La parte cósmica del Universo Marvel ha cambiado. No es necesario ser un gran conocedor del mismo, basta con saber de la existencia de sagas como Aniquilación o Aniquilación: Conquista para tener constancia de todo ello. Pero como ya hablamos de este tema en un post anterior y tampoco es lo que nos ocupa hoy, no me voy a extender al respecto.
Quizá fue el éxito de estas sagas cósmicas el que inspiró a los editores de la Casa de las Ideas cuando se plantearon revitalizar también la parte mística de su particular universo de ficción. Uno de los principales problemas era cómo enfocarlo. El otro quién se haría cargo de una misión de ese calibre. La respuesta, el escritor y columnista David Sexton. Él sería el elegido para coordinar los esfuerzos creativos de los diferentes guionistas que escribirían cada una de las cuatro historias que componen el cuerpo del arco argumental principal: Louise Simonson, Jeff Parker, Roy Thomas y C. B. Cebulski.
Cuatro ases. Cuatro objetos de gran poder. Cuatro elementos. Un ser cuasi-divino, Osthur, y un mago terrestre, de nombre Ian McNee. Ya tenemos los ingredientes necesarios para comenzar a elaborar la fórmula etérea que representará Mystic Arcana. Al menos, esto es lo que nos propone Sexton.
La razón por la que el escritor no ha tomado a Stephen Extraño como eje para acometer su obra se basa, quizá, en la excesiva utilización que del personaje han hecho otros guionistas a lo largo de los años, hasta el punto que misticismo en Marvel y Doctor Extraño están obligados a ir de la mano. Ian McNee, en cambio, tiene la frescura y le ofrece la libertad creativa suficiente como para poder emplearlo sin tener que pelear constantemente con la continuidad o con sus ligazones. Siendo un hacedor de encantamientos más que capaz, pero adoleciendo de las ataduras propias del Hechicero Supremo. ¿Qué es lo más reseñable de él? ¿Qué necesitamos saber? Sencillo, basta con decir que estuvo a punto de arrebatarle su título al Dr. Extraño, lo que se traduce en que estamos ante un místico de capacidades nada despreciables. Él será el nexo común que nos guíe a través de cuatro números con sendos protagonistas cuya única relación es el misticismo intrínseco de sus orígenes.
Mystic Arcana: Magik
Aviso de Spoiler
Comenzamos, como en cada número con Ian McNee. Echando un pequeño sueñecito en su tienda de artículos mágicos, se le aparece Osthur en persona encomendándole una misión, encontrar y reunir los cuatro ases, las piedras angulares de la creación para salvar el alma de un mago egipcio caído en desgracia llamado Heka-Nut.
Illyana Rasputin. Magik. La hermana menor del hombre-X conocido como Coloso, no ha tenido una infancia precisamente feliz. Illyana fue secuestrada por Belasco en el transcurso de una aventura de la Patrulla-X y llevada al Limbo, dimensión atemporal donde el demonio manco reinaba supremo. Allí, en lo que fueron unos pocos segundos para los hombres-X, la pequeña creció y se convirtió en aprendiz de Belasco, ganando conocimientos arcanos, cierto poder de hechizo, una armadura y una espada mágicas –el filo era conocido como la Espada Alma– y su poder mutante que, con los años ganados –había pasado de ser una infante a convertirse en adolescente–, se había desarrollado por completo, y que no era otro sino el de crear discos teleportadores que podían desplazarla a ella y a sus amigos en el espacio y en el tiempo.
Y es precisamente este poder, el responsable de mezclar a Illyana y su compañero de equipo en los Nuevos Mutantes, Danielle Moonstar, más conocida como Espejismo, con el devenir de Mystic Arcana.
Justo después de ponerse a salvo de algún peligro indeterminado con Espejismo gracias a uno de sus discos teleportadores que –todo hay que decirlo–, no terminaba de controlar por completo, Illyana llega al Egipto faraónico de hace miles de años, en el siglo once A. C. para ser exactos. Perseguidas por los guardias, encuentran refugio en casa de una hechicera llamada Ashake, que guarda un asombroso parecido con Ororo Munroe, más conocida como Tormenta, mujer-X y una de las líderes del equipo. Al parecer, Ashake es una antepasada de Tormenta –y una buena reinterpretación de personaje de haber seguido el sendero de la magia en lugar del de la ciencia, algo que ya se había insinuado en el pasado–. Tras poner a Dani a dormir mediante un hechizo de sueño, Ashake y Magik se concentran en descubrir la razón por las que las jóvenes han ido a parar al Egipto del pasado. En ese momento son atacadas por los esbirros zombificados de Heka-Nut, un poderoso mago que se ha vuelto irremediablemente malvado. Atrapando el alma de Ashake con su magia, Heka-Nut obliga a Illyana a buscar para él la Espada de Hueso, un poderoso artefacto que permanece oculto en una mastaba del Valle de los Reyes. Sin más remedio que afrontar el reto, las dos mujeres penetran en la antigua tumba para rescatar el arma. Tras pasar múltiples pruebas y peligros, logran recuperar la Espada de Hueso. Pero cuando la entregan a Heka-Nut, sólo hallan traición. Es en ese momento en el que Illyana invoca su propia espada, la Espada Alma, letal para todo aquello que contenga magia, y atraviesa con ella al hechicero. Así, Ashake recupera su alma, la Espada de Hueso queda a buen recaudo, regresando a lo más profundo de la mastaba junto a una urna que encierra toda la oscuridad desatada por Heka-Nut. Derrotado y con la mente destrozada por los siniestros poderes que ha intentado manejar, el mago comienza su peregrinaje por el desierto sin rumbo fijo. Ashake y Magik regresan a la casa de la bruja, donde se reunen con la durmiente Dani. Poco después, ambas jóvenes mutantes retornan al presente.
De regreso a nuestro propio tiempo, nos encontramos con Ian McNee viajando en el tren y ajeno al terrible encuentro que va a producirse. Ammut, la diosa guardiana de la Espada de Hueso va a retarle a un duelo de enigmas, muy popular entre las Esfinges. Si gana, obtendrá la espada. Si pierde, ella consumirá su mente. Por supuesto, Ian no estuvo apunto de convertirse en Hechicero Supremo porque sí, de modo que, finalmente, logra superar el reto de la Esfinge y consigue la Espada de Hueso. Cuando vuelve a la realidad del metro, un libro le indica su siguiente objetivo. Morgana Le Fay.
Los autores de este número son: Louise Simonson a cargo de los guiones y Steve Scott a los lápices para narrar las aventuras de Magik y Ashake y, por otro lado, el propio David Sexton como escritor y Eric Nguyen como dibujante de la historia protagonizada por Ian McNee.
Mystic Arcana: Caballero Negro
Aviso de Spoiler
Continuando con su misión, McNee se ha armado del valor suficiente como para visitar a Morgana Le Fay en su propio hogar.
Saltamos en el tiempo hasta el remoto siglo sexto D. C. para reunirnos, en la mítica Avalon, con el primer Caballero Negro, Sir Percy de Scandia. Conoceremos su cercanía al mago Merlín y contemplaremos su origen de manera íntegra. Hijo de una sacerdotisa de la antigua sabiduría animista y de un noble cristiano, Percy estaba destinado a realizar prodigiosas tareas desde su mismo nacimiento. Quedando huérfano muy joven, se convirtió en señor de Scandia. Poco después, Merlín se pondría en contacto con él. Algo sucedía en Camelot que requería de los servicios de un caballero singular. Un hombre que luchara valientemente junto al rey Arturo, preservándole de los enemigos que le acechaban desde el interior de su propio hogar, y que ocultara su identidad el resto del tiempo haciéndose pasar por un amilanado noble débil y cobarde. Así nació la leyenda del Caballero Negro. Sabiendo que necesitaría un arma prodigiosa en el futuro cercano, Merlín llevó a Percy a una caverna en la que guardaba en secreto un fragmento de metal caído de las estrellas. En el Pozo de Sangre, Merlín obligó a Percy a forjar cuatro objetos con el asombroso metal estelar: una espada de ébano, un escudo negro como el azabache, un cayado oscuro como la noche y un cáliz de sombras impenetrables. Le obligó a escoger sólo uno de ellos. Siendo Percy un caballero, la elección resultaba más que obvia: la espada negra como el ébano. La magia de Merlín hizo desaparecer el resto de objetos, a excepción de la vara, que en el último instante sería recuperada por una misteriosa mano sin rostro. A partir de ese día, Percy viviría muchas aventuras. Salvaría la vida de Arturo y sus caballeros en no pocas ocasiones y afrontaría incluso la ira de alguna deidad que caminaba oculta entre mortales. Hasta que llegó el momento de enfrentar su destino. Mordred, su propio primo, poseía una daga forjada con el metal de la vara secuestrada años atrás en la caverna de Merlín y ahora la iba a utilizar contra Percy. Merlín, compadeciéndose del valiente guerrero, pero sabiendo que debía someterle a una última prueba terrible, le muestra a Percy lo que ocurrirá si muere o el futuro que le aguarda si escapa con vida del altercado con Mordred. Viendo que su muerte ayudará a forjar un futuro mejor y que un descendiente empuñará la espada de ébano y defenderá el legado del Caballero Negro con orgullo, Percy, en un acto de nobleza suprema, se deja matar. Sabemos al final, que una parte de Percy está ahora unido irrevocablemente a Gaea, gracias a su nobleza y desinteresado sacrificio.
Y regresamos al presente, en la explanada de lo que una vez fue Avalon. Los recuerdos de Morgana nos narran la batalla que se produjo entre ella y Merlín en el pasado. Un combate que arrasó el bosque de Avalon. Entristecida, Morgana falla en su tarea de detener a McNee y termina por permitirle hacerse con la Rosa de Ébano, forjada también en el mismo material que la espada del Caballero Negro. Una vez en su poder, MacNee tendrá que sumergirse ahora en las profundidades abismales para localizar el siguiente Pilar de la Creación: La Corona Serpiente.
La autoría de este número corre a cargo de Roy Thomas, que presta sus palabras al relato de caballería protagonizado por Sir Percy de Scandia y Tom Grummett, que se encarga de plasmar la narración con sus dibujos. Mientras que David Sexton sigue controlando las aventuras de Ian McNee acompañado por el arte de Eric Nguyen.
Mystic Arcana: Bruja Escarlata
Aviso de Spoiler
Ian McNee posee ya dos de los artefactos de poder destinados a devolver la gloria a Heka-Nut, pero aún le restan dos más por conseguir. Su siguiente objetivo, La Corona Serpiente. Para hacerse con ellos ha de enfrentarse a dos hermanos de Gaea, la Serpiente y el Lobo.
Y regresamos nuevamente al pasado, en esta ocasión hasta un pequeño país de Europa del Este. Allí, vemos a dos hermanos gitanos huyendo despavoridos de un bosque cercano. Sus nombres, Pietro y Wanda Maximoff. Los niños huyen de un lobo que es en realidad un hombre maldito, Gregor Russoff. Él se reúne con su hermana, María, baronesa del castillo de Wundagore y una poderosa bruja. Al poco, se les une Margalí Szardos, otra hechicera de gran poder –y futura madre adoptiva de Kurt Wagner, más conocido como Rondador Nocturno–. Los tres observan a la joven Wanda. Al parecer, la niña tiene un destino en el que están involucrados de alguna manera. Cuando los chiquillos llegan a casa, la madre adoptiva de Wanda la lleva a visitar a la Reina Gitana, una mujer llamada Lilia Calderu que era custodia en aquellos momentos de la Corona Serpiente y que desea reunirse con la joven por alguna razón. Pero, para desgracia de las brujas, Taboo, tío de Lilia, ha forjado una alianza con Damballah, discípulo de Set, el dios serpiente. Ambos desean apoderarse de la Corona. De tal modo, comienzan a acechar a las brujas, Margalí, María y la propia Lilia que están reunidas en cónclave para iniciar a la joven Wanda en los senderos del misticismo y la magia, siendo conocedoras de que la chiquilla algún día será una mujer de gran poder, capaz de cambiar el mundo con una simple palabra –no lo sabían ellas bien. Que se lo digan a los mutantes del día M- y que esa misma noche, realizará su primer encantamiento. Por ello, desean que se una a su particular agrupación. Cuando están comenzando los preparativos para la iniciación de Wanda y le confiesan a la niña sus intenciones, es cuando irrumpen Damballah y Taboo buscando la Corona. Las brujas plantan cara a los hechiceros ayudadas por Gregor Russoff, el Hombre-Lobo. Y es cuando el combate se descontrola, precisamente, cuando la joven Wanda realiza su primer hechizo. Un sortilegio tremendamente potente que atrae hasta allí la presencia de uno de los grandes poderes de la antigüedad marvelita: Chthon. Proclama que la niña es especial para él y que no pertenecerá a agrupación alguna. Tal es su voluntad. Ninguna de las brujas se atreve a oponerse al dios primigenio, por lo que renuncian a tomar a Wanda como aprendiz. Pero sí sellan el destino de la niña al encomendarla en un futuro no muy lejano a Agatha Harkness. Devuelven a Wanda a su casa sabiendo que algún día crecerá para convertirse un ser único que fusionará la Ciencia y la magia de una manera nunca antes vista.
En alguna parte del Océano Atlántico, Ian McNee usa su magia para sumergirse en las profundidades y encontrarse con la reina-bruja atlante Llyra, antigua portadora de la Corona Serpiente, condenada y maldita por sus fracasos a ser su guardiana eterna. Pero el destino quiere que McNee llegue precisamente cuando Nagala, discípula también de Set visite las ruinas en busca del objeto de poder supremo creado por su maestro. Y es que los hados no dejan nada al azar. Gracias al enfrentamiento entre la antigua y la nueva servidora del dios serpiente, Ian puede hacerse con la Corona y poner pies en polvorosa –o en burbujitas, que para el caso es lo mismo–. Pero aún le quedaba una misión que cumplir. La más terrible de todas.
Los autores de este número son de nuevo Sexton y Nguyen para la parte que protagoniza Ian McNee y Jeff Parker a los guiones y Juan Santacruz a los lápices del relato de la infancia de Wanda .
Mystic Arcana: Hermana Grimm
Aviso de Spoiler
El tarot desvela a Ian McNee enigmas sobre su misión, pues las cartas rara vez responden a las preguntas si no es con otras preguntas. La incertidumbre sobre su cometido comienza a sobrevolar la mente del mago.
Saltamos a algún momento del pasado reciente para reunirnos con Nico Minoru, más conocida como la Hermana Grimm. Miembro, para más señas, del grupo de jóvenes rebeldes llamado los Runaways. En algún lugar de Los Ángeles, Nico ha quedado en una cafetería con unas amigas para pasar el rato. Pero en secreto, son observadas por una mujer de aspecto siniestro. Una bruja bastante hábil llamada Marie Laveau. Persigue la sangre de Nico con alguna funesta finalidad. Así, la sigue hasta el anochecer y, cuando Nico está con sus amigos en una discoteca de moda de la ciudad, se revela ante ella. Conocía a los padres de la muchacha, dos poderosos hechiceros que formaron parte de un grupo criminal conocido como el Orgullo. Ellos se ganaron la confianza de Marie y le robaron un objeto de gran poder, el Espejo Oscuro, utilizándolo para indagar acerca del pasado del linaje Minoru. Marie ha recuperado el artefacto, pero los Minoru se aseguraron de que no pudiera utilizarlo. Sólo la sangre de Nico permitirá romper el encantamiento que pesa sobre él. Al saber esto, la adolescente no puede evitar reír. Sus padres no eran precisamente originales, porque es su sangre derramada lo que le permite acceder a la fuente de su poder, la Vara de Uno. De tal modo, Nico se hiere a sí misma y convoca el báculo. Ambas comienzan a luchar, hasta que la joven parece derrotar a Marie. Aún con el recuerdo de lo que ésta le ha contado acerca de sus padres y del espejo, se inclina sobre él y derrama su sangre en la superficie bruñida. Asustada al ver la imagen de su madre diciéndole que siempre será una de ellos, la joven deja caer el espejo que se rompe al instante libreando su auténtico contenido, la última página del Darkhold, el volumen arcano escrito por el mismísimo Chthon. Marie golpea a Nico a traición y se alza victoriosa con la página. Desaparece previniendo a la joven runaway que volverán a encontrarse. Nico deja atrás el escenario del altercado dispuesta a demostrar que todos se equivocan. Que ella es diferente.
Regresamos al lado de Ian McNee para ver cómo Marie Laveau entrega la página del Darkhold al hechicero sin tan siquiera oponer resistencia o entablar combate alguno. Por una vez, la bruja quiere ayudar. Cuando presiente que algo se acerca, Marie desaparece. Y en ese instante, hace su espectacular llegada Osthur, el ser místico que inició a McNee en la búsqueda de los Pilares. Ahora le conmina a que lance el hechizo final. Ayudado por Morgana Le Fay, Ashake y Llyra, la magia surca el espacio y el tiempo, atraviesa los cuatro objetos de poder y, finalmente, fluye hasta la urna que encierra las energías oscuras y el alma torturada de Heka-Nut, aquél que debe ser restaurado. El alma del antiguo mago va a poseer el cuerpo de Ian mientra el velo de la apariencia de Osthur se rasga para mostrar en realidad al mismísimo Chthon. Pero Ian McNee no es ningún idiota, y lleva tiempo sospechando que algo olía a podrido en todo aquello, así que no ha terminado de alinear los objetos como debía, lo que permite que Ashake cruce las barreras del tiempo y pueda acudir en su ayuda, mientras Llyra y Morgana atacan al primigenio. La hechicera egipcia esgrime la Espada de Hueso y la emplea para liberar definitivamente el alma de Heka-Nut, que ha recobrado la razón. A su vez, el mago envía sus restantes energía a McNee para que éste lance el hechizo que destierre de nuevo a Chthon. Ian lo logra, pero paga un alto precio. En el proceso, puede haber perdido su propia alma. Y Ashake ha quedado irremediablemente atrapada en el presente. Ante ellos se aparece ahora la verdadera Osthur. Les confiesa que la misión de reunir los Pilares no ha sido en vano, pues la estructura de la magia necesitaba ser reparada y, finalmente, lo ha sido. También les advierte que su trabajo no ha hecho más que empezar. Y ahí se quedan Ashake y McNee con cara de póker.
FIN.
Los autores de este número en el que gana mayor protagonismo la parte de la historia de Ian McNee narrada por David Sexton e ilustrada por Eric Nguyen, son C. B. Cebulski en los guiones, y Phil Noto a cargo de los lápices.
Ian MCNee con la Rosa de Ébano
Mi Opinión
Sin querer hacer una crítica descarnada, lo cierto es que no puedo dar una opinión excesivamente positiva de esta saga. Se suponía que estaba pensada para marcar un antes y un después en la magia del Universo Marvel, y cuando uno termina de leerla, se da cuenta de que absolutamente nada ha cambiado. Quizá se deba a la alienación extraña de artistas, que poco o nada tienen en común, y que nos ofrecen número a número unas historias mayoritariamente insulsas que no aportan absolutamente nada al hilo del argumento principal. Quizá sea porque los personajes seleccionados parecen adornar más las portadas que ofrecer en sí algo útil de sí mismos. El estilo de los dibujantes de cada una de las historias choca frontalmente con las pinturas de Eric Nguyen, lo que no tendría por qué ser necesariamente negativo, pero deja una sensación de producto enrarecido y artificial. Los guiones carecen de interés, no tienen ningún momento brillante y parecen hasta forzados en la mayor parte de las ocasiones.
En resumidas cuentas, podrían haber hecho un especial con la historia principal y tirar el resto a la papelera. David Sexton será un gran columnista y un excelente escritor, no lo pongo en duda, pero aquí una de dos, o le han pillado en un mal día, o el tipo no le tiene cogido el truco a esto de escribir cómics. Perogrullada tras perogrullada, engorda una historia predecible y bastante plana que parece querer emular lo hecho por Gaiman en los Libros de la Magia de la Distinguida Competencia, sin llegar a cuajar.
El resto de guionistas parecen meter a presión unas narraciones que no terminan de convencerles ni a ellos mismos, llenando huecos intrascendentes con más intrascendencias que poco o nada aportan a la historia principal. Grandes personajes terriblemente mal aprovechados que se utilizan como excusa para que el recién llegado se pueda lucir. Y os puedo asegurar que, desde mi punto de vista, no lo consigue.
Si queréis echarle un vistazo, estoy seguro de que sabréis encontrar los números pero, de verdad, gastad vuestro tiempo y vuestro dinero en algo mejor, que no será muy difícil de encontrar.
Comprendo que Panini no dedique tiempo y esfuerzo a editar semejante despropósito, teniendo obras mucho más interesantes esperando a ver la luz en nuestro país.
Como aficionado a Marvel y a su parte mágica también, no puedo sino lamentarme de esta Mystic Arcana que, de encontrar hueco en mi estantería, sería probablemente debido más a un afán completista que a la calida de la obra en sí.
Desde algún punto en el nexo de realidades informó Iván para Zona Negativa.
Pues vaya, yo sólo lei en su día el de Magik y a mi me encantó. Que quieres que te diga, todo lo planteado me pareció grandioso.
Dr. M
31 marzo, 2009 13:41
A mi parecer resulta un acertado prologo de una historia que todavia estar por contar. Estos episodios sirven como introduccion al universo magico de Marvel, presentandonos partes importantes del mismo y la base mitologica en la que se sustenta, con Gaea y Chthon de fondo. Tengo la sensacion que deberia haber continuado en una historia mucho mas grande, donde hubieramos descubierto la historia correspondiente a dr. Extraño (a pesar de Ian McNee, no se explora en estos capitulos la historia del Anciano, Extraño y los hechiceros supremos, por algo sera) y, probablemente, otros heroes relacionados con la magia como los Hijos de la Medianoche (ahi tenemos a Russoff, de quien desciende Jack Russell), o el Caballero Negro (que nos digan que sir Percy se ha unido a Gaea debe ser porque tenian algo en mente) y la Bruja Escarlata. Creo que esta historia se ha quedado coja, y por eso, al final, contemplado un prologo sin continuidad, queda vacio, incompleto, casi desprovisto de sentido, porque no nos ha conducido realmente a ningun sitio, y aunque todavia nos queda por saber la mision de Ian y su compañera, temo que a estas alturas quedara en el olvido
Pues vaya, yo sólo lei en su día el de Magik y a mi me encantó. Que quieres que te diga, todo lo planteado me pareció grandioso.
A mi parecer resulta un acertado prologo de una historia que todavia estar por contar. Estos episodios sirven como introduccion al universo magico de Marvel, presentandonos partes importantes del mismo y la base mitologica en la que se sustenta, con Gaea y Chthon de fondo. Tengo la sensacion que deberia haber continuado en una historia mucho mas grande, donde hubieramos descubierto la historia correspondiente a dr. Extraño (a pesar de Ian McNee, no se explora en estos capitulos la historia del Anciano, Extraño y los hechiceros supremos, por algo sera) y, probablemente, otros heroes relacionados con la magia como los Hijos de la Medianoche (ahi tenemos a Russoff, de quien desciende Jack Russell), o el Caballero Negro (que nos digan que sir Percy se ha unido a Gaea debe ser porque tenian algo en mente) y la Bruja Escarlata. Creo que esta historia se ha quedado coja, y por eso, al final, contemplado un prologo sin continuidad, queda vacio, incompleto, casi desprovisto de sentido, porque no nos ha conducido realmente a ningun sitio, y aunque todavia nos queda por saber la mision de Ian y su compañera, temo que a estas alturas quedara en el olvido
¿Que no esa Scarlet Witch es
Loki?¿¿¿¿¿¿¿ =/??????