MundoManga (ZN Recomienda): Mazinger Z, la Enciclopedia, Tomo 1: Ni una piedra sin analizar

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Edición original: Mazinger Z: La Enciclopedia 1 ESP
Fecha de edición: Enero 2011
Autor: J. Aurelio Sanz-Arranz
Color: B/N y Color
Formato: 288 págs.
DOLMEN (9)

Hace un año justo reseñé los tomos que la editorial RBA había publicado varios meses antes sobre el universo creado por Go Nagai. Eran sendas colecciones de Mazinger Z (Go Nagai y Gosaku Ota) y Z Mazinger (Go Nagai a guión y dibujo). Meses más tarde la editorial Dolmen junto la Asociación Cultural del Cómic Japones editaron Mazinger Z: La Enciclopedia, dentro de su colección Manga Books (#17) y hoy estamos aquí para darle un vistazo en profundidad a este libro de casi 300 páginas. No hace falta decir que el recuerdo del personaje sigue muy vivo, más allá de la emisión en TVE y siguientes emisiones en T5, Canal+ o autonómicas como la catalana TV3. J. Aurelio Sanz-Arranz ha recopilado miles de datos de la serie favorita por muchos y dedicando 5 años de su vida, ha conseguido dar forma al primer volumen de la enciclopedia. El segundo tomo, ligado íntimamente con el primero (de hecho la decisión de publicarlo en dos tomos es de la editorial) aparecerá dentro de unos meses. Por ahora vamos a disfrutar de este río de informaciones, curiosidades, sorpresas y nostalgia viva en nuestros corazones por una de las series que más impactó el país en la decadencia del gobierno franquista, un impacto que no se repetiría en muchos años.

La introducción del libro reivindica la figura de Mazinger, el hecho de que una serie de 1972 aún haga que hablar y que de hecho, 30 años más tarde protagonice su primer libro monotemático en castellano. Aboga al sentimiento de fascinación por el personaje que ha seguido vivo durante todos estos años, ya sean gente que han seguido en el mundo del manga como los que vieron al serie, se hicieron adultos y abandonaron las historias de papel o de dibujo animado (para ellos y para todos hay un interesante glosario de términos que pueden ser desconocidos para los que no vivimos el manganime de cada día). . Todos estos adultos tienen un recuerdo imborrable de esa emisión por TVE y de su repercusión que tuvo a nivel nacional. Parte de este grupo de telespectadores (y de las subsiguientes emisiones en otros canales españoles y canales de Sudamérica) ha continuado con el recuerdo del gran coloso, y con el auge de Internet esta información ha quedado fijada y accesible para todos los públicos en webs, foros, listas de correo,… Hacer un libro así es una tarea titánica para una sola persona, y desde que empieza el libro el autor agradece a toda la gente y aficionados que le han apoyado, enviado información, sugiriendo temas o simplemente le han brindado unas palabras de ánimo. Escribir el primer libro en castellano sobre la serie era todo un reto, pero ha sido superado con creces.

Un aspecto a resaltar es que el autor deja claro desde el principio que este libro está dedicado al a serie de ANIME. No menciona el manga, aunque parece indicar que este tema se tratará en el segundo volumen de la enciclopedia. Esto es importante tenerlo claro porque al menos un servidor instintivamente piensa en el manga (sobretodo porque lo tengo bastante presente después de hacer las reseñas de los mangas publicados por RBA hace unos meses). También pueden leerlo quienes hayan visto la serie (con un alto grado de respeto hacia el personaje, sin banalizarlo en ningún momento) pero también puede servir para los que lo descubran ahora (que al fin y al cabo es uno de los objetivos de cualquier enciclopedia), ya que el autor ha intentado sintetizar, ordenar y clasificar casi toda la información que existe en cualquier medio sobre el personaje. Una tarea titánica que además tenía el reto enfrente de verificar que los datos obtenidos fueran ciertos o al menos fiables.

Lo que queda claro desde estas primeras páginas es que el autor emprende esta tarea desde el más humilde de los respetos, hacia el personaje y hacia el propio lector. Es una lectura fresca, agradable, sin buscar frases rimbombantes pero sin caer en el chabaquismo. También se deja entrever que el libro se ha diseñado para poder venderse/disfrutarse en Sudamérica, ya que incluye detalles de la emisión de la serie en varios países de ese continente, sus créditos iniciales y finales, etc. Todo un punto a favor tener esto claro desde el principio para acometer la recopilación de información teniendo en cuenta la procedencia del lector al que está dirigido, y que en este caso no es solo español.

Este primer tomo hace hincapié en lo más básico de la serie: su creación, estreno en el propio Japón y otros países (España incluida, evidentemente), muchísimos detalles de la serie, junto con una descripción detallada de los humanos y máquinas que pululan el universo creado por Go Nagai. Vamos a ver un poco por encima qué nos explica el autor en cada uno de estos apartados:

Capítulo 1: Historia de la serie

De forma lógica y como debe ser, el libro empieza explicándonos la vida de Go Nagai, al menos en lo relacionado con su faceta de mangaka, que fue su principal vocación. Tras una serie de fracasos al presentar sus primeras obras a editores japoneses, Shotaro Ishinomori lo contrató para su estudio de manga. Ya poco después se hizo conocido en la recién estrenada Shonen Jump con una serie infantil que incluía erotismo. Este aspecto erótico y subido de tono fue característico de su obra anterior a Mazinger Z. Una vez fundada la conocida empresa Dynamic Productions, explotó su vena erótica mezclada con violencia y gore de bastante calibre, con series como Violence Jack. En la vertiente heroica-cómica, nos encontramos con Cutie Honey. Por fin llegó Mazinger Z, y uno de los muchos detalles que se pueden descubrir mediante la lectura de este libro es que la serie de anime empezó muy poco tiempo después que la serie original de manga. El éxito fue tal que el propio Nagai creó otras series de robots gigantes, entre ellas las más conocidas son Gran Mazinger, Getter Robo o Grendizer, pero varias series se crearon al menos hasta 1983. Pasando la época de los 90 con varias series (y con desembarco en EEUU), nos plantamos en 2001 donde el emperador de los Mazinger hizo su aparición: Mazinkaiser. La ahora editada por Selecta Mazinger Z, Edición Impacto es una relectura de las series clásicas sin las imposiciones de la TOEI; o sea, Go Nagai en estado puro. A continuación detalla un listado de ediciones de otras obras animadas de Nagai que han visto varias ediciones a sus espaldas. La saga de una de ellas, Getter Robo, fue iniciada al alimón por Nagai y su colaborador más estrecho, Ken Ishikawa, conocido en los círculos más fans de los robots mecánicos. Como cualquier mangaka de renombre requiere (al menos pienso en Tezuka), Nagai también ha recibido un homenaje en forma de museo en su ciudad natal, donde podemos ver su obra polifacética, ya que también hizo manga para niños.

A continuación se nos presenta una sucinto pero interesante explicación de la historia de la compañía de animación TOEI, famosa en todo el mundo (con el reconocible logo del gato con sombrero), que se ha encargado de animar historias míticas como las de Calimero, Candy Candy, Dr Slump, Dragon Ball o más recientemente Slam Dunk o Digimon.


Comparativa de varios robots, que grande nos parecía Mazinger al principio….

Uno de los mejores contenidos que se pueden encontrar en esta enciclopedia del robot más conocido de la faz de la Tierra es una completa “entrevista” (de hecho son pensamientos escritos) del mismo Go Nagai donde se revelan secretos, detalles y anécdotas sobre la creación de Mazinger. Incluye (como el resto del libro) fotos bastante raras de ver, bocetos y pequeños dibujos del autor de joven, diseños de los personajes principales de la serie, curiosidades como un Mazinger Z comandado…. ¡por un coche! y más cosas. Nos narra en primera persona como se aficionó al manga, gracias a las historias de Tezuka y Tetsujin 28, grandes éxitos por aquél entonces, que le influenciaron mucho. Tuvo la brillante idea de un robot comandado por una persona, en una carlinga superior, y ese primer invento fue llamado Energer Z (nótese la inclusión de la “Z” ya desde los inicios), aunque prefirió llamarlo Majin (por la dualidad entre dios o demonio). En ese momento también estaba trabajando en Devilman, con una historia ya bastante exitosa y avanzada, a la par que complicada. Por eso prefirió dotar a Mazinger de un aire más simple. En este momento señala la importancia que tuvieron sus ayudantes Ken Ishikawa y Gosaku Ota en la creación de los muchos villanos que tuvo la serie. Me gustaría insistir en estos dos nombres, ya que han quedado ignorados por el gran público (el que vio la serie en los 70 y ya no se ha acercado más a un manga o un anime, simplemente que recuerda la serie con agrado y ese shock de ver escenas tan distintas a lo que se estaba acostumbrado) e incluso para los aficionados al manga en general (yo no había oído nombrar a Ota hasta que se publicaron los mangas de RBA). Sí eran conocidos en los círculos muy fans de la serie (que se agrupan en varias webs), pero el nombre de su co-creación pesó mucho más que sus propios, incluso más que la del propio Nagai. En otro orden de cosas, otra novedad de la que personalmente no era consciente era de que las series de anime y de manga salieron a la luz pública con muy poco margen de diferencia, escasos meses, todo al contrario que actualmente, que se tarda más en apostar por una serie (unos dos años de media es lo que se tradaron en pasar a animación los shonens del triunvirato Dragon Ball-Naruto-Bleach, por poner tres ejemplos de éxito), ya sea por cautela económica, por crisis o porque ya hay muchas más series en circulación. También nos habla de la originalidad de sus personajes, entre ellos el simplón Koji o las diferencias entre la Sayaka del manga y del anime, entre otros. En lo que refiere a la serie de animación, Nagai nos explica con sus propias palabras el inicio de la serie. Inició sus emisiones junto con Gatchaman y Heidi, a un horario poco habitual actualmente para las series de dibujos: los domingos a las siete de la tarde. Su éxito fue inmediato, y la exportación a Europa un acierto, hasta el punto de que le visitaron periodistas del viejo continente (cuando en ese momento no era tan habitual ni se tenía Japón “tan cerca”). Incluso hasta habla de la emisión en España. Todo esto y bastantes detalles más los podréis descubrir leyendo al maestro recordando los inicios de un éxito que cambió el anime y que fue una de las primeras andanadas del mercado nipón fuera de sus fronteras.

Si el apartado anterior es de los más interesantes de todo el libro, el siguiente subapartado de este primer gran capítulo se nos antoja sino innecesario si con una mala ubicación: se trata de un resumen esquemático de los noventa y dos (¡92!) capítulos que componen la serie, ¡con “amenaza” de volver a resumirlos en el segundo tomo incluida! Aparte de que la duplicidad de contenidos es innecesaria (pese a estar en volúmenes distintos), la inclusión de este subapartado rompe el fluir de la lectura, tan interesante en ese momento con palabras del propio Nagai. En definitiva, si está planeado un resumen más amplio en el segundo volumen, ¿por qué incluirlo aquí? Se podrían haber seleccionado algunos de los capítulos más interesantes (incluido el que daba portazo y cierre a la emisión en TVE que dejó traumatizado a toda la población), con lo que hubiésemos adelgazado un poco el libro. Pensar mal me hace plantear si no fue una demanda de la propia editorial, así se podía publicitar este primer tomo como un “índice de todos los capítulos”. Pero esto no tiene porque ser así. Simplemente no encuentro correcto su inclusión si al fin y al cabo volverán a salir en el segundo tomo. A estas alturas del libro, creo que hubiese sido suficiente incluir lo que viene a continuación, un resumen de la serie por etapas, narrado de forma en que te das cuenta de las diferencias entre los grupos de episodios y los objetivos que tenía Nagai y sus colaboradores al abordar ciertos temas. No hace falta ser muy adivino para ver que la serie es bastante repetitiva, sin continuarás (que simplifica mucho el grosor narrativo, ya que no hay sentimiento de “qué pasará?”), ni un proceso real de interiorizar lo que ha ido pasando en los capítulos previos (casi siempre es una tabula rasa al empezar el capítulo). El autor propone una división subjetiva de períodos dentro de la serie, con una valoración personal del nivel de calidad de esos capítulos. Algunos de los capítulos “frontera” propuestos son por ejemplo aquél en el que Mazinger aprende a nadar o la aparición del Jet Scrander, para volar. También identifica cambio de guionistas, y su reflejo positivo o negativo en la serie. De hecho mirado fríamente hay un 40% de la serie (de la mitad hacia delante) que podría haberse aligerado o incluso hecho mejor, ya que la opinión del autor sobre esas etapas no es excesivamente buena.

Antes de abordar el estreno de la serie en España e Hispanoamérica, el autor glosa el estreno en Japón y la exportación a muchos distintos países, no solo los de habla hispana. En ella nos enteramos que las continuaciones de Mazinger Z (Gran Mazinger y Grendizer) fueron emitidas justo a continuación una de otra (para aprovechar el filón, cosa que yo o sabía), con lo que los robots de Nagai estuvieron en el aire desde 1972 hasta 1977, con la cifra mágica de 222 capítulos. En cuanto a otros países, se repasan y se dan jugosos datos de las emisiones en sitios tan dispares como Italia, Filipinas o la barbaridad que se emitió en EEUU. Paralelamente, y como introducción al próximo capítulo, se repasan los cortes de censura tanto de video como de audio en algunos de estos países. Lo bueno (de hecho malo) es que la censura llega hasta nuestros días, cuando la emisión de 2005 en Argentina fue mutilada en al menos un capítulo.

Capítulo 2: La serie en España e Hispanoamérica

Con una breve descripción de la situación televisiva en el momento en que se estrenó la serie (4 de Marzo de 1978, justo hace 33 años a la hora de escribir estas líneas), empieza el desmenuce de noticias y datos referente a la emisión por TVE. Algunos datos ya son conocidos, pero otros son agradecidos de tener de forma clara (una tabla con todos los capítulos emitidos en TVE, con sus fechas originales de 1978/9, entre otros) hasta llegar al fatídico episodio 56, donde se roba la superaleación Z. Se ha maldecido muchas veces a TVE por no emitir la serie entera, pero el autor descarga de culpa a la Televisión Estatal para resituarla en la propia TOEI, que montó una versión light para su emisión fuera de tierras niponas. O sea, TVE emitió lo que recibió, ni más ni menos. Así pues parece desmontada la teoría que los muchos escritos, artículos y cartas al director aparecidos durante esa época hicieran mella en los dirigentes de TVE que presionados por la respuesta negativa de padres, asociaciones de profesores y “defensores de los niños” varios, se vieron obligados a retirar la serie. Consiguieron retirarla 3 meses, hasta que los primeros días de 1979 se pudieron ver los últimos 5 capítulos. A partir de ahí, y ese es otro dato interesante, no se llegó a repetir la serie en ningún momento, nos imaginamos para no reincidir en las protestas de padres y alarmistas varios. La sensación que dejó ese último capítulo, donde Mazinger caía preso en las garras de los Drs Ashura/Infierno, es que la serie acababa mal, y ese sentimiento ha llegado hasta nuestros días, sobretodo para esa gente que vio la serie y nunca más se ha acercado al manganime, pero que conserva un fuerte recuerdo de ese pase. La razón por la que TOEI no envió toda la serie al extranjero puede radicar en que era una serie muy larga para los cánones de ese momento (series de 26 capítulos frente una de 92). De hecho, el director de TV3 mencionó en una carta reproducida en el primer número de la versión en comic book de Dragon Ball que cuando fueron a preguntar cuantos capítulos se habían dejado por comprar debido al éxito que había conreado la serie de Goku y compañía, se sorprendieron que la respuesta fuese que la serie inicial ¡contaba de 153 episodios! Si eso ocurrió aproximadamente en 1990, imaginaos el estupor con la que hubiesen recibido los directivos de TVE una serie “de robots” de más de 90 episodios, 12 años antes. Se me antoja que sólo el doblaje ya hubiese sido algo digno de ver, dedicarle tantos esfuerzos a algo “infantil” y sobretodo no caer en la tentación de cambiar voces cada dos por tres, ya que los dobladores no deberían tener el más mínimo interés o respeto por la obra. Las reemisiones completas de la serie por Tele5 y Canal+ no consiguieron recuperar el éxito, debido a varias razones, y también pasó por varias autonómicas. Personalmente recuerdo el pase en TVCatalunya, y como los adultos descubrieron que había mucho más de lo que se vio en 1978 (lenguaje rudo, escenas picantes, escenas bastante violentas, etc). También se detalla la proyección en cines de Súper Mazinger Z (con letras a lo Superman de Christopher Reeve, precisamente de 1978) que no era más que un recorte y pega de otras tres películas que posteriormente, muchos años después, editaría Selecta Visión.


Uno de los aciertos de este libro es el planteamiento inicial de abrir la enciclopedia a los aficionados a la serie residentes en Sudamérica. Ya desde el principio se nota esta apertura de miras, y en este capítulo posblemente tenemos la información más jugosa para los otakus y/o aficionados llanos a la serie fuera de España. Se hace un repaso a la emisión de la serie durante todos estos años en todo el continente de habla hispana, con multitud de países que aún siguen reemitiendo al serie, contrariamente a lo que pasa en España, con lo que ahí la tienen más presente. Ignoramos la presencia de Mazinger en Brasil, por poner un ejemplo de país sudamericano que no tiene el español como primera lengua, pero una rápida búsqueda por la Red nos hace pensar que NO se emitió (pero sí en Portugal en 1992).

El paso lógico después de conocer donde se emitió la serie es hablar de los doblajes. Concretamente existen 3 doblajes al español: el de TVE, el de Arait (español latino) y el doblaje Cadicy (español neutro). No descubro nada si digo que en esa época las traducciones de dibujos no eran especialmente cuidadas (total, era una cosa “para niños tontos”), con lo que una serie técnica de estas características sufrió de diálogos confusos, censura de palabrotas y groserías, errores científicos, poco rigor, etc ensuciando bastante la labor de doblaje original. A continuación el autor hace un examen pormenorizado de los tres doblajes españoles, con unas explicaciones que llegan al más profundo nivel que se podía esperar. Queda fuera del propósito de esta reseña hacer un resumen de todos los conocimientos que vierte el autor en estas páginas, ya que sería imposible glosarlo todo, pero comentaremos que el autor tiene una estructura para describir cada uno de los doblajes: después de una introducción general al doblaje (estudio que lo realizó, anécdotas o características propias), el autor se fija primero en como usan los nombres en la serie (¡incluso su pronunciación!), para luego fijar las frases o gritos característicos de la serie (“¡puños fuera!”), la fidelidad al original, errores estúpidos como cambios en un solo capítulo, la música incidental que adornaba las secuencias de acción (y las que no), y nombres del reparto de dobladores. A destacar que el doblaje Arait es el único completo de la serie con un elenco fijo de voces, cosa que le debería otorgar una importancia capital, pero en cambio es el que menos repercusión ha tenido. Finalmente el autor se mete en el laberinto que debe haber sido identificar al más profundo nivel las características del doblaje Cadicy, ya que hubieron muchos cambios de voces, muchas nacionalidades implicadas en el proceso, todo un puzzle que el autor desgrana y a la vez completa sin fisuras de forma paciente, indicando detalles que pasarían por alto a muchos de los telespectadores de la época pero que aquí están tratados de forma didáctica y sistemática. Sin duda debe ser la parte del libro más interesante de leer para los lectores de Sudamérica, y para el resto de nosotros también para aprender mucho más sobre la atropellada adaptación de esta serie. Curiosamente, es la más querida en esas tierras, pese a tener muchos cambios de voces, imprecisiones incluso dentro de un mismo capítulo, etc Para finalizar el subapartado dedicado a los doblajes, se hace hincapié en la bastante correcta versión al catalán, con nombres conocidos de la escena de doblaje como los hermanos Trifol o Joan Anton Ramoneda.

Y si hablamos de Mazinger Z en España, hablamos de problemas y polémicas. El subapartado siguiente centra sus esfuerzos en explicar toda la ristra de críticas, columnas de periódico, cartas al director y “rasgaduras de vestimenta” varios que poblaron los periódicos y otro tipo de publicaciones a finales de los 70. La base principal de la crítica era la violencia de la serie, pero muchas veces escondía todo un misil lleno de otras lindezas en contra la línea de flotación de la serie: manipulación infantil, propaganda anti-comunista, entre otros. Se detallan frases y trozos de opiniones publicadas en periódicos como El País, ABC, o la revista Triunfo, que dedicó un especial a la polémica serie. Muchos son como para llevarse las manos a la cabeza, pero es que con los años tampoco mejoramos mucho (críticas a Dragon Ball incluso por su contenido anti religioso o directamente salido del cuarto de Belcebú, o la polémica de Pokemon y sus rayos que provocaban epilepsia), aunque ahora parece que actualmente han remitido bastante. ¿Se habrán acostumbrado? Me gustaría destacar el profundo estudio de documentación que ha llevado a cabo el autor en todo el libro y específicamente en este apartado, recuperando trozos de periódicos con columnas comentando la actualidad de la serie, o portadas de revistas de TV. Esto ha sido posible gracias a la digitalización de, por ejemplo, el fondo periodístico de ABC, similar al que hizo La Vanguardia en su momento, y aunque no hemos encontrado ningún texto de interés entre 1978 y 1979, siempre es interesante zambullirse en los periódicos digitalizados de la época: se comprueba como cambian las cosas, el estilo de redactar ciertamente “rimbombante”, la maquetación, etc Cómo hemos cambiado y a la vez no hemos cambiado nada. Sí aportamos uno de los anuncios de la película El Robot de las Estrellas en su 4ª semana de éxito, curiosamente considerada para todos los públicos, aunque ya sabemos que no es un producto Nagai al 100% sino proveniente de Taiwán que mezclaba imágenes para hacer pasar esta historia como una verdadera del robot defensor de Japón.

Este segundo capítulo se cierra con una entrevista a Go Nagai publicada en 1978. No aporta casi nada novedoso pero es agradable de leer si nos lo tomamos como si estuviésemos en esa época, cuando Japón caía muy lejos y era extraordinariamente exótico, y que nuestra ignorancia (no Internet, no mails, no globalización de la información) nos hacía admirar y a la vez hablar sin saber ni una décima parte sobre lo que veíamos en TV. Eran otros tiempos, quizá mejores en algún sentido.

Capítulo 3: Personajes

Los protagonistas de Mazinger Z son clásicos: el chico héroe, la chica asistente, el padre científico,… hecho que originó una marea de imitadores y homenajes (Evangelion mismo). Pese a esto, tienen cierta profundidad que enriquece la serie: están completamente convencidos que lo que hacen es correcto (sean buenos o malos) y llegarán hasta las últimas consecuencias. También vemos la pléyade de personajes secundarios como el que aporta gotas de humor, personajes que solo aparecen en un episodio (y son co-protagonistas al mismo nivel que otros fijos), etc Eso sí, todos son carismáticos y responden a la definición de su propio estilo característico porque ellos mismos fueron los pioneros, ellos definieron este tipo de personajes arquetipos pero encantadores.


Como en el capítulo anterior, es meramente imposible hacer un resumen de lo que el autor ha recopilado de cada uno de los protagonistas de la serie. Esto sobrepasa el objetivo de este texto, y además, robaría posibles ventas 🙂 Pero sí indicaremos, exactamente como en el anterior capítulo, la estructura que ha seguido el autor para definir a los personajes de la historia. Bajo un epígrafe que resume el sentimiento general de ese personaje y un boceto del mismo, el autor glosa el personaje de forma global, para luego enumerar los rasgos a favor y en contra del personaje (así se corrobora que no son planos o bidimensionales), y un completo repaso a su historia, spoilers incluidos (se avisa de eso al principio del capítulo). El nivel de detalle es tal que el autor usa la friolera de 60 páginas repletas de información sobre todos los personajes principales, buenos y malos, diestros y torpes. Cuando la historia de algunos de ellos no es precisamente abundante o interesante, se adorna con temas tangenciales como los inventos de los profesores científicos del Instituto, o como funciona Pigman. Como siempre ocurre, la historia y planteamiento de los malos es mucho más interesante de leer que el de los buenos (¿alguien prefería a Son Goku delante de, por ejemplo, Vegeta o Piccolo?), llegando a comprender sus acciones. Si zambullirse en los pormenores de los doblajes era apasionante, no lo es menos destripar todos y cada uno de los personajes que aparecen, hasta el más nimio y secundario, llegando hasta el fondo de forma sistemática.

En este punto quiero introducir un pensamiento que me acompañó durante toda la aventura de leer este libro: desconozco las veces que ha tenido que ver el autor la serie para llegar a tal nivel de detalle en los múltiples frentes que tiene esta enciclopedia. La explicación en muchos momentos es tan profunda que me es difícil asimilar que todos los datos se tomasen en un solo visionado de los 92 capítulos. Y aunque los visionados hubiesen sido varios, o el acceso concreto a un episodio para aclarar una duda hubiesen sido también varios, el trabajo previo (llamémosle pre-producción) a acometer el visionado se nos antoja tal que es digno de elogio. Sería muy interesante saber como se afrontó el visionado de cada capítulo, si se programaron varios visionados de toda la serie, uno para cada uno de los aspectos a tratar, o se estudió cada capítulo varias veces para sacarle “todo el jugo” antes de pasar al siguiente. También sería curioso saber si se afrontaba el visionado de cada capítulo con una “lista de tareas” previa a comprobar y rellenar, y si, quizá llegado a cierto punto de la serie, se percató de ciertos aspectos que no había comprobado al iniciar el examen exhaustivo de la misma y tuvo que volver a empezar. Haciendo una analogía con la programación, debió de construir un repaso muy bien montado, pensado con antelación, con rutinas y subrutinas que descargasen información del programa principal y con un estudio previo muy amplio para no tener después que poner parches o retocar sus planes en demasía. Realmente encomiable.

Aunque a veces esto también tiene sus contras: el capítulo de personajes se cierra con una explicación detallada de la tortuosa relación Koji-Sayaka, su relación de amor-odio, sus altibajos, quizá con excesivo detalle. Pero vaya, ya que estamos, vamos a volcarlo todo, que no se diga. Total, son 3 paginitas de nada. La información se complementa con un listado de frases célebres mencionadas durante la serie, desde gritos heroicos hasta puyas de Koji hacia Sayaka, sin olvidar los aspavientos de los malos o frases humorísticas de Boss o Shiro.

Capítulo 4: Máquinas

Si importantes son las personas, los robots también lo son, no en vano la imagen de la serie es el robot por excelencia, Mazinger Z. En este capítulo, el autor se centra en detallarnos todas y cada una de las funciones, historia, curiosidades, etc de cada uno de los robots, engendros mecánicos, fortalezas enemigas, construcciones como el Instituto Fotoatómico, etc. que pueblan esta serie. Empezando por los del lado de la justicia, repasa a Mazinger Z, Afrodita A y Diana A. En cada uno de ellos encontramos una completa tabla de especificaciones, técnica (una completa descripción de su funcionamiento, puntos fuertes y débiles, energía que lo mueve, actualizaciones como el Jet Scrander,etc), armamento habitual y esporádico (y todo esto explicado con todo lujo de detalles hasta el punto de ver errores de un capítulo a otro o como una arma responde de formas distintas según la “época” de la serie), recuento de daños (de forma esquemática pero también ampliamente detallada) y diversas curiosidades (¡¡¡como contar el número de disparos efectuados por cada arma del robot!!!). Lógicamente Mazinger es el que se lleva más páginas en este examen a fondo de las máquinas de la serie, pero Afrodita, Boss Borot y Diana A también tienen su rincón bien repleto de información. Los siguientes a pasar revista son los accesorios de los grandes robots, entre ellos el Jet Scrander o la Scarlet Movil. Se aplica aproximadamente el mismo esquema anteriormente mencionado. Pero el lado de los pérfidos antagonistas también es digno de mención, con especificaciones generales de los monstruos mecánicos de las hordas enemigas, como están construidos, sus técnicas, origen, etc. Ciborgs como el conde Brocken o las tropas de Máscaras y Cruzados también pasan el test examinador del autor. Tampoco se libran las diversas fortalezas y bases usadas por los dos bandos, con su técnica, armamento e historia perfectamente analizadas. Las más habituales son las fortalezas Ghoul o Saludade, o el Instituto de Energía Fotoatómica como es lógico, pero es que podemos leer sobre los distintos hangares (la famosa piscina de los créditos iniciales) ¡y hasta sobre la residencia de los Kabuto!. Para finalizar y vender todo el pescado, se nos detallan varios artilugios, armas varias, uniformes, y todo tipo de “gadgets”, cuándo salieron y su funcionamiento. Creo que no hay una sola piedra que haya aparecido en la serie que no esté numerada en esta enciclopedia.

Para descansar el ojo después de 200 densísimas páginas, el autor coloca un anexo a este capítulo, el de esquemas técnicos, eminentemente gráfico. Podemos apreciar y admirar los interiores de, al menos, los cuatro robots principales, una plancha de “cómic” con el montaje del Mazinger, esquemas a mano alzadas hechas por el propio Nagai con los interiores de las cabinas de tripulación, etc. Pero la cosa no acaba aquí, sino que podemos ver los mismos esquemas conociendo todas las partes funcionales del Hover/Jet Pilder, motocicletas (Nagai ha reconocido que le encantan las motocicletas y que siempre intenta colarlas en la serie), interiores de todas las fortalezas del enemigo, nombrando todos sus departamentos y habitaciones (algunas con coñas por colocar a los cruzados de Hierro puerta por puerta con el personal femenino de las fortalezas, con lo que nos podemos imaginar las juergas nocturnas que ocurrieron ahí). Todo un torrente de información adornado y bañado con imágenes a color de momentos de la serie, relevantes para el capítulo en el que nos encontramos, la mayoría con su pie de foto correspondiente, mostrando facetas del Instituto (su campo de fuerza protector, por ejemplo) o el lanzamiento del Jet Scrander, por ejemplo.

Capítulo 5: Video y audio

Encaramos el último capítulo del libro. En él, una introducción relaciona la derrota del país en la Segunda Guerra Mundial con el hecho de que los mangas y animes empezaran a incluir protagonistas con poderes o armas tecnológicas fuera del alcance de cualquier otro país. Era una forma de levantar el ánimo al pueblo nipón en los años siguientes a la nefasta derrota. El autor define a Koji como el arquetipo héroe solitario, último bastión de defensa. Hace notar que el anime japonés da mucha más importancia a la relación del héroe con los personajes secundarios que otro tipo de animación dirigida a infantes. Describe su fisonomía (a medio camino entre Occidente y Oriente), características físicas y de vestuario. Aún sin ser muy amplio, el autor aborda la influencia del anime de Mazinger en posteriores producciones, y lo basa básicamente en dos aspectos: la compenetración total del hombre y la máquina (se transforma en la segunda piel, el piloto sufre si el robot es atacado, etc) y el hecho de que algunas máquinas puedan llegar a tener sentimientos por ellos mismos (la recordada Minerva X, por ejemplo). Proyectando la imagen de Mazinger en el futuro, podemos mencionar a Evangelion como deudor del primer aspecto (no hace falta recordar lo mal que lo pasa Shinjii dentro de la sala de mandos de su EVA) u otro clásico, Capitán Harlock, por el segundo aspecto (el ordenador central de la Arcadia poseía “vida” propia, inteligencia de saber hacer lo correcto en un momento de crisis incluso sin los tripulantes dentro de la nave). Otros factores novedosos fueron cambiar el aspecto dócil de la chica acompañante del héroe por la de una chica de armas tomar, chillona, con ganas de sobrepasar a Koji y para nada dócil como el canon japonés había impuesto hasta ese momento. En contraposición, tenemos a Misato, que reúne un gran valor pero también gran aptitud para las tareas de casa. Un poco como Akane Tendo y su hermana Kasumi, respectivamente, del manga de Ranma ½. Pero no dejamos Evangelion, ya que otro aspecto que influiría en animes posteriores es la diversificación de géneros dentro de un mismo universo. Así, Grendizer ya poseía otros aspectos más shojo que el primitivo Mazinger, de la misma forma que la serie de Sadamoto originó otros mangas, algunos escogieron el camino del shojo (NGE The Iron Maiden) y otros el del Thriller (Academia NGE Apocalipsis).

Pero realmente la chicha del capítulo viene ahora: la calidad de la animación. Y la verdad es que la impresión una vez leído el capítulo es que se podría haber renombrado como “Errorama de la serie”, ya que hasta en los momentos en que destaca aspectos positivos, un pensamiento frío y racional nos alerta que tampoco son como para lanzar cohetes. Así, la primera en la frente: falta de movimiento. Las escenas de diálogo de la serie son estáticas y repetitivas, con un número de frames por segundo muy bajo (aunque el doble de lo habitual en la época: ¡12 fps!), muy acartonadas e incluso se hecha mano de la reutilización de imágenes de otros capítulos, como la misma gente corriendo por la ciudad (Hanna Barbera eran unos maestros colocando el mismo fondo corriendo una y otra vez). Por suerte, los animadores se esforzaron para que las escenas de lucha fuesen mejores, y ahí es donde se alcanza los ratios de 12 fps.

Si eso eran los puntos fuertes, los débiles ocupan gran parte de este último capítulo: fallos de montaje (robots averiados y arreglados en pocos segundos para luego volver a enseñarlos averiados, cambios de color de los robots, partes del robot que aparecen y desaparecen en una misma escena, etc). Errores de raccord, generalmente. Claro que esto está presente en muchas otras producciones animadas y de imagen real, o incluso otros cómics, como el distinto color del cielo en una misma escena de cualquier cómic de Mortadelo y Filemón, o cambio de color de la pared de un edificio. El diseño de personajes también fue variando a medida que avanzaba la serie, un camino para llegar a coger el punto a un personaje en sus tres dimensiones. Pero hay muchísimas más incongruencias, algunas de las cuales las recoge el autor en un listado evidentemente incompleto, pero suficiente para conocer el nivel de la serie. Intencionado o no, estos errores bajan la percepción de calidad de la serie, “ensucian” su memoria (yo pasé algo de vergüenza ajena en algunos capítulos cuando su emisión en TV Catalunya) y te preguntas por qué te gustaba la serie. Aunque por alguna razón u otra, sigue teniendo el mismo carisma, incluso sabiendo muchos de sus errores. Las medidas de los robots comparadas con objetos o personas de las cuales conocemos su estatura o altura también es un caballo de batalla en contra la imagen de calidad de la serie. Personas y objetos parecen a veces mucho más pequeños o grandes según la escena comparados con los robots. Si la imagen tiene errores de por sí, el guión también aporta fallos, algunos tontos o que claman poca atención en el producto. La lista es larga.


Ya decía yo que me sonaba esta figura….. claro! The Treasure of Usas! Que viejo soy!

Para aligerar los dolidos espíritus defensores de la serie a ultranza, el autor coloca a continuación de toda esta ristra de pifias un estudio sobre la música de la serie. Siguiendo el ejemplo de muchos animes, donde la música de los créditos iniciales es mucho más movida, ideal para poner en situación a los telespectadores (sobretodo en series de continuará, como One Piece), y la de los créditos finales más tranquila, pausada y hasta de vertiente amorosa, y en este caso los dos temas principales son conocidos por todos. Nombra a los conocidos cantantes de estas canciones, e incide que durante la serie la música incidental es variada y abundante. Algunos trozos se repiten siempre en ciertas situaciones o cuando aparece algún personaje concreto, haciéndose famosos por estar ligados a ese personaje (como ocurrió años después en varios temas de la BSO de Dragon Ball con composiciones dedicadas a Vegeta o Piccolo). El análisis en profundidad de la BSO está escrita por César Diez, y relaciona lo compuesto por Michiaki Watanabe con el formato de BSO de EEUU, yendo más allá en el tiempo recuperando influencias del jazz de Duke Ellington. Pese a usar sintetizadores arcaicos, donde los japoneses fueron pioneros, el especialista no ve rastros orientales en el lenguaje musical empleado para la serie. Se hace un pequeño repaso de algunas de las múltiples ediciones que se han publicado de la BSO de la serie y se pasa a escribir las letras completas de los créditos iniciales y finales, entre otras composiciones, tanto en el original japonés, como la traducción literal, la española e inglesa. Sobre esos créditos, el autor hace una comparativa entre las versiones japonesas y las dobladas al castellano, que difieren según el doblaje. El lector curioso de ese campo puede perderse horas escudriñando información referente a la música de la serie, comparando versos de los créditos, o escenas montadas de distinta forma según el país al que iba destinado.

Anexos

Enfocando el final del libro, nos encontramos un glosario de términos. Su propósito es claro: abrir el abanico de compradores a aquellos que vieron la serie en su momento, abandonaron esa incipiente afición al anime (cuando ni se llamaba anime ni nada) y ahora les pica la curiosidad saber más de esa serie pero se asustan de tener que lidiar con muchas palabrejas que el otaku normal conoce de sobra. Así, leemos pequeñas descripciones de palabras como Kanji, Katakana, Chica Mágica o Tankoubon, pero también podemos descubrir o afianzar los conceptos de Tengu, Kyoju o Hakase.

Pero donde se puede comprobar la dimensión real del trabajo y de lo que supone haber visto este libro en la calle es en los dos siguientes anexos, la Bibliografía y los agradecimientos. Literalmente cientos de fuentes y de personas se han usado para conformar esta auténtica enciclopedia. Por un lado, lo podemos contemplar como un resumen de todos los artículos de personas enfurecidas que escribían en los periódicos, o como se ha recopilado cantidad ingente de información de muchos sitios, básicamente en inglés y japonés. Pero posiblemente los que estén más orgullosos de ver este libro publicado (autor y editor aparte claro) son los componentes de las tres páginas sobre Mazinger Z que operan en España, El Rincón de Garada, MundoMazinger y MazinTeam. Ellos son los auténticos especialistas y expertos en la materia, y aportan muchísimo al libro. Se podría decir que el libro es el éxito de Internet, la comprobación de que hay mucho más que tetas, webs fraudulentas y pedofilia, entre otras lindezas. Un éxito fraguado básicamente por los aficionados llanos, que con su desinterés han colaborado en el libro, haciéndolo más rico. Curiosamente no se puede decir lo mismo de algunas de las empresas que estuvieron en contacto con la serie para España. El hermetismo de estas empresas contrasta con la ilusión, desinterés, horas perdidas y trabajo en pro de un sueño de muchísimas personas, que el autor sigue desgranando en el tercer anexo, el de los colaboradores y agradecimientos. No podía faltar el agradecimiento al propio personal de Manga Books, que con su trabajo minucioso han convertido un fichero de texto y muchas imágenes preseleccionadas en un libro fácil de leer, de letra pequeña pero clara, extraordinariamente bien estructurado, con un altísimo % de pies de página (¡y bien puestos!), con paciencia editorial para que el autor acabase titánica tarea de escribir esta enciclopedia. Como ocurre en estos casos, las personas más próximas al autor sufren el proceso de creación del libro como nadie, ya sean familiares, novio/as que no se atienden como deberían o amigos que no ves. Desgraciadamente algunos ya no están con nosotros para disfrutar de todo el trabajo hecho, y el autor tiene un sentido recuerdo para ellos, en especial para alguien muy cercano a él. A través de las palabras de agradecimiento (que ocupan varias páginas, factor que ayuda a entender lo magna de esta obra) notamos una humildad y sinceridad verdaderas en el autor, que nos retrotrae a sus primeras palabras en la introducción, que nos hace indicar que cede su puesto de auténtico capitán que lleva a buen puerto aventura de tal envergadura, para dejar paso y aplaudir a los que le han ayudado en mayor o menor medida, los que ha conocido en persona y los que solo son un nick de Internet (pero a veces mucho más). Honra al autor y creo que da impulso para publicar la segunda parte de esta colosal obra.

Conclusiones: J. Aurelio Sanz-Arranz ha conseguido algo que parecía impensable, sacar petróleo de un tema que parecía banal e infantil: una vieja serie de TV contiene, bajo su aparente superficie trivial, repetitiva y algo sonrojante en ocasiones, toda una amalgama de conceptos, ideas, estudios, aspectos a tratar, novedades para la época, repercusión, censura, personajes carismáticos y originales, máquinas producidas por mentes retorcidas, y muchas otras cosas que el autor consigue poner en orden después de un arduo trabajo de documentación, investigación, consulta de muchas fuentes y contrastación con otras.

Creo que he dejado claro en medio del texto de que el resultado me gusta. Hay momentos auténticamente apasionantes, de lectura fácil pero de calidad. A destacar la profunda labor de documentación gráfica que se ha realizado, enseñando en todo momento ilustraciones relacionadas con el texto, algunas incluso de valor histórico. A medida que vas leyendo te preguntas como habrá planteado el autor el libro, especialmente el número de visionados que ha tenido que hacer de la serie y el número de cuestiones previas que ha tenido que plantearse antes de empezar a ver capítulos sin ton ni son. No solo eso, la metodología de ir recopilando datos durante más de cinco años, la paciencia de ir conformando poco a poco un proyecto que parecía no tener fin, vencer los momentos críticos, donde uno quiere echarlo todo a perder (incluso afrontando noticias trágicas a nivel personal) cuando dudo que este fuese el único trabajo a atender durante estos años (se presupone que se escribió al margen del trabajo estándar que pudiese tener el autor), etc. Hay muchos factores que hacen de este libro un proyecto a tener muy en cuenta, ya que de por sí su publicación rescata del olvido editorial una serie que había sido lo máximo en su día. Convertir toda la cantidad ingente de información recopilada en un libro estructurado, claro, riguroso, divertido de leer a la vez que respetuoso con la serie y el recuerdo que se tiene de ella es labor del autor pero también del editor, que en una labor de paciencia infinita ha ido colocando la información gráfica justo donde tenía que ir, hasta un máximo de 6/7 fotografías por página, y aún quedaba sitio para un buen tramo de texto. Como hemos dicho anteriormente, este libro también es hijo de las muchísimas personas que han aportado información a través de Internet: foros, listas de correo, webs, etc., en el fondo siempre había detrás de estos servicios telemáticos una persona dispuesta a echar una mano. Se podría decir que sin Internet este libro hubiese sido imposible de realizar tal cual ha salido de la imprenta, sobretodo en lo que concierne a traducciones de aspectos directamente del japonés, multitud de detalles sobre personajes, máquinas, reproducción de esquemas técnicos, etc. Así pues, el libro está hecho por aficionados para aficionados pero con el ingenio suficiente como para cocinarlo para todos los públicos, el exigente fan que sabe mucho y el aficionado que vio la serie hace 30 años y vea que hay bastante más que luchas y argumentos a veces repetidos.


Pese a ser un muy buen libro, considero que habrían algunas cosas mejorables: a) quizá lo más destacable es la falta de un índice temático de nombres, para poder acceder a la información de algo concreto de forma rápida. Por ejemplo, saber donde se ha mencionado un aspecto del manga, o alguna de las OVAs, o algún nombre propio. Sería de mucho utilidad cuando queremos hacer una consulta rápida y no leer todo un capítulo, o si queremos acceder a los segmentos repartidos por el libro en el que se habla de algo en concreto. Por suerte aún queda por publicar el segundo volumen de la enciclopedia, que no dudamos verá la luz, con lo que este fallo podría subsanarse al final de ese segundo tomo, abarcando todo lo clasificable en un índice que puede ocupar varias páginas pero seguro será útil para encontrar cosas rápidamente. b) También es cierto que tomar la decisión de volcar TODA la información que se obtuviese tenía algunos peligros: a veces considero que se detalla en exceso algunos aspectos, rellenando algunas páginas de algo que catalogo como “información gas”, es decir, una bolsa de información sobre algo que no tiene tanta importancia como para dedicarle tantas páginas. Pero esto son opiniones muy subjetivas de momentos muy concretos de un total de 300 páginas leídas secuencialmente para la reseña, con lo que a veces podía darse el caso de saturación de información, cuando una lectura tomada con más tiempo o más relajado puede agradecer esos detalles. c) Esta saturación de información al leer el libro de cabo a rabo sin pausas también puede hacer que se tenga la sensación de leer aspectos repetidos dentro de la misma enciclopedia, cierta reiteración de algunos conceptos, destinados a introducir temas o capítulos enteros, que ya conocemos y que nos preguntamos qué hacen ahí. No es que se repita mucho, solo que ciertas veces recorre “sitios similares” para desembocar en un aspecto u otro de la serie. Realmente esto se soluciona tomando al libro como lo que es, una enciclopedia a ser consultada en pequeñas dosis. d) Noto a faltar una opinión personal del autor sobre la propia serie. Está claro que si se ha pasado cinco años de su vida recopilando información es que le gusta, pero no hubiese estado de más reflejar las sensaciones que se tienen al revisar (esta vez despojado de cualquier visión crítica o buscando aspectos técnicos), en pleno s. XXI, una serie que a veces baja bastante su nivel en combates que finalizan con pocos golpes o sin una complejidad de capítulo mayor. Constatar si ha aguantado el paso del tiempo o no.

El autor ha conseguido reunir todo tipo de información sobre una serie que de otra forma podía pasar como banal o superficial. Desde el respeto a la obra y al autor, el trabajo arduo y constante y la humildad desde la que se encara la realización del libro, su autor consigue llenar casi 300 páginas de información útil que de otra forma alguien alejado del mundo del manganime podría considerar imposible de llenar tal número de páginas sobre algo tan trivial como una serie infantil que se vio hace 30 años. Con la ayuda de muchísimos aficionados a la serie repartidos por todo el globo y por toda la Red, con menos o nula ayuda de algunas de las empresas que tuvieron parte en la creación o divulgación de la serie, y con un trabajo de edición cuidadoso, el libro luce fenomenal, con algunas páginas a color y una maquetación clara. Con un buen papel blanco y de gramaje suficiente, se convierte en el primer libro serio sobre la más famosa creación de Go Nagai, más allá de reportajes en fanzines o revistas de manganime, que pueden cumplir su cometido pero no pueden aspirar a transmitir con todo lujo de detalles la información recabada durante años que un libro de estas características puede plantearse. A la espera de que el segundo tomo salga para las próximas Navidades (según el propio autor en los foros de Mazinteam), la relación calidad/precio de este tomo es altísima, de hecho podría valer 20€ o más y aún sería una buena compra. Así pues desde aquí recomendamos todos los aficionados presentes o pasados del castillo de metal que popularizó todo un nuevo género que adquieran el presente y futuro volumen para saberlo todo sobre un personaje que ha sobrevivido a modas y años, que ha permanecido en la mente de los aficionados por muy adultos en que se hayan convertido, recuerdos de une época donde ver algo japonés era exótico (o incluso perjudicial) mucho antes del desembarco del manga en nuestro país como todos lo conocemos actualmente. El mejor homenaje que se le podría hacer a un mito de la televisión. Felicidades.

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Koji
Koji
23 marzo, 2011 12:11

MAZINGER Z  es uno de mis iconos, usando el nombre de Koji  ya me direis,Yo lo tengo y es una gozada, J.AURELIO SANZ-ARRANZ a hecho una labor increible de recopilacion de datos y curiosidades,de verdad que merece muy mucho la pena.

Raúl López
Admin
En respuesta a  Koji
23 marzo, 2011 12:21

Pregunta para veteranos que hayan leido el manga… yo por mi edad (casi 33 años) crecí con Mazinger Z sus puños Z y Afrodita A, a pesar de que no será por falta de ganas siempre me he resistido a volver a ver la serie porque estoy convencido de que el paso de los años no le habrá tratado muy bien, el tema es, ¿que tal está el manga? O más que como esta la pregunta sería… ¿como han pasado los años para el manga? ¿Se puede leer sin desilusionarme o mejor me quedo con el recuerdo de niño del anime? Por lo demás gran artículo Jordi, el libro caera aunque solo sea por recordar mi niñez.

Manhunter
Manhunter
23 marzo, 2011 12:22

Recomendación obligatoria:(anime) Shin Mazinger Z o, como aqui se llama: Mazinger Z Edición Impacto!   de las mejores series de mechas que hay con un guión redondo y muy muy entretenida.

Erik Lensherr
Erik Lensherr
23 marzo, 2011 12:59

El Mazinger Z…..la mejor serie de animación de mi infancia……un gran personaje ( aunque los episodios eran algo repetitivos, parecía que el Dr. Infierno y el Barón Ashura eran idiotas) unos grandes secundarios (Afrodita A, Boss, Shiro, Sayaka, Yumi, las máscaras de Hierro, el Conde Blocken) y un gran piloto ( Koji Kabuto)……
PUÑOS FUERA, PLANEADOR ABAJOOO….¡¡¡¡
Y el tema principal en español lo cantaba Raphael…..
Junto a la Guerra de las Galaxias, los cómics Marvel (principlalmente la Patrulla-X y los Vengadores) el Supermán de Christopher Reeves, Indiana Jones, el Equipo A, Battlestar Galáctica , y alguna otra cosita que ahora no me viene a la memoria….de lo mejor de mi infancia……

Erik Lensherr
Erik Lensherr
23 marzo, 2011 13:00

El Mazinger Z…..la mejor serie de animación de mi infancia……un gran personaje ( aunque los episodios eran algo repetitivos, parecía que el Dr. Infierno y el Barón Ashura eran idiotas) unos grandes secundarios (Afrodita A, Boss, Shiro, Sayaka, Yumi, las máscaras de Hierro, el Conde Blocken) y un gran piloto ( Koji Kabuto)…… PUÑOS FUERA, PLANEADOR ABAJOOO….¡¡¡¡ Y el tema principal en español lo cantaba Raphael….. Junto a la Guerra de las Galaxias, los cómics Marvel (principlalmente la Patrulla-X y los Vengadores) el Supermán de Christopher Reeves, Indiana Jones, el Equipo A, Battlestar Galáctica , y alguna otra cosita que ahora no me viene a la memoria….de lo mejor de mi infancia……

Koji
Koji
23 marzo, 2011 13:24

Erik Lensherr el tema de MAZINGER Z no lo cantaba RAPHAEL «yo tambien lo crei en su dia» si no un cantante llamado ALFREDO «joder parece el titulo de una mala peli».

jorgenexo
jorgenexo
23 marzo, 2011 14:46

Hombre, el tío entonaba a lo Raphael, pero no era Raphael ni de lejos.. Aunque por el estilo de la canción, la podía haber cantado perfectamente.
Yo revisité la serie hace ya varios años (décadas, quizás), cuando empezaron a ser accesibles episodios en VHS. Recuerdo que, como ´casi no podía ser de otra manera, lo que vi me decepcionó al principio, no estaba ni de lejos a la altura de mi infantil mitificación de la serie pero… Pese a lo repetitivo de los argumentos (Mazinger lucha contra un robot del Dr. Infierno que al pirncipio le da para el pelo pero luego descubre un punto débil del robot malo, un cuerno o algo así, y consigue ganar in extremis la batalla), la baja calidad de la animación, etc., tiene algo que engancha, un carisma especial, bizarro, más allá de lo nostálgico, no sé, quizás un componente épico, las apariciones de mazinger, la música ambiental, el estruendo de los pasos del coloso…
Recuerdo que cuando revisité la serie con mi colega Vik nos apercibimos de lo que consideramos un garrafal «error científico» en un episodio: un inidicador, un manómetro, un nivel de temperatura o algo así que marcaba menos trescientos y pico grados bajo cero, lo cual nos llamó la atención porque en escala Celsius es imposible. No sabíamos que en Japón utilizan la escala Fahrenheit, cuyo cero absoluto sobrepasa los menos cuatrocientos grados… Listillos de los cojones, ilusos ignorantes, ambos dos.

Konshu
Konshu
Lector
23 marzo, 2011 14:53

Raúl, suscribo la recomendación de Manhunter, el producto que buscas es la serie Mazinger Z edición impacto! Un impresionante remake con animación de primera que imita el estilo clásico y unos guiones que consiguen tenerte enganchado a una serie de luchas de robots. Imprescindibble y recien editada la primera temporada en español.
BURN IT UP!
http://www.youtube.com/watch?v=sW8DvHWCM60

Jordi T. Pardo
Autor
23 marzo, 2011 15:38

Im-presionante artículo, Jordi. Yo soy de los que prefieren no revisionar ciertos clásicos, mantenerlos con un envoltorio nostálgico del recuerdo de la infancia, así no me ocurre como, por ejemplo, con Los Caballeros del Zodiaco que al verla de nuevo en tiempos presentes me pareció que ya no era lo mismo. Aunque lo cierto es que yo más que de Mazinger Z era de Ironman 28, Tetsujin 28, la serie que emitían en los años ochenta. Era de lo más simple, en la línea de Astroboy, pero enganchaba… Prefiero no verla de nuevo tampoco xDD

http://www.youtube.com/watch?v=5Kj0tp_kYlc&feature=player_embedded

I love your hair
I love your hair
23 marzo, 2011 15:46

Solo una glosa pequeña: que en el 78 el gobierno franquista no estaba en decadencia sino totalmente decesado, el viejo de voz de castrati rancio y maneras nada viriles, y feo porque mira que era feo, y amargado de malo que era, la palmó en el 75, se habían celebrado las primeras elecciones en el 77 -las constituyentes- y se estaba discutiendo la Constitución en las Cortes. Ains, qué recuerdos el cromo de Glosamm X2… Perdonemos pero no olvidemos.

jorgenexo
jorgenexo
23 marzo, 2011 16:05

Glosamm X2, el anfibio de las tijeras en la cabeza, es verdad… Hice la cole de cromos, y el puto cromo más difícil de pillar era el del Dr. Infierno. Creo que no llegué a terminarla. Yo del que me acuerdo, sobre todo por le nombre, es de Baras k9… En letras sobreimpresas, cuando salía, se veía el galimatías nipón y detrás K9…

Koji
Koji
23 marzo, 2011 16:23

En este enlace fichas de LOS BRUTOS MECANICOS,
¡A RECORDAD SE A DICHO!
 
http://usuarios.iponet.es/wysit/galeria.htm

Erik Lensherr
Erik Lensherr
23 marzo, 2011 16:51

A mi el que más me costó fué el del Barón Ashler..bueno habían dos uno era el busto del personaje y otro de cuerpo entero..este último era el más dificil…..y los brutos mecánicos, claro que los recuerdo…
Garada K7, Doublas M2, Gelbros J3, Jinrai S1 (con este me pasó una cosa curiosa, me encariñé del robot supersónico, y fué un trauma ver como el Mazinger lo destruía), Debira X1 (otro de mis favoritos) Genocider F9, Brutus M3 (el de los diamantes gigantes),Velgas V5, Grengus C3, Balanger M2..etc…..como molaban…..

Koji
Koji
23 marzo, 2011 16:56

Mi preferido DEMOS F3,todo verde con alas en la cabeza.

Hachas
Hachas
Lector
23 marzo, 2011 17:43

Diox, yo me pasé el Treasure of Usas del MSX, ke viejo soy también xd

Lychantros
Lychantros
Lector
23 marzo, 2011 18:24

Ei Jordi, gran articulo, de nuevo, y si te pasaste por alguna de las webs que te comente el autor es usuario de ellas, y he tenido el gusto de tratar via chat con el y es un crack, ademas de una mejor persona…
para el resto de mazinfrikis que pululan por aqui, os invito a pasaros por lo que muchos llamamos el anillo mazinger, una serie de 3 paginas web de fans de mazinger z, de obligatoria visita.
Las paginas en cuestion son:
-Mazinteam
-Mundomazinger
-El rincon de Garada
En esas tres webs hermanadas por el fandom de go nagai, mazinger getter robot y de mas mechas clasicos y no tan clasicos, encontrareis una comunidad muy activa y encontrareis muchisimas mas sorpresas en muchos sentidos, os invito a todos a pasaros por ahi, y si lo haceis seguramente me vereis conectado por mi otro nick!!!
«whampiry»
 
ah una ultima cosilla, para el que lo ignore en tarragona, mas concretamente en la urbanizacion mas del plata, en el pueblo de santa maria del pla hay una estatua demazinger de unos 10m. de altura y de unos 30 años de antiguedad, punto obligatorio de peregrinaje para todo mazinfriki que se precie, y un ultimo punto humoristico, pasaos por el youtube y buscad el video:
 
«Mazinger contra los mascaras de hierro»
, es un minumetraje que hicimos hara 5 años este agosto miembros del mazinteam y servidor…
Jordi para cualquier duda mandame un mail al nick que tengo en el anillo mazinger (whampiry) y al servidor de correo de gmail!!! 😀

quitus
quitus
Lector
23 marzo, 2011 21:39

Yo es que era mucho mas de El Capità Harlock y de una serie sobre el rey arturo, cuyo título no recuerdo.
la verdad, Mazinger Z nunca llamó mi atención.
 

Luis Javier Capote Pérez
Autor
23 marzo, 2011 21:43

Como compañero de reseñas de don Jordi y fan de Mazinger Z, puedo prometer y prometo que me encanta el artículo.

Lychantros
Lychantros
Lector
23 marzo, 2011 23:08

como dice un dicho catalan:
«d’on no hi ha no en pot rajar» (de donde no hay no puede brotar)
 
y con eso he dicho todo y todos creo que sabeis a quien me puedo referir

nenoskoda
nenoskoda
Lector
24 marzo, 2011 8:43

Glosamm X2, el anfibio de las tijeras en la cabeza, es verdad… Hice la cole de cromos, y el puto cromo más difícil de pillar era el del Dr. Infierno. Creo que no llegué a terminarla. Yo del que me acuerdo, sobre todo por le nombre, es de Baras k9… En letras sobreimpresas, cuando salía, se veía el galimatías nipón y detrás K9…
 
Baras k9… siempre me acuerdo de ese nombre porque un vecino creó un superheróe al que llamó Baraska. Bueno, superhéroe lo que se dice superhéroe… era un geyperman en calzoncillos al que hizo una capa blanca con un trapo y le escribió BARASKA.
También me acuerdo de Grengus L3 (no recuerdo las letras y número del final). Yo era un loco de Mazinger Z. Recuerdo que mi hemano y yo hicimos la colección y llegamos a tener todos los cromos… pero sin el álbum porque no llegaba al quiosco del pueblo.
 
Uno de los peores momentos de mi infancia fue cuando el sábado por la tarde, cuando acabó el telediario y ya estaba esperando mi episodio de Mazinger,  salío un tío en calzoncillos por el selva mientras sonaba la canción  «corre, muchacho, ya, no te entretengas más…». Joder, qué berrinche me pillé. Puto Orzowei!!
Volví a ver los primeros episodios de Mazinger cuando salieron en VHS y… ufff… mejor conservar el recuerdo del niño de 10 años.

nenoskoda
nenoskoda
Lector
24 marzo, 2011 8:49

Velgas V5, Grengus C3, Balanger M2
Mucho tiempo después me enteré de que ese robot se llamaba así en honor a Jose María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.
 
No, qué va. Es broma:

Luis Javier Capote Pérez
Autor
24 marzo, 2011 16:35

Uf, «Orzowei», las aventuras de un niño y un palo en una selva de baratija (como decían en el fancine «Contracultura»). Qué tiempos aquellos en los que uno no era consciente de la censura y de las paridas mentales de algunos pregafapasta de la revista «Triunfo». Yo también me cabreé con el cambio, pero, cosas de la tele única, al final acababas pasando por el aro.
Grengus C3, el robot centurión, es uno de los combates épicos de Mazinger Z. Lucha sin armas contra un enemigo que te tiene a su merced. Y Baras K-9 y Genocider F-9, del díptico donde aparece en acción el Jet Scrander.
La gran virtud de esta obra es que te permite volver a ser un poco niño. La gran paradoja, que la obra original era oscura, siniestra, erótico-festiva…

Conan desatado
Conan desatado
Lector
27 marzo, 2011 1:17

Enorme articulo, a ver si esta semana me pillo la enciclopedia. Qué tiempos… yo también me hacía la colección de cromos y recuerdo que la completé, a saber donde estará ahora. Y si me quedo con algún recuerdo de Mazinger Z fué el episodio, o era ova ya no me acuerdo, habrán pasado más de 20 pico años, donde al mazinger le pegan una paliza de la ostia, lo dejan medio muerto y aparece otro mazinger más grande y con las antenas distintas y lo salva.
Es el recuerdo que más tengo grabado en la memoria, aparte del opening «rafaeliano». Por cierto, buenísima la versión que hicieron los Petersellers de mazinger.

Vicente
Vicente
30 marzo, 2011 10:57

Espectacular artículo, increíble. La verdad es que la realización del libro le costó años y años al autor, pero ha valido la pena

PRESI
PRESI
1 abril, 2011 14:49

Tengo 34 para 35 años y he crecido y vivido estos años con una única creencia. El único dios que existe es Mazinger Z, para mi es un icono. Por cierto tengo encargado para mi cumpleaños, que ya no queda lejos, Mazinger Z, la enciclopedia. Enhorabuena al autor por el trabajazo y este regalo que nos ha hecho a todos los fans del Z, que por cierto, no somos pocos. Espero con ansiedad que salga el volumen II para comprarmelo también.