Nick Furia vs. SHIELD

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Edición original: Marvel Comics – junio-noviembre 1988
Edición España: Panini Comics – diciembre 2012
Guión: Bob Harras
Dibujo: Paul Neary
Entintado: Kim DeMulder
Color: Bernie Jaye
Portada: Jim Steranko
Precio: 30 euros (tomo de la línea Marvel Gold de 304 páginas)

 

Nick Furia ha sido una presencia constante en el universo marveliano. Desde que Stan Lee y Jack Kirby recuperaran en Los Cuatro Fantásticos a este veterano de la II Guerra Mundial, el antiguo sargento chusquero de los comandos aulladores ha sido la personificación (a lo garrulo) de las historias de espionaje modelo “James Bond” en la casa de las ideas. Dirigir la principal agencia de información del corral ha permitido al coronel ser un secundario imprescindible que podía pasearse por exigencias del guión por cualquier rincón y por cualquier colección. Sin embargo, su indudable carisma no le ha permitido tener una presencia constante en la forma de cabecera propia, aunque para la historia del cómic quede una etapa legendaria en la que el gran Jim Steranko hizo maravillas experimentando y contando unas historias que nada tenían que envidiar a las del 007 cinematográfico. Quizá la existencia de esos tebeos, sumada al potencial del género de espías y al carácter icónico de Furia haya permitido que cada cierto tiempo haya existido una cabecera dedicada a él y a sus aventuras al frente de SHIELD.

Portada del primer número de la edición española de 1989 (Comics Forum)
Portada del primer número de la edición española de 1989 (Comics Forum)

Una de las intentonas que más prosperó tiene en Nick Furia vs. SHIELD (o Nick Furia contra SHIELD, como la conocimos los que la leímos por obra y gracia de Comics Forum) su prólogo. La historia que Panini recopila en un pesado –y un tanto caro- tomo de su línea Marvel Gold fue publicada por primera vez hace ya veinticinco años en el por entonces novedoso y hoy desaparecido formato prestigio. Bajo esa forma de edición verían la luz obras en las que se buscaba una mayor calidad y donde se reunían autores de nivel. Una miniserie de seis tomos ya eran palabras mayores y durante esos años podríamos encontrar ejemplos de cómo el honor de contar con más de una entrega en un formato que, recordemos, era sensiblemente más oneroso, se reservaba a proyectos muy especiales como Meltdown o Centinela de la Libertad. En el caso de Nick Furia contra SHIELD la idea a contar se centraba en el descubrimiento por parte de Furia de la corrupción existente en SHIELD y en el posterior enfrentamiento entre el antiguo director y su organización. El guionista –comenta Peter García Sánchez en una reciente entrega de Una voz en el desierto- iba a ser Tom DeFalco, a la sazón jefazo marveliano de aquellos tiempos que siguieron a la partida de Jim Shooter, pero el encargo acabó en manos de un caballero que había empezado como editor asistente, que había hecho sus pinitos previamente como guionista de números de relleno y que no mucho tiempo después daría que hablar en ambos campos de la profesión al ser el tipo que puso fin a la presencia de Claremont en la Patrulla-X y al ser el escritor de una etapa de los Vengadores que –siguiendo paradójicamente las pautas del viejo Chris- conseguiría recuperar a la colección de la deriva en la que estaba sumida desde la marcha de Roger Stern y sería tan polémica como hoy es la de Brian Bendis: Bob Harras. Con su inclusión en el proyecto que había de enfrentar a Furia con SHIELD obtenía su primer encargo de importancia real.

Paul Neary en acción
Paul Neary en acción

La historia comienza presentado a la agencia de espionaje que todos conocemos e incluye en ella todos los elementos con los que había funcionado durante las dos décadas precedentes. Su parafernalia tecnológica modelo “Q”, su elenco de agentes seleccionados para la gloria (que en no pocos casos había supuesto la recuperación de una parte de los Comandos Aulladores) y su eterna batalla contra las organizaciones rivales modelo HIDRA (esa forma de tener nazis sin llamarlos nazis de los estadounidenses) pero rápidamente nos metemos en harina porque Furia descubre que algo no solamente no va nada bien sino que va muy pero que muy mal. No era la primera vez que se jugaba con la idea de que había topos en la agencia, pero aquí estaban dispuestos a presentar algo más gordo: que toda la organización estaba podrida hasta las trancas. El grado de degradación existente será descubierto por Nick al tener que convertirse en un fugitivo al que sus antiguos camaradas desea quitar de en medio a como dé lugar. Traicionado, se verá obligado a hacer reluctantes alianzas con antiguos amigos y enemigos que parecían irreconciliables pero que se encuentran en una situación muy similar a la del tuerto. La situación de la vieja agencia enemiga fundada por el Barón Von Strucker es idéntica a la de SHIELD, por lo que los parias de ambos lados tendrán que hacer piña. Fiel a su política de tener siempre más de una salida Furia configura además un improvisado equipo compuesto por agentes de bajísimo rango y oficinistas. Su objetivo será alzar el velo y descubrir quién o qué se oculta tras él, manejando el teatrillo de títeres.

Portada de la miniserie original, por Bill Sienkiewicz
Portada de la miniserie original, por Bill Sienkiewicz

Releyéndola con perspectiva se puede comprobar que la miniserie es hija de su tiempo y de unos días en lo que, en lo que a ficción se refería, las historias de espías según los estándares “jamesbondianos” clásicos estaban de capa caída. Los héroes musculosos que repartían justicia y estopa a partes desiguales estaban de moda. Los caballeros sofisticados dejan paso a musculosos ceporros cuya labor empieza donde termina la de la ley. No es extraño entonces que durante la segunda mitad de los ochenta vieran la luz dos películas de 007 protagonizadas por Timothy Dalton donde se presentaba a un Bond más frío y violento, enfrentado a amenazas que poco tenían que ver con los singulares villanos de antaño como el tráfico de armas o el de drogas. También eran los tiempos en los que la televisión acogía un mayor realismo en las historias “de policías y de ladrones” por obra y gracia de la exitosa Canción triste de Hill Street o la “videoclipera” Corrupción en Miami. Los buenos han dejado de ser tan buenos y parecen librar una batalla perdida. En el campo de los comics se experimenta una evolución parecida gracias a los trabajos de Frank Miller y Alan Moore, que configurarán una “zona gris” de moralidad en la que se moverán como peces en el agua personajes anti-heroicos como Lobezno o un Castigador cuya popularidad ya estaba en franco ascenso. La miniserie, hay que repetirlo, era la forma que Marvel tenía de hacer limpieza y presentar una nueva SHIELD con agentes más acordes con aquellos tiempos. Por ello no es extraño que una inmensa mayoría de los agentes clásicos fuera eliminada por las duras sin tener en cuenta su antigüedad en el medio. Una nueva organización adaptada a las nuevas exigencias de un mundo que veía esperanzado que la guerra fría terminaba (eran también los días de la perestroika de Mikhail Gorbachov) y se abría una nueva etapa en la Historia. Estas necesidades de modernización dieron para unos cuantos chistes en What the?! Pero, cosas que pasan, el desarrollo de la miniserie fue alejándose progresivamente de esas premisas realistas para meternos en una trama que recoge algunos de los tópicos más habituales de la ciencia-ficción en lo que a cibernética se refiere, sumiéndonos en una confusión derivada del hecho de que no terminen de quedar claras las motivaciones de los verdaderos enemigos del protagonista. Cierto es que todas las historias de espías tienen que tener algo de suspense, pero no hasta el punto de que el hilo argumental acabe hecho un ovillo. Pese a ello el trabajo realizado permitió a Harras avanzar en su carrera y llegar a destinos más importantes. Sus ideas en esta miniserie –especialmente la idea de Furia como agente fuera del sistema o las motivaciones de su auténtico enemigo en la misma- se recuperarán en fechas más recientes por parte de guionistas como Jonathan Hickman o Rick Remender en Guerreros Secretos o Vengadores Secretos.

Lo siento. No he podido resistirme.
Lo siento. No he podido resistirme.
Pasando a la parte gráfica resulta muy sorprendente que el encargo de pechar con seis tomos recayera en manos del británico Paul Neary. Neary es un seguidor inconsciente de la filosofía Milgrom de ser un gran entintador, un editor competente y un peligro a los lápices. Prueba de ello es su larga etapa como dibujante del Capitán América escrito por Mark Gruenwald, donde la presencia de entintadores decentes como Dennis Janke lograba cubrir parcialmente sus múltiples carencias y la adición de otros menos hábiles como Vince Colletta las mostraban en todo su esplendor. Aquí cuenta con profesionales de nivel que permiten convertir esta miniserie en el mejor trabajo de Neary como artista principal. Con todo resulta brutal comparar los interiores de cada tomo con las portadas e ilustraciones realizadas por Jim Steranko, Bill Sienkiewicz, Kevin Nowlan, Tom Palmer o Joe Jusko.

Como curiosidad final hay que indicar que en España se editó la miniserie en formato grapa (ah, Forum y sus experimentos) con portadas de Carlos Pacheco y alguna ilustración interior de Pasqual Ferry que Panini recupera para la ocasión, para gozo y deleite de nostálgicos. La edición de 2012 está más acorde con el material original que la de 1989, pero su extensión y el número de páginas incluido en el tomo (más de trescientas) hace que tenga un precio excesivamente alto para la calidad intrínseca que el tebeo que alberga.

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anderson
anderson
Lector
29 enero, 2013 8:30

 Muy buena reseña, aunque me temo que es un tebeo que ha envejecido bastante mal…por cierto, no tiene precio ver a Furia en triquini.

Mr. X
Mr. X
Lector
29 enero, 2013 8:35

 «La edición de 2012 está más acorde con el material original que la de
1989, pero su extensión y el número de páginas incluido en el tomo (más
de trescientas) hace que tenga un precio excesivamente alto para la
calidad intrínseca que el tebeo que alberga.»

Y más cuando…

Aviso de Spoiler

Cuando es fácile encotnrar, rebajado, una obra maestra absoluta como es el Nick Furia de Steranko. 

Alejandro Ugartondo
Autor
29 enero, 2013 10:12

Esta serie fué mi primera aproximación al personaje y desde entonces Nick Furia es uno de mis personajes favoritos. Puede que la serie haya envejecido un poco pero  me parece mucho más entretenida que ese experimento que perpetró Hickman en sus Guerreros Secretos. Además algunas de las ideas que expuso Harras en esta serie (Furia un renegado de su propia organización, SHIELD y HIDRA relacionadas a espaldas de Furia) las reutilizó de forma descarada Hickman y de forma aun más confusa.

Además esta serie tiene un toque retro (esos diseños, las femmes fatales, las bases secretas, …) que le da cierto encanto.

NobTetsujin
NobTetsujin
Lector
29 enero, 2013 11:11

 Pues a mi me gustó, y eso que las historias de espionaje no me suelen molar.

Alejandro Ugartondo
Autor
29 enero, 2013 13:05

Una cosa que me sorprendió de la edición en formato Marvel Gold es que el color luce bastante bien, mucho mejor que en la colección de los Poderosos Vengadores. Se nota que el formato original estaba pensado para un papel de mayor calidad que el estándar de la grapa delos 80.

nascitturuss
nascitturuss
Lector
29 enero, 2013 13:36

Todo un clasico que despues de varias relectutas sigue funcionando. Al recuperar, especialmente las aventuras de corte espionaje épico con bases secretas y viajes al espacio.

Buen guion y sorpendente evolucion grafica de Paul Neary, especialmente en el desarrollo de los rostros. En mi opinion debido a la labor de entintado ya que los rostros en los ultimos numeros acaban siendo mas cuadrados y menos estilizados de los dibujados al principio.

Muy recomendable. Supuso una gran influencia en autores posteriores como Hickmann.

Daniel Gavilán
29 enero, 2013 14:04

 Hombre, más que descarada diría deliberada. De hecho, la etapa Hickman está repleta de infinidad de guiños a anteriores etapas del personaje. Incluso creaciones nuevas como Leviathan, beben directamente de la Chichester. No hablemos ya de la Colmena (Tierra X), los psíquicos (Marvel Boy), Kraken (la hostia de lejos), Escorpio y el Zodíaco, personajes como Mikel Fury o Alexander Pierce, etc, etc…

Alejandro Ugartondo
Autor
29 enero, 2013 15:27

Lo siento pero a Hickman le tengo cierta manía por lo que hizo con la series Guerreros Secretos (este no es mi Nick Furia) y SHIELD (¿pero esto que es?). Como ya he dicho Nick Furia es uno de mis personajes favoritos y adoro la etapa de Steranko, y me gustan mucho las etapas de Stan Lee y de Harras y creo que lo que hizo Hickman se alejó mucho de la imagen clásica del personaje. Pero no es sólo culpa suya, ya que esto lo empezó Bendis con su Guerra Secreta. Espero con ganas el Furia MAX de Ennis para ver si él ha sabido tratar bien al personaje.

Spirit
Spirit
Lector
29 enero, 2013 19:53

Tengo un gran recuerdo de esa historia y sin duda me hubiera pillado el tomo de no valer 30 euros.

Hickman? Es el mismo tipo que se ha ocupado de los vengadores ULTIMATES haciendo una cosa horrorosa? Pues no me acerco ni con un palo a su SHIELD.

Y bueno, un respeto a PAUL NEARY. Vale que quizás como dibujante no es nada de otro mundo, pero a mí siempre me ha parecido solvente y clásico. Ni comparación con los garabatos de Milgron. Y fue uno de los primeros dibujantes británicos en cruzar el charco…En esta serie, si no recuerdo mal, hace un gran trabajo, ayudado por el color de cuando los prestigios eran prestigios.

BLUNTMAN
BLUNTMAN
Lector
29 enero, 2013 23:53

Una pena lo de esta serie porque empezaba muy bien, y, es cierto, luego se pierde.

No obstante, luego apareció otra serie de de Nick Fury con episodios autoconclusivos realmente buenos (diez command points a quien me diga cómo se llamaba) que si que estaria bien que los recuperaran .

La primera miniserie de Max Fury  le dio el  tratamiento correcto que se merece un viejo guerrero como es el sargento Fury. Espero que Ennis se mantenga en esa linea porque la otra era una flojez sobre lo guais que son los ingleses que atufaba.

Genial la foto del David Chichalhoff, yo tampoco me puedo resistir:

https://www.youtube.com/watch?v=joZODFleOaA

Un saludo 😀

Javier Agrafojo
30 enero, 2013 18:20

¡Qué buen recuerdo tengo de estos tebeos! Es lástima que no llegase a dibujarlos alguien de más enjundia (todos pensamos automáticamente en Steranko, pero ¿os imagináis a Gene Colan o a Mike Zeck?) y que el guion, al final, flojee, porque podía haber sido realmente grande.

Khonshu
Khonshu
Lector
31 enero, 2013 20:35

 Joder, Javier, me lo imagino con esos dos dibujantes que mentas y me pongo palote.

Especialmente Mike Zecc. Pero no el de las Secret Wars. El de Shang Chi. Ese sí que habría hecho una serie de Furia brutal.