De carreras y ladrones de coches
Pocas sagas de coches se han asentado tanto en el imaginario colectivo como Need for Speed, que lleva desde 1994 deparando alegrías y disgustos a sus seguidores en diferentes medios de entretenimiento digital. Ahora la responsabilidad de renovar esta saga (demasiadas sagas que tratan de renovarse para este 2015, ¿no os parece?) recae sobre Ghost Games, encargados ya de Need for Speed Rivals, un título que dejó fríos a muchos jugadores. ¿Qué nos aporta el enésimo capítulo de la saga?
Lo primero es el intento de introducir la narrativa trabajada: una serie de videos rodados con actores nos narrarán nuestra historia, la historia de nuestro conductor; una historia que bien podría ser un plagio de Fast and Furious y que cae en todos los clichés habidos y por haber en lo que coches de alta gama y carreras ilegales se refiere. Así pues, abundarán los chistes fáciles, las carreras sin ninguna base narrativa, las persecuciones policiales y las chicas guapas con poca ropa. En este sentido decepcionante el intento de aprovechar la narrativa; a estas alturas y en esta generación de consolas uno necesita casi de forma imperativa que algún juego de coches se aproveche realmente de la narrativa. Aunque, por otra parte, los jugadores de este estilo de juego no parecen querer la narrativa ni en pintura, entonces ¿por qué se esfuerzan las compañías? Que nos den un juego de coches que luzca bien y entretenga y ya está.
Y ese es el otro gran problema de Need for Speed, que entretiene lo justo. Los primeros minutos de juego, plagados de tutoriales y de sencillas misiones de ir del punto A al B convertirán la experiencia de juego en un tanto tediosa. Pasadas las primeras horas, la cosa no es que mejores demasiado, pero al menos tenemos un buen sistema de garaje para tunear la colección de coches y una sensación de mundo abierto dentro de las limitaciones que recuerda un poco a lo visto en el fantástico The Crew y al que definitivamente este Need for Speed le debe mucho.
A falta de pan
Si no tenemos una buena inmersión ni una narrativa a la altura, ¿qué nos queda? Pues sacar pecho con el poderío técnico. Need for Speed luce realmente espectacular en consolas; con un apartado gráfico y de sonido que ya quisieran muchos grandes lanzamientos. Los efectos climáticos dejan a cuadros y la variedad entre una cámara y otra a la hora de controlar el coche ayudan a que las carreras y huidas sean realmente fluidas y espectaculares. El multijugador online también aprueba con nota, salvando un gran obstáculo: la conexión permanente. Que sí, que es algo que se puede entender dadas las virtudes que ofrece el modo online y que definitivamente este se trata de un juego que hay que disfrutar online, pero es algo exagerado que no puedas jugarlo si no estás conectado. Que no se os caiga la conexión si queréis disfrutar de un poco de velocidad.
En definitiva, Need for Speed prometía mucho pero se queda a medio camino; hoy día hay muchas opciones de juegos de coches como para quedarse en lo básico, pero creemos que con un poco más de trabajo el próximo capítulo de la saga podría llegar a sorprender.
Valoración
Gráficos - 8.5
Jugabilidad - 6
Historia - 5
Sonido - 8.5
7
Valoración
Need for Speed lleva tiempo tratando de reinventarse, y en este capítulo se queda cerca de su meta pero presenta demasiadas cosas que no funcionan bien. Un título escueto que no hace mucho ruido.
