubota desprende, Komiya irá arrojado luz a ese boulevard en negro que es el interior de su nuevo superior, iluminando áreas pero oscureciendo de esta forma otras.

Y es que si la autora decide que esta será una serie de “one man show” ( o sea, en que el protagonismo recaerá de forma significativa en un solo personaje, aunque otra de las dudas aparece al final del tomo, cuando la mismo autora avisa que el nuevo personaje aparecido al final del tomo cobrará mucha importancia en el siguiente volumen, quizá convirtiendo esta historia en un “buddy comicbook”), es de vital importancia describirlo bien. Y si es necesario usar la mayoría del primer tomo (y por consiguiente varios números de las revistas semanales / quincenales/ mensuales donde aparecía) para este fin se hace, y es de agradecer que la autora y su editor apostaran por este método. Entiendo a los lectores japoneses que, después de al menos varias semanas leyendo una trama de yakuzas, personajes estrambóticos y cierto regustillo a cine negro, se les diga que eso era solo una introducción y que la trama de verdad empieza ahora, con cierta información heredada de esa introducción pero con un punto y aparte bastante marcado, y se sientan estafados. Y con cara de tonto. O sumamente interesados, y esperando la salida del siguiente tomo. Porque este manga es el de los extremos. Pero por eso funciona mejor en tomo. Y deja con ganas de más. Más de saber como es Kubota, ese misterio con patas, capaz de darle una somanta de palos a los de la yakuza enemiga y luego acostarse en las rodillas de su segundo, como una pareja de novios que llevan años juntos. Ese Kubota sin lógica interna, que parece medio loco pero a la vez infinitamente cuerdo. Ese Kubota del que no se sabe nada de sus padres, ni de su familia, de la que él mismo reniega, pero que a la vez vive con un detective, siendo él de la Yakuza. Y de muchas cosas más que os dejo que descubráis, porque si de algo presume este manga es de una muy buena descripción de personajes, una sólida narrativa y la capacidad de cerrar un arco pero dejando ciertos hilos abiertos, ciertas dudas, que enlazarán con el siguiente.

Y deja con ganas de más porque una de las razones por comprar el segundo número era intentar clasificarlo dentro de un género, pero me parece que bebe un poco de todos los sitios: bebiendo básicamente de las fuentes del seinen, pero sin ser fiel al 100%, tiene algo de shonen e incluso se destila algo de Yaoi, ya que la yakuza de Minekura no es la misma Yakuza de Fumimura e Ikegami (Santuario), donde los fornidos hombres tienen a su disposición las mejores féminas para su uso y abuso. Aquí, hasta el jefecillo de la banda rival se fija en lo mono que es Kubota, y no es el único. Pero por suerte no se decanta, al menos en este primer número, pero los derroteros más tópicos del yaoi (Zetsuai por ejemplo), sino que la condición está asumida y se manifiesta abiertamente, pero de forma subliminal. Son de hecho pequeñas gotas que añaden otra capa a la historia, no es el objetivo final. Así pues, entre seinen, algo de shonen y algo de yaoi, se encuentra esta historia presentada basándose en el misterioso Kubota, su pasado, su forma de ser y qué recórcholis es esa droga que transforma al individuo en monstruo y que es codiciada por la Yakuza enemiga del protagonista y su jefe Sanada.

El dibujo es complicado de definir: es variable, al igual que el protagonista, es capaz de ser muy detallista y a la vez estar mal desarrollado en ciertos compases (el beso dentro del coche, por ejemplo). Parece ser que la autora es mejor dibujante de caras que de cuerpos desnudos, ya que éstos, muy angulosos, frágiles, nada sensuales, con fallos de anatomía, claman a gritos una capa de ropa, como de superficialidad para esconder las vergüenzas de la sociedad. Vete a saber, quizá está hecho expresamente, lo sabremos más adelante. No importa demasiado, en general es un buen dibujo, personal, cargado hasta cierto punto de tramas en los personajes pero liviano en los fondos, característica de los shojos, con mucho espacio en blanco en ciertos momentos. A destacar que la autora suele hacer cerrar los ojos al protagonista en ciertos compases, un recurso polivalente que puede transmitir varios sentimientos combinado con otros elementos de la escena. Es otra forma de poner a salvo su interior, dejando pocos resquicios de luz. Hay pequeñas gotas de humor, esencialmente en los cambios de humor o de diálogo de Kubota, es ese humor de pequeños comentarios fuera de bocadillo o pequeñas anécdotas en el fondo de las viñetas. Pero no es excesivo, no pasa de ser un recurso más para hacer una radiografía del protagonista. La dualidad del personaje se podría trasladar al estilo de dibujo, con un blanco y negro muy marcado (aquí no hay páginas a color), como queriendo pasar de un extremo al otro.

La edición es correcta, sin más. Con un pequeño texto de la autora en las páginas finales, no se perciben páginas demasiado oscuras o confusas. En general todo es correcto aunque quizá algunos céntimos demasiado cara por las páginas que contiene. Pero uno no piensa en eso cuando la lectura es reconfortante, sabiendo que no será un título llamado a vender mucho. Con los tiempos que corren, prefiero pagar esos 0,50€ o 1€ de más que considero excesivo que ver la serie cortada al tercer número. Esperemos salgan los seis volúmenes.

Conclusión: Wild Adapter se erige como una serie con un buen inicio, sin poderla encasillar en ningún género concreto y en exclusiva. Tiene un poco de todo y muy bien mezclado. Finalizar la lectura del primer tomo te deja con muchas incógnitas, más de por donde tirará la autora que del argumento base en sí. Este primer tomo se puede valorar como un arco introductorio, ya que la historia de verdad, según la propia autora, empieza a finales del primer tomo, una vez pasado el primer arco. Pero esto no tiene que influiros en la lectura (“vaya, ahora sé que todo lo que leo no sirve para nada y no me tomo con interés el tomo”). Todo lo contrario, el primer arco pone unos cimientos, unas bases, un primer vistazo a ese personaje que me recuerda físicamente a Spike Spiegel de la serie de anime Cowboy Bebop pero con el pasado misterioso de Faye Valentine, de la misma serie. Crea un ambiente, unas dudas, un tempo, un personaje con muchos agujeros que iremos rellenando a través de los seis tomos. Me ha tenido buscando su segundo tomo durante varias semanas (la primera noticia de la aparición del segundo tomo era para el 23 de Abril) porque desconozco y no puedo adivinar por donde irán los tiros, cosa que a estas alturas del mercado está muy bien. Aunque de otra forma si hubiese leído ya el segundo tomo esta reseña no hubiese sido igual. Conservaría los elogios hacia la historia y el aplauso con alguna reserva hacia el dibujo, pero estoy seguro que siendo una serie cerrada ya habría dado pasos suficientes para posicionarla en algún género, o al menos saber por donde tira la autora. Por ahora, la nota otorgada la creo justa al expresar que ha empezado con buen pie y que seguramente aumentará sensiblemente mientras vayan pasando los tomos publicados por Dolmen.