El Servicio Homologado Internacional de Espionaje, Logística y Defensa ( a partir de ahora SHIELD) está de plena actualidad. Además de su largo recorrido en los cómics desde su debut en 1965, es un concepto que ha llegado a su máxima popularidad debido a su paso a la gran pantalla. El alambricado plan de películas de Marvel Studios se ha ocupado de que la organización esté bien presente desde el principio, siendo su cúspide el protagonismo que ha tomado en «El Capitán América. El Soldado de Invierno». Esta cinta, que ejemplifica el enfrentamiento del hombre contra el sistema, dejó un panorama incierto al insinuar su práctica desaparición. Pero quedaba la pequeña pantalla para resolver ese enigma. Agentes de SHIELD ha sido la primera producción para televisión de Marvel y como se puede entrever por el título daba protagonismo a una serie de agentes en sus quehaceres diarios. Desde aquí se está reconstruyendo la agencia bajo los sabios designios del agente ( perdón, Director) Phil Coulson. Prueba de todo ello es la salida de una nueva serie regular con todos los protagonistas de la serie. Pero seamos justos, si hay una cara que representa la agencia como nadie ese es Nick Furia, el más longevo Director y el espía por antonomasia del Universo Marvel. Tampoco se puede decir que corran buenos tiempos para el coronel, llevado a drásticos cambios en acontecimientos recientes. Se nos antoja el mejor momento para repasar la historia del antiguo sargento y de sus agentes.
Debido a que Furia es un uno de los secundarios más recurrentes de la editorial hemos optado por centrarnos en aquellas apariciones en que el espía es protagonista por derecho propio. No se puede negar la importancia que ha tenido en el nacimiento de Spiderwoman, la recuperación de Steve Rogers o sus colaboraciones con Lobezno, entre otras aventuras. Sin restar valor a todas esas historias, acotamos nuestro estudio para ser lo más comprensible posible. Como siempre, si alguien considera que hay alguna trama que merece ser mentada y no aparece en el artículo hacedlo saber en los comentarios sin ningun tipo de problema. Comencemos, pues, por el principio y para eso debemos desplazarnos, tal como Steranko manda, a la II Guerra Mundial.
Stan Lee estaba lanzado a primeros de los años sesenta. Después de dar salida junto a sus colaboradores habituales a personajes tan populares como los 4 Fantásticos, Hulk o Spiderman sentía que por fin su trabajo había alcanzado la relevancia necesaria. Solo había alguien, además muy cercano, que ninguneaba su éxito. Nada más y nada menos que Martin Goodman, el propietario de Marvel Comics. Para el gran jefe la buena aceptación de las nuevas colecciones se debía a los pomposos títulos y a las coloridas portadas, despreciando el trabajo de los profesionales que trabajan para él. A gente como Jack Kirby le resbalaban tales impresiones, ya que apenas pasaba por la redacción y tampoco es que tuviera una relación cercana con Goodman. Pero para Lee aquello se convirtió en algo personal, generando enfrentamientos habituales entre ambos. A The Man se le ocurrió saldar esta disputa a las bravas, con una apuesta (¡qué de película suena Stan!). El guionista le aseguró al editor que podría poner en marcha una colección sin portadas llamativas y con un nombre horroroso, Sergeant Fury and his Howling Commandos (conocido por estos lares como Sargento Furia y sus Comandos Aulladores), y convertirla en un serie popular. De nuevo unido a Jack Kirby (qué no conseguía este dúo) dieron salida a una serie ambientada en la II Guerra Mundial, basada en un género, el bélico, cuya popularidad vivió su momento álgido durante la década de los cuarenta, lo que se antojaba una empresa complicada. Consiguieron su objetivo pues el sargento cascarrabias y su equipo estuvieron durante 167 números dando su merecido a los malvados Krauts. Bueno, aquí hay un poco de trampa, pues a partir del número 79 pasaron a alternar reimpresiones con historias nuevas, que se convirtieron en reediciones totales a partir del 120. Además, es obvio que no fue una serie exclusiva de Stan y Jack sino que con tan largo recorrido se hizo necesaria la participación de autores como Roy Thomas o Gary Friedrich y dibujantes como Dick Ayers, que mantuvo la parte gráfica de la colección a la salida del Rey de los cómics.
El caso es que nuestra pareja creativa favorita, acompañados por Ayers a las tintas (luego sucesor de Jack), pusieron en liza un comando estadounidense, dirigido por un militar con muy malas pulgas pero que cuando se dejaba llevar tenía un gran corazón. Desde el principio (el primer ejemplar viene con fecha de portada 1963), nos presentan a la tropa:
– Sargento Nicholas Joseph (Nick) Furia: Lee y Kirby nos lo muestran como el típico soldado forjado a hierro y a fuego, siempre pendiente de sus hombres, pero también exigiéndoles lo máximo de sus posibilidades en las muchas misiones que compartieron. Aspecto desaliñado, gesto adusto, de momento con ambos ojos y su sempiterno puro, el viejo Nick es nuestro protagonista principal por lo que vamos a hablar de él largo y tendido.
– Cabo Timothy (Dum Dum) Dugan: el más cercano amigo de Furia y segundo al mando del batallón. De origen irlandés, este antiguo forzudo de circo, ataviado con su característico casco y su inconfundible bigote pelirrojo, seguirá la estela de Furia, después incluso del conflicto.
– Gabriel (Gabe) Jones: este personaje tiene el honor de ser el primer afroamericano con personalidad propia en Marvel. Nos es presentado como el músico del equipo, con un corazón de jazz pero con el arrojo suficiente para luchar contra la tiranía nazi. Jones continúa la senda de Dum Dum y Furia y será otro de los personajes a seguir en la futura agencia de inteligencia. Un pequeño apunte curioso. A pesar de ser un personaje de raza negra, en la primera portada de la serie se mantuvo la piel rosada, al igual que el resto de los Comandos. Se atribuye el error a los duendes de imprenta, aunque hay malas lenguas que señalan directamente a Stan Goldberg, colorista de la cabecera.
– Robert (Rebelde) Ralston: este joven destacó previamente en el mundo del deporte. Que su apariencia no nos conduzca a errores, es uno de los más duros de la compañía.
– Jonathan (Junior) Juniper: el benjamín de la tropa. Como joven americano recién salido de la universidad, su carácter alegre y extrovertido da el contrapunto a la seriedad y la rudeza del resto de integrantes.
– Dino Manelli: galán con un cuerpo cincelado, este antiguo actor que abandonó su carrera por luchar en pos de la libertad, nunca descuida su aspecto físico, ni siquiera ante un ataque alemán. Por eso no debe extrañarles verlo siempre con su peine, retocando su cabello, en las más inverosímiles situaciones.
– Izzy Cohen: este mecánico con raíces europeas adora todo tipo de maquinaria, por lo que siempre lo tendremos rodeados de buenos cacharros y suculentos cachivaches.
Estos son los principales personajes que nos van a acompañar durante el largo periplo de la serie, pero no serán los únicos. Furia tiene superiores a los que rendir cuentas, como el Capitán Samuel “Happy Sam” Sawyer, o colaboradores puntuales, que pueden ir desde la resistencia francesa hasta el mismísimo Capitán América. Y como estamos en una guerra cruenta, no podremos evitar que se produzcan bajas, que serán convenientemente reemplazadas por otros integrantes. Pero, de momento, serán estos siete valientes los que se echan a sus espaldas el peso la colección (tal como reza el título de su cómic de debut, “Seven against the nazis”). Su primera misión, rescatar a un importante miembro de la resistencia francesa, capturado por los alemanes, que posee en su poder todos los datos del importante Día D. La serie se convierte en un constante enfrentamiento contra desconocidos soldados germanos a lo largo de Europa. Aun así, asistimos al primer encuentro con Reed Richards (Sergeant Fury#3, recordemos que tanto Richards como Ben Grimm lucharon en el conflicto, antes de que obtuvieran poderes en su accidente estelar), se producen grandes debuts como el del Barón Wolfang Von Strucker, que luego sería el gran fundador de HYDRA (número cinco y su Escuadrón Blitzkrieg en el quince, una suerte de aulladores alemanes), o nos presentan la versión comiquera de Erwin Rommel (número seis). Pero antes, el primer suceso trágico para el comando aullador. En el número cuatro asistimos a la desdichada muerte del benjamín del grupo, Junior Janiper, tras un intento de infiltrarse en Alemania como parte de un circo en busca de un tal Lord Ha Ha. Esta figura está basada en hechos reales, pues eran propagandistas de lengua inglesa favorables al III Reich. Su presencia es detectada por lo que se produce un intercambio de fuego en el que el joven Jonathan es alcanzado, con lo que ya tenemos la primera baja para Furia.
La guerra continúa para el sargento y su tropa, por lo que si se producen decesos hay que reemplazar al soldado caído. Vemos nuevas incorporaciones como George Stonewell (debuta en el seis y desaparece del mapa después de suplir a un Dino lesionado) o el más permanente Percival Pinkerton (a partir del ocho), un inglés curtido en las mejores academias militares de su país. Por el camino se encontraran con villanos de la talla del Barón Zemo, el primero de ellos, al que tendrán que derrotar con su peligroso Rayo de la Muerte. Y también se las verán cara a cara con el auténtico (algunas veces se la cuelan con un doble) Adolf Hitler. Pero si queremos épica al estilo Marvel, en Sergeant Fury#13 tenemos el esperado team up entre dos héroes de la II Guerra Mundial, Furia y el Capitán América, acompañados de los comandos y Bucky Barnes. Ambos se conocen tras una trifulca en un pub típica entre reclutas en la que el Centinela de la Libertad se mantiene en el papel de militar patoso para preservar su identidad secreta. En su ayuda salen los Comandos Aulladores, por lo que el buen capitán se da cuenta de que son gente digna con la que colaborar. Bucky y el abanderado salen a una misión de rescate de unos pilotos norteamericanos. Consiguen salvarlos de una muerte segura pero el capi y su ayudante se quedan infiltrados para conocer las intenciones nazis, no sin antes requerir los servicios de la tropa de Furia. La conjunción de fuerzas de ambos grupos dará lugar a un tremendo enfrentamiento con soldados alemanes que llevará al bueno de Nick a la enfermería, todo regado con la capacidad del gran Kirby y su estilo inigualable. Este episodio fue su último aporte a la colección, de la que ya llevaba dibujando Dick Ayers unos cuantos números. Este artista, que comenzó como entintador del Rey de los cómics en la serie, ya no se bajaría de la misma hasta su práctico final. Stan Lee todavía continuaría a los guiones algunos episodios más, para ceder el testigo a su más apreciado pupilo, Roy Thomas, a partir del ejemplar veintinueve. Antes, el editor jefe nos dejó la historia que será el germen de la pérdida del famoso ojo de Furia. En una misión en la que el sargento se infiltra en el mismo “nido del águila” alemán, sufrirá una herida que con el tiempo afectará a su visión (Sergeant Fury#27 ).
Thomas continúa con la temática bélica, las misiones arriesgadas, casi suicidas, y la dinámica entre Nick y sus chicos. Añade un nuevo miembro al equipo, Eric Koenig. Creado por Lee y Ayers como un miembro de las juventudes hitlerianas, Roy Thomas propiciaría un encuentro con Furia que le haría cambiarse de bando. También nos relataría el origen del comando, que Lee y Kirby nos presentaron ya formado y consolidado. Pero su etapa se puede considerar de transición ya que en el número 42 entra en escena Gary Friedrich, encargado de las aventuras de Furia y sus muchachos hasta que comenzaron a ser exclusivamente reimpresiones. Durante la larga etapa de Friedrich no se puede decir que la cabecera cambie mucho. Historias de guerra con los ya conocidos personajes. Entre lo más relevante comentar que saca a los Aulladores del escenario europeo, trasladando la acción al Pacífico, cosa que hasta ahora no se había producido (Sergeant Fury#49 ); introduce en sus tramas personajes históricos como Hitler, Winston Churchill, Stalin o Roosevelt (Sargeant Fury#51 ); veremos a uno de los miembros más queridos, Dum Dum, caer en desgracia (Sergeant Fury#60 ); asistimos al entrenamiento básico de Nick Furia, y así conoceremos al Sargento Bass, fuente de inspiración para nuestro tuerto preferido (Sergeant Fury#62 ); se nos revolverán las tripas al ver la traición de Erik Koenig (Sergeant Fury#65 ) , sabremos más del padre de Nick, Jack Fury, valiente soldado que luchó en la I Guerra Mundial bajo mandato británico (Sergeant Fury#76 ) , y conoceremos a la Docena Mortal de Duggan. Durante un breve periodo que el grupo no pudo funcionar, el segundo al mando montó su propio equipo para la pertinente misión (Sergeant Fury#98 ). Lo interesante de este dato es que el guionista organizó otra colección en 1972, una especie de spin off, llamada Combat Kelly and the Deadly Dozen. Michael Lee Kelly, apodado Combat por su carácter agresivo, es presentado por Friedrich como el sucesor de Dum Dum al frente de la formación. No duró mucho el experimento (nueve números únicamente) de esta nueva serie bélica, totalmente redundante con la de los Comandos Aulladores, todavía en marcha. Comandos, por cierto, que tendrían sus papeles individuales en esta cabecera.
En el número 120 se produce el fin de las historias individuales, dejando alguna trama escrita por gente como Gerry Conway o Larry Lieber. Hay que recordar que, a pesar de ser historias que suceden en la II Guerra Mundial, Furia y compañía paseaban y estaban consolidados como miembros de SHIELD en el universo Marvel “actual”. Parecía que las historias bélicas tradicionales habían perdido fuelle allá por 1974. Y eso es lo que tenemos en esta serie, tramas arquetípicas entre amigables soldados americanos que luchan contra despiadados y malvados alemanes, peroratas patrióticas y bravuconadas a cargo de Nick Furia, y acción sin control, mucha acción. Obviamente, mientras que estuvo Jack Kirby el dibujo no puede más que calificarse como sublime, transmitiendo fuerza y dinamismo como solo el Rey sabía hacerlo. Pero tampoco hay que menospreciar el trabajo de Dick Ayers, que se aplicó con una dedicación casi monástica a esta serie al estar implicado en todos y cada uno de sus números, ya fuera como dibujante titular o como entintador. Toda una hazaña difícil de imaginar en tiempos presentes.
Stan y Jack habían conformado un nuevo panorama a inicios de los años sesenta. Todo el universo Marvel parecía perfectamente ensamblado, produciéndose frecuentes encuentros entre distintos personajes a lo largo y ancho de las diferentes series de la editorial. Nick Furia y sus comandos desarrollaban sus aventuras en plena guerra mundial, por lo que se encontraban apartados del mundo Marvel tradicional. Pero a este tándem inquieto se le ocurrió pensar en cómo sería la vida del sargento chusquero en tiempo actual. Por su formación militar, la lógica impone que se integraría en una agencia de inteligencia, algo como la C.I.A. Dicho y hecho. En Fantastic Four#21 (con fecha de portada Diciembre de 1963, lo que lo sitúa entre Sergeant Fury#4 y el #5, ya que era una colección bimensual) un extraño personaje llamado el Aborrecedor, armado con el Rayo del Odio, genera conflictos en la Primera Familia. Separan sus pasos y Reed Richards se encuentra con un viejo colega de armas, antiguo sargento ahora ascendido en el escalafón militar, Nick Furia. Ambos coincidieron en la guerra por lo que el agente de la C.I.A. le pide ayuda para acabar con una revolución en San Gusto (país inventado que refleja el convulso momento en Sudamérica). Fury quiere a los Fantásticos, ahora enemistados por el influjo del rayo, pero Richards le dice que se va a encargar del tema en solitario. El viejo soldado consigue que el resto del grupo se traslade a San Gusto, lugar donde el Aborrecedor tiene instalada la máquina que produce los rayos de odio. Furia será fundamental para que los fantásticos se liberen del influjo del fatídico gas y juntos vencen al encapuchado villano. La sorpresa es máxima cuando descubrimos la persona bajo la máscara. ¡Nada menos que Adolf Hitler! O uno de sus dobles. Este “simpático” personaje quedará como un clon del líder nacional socialista, teniendo una buena cantidad de apariciones en el Universo Marvel.
Una anécdota merecedora de uno de los famosos No-premios otorgados por Stan Lee. En esta primera aparición en 4 Fantásticos su imagen física no difiere de la de su cabecera bélica, es decir, con ambos ojos en perfecto estado. El problema vino cuando debutó en Strange Tales, pues en esa serie ya viene pertrechado con su legendario parche. Esto obligó a explicar por retrocontinuidad el porqué de que el agente de la C.I.A. no tuviera ningún problema ocular cuando se volvió a reunir con Reed Richards. En fin, curiosidades curiosas en este universo tan interconectado.
La faena principal queda resuelta: ya tenemos a Furia instalado en la actualidad. Sería cuestión de tiempo y retrocontinuidad conocer los pasos que llevaron al antiguo sargento (ascendido a teniente en Sergeant Fury annual#1) a convertirse en un alto mando de la C.I.A. Nuestro protagonista abandona a los Comandos Aulladores tras el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. Se asienta en la zona de Japón, donde su entrenamiento en lucha en la jungla le hace la elección perfecta para seguir batallando contra aquellos efectivos nipones que todavía no han aceptado la derrota. Allí conocería al Coronel Tom Lynaugh, oficial al mando de la O.S.S. (Office of Strategic Services o lo que es lo mismo, Oficina de Servicios Estratégicos), agencia precursora la C.I.A. Desde esta nueva posición, Nick se encargaría de realizar distintas misiones, como localizar a un importante científico japonés que había creado un peligroso virus y había llamado la atención de la agencia (Nick Fury Agent of SHIELD vol.3#38).
También conoceremos de primera mano la razón de que el viejo soldado tenga ese aspecto suyo más fresco que una lechuga. Con la continuidad Marvel, llamaba la atención del buen estado físico de un ex combatiente de la II Guerra Mundial. La explicación se la debemos a Jim Starlin, acompañado a los lápices por Howard Chaykin. En Marvel Spotlight#31 (fecha de portada 1976) nos explican que Furia cayó gravemente herido en Francia durante una de sus múltiples misiones. Tuvo la suerte de encontrarse con el profesor Sternberg, un científico que había creado una especie de serum que alarga la salud y la vida. El profesor no dudó en utilizar la llamada Fórmula Infinito para salvar la vida al pobre Nick. Pero no todo iba a ser bonito; para que esa acción tuviera sentido debía inocularse el suero cada año. Las consecuencias si no lo hacía serían fatales para él. Ya con Fury como Director de SHIELD entra en escena un malhechor de segunda llamado Steel Harris que mata al doctor Sternberg y roba el suero con el objetivo de chantajear a Furia. El coronel se enfrenta al villano y consigue derrotarlo, pero el daño está hecho. Si no consigue inocularse la fórmula morirá en breve. Gracias a la Condesa Valentina da Fontaine, que había sustraído el suero previamente, Nick salva su vida y continúa con su rutina de, año tras año, darse una dosis de vida extra.
Dentro de la serie de clásica de Sergeant Fury tenemos un curioso caso. Stan Lee, entonces acompañado de Dick Ayers, se planteó algo fuera de lo común para su primer anual. Y pensó en sacar al grupo de su zona de confort, por lo que los hizo participar en una misión en la Guerra de Corea. Cronológicamente se ubica en este momento histórico, con Furia colaborando con la O.S.S., solo que en su momento Lee no dio importancia al hecho nada más que en la reunión de la vieja compañía para luchar de nuevo unidos por su país. Años después, Mark Gruenwald, que se encargaba en el Official Handbook de arreglar todos los posibles desaguisados de la continuidad, dejó una explicación coherente de esta misión en tierras asiáticas. Cuando terminó esta guerra fue cuando Nick consiguió su ascenso a grado de Coronel.
En el año 1955 la antigua agencia pasa a renovarse y ser conocida como la C.I.A. Estamos en plena década de los cincuenta conocida por el “macartismo” y la “caza de brujas”. El senador Mcarthy se convirtió en auténtico faro moral de la sociedad norteamericana y persiguió cualquier atisbo de pro-comunismo en todos los aspectos de la vida, ya fueran públicos o privados. En esa tesitura, Nick Furia se vio involucrado en una disputa con otro senador, McMurphy, que trataba de descubrir miembros de la agencia con simpatías marxistas. Aquí el coronel recibió la ayuda del Capitán América para esclarecer la situación, revelando la auténtica filiación del senador, un agente ruso infiltrado (Captain America: Teather of war. America First#1). Esta trama nos la trajo Howard Chaykin a finales de 2008, autor que se ha habituado a contar historias con carácter retroactivo acerca del viejo espía. Recordar que en tiempo Marvel nos encontramos en la década de los cincuenta, por lo que Steve Rogers no era el portador del manto. En esos momentos el sustituto tras la máscara era William Burnside, conocido a posteriori como el capi loco de los 50, aunque cambiará su nombre y su aspecto físico para pretender que era el auténtico.
Durante gran parte de la década de los 50 se sabe que Fury continuó trabajando para la C.I.A. aunque se desconocen datos concretos acerca de sus misiones. Las leyendas urbanas que corren acerca de esta época hablan de encuentros con extraterrestres y de un misterioso personaje llamado Woodrow McCord, del que se dice que murió en acto de servicio protegiendo la Tierra de invasiones alienígenas. Toda una historia inverosímil convertida en mito ¿o no?
Más conocida es su actividad en el año 1959, fecha en la que se le reconoce haber formado un primigenio equipo de Vengadores. Esta idea tan sui generis proviene de la imaginación de Brian Michael Bendis. En su segundo volumen de New Avengers se le ocurrió presentar al primer equipo que tuvo el honor de portar el nombre de Vengadores, reunidos, como no, por el Coronel Furia. Combinando una historia en el presente, con el resurgir de H.A.M.M.E.R. como preocupación principal de los Vengadores actuales, y una historia del pasado, que involucra secretos y nuevas revelaciones. Todo ello separado en el aspecto gráfico también, pues de la parte contemporánea se encargaba Mike Deodato, mientras que la transcurre en 1959 es obra de Howard Chaykin. Nick, Dum Dum Dugan y Gabe Jones, colaboradores en tiempos de los Aulladores, se dedican a buscar nazis escapados de la justicia. Estando de misión en Cuba, el coronel recibe la orden directa de su superior, el General Hill, que además es trasladada nada menos que desde el Presidente de los EEUU, Dwight Eisenhower, de organizar una misión cuyo nombre en clave es Iniciativa Vengadores. Comienza a reclutar un selecto grupo compuesto por lo más granado en supertipos de aquellos tiempos:
– Victor Creed: hasta Madripur se desplaza para conseguir los servicios de este asesino entrenado. Con un potente factor curativo y unos sentidos aumentados, Dientes de Sable es un gran fichaje cuando consigues tenerlo bajo control.
– Sergei Kravinoff: conocido coloquialmente como Kraven es un miembro de la aristocracia rusa caída en desgracia tras la revolución de 1917. Este experto cazador sería conocido y recordado por ser un villano de Spiderman, al que no dejó de intentar apresar ni siquiera en sus últimos momentos.En estos tiempos nos lo encontramos más comedido, razón que se le atribuye a su relación sentimental con una princesa atlante…
– Namora: Acuaria Nautica Neptunia es el nombre de la citada princesa. Prima de Namor (no confundir con Namorita, la que fue parte los Nuevos Guerreros; se agradecería una variedad mayor en cuanto a nombres en la familia del Sub-Mariner). Mestiza, al igual que Namor, hija de un padre del reino marino y una madre de la superficie, es una heroína que se ha paseado por grupos tan variopintos como los Agentes de Atlas o los Monster Haunters.
– Dominic Fortune: este soldado de fortuna era un aventurero con grandes habilidades acrobáticas muy conocido durante una temporada. Prueba de ello es que llegó a estar entre los candidatos al Proyecto Renacimiento, el proceso que convirtió a Steve Rogers en el Capitán América. Con una complicada vida familiar, fue miembro de un grupo de operaciones especiales con licencia para matar, Vanguard, donde coincidió con la Viuda Negra (Yelena Belova, no Natasha Romanoff), Blade o Micromax (al que muchos recordarán por ser creación de Alan Davis en Excalibur).
– Ulysses Bloodstone: este cazador de monstruos nació hace diez mil años, nada menos que en la Era de Hyboria. La fuente de sus poderes es una extraña piedra con un gran poder místico. Compartió peripecias con Namora en el grupo buscador de monstruos del Universo Marvel y tiene un par de hijos que han hecho sus pinitos como superhéroes: Elsa, a la que pudimos disfrutar en Nextwave de Warren Ellis, y Cullen, como parte del experimento que fue Avengers Arena.
– Sable Plateado: nacido como Ernst Sablinova, es un experto soldado y mercenario, además de padre de Marta Plateada, que ha heredado muchos de sus dones y a la que hemos tenido de secundaria recurrente en el entorno de Spiderman. Con fijación por criminales nazis, era lógico que encajara rápidamente con la filosofía de grupo que pretendía Furia.
Ya tenemos el grupo ensamblado ¿Pero qué peligro es el que acecha para que el Presidente de la nación reúna tal arsenal de poderosos? Pues la respuesta la tenemos en el retorno de Cráneo Rojo. No sufran, pues se trata de un impostor intentando a levantar un nuevo Reich y, no solo eso, tratando de recrear un nuevo Capitán América. El coronel y sus vengadores acaban con la amenaza y Nick disuelve inmediatamente el grupo, instándoles a que pueden volver a ser reclamados si la situación lo requiere (New Avengers Vol.2 #9-12).
Parecía fin de camino para estos proto-vengadores, pero todavía se les dio una oportunidad más. El responsable gráfico de la historia, Howard Chaykin, se propuso ahondar más en este equipo y para ello contó con una mini serie de cinco números en 2011. Este dibujante legendario se encargó de la historia como autor completo, demostrando un gusto por Nick Furia y su retrocontinuidad muy acusado (recordemos que participó en la historia que descubría la Fórmula Infinito y lo hizo interactuar con el capi de los 50 en Teatro de Guerra; y todavía no lo hemos dicho todo sobre él). El caso es que la pandilla se vuelve a juntar en ese mismo año 59.
Comenzamos con una celebración con el equipo reunido al completo. Bloodstone y Sable parten hacia Tierra Salvaje en busca de un poco de diversión cinegética, por lo que el autor los borra inmediatamente de la historia. El resto del grupo, Furia incluido, reciben ataques de esbirros que parecen identificados con la simbología nazi. El Coronel, de forma sorpresiva, se encuentra con Powell McTeague, un inglés con poderes místicos colaborador del General Hill, que le da toda la información necesaria para esclarecer la situación. Le insta a que vuelva juntar a los Vengadores para un misión de alto secreto que incluye el resurgimiento nazi, la nación de Latveria y el secuestro del gobernante de Wakanda, T’Chaka. Nick se dirige al legendario estado de Latveria, muy diferente al actual gobernado por el Doctor Muerte, donde trabaja como embajador un colaborador habitual suyo, Eric Koenig. Éste le presenta a una agente de campo, Louise Mason (nombre en código Fantasma Blanco), que lleva infiltrada un tiempo en la capital buscando la célula de renacidos nazis. Tiene nombres y ubicaciones, por lo que colaborará con el viejo Furia en la misión. Por otro lado, el general Hill tiene graves disputas con importantes políticos en Washington, destacando al general Geoffrey Sydenham, alguien a quien en el pasado se le encontraron conexiones filo-germanas. Veremos a Furia y sus vengadores darse de tortas con un montón de desfasados malvados nazis, como el Barón Sangre o el Conde Von Blitzkrieg. A todo ello se une un componente místico, con el villano real moviendo hilos en la sombra, lo que da un extraño pastiche de nacional-socialismo y elementos sobrenaturales, del que Furia saldrá indemne pero sin acabar con el mal auténtico que dio lugar a esta historia.
Estamos cercanos al momento en el que Furia sería puesto al mando de una nueva organización, específicamente creada para asuntos que la C.I.A. no podía manejar. El último empujón vino al interactuar con unos desconocidos superhéroes llamados First Line. Roger Stern y John Byrne narraron las aventuras de esta generación perdida de súper-seres que murieron sin ser conocidos por gran parte de la sociedad (Marvel. The Lost Generation). El coronel dejó constancia de su colaboración con ellos a las altas esferas de la agencia, lo que claramente dejaba entrever la buena sintonía entre Nick y los superhéroes. Es estos tiempos pre-Marvel también se ubican las aventuras de Before the Fantastic Four: Ben Grimm and Logan, donde elementos con un gran pasado militar, como sus protagonistas, interactuaban antes de formar parte de la comunidad superheroica. Además de Carol Danvers, parte destacada de la serie, Nick Furia sería un secundario recurrente en la colección ideada por Larry Hama a comienzos del nuevo siglo.
Después de este atracón de retrocontinuidad perpetrado por diversos autores, volvamos a los años sesenta donde Stan y Jack daban forma a gran cantidad de nuevas cabeceras. Al ver la buena aceptación que tuvo el adusto sargento en su colección propia, Lee y Kirby (again and again and again!!) decidieron concederle aventuras individuales en tiempo presente, aunque de momento serían narradas en Strange Tales, que agrupaba relatos de distintos personajes.
Strange Tales#135 (fecha de portada 1965) da inicio a una singladura distinta de la que había tenido Fury hasta ahora, basada en aventuras bélicas centradas en la II Guerra Mundial. Nos encontramos en pleno boom de las novelas de Ian Flemming (posteriormente convertidas en fenómeno cinematográfico) acerca de cierto agente con nombre código 007 o del éxito televisivo que supuso la serie de la NBC, Agentes de CIPOL. Tocaba reconvertir al soldado en una suerte de espía, eso sí, sin faltar al típico carácter Furia que le había hecho popular en su cabecera bélica. Para ello el tándem creativo lo pondría a dirigir el Servicio Homologado Internacional de Espionaje, Logística y Defensa (SHIELD), una agencia de contraespionaje, con diversas ramas, que operaba a nivel global, con la connivencia de todos los máximos responsables del mundo libre. Para acompañarle en su aventura individual, recuperamos a grandes secundarios del grupo de los Aulladores, como Gabe Jones o el inefable Dum Dum Dugan, pero también surgirían un buen número de nuevos agentes, conformando un importante grupo de espías y dando la imagen se superorganización que tendrá desde sus comienzos la agencia. Dejamos para más adelante el explicar la estructura e integrantes más conocidos, así como la de su principal rival, la maléfica HYDRA, para centrarnos en la historia particular de la andadura de Nick Furia al mando de SHIELD.
El trío mágico que había triunfado en Sergeant Fury, Stan Lee a los guiones, Jack Kirby a los lápices y Dick Ayers a las tintas, se prepara para un primer número espectacular donde nos muestran los entresijos de SHIELD a la par que a un sorprendido coronel. Para comenzar, tenemos los famosos SDV (Señuelos Dotados de Vida), reproducciones robóticas del Director que tanto juego han dado a lo largo de los años. La razón de estos robots es que en su reluciente nuevo cargo va a tener múltiples enemigos que van a atentar contra su vida de forma continua, por lo que esperan despistar a tales asesinos con estas réplicas. Siguiendo con la capacidad de asombro de una agencia con lo último en tecnología, que incluye lo mejor de lo mejor en armamento y coches voladores, tenemos la presentación del Helitransporte, increíble artefacto aéreo que sirve de mando móvil para el Consejo Internacional Supremo de SHIELD. La tecnología proviene del mejor en lo que hace en tema de armas, el industrial y playboy Tony Stark, por lo que Nick dispone de carta blanca para acabar con HYDRA, la antagonista de la agencia. Furia anda algo confuso todavía, sin saber si va a aceptar el cargo, cuando percibe que algo va mal. Una bomba a distancia instalada por un agente infiltrado provoca la rápida reacción del antiguo sargento. Ese pequeño detalle hace que Nick entienda lo peligrosa que es HYDRA y no hay nadie con más decisión que nuestro tuerto preferido.
Definitivamente, el equipo creativo captó la atención del aficionado, por lo que los siguientes números de Strange Tales continúan con la parafernalia pseudocientífica, la tecnología más inverosímil aplicada al armamento, la lucha permanente entre las dos agencias antagónicas y secundarios que trabajan para la organización, como Dum Dum o Gabe Jones, o colaboradores como Tony Stark. Desgraciadamente, del dibujo de Kirby deberemos despedirnos y solo lo tendremos en ocasiones especiales. El Rey era un artista prolífico pero era imposible que dibujara todas y cada una de las series en curso. The Man, en cambio, sigue vigoroso a los guiones, dejando para la posteridad las primeras misiones de Furia como Director de SHIELD. No solo eso, nos deja la primera aparición de la Barbería como base oculta de la agencia (Strange Tales#136). También nos va presentando miembros de la organización de la que “cortas una cabeza y otras dos ocuparán su lugar”. Ya conocíamos a la agente H, Laura Brown, que tendrá un largo historial con la agencia, pero Lee nos introduce al Hydra Imperial, Arnold Brown, padre de Laura, capaz de cualquier cosa por el bien de su hija. Éste pondrá en marcha un maléfico plan para detonar una potente bomba y será un quebradero para Furia en sus primeras aventuras. Con la ayuda de Stark, consiguen desactivar la citada bomba, lo que hace que un Brown desencantado se retire a su empresa de armamento para inventar un nuevo mecanismo para destruir HYDRA. Un par de agentes de esa organización le hacen una visita y acaban con su vida. Fury y Laura Brown llegan demasiado tarde para impedirlo.
Hemos visto que SHIELD anda bien pertrechada contra los ataques de HYDRA y Furia demuestra en cada capítulo que es un gran estratega. Pero los ataques pueden llegar desde puntos inesperados. Dos villanos del Universo Marvel, el Arreglador y Mentallo, es decir, tecnología y control mental, se unen para destruir la agencia y a su Director. Una de las sagas primigenias más interesantes que celebra la vuelta momentánea del Rey de los cómics en el dibujo. Los dos villanos atacan la mismísima base de SHIELD, poniendo en grave peligro a los agentes allí presentes. El objetivo de la malvada dupla, el Director Fury, al que someten a su voluntad mediante una futurística máscara. Al desaparecer de la circulación el mandamás, todos sus hombres tienen la orden prioritaria de rescatarlo. En su ausencia, Tony Stark toma el mando, intentando contrarrestar la tecnología del Arreglador. Furia es un hombre lleno de recursos y consigue avisar a la división psíquica de SHIELD de que se encuentra bajo los influjos de Mentallo y del casco del Arreglador. Stark, por otro lado, tiene un plan perfecto para inhabilitar a los dos villanos. La aventura tiene un final feliz pero el coronel ha visto las fauces del lobo muy de cerca. SHIELD puede ser atacada en cualquier momento y hay que estar preparados.
En Strange Tales#144 tenemos a la agencia enfrentada a los poderes místicos de Dreadmun el Druida. Pero si por algo tiene relevancia este episodio es por el debut de Jasper Sitwell, uno de los agentes de SHIELD más relevantes en toda la andadura de la organización (que dio el salto a la gran pantalla en el reciente universo cinemático Marvel). El Druida sigue dando guerra, esta vez unido al Arreglador, muy cabreado con Furia desde su anterior encuentro. En Strange Tales#146 Stan Lee nos trae a una de las organizaciones que va a rivalizar con HYDRA en peligrosidad para el Universo Marvel, Ideas Mecánicas Avanzadas, I.M.A. Este extraño grupo formado por brillantes científicos que trabajan para el mal fue creada durante la II Guerra Mundial por el Barón Strucker, por tanto, parte fundacional de la propia HYDRA. Ahora están preparados para actuar en solitario, poniendo en graves aprietos a Nick Furia y compañía. Incluso parece que el máximo responsable de la agencia, el mismísimo Coronel Furia, ha perecido ante el ataque de I.M.A., afectando a colaboradores tan cercanos como Dum Dum.
El fin de la saga de I.M.A. nos trae de regreso a HYDRA, desaparecida durante unos cuantos episodios, en Strange Tales#150. Y no viene sola. El regreso a los bocetos de Jack Kirby siempre es bien recibido. Solo que en este caso el entintador elegido fue otro grande entre los grandes, John Buscema. Lee siempre buscaba esos acabados “marca Kirby” pero Big John acabó redibujando a su forma la primera parte del enfrentamiento entre Furia y un acaudalado villano sudamericano llamado Don Caballero, ascendido a Hydra supremo. Eso causó un gran disgusto al editor jefe, que prescindió de Buscema y se buscó otro artista para terminar las páginas abocetadas por el Rey para las siguientes entregas. Lee solía tirar de talento ya reconocido, pero el elegido en este caso fue un joven desconocido que tuvo que causar una grata impresión en The Man, pues éste no dejaba a cualquiera dar brillo a los lápices de Kirby. Jim Steranko, nombre del recién llegado, se dedicó a embellecer las páginas entregadas por Jack a partir de Strange Tales#151. Tiempo de cambios en la singladura de Nick y la agencia, pues el número 152 supone el abandono de la colección para Stan Lee en los guiones. El siguiente, el #153, es el último abocetado por Jack Kirby, que dejaría las labores artísticas totales al joven Steranko. Sin duda, debemos parar el relato en este punto porque es el claro comienzo de una etapa nueva para el viejo soldado. Pero antes….
No podemos despedirnos de la etapa Lee-Kirby sin hacer mención a la importancia que le dieron a Furia como secundario mientras escribían las aventuras del Capitán América. El Centinela de la Libertad, creación de Joe Simon y del Rey de los cómics en la década de los cuarenta, había desaparecido de la circulación hacia mediados de los cincuenta. Stan Lee tenía predilección por el capi, ya que sus primeros pinitos como guionista los tuvo con el bueno de Steve Rogers, y no hablemos de Kirby, uno de sus creadores originales. Ambos se plantearon redefinirlo para la nueva era Marvel, lo que implicaba ser un hombre fuera de su tiempo. Uno de sus principales apoyos para Steve fue Furia, que coincidió con él durante la II Guerra Mundial, pasando a formar parte de SHIELD y gastando la mayor parte de su tiempo en peligrosas misiones asignadas por el Director. El coronel fue un actor recurrente en las aventuras de Rogers, cuando éstas no se centraban en acontecimientos del conflicto armado. Ambos personajes se reencuentran tras largo tiempo en Tales of Suspense#78, donde Nick Furia visita al abanderado en una solitaria Mansión de los Vengadores para hablarle de los logros de I.M.A. (entonces conocidos como “Ellos”) cuando reciben el ataque de un peligroso androide, propiedad de la organización científica. Unidos vencen al mortífero robot y Nick decide darle una autorización de clase A1 al buen capitán, lo que supone el inicio de una provechosa colaboración entre los dos héroes de guerra. Gracias al antiguo sargento, Rogers conocerá a uno de sus primeros intereses románticos en la época actual, Sharon Carter, la Agente 13. Esta mujer, entregada a SHIELD en cuerpo y alma, provocará fricciones entre ambos ya que Steve desea apartarla del peligro, intentando convencerla de que abandone la agencia de espionaje, pero Furia lo pondrá difícil, al no parar de asignarle misión tras misión. Y para rizar el rizo, Sharon era pariente ( actualmente, su sobrina) de Margarett “Peggy” Carter (¿les suena algo acerca de una nueva serie en ABC?), una luchadora por la libertad durante la II Guerra Mundial que también compartió aventuras con el Capitán América. Furia y el capitán siempre tendrán lazos de amistad, por tener el mismo pasado de guerra, hecho que el equipo Lee-Kirby se encargaron de desarrollar mientras tuvieron en sus manos los destinos de Steve Rogers.Dando un gran salto en el tiempo, una de las últimas colaboraciónes entre héroes de guerra que merece ser recordada se produjo en la etapa de J.M. DeMatteis en el Capitán América. Una reunión de los Comandos Aulladores en tiempo Marvel actual con Steve Rogers como aliado esencial, con HYDRA como antagonista y con el destino del Capitán «Happy» Sawyer en el candelero ( Captain America#273 ).
Los prometedores inicios de Steranko al dar vida a los bocetos de Kirby tuvieron su recompensa al ser designado como dibujante oficial a partir de Strange Tales#154. Libre para explotar su potencial gráfico, fue dando lustre a los guiones de Roy Thomas, sucesor de Stan Lee, aunque no se puede negar que todavía el influjo del Rey es bastante palpable. Con Laura Brown como protegida de Nick Furia, HYDRA vuelve a ser la amenaza importante para la agencia. Tanto que llega a controlar a amigos cercanos al gran jefe, como Gabe Jones, Sitwell o Dugan, con la amenaza de la Bomba Afónica de fondo. Un par de numeritos nos deja Thomas antes del gran cambio, que sorprendió a propios y a extraños.
En un movimiento temerario por su parte, Stan cede las riendas totales de Furia a las inexpertas manos de Jim Steranko. Paso a paso el artista se va haciendo con la cabecera hasta convertirla en algo mítico. Sus historias de espionaje, alejadas ya de estridentes situaciones y pintorescos enemigos, y su innovación en el dibujo, donde introdujo elementos revolucionarios para el momento como fotografías o diagramas, son hitos legendarios para el cómic de superhéroes. El dibujante no escondía su gusto por la obra de Andy Warhol, ni tampoco la influencia de las novelas de James Bond. La soberbia conjunción de todos estos elementos nos dejan una obra única, que mantiene un aura de innovación gracias a su aporte al dibujo, con un portentoso estudio de la perspectiva, la deconstrucción de la viñeta y las increíbles composiciones. La prueba de su calado es que sus dibujos han sido copiados y homenajeados múltiples veces, dato fehaciente que nos indica que ha pasado la prueba del tiempo. También dejaría para la posteridad el diseño del uniforme standard de los agentes de SHIELD, observación algo baladí pero que es justo recordar.
Para Steranko, HYDRA tiene que ser una organización realmente temible y Furia alguien implacable, dispuesto a cualquier cosa con tal de detenerla. Así que sin más dilación, el coronel se dirige a una misión en solitario, casi suicida, nada menos que en la Isla Hydra. A pesar de sus habilidades, Fury es apresado y descubre al Hydra supremo, el Barón von Strucker, con el que ya había tenido sus más y sus menos durante la guerra. El Director consigue escapar, pero el malvado Barón tiene en su poder un arma muy especial, la Garra de Satán. Da comienzo una lucha sin cuartel, narrada a ritmo frenético por Steranko, pero el viejo soldado tiene muchos recursos y consigue huir con la señorita Brown, que había sido raptada por la malvada organización.
El autor no solo sube un punto la peligrosidad de HYDRA y la acción endiablada, también sabe dar salida a nuevos personajes o reciclar conceptos de la Golden age, dando lugar a novedosos elementos de la mitología de Furia y la agencia. Uno de esos personajes readaptados es Jimmy Woo, antagonista de Garra Amarilla o Garra Dorada, que tendría su momento en las tramas de Steranko. Este antiguo villano que personificaba el “terror amarillo” sería un enemigo fundamental para el autor, comenzando con una aventura donde participan el Capitán América, la Cosa y Míster Fantástico. Woo en cambio sería asimilado como agente de SHIELD de forma permanente, unido a los ya recurrentes Dum Dum, Sitwell, Gabe Jones, Laura Brown y Eric Koenig. A esto habría que añadir las nuevas creaciones de Jim Steranko como la Condesa Valentina Allegra da Fontaine, que pronto se convertirá en interés romántico de Nick Fury, el científico Sydney Levine, o el risueño agente Clay Quatermain, personajes capitales en el devenir de la agencia.
Garra Amarilla sigue incordiando al coronel, ya sea mediante espectaculares dragones, ya sea el mismo en persona en una continúa lucha sin cuartel entre ambos. Furia consigue derrotar al villano, utilizando además un arma que había presentado Strucker, la Garra de Satán, tras una larga saga donde se descubre que Garra Amarilla es un robot y detrás de todo teníamos al Doctor Muerte, ¿jugando a un siniestro juego? Nooo!! Anyway, siguiendo con la parte onírica, Strange Tales#168 supone la salida de Furia de esta cabecera compartida, con un sueño del antiguo sargento donde se enfrenta a un peligroso alien, pasando a ser protagonista de su propia colección.
La excelente aceptación del trabajo de Steranko supuso que obtuviera su serie propia, titulada Nick Fury, Agent of SHIELD. El bueno de Jim sería el autor completo, como llevaba haciendo desde hacía un tiempo, y en su primer número nos trae una de las historias que se convertirán en clásicas, la trama de Scorpio. Este villano comienza un acoso y derribo contra el coronel y su agencia. La personalidad bajo la máscara será una de las revelaciones más controvertidas para el viejo soldado. Sabremos también que es parte de un entramado mayor conocido como el Zodiaco, un grupo secreto formado por gente con gran poder pero disfrazados como los distintos signos astrológicos, y va armado con la Llave del Zodiaco, capaz de increíbles proezas. Tras esto pasamos a conocer al doctor Centurius, un brillante genetista galardonado con el premio Nobel por sus investigaciones en la década de los treinta. Gracias a esos estudios ha conseguido grandes poderes y alagar su vida de forma milagrosa. Sin tiempo para respirar, acude a la llamada de auxilio de un antiguo soldado a sus órdenes. Furia parte hacia Escocia, hacia el castillo Ravenlock, para descubrir a su antiguo subordinado asesinado. Un relato de intriga con tintes de terror sobrenatural. Pero si alguien piensa que Steranko se ha olvidado de HYDRA que sepa que anda equivocado. Vuelta de la malvada organización en Nick Fury#4, donde el origen de SHIELD es puesto al día para todos aquellos que lo desconocían. El autor se encontraba cercano a abandonar la serie. Y para su último número nos vuelve a traer a Scorpio y las complicadas relaciones familiares con el Director de la agencia (Nick Fury#5). Fin de fiesta para una etapa que merece ser recordada y para un autor que resultó todo un revulsivo con un personaje menor como era Nick Furia. Y eso siempre lo podrá decir el viejo soldado, ya que no todos los personajes tienen esa etapa mítica recordada por todos los aficionados.
Para nuestro tuerto predilecto no fue el fin. Todavía quedaban algunas historias que contar antes del cierre, que en este caso fueron reimpresiones de números antiguos. Tras pasar por números sueltos guionistas como Archie Goodman, Roy Thomas de nuevo o Ernie Hart, la serie recae en sus últimos coletazos en las manos de Gary Friedrich, autor que estaba contando las aventuras bélicas de Nick y sus muchachos durante la II Guerra Mundial. En su breve periplo nos trajo de vuelta al entrañable Aborrecedor, un personaje llamado Super-Patriota, que no entendía bien el concepto de amor a su país, algo de HYDRA y una versión primigenia de Bullseye, que acabó con la vida de Furia ¿es posible? Luego supimos que era un SDV, que para algo estaban rondando por ahí, y que Nick prefirió dejarlo en secreto, solo conocido por su segundo al mando, Dum Dum Dugan. Con la muerte de Furia en el número quince (aparente deceso) se cierra el primer volumen de historias individuales del espía más importante del Universo Marvel. A pesar de seguir recibiendo atención y protagonismo como secundario, tardaría un tiempo en conseguir una serie con su nombre rutilante como reclamo. Eso sí, la historia en cuestión merece la pena y se ha convertido en una de las básicas para conocer el funcionamiento de SHIELD y sus agentes.
Después del excelente aporte que supuso la obra de Steranko al imaginario del buen espía, el personaje sigue apareciendo como secundario habitual en todas y cada una de las cabeceras de la Casa de las Ideas. SHIELD es la organización de la editorial; si hay una un asunto acerca de inteligencia artificial, espionaje, informática o cualquier otro tipo de vertiente que ustedes puedan imaginar, la tropa liderada por Furia tiene una división al respecto. Un gigante con muchos brazos para controlar cualquier peligro que afecte a la seguridad nacional. Pero de Nick y sus chicos en una serie que narre sus aventuras individuales… nada de nada. No es de extrañar la buena acogida que tuvo la reedición de la serie clásica de Steranko a primeros de los años ochenta.
En 1984, en plena era Jim Shooter, se anuncia a bombo y platillo una nueva maxi serie de doce números protagonizada por SHIELD. La idea surge la imaginación de Mark Gruenwald que barrunta algo muy especial que va a dejar al aficionado con la cara torcida. De todas formas, él no será el encargado de darle forma definitiva. Se la encomienda a un guionista recién llegado a la editorial llamado Bob Harras (actualmente, uno de los mandamases de la editorial DC), cuya reacción en principio fue negativa. No fue sino tras escuchar las ideas de Don Mark cuando se implicó activamente en el proyecto. Algo grande se estaba cocinando con los viejos espías y nadie debía perdérselo. Más fácil fue convencer al equipo artístico responsable de la parte gráfica. Paul Neary, más habituado a la labor de entintador (fue el primer colaborador habitual de Alan Davis), se encargaba en ese momento de dibujar el Capitán América que guionizaba Gruenwald, tras la salida de Mike Zeck. En las tintas se optó por Kim de Mulder, que tan buen sabor de boca había dejado en trabajos con artistas tan apreciados como John Byrne.
A pesar de la base sólida del proyecto, éste comienza a retrasarse. Los años finales de Shooter como Director Editorial fueron bastante movidos, por lo que obras tan personales como esta pudieron ser apartadas poco a poco, a la espera de vientos más favorables. Cuando parecía que había quedado en el baúl de los recuerdos, Tom DeFalco, sucesor de “Big Jim”, reactivó muchos de esos proyectos dejados en el congelador, por lo que Nick Fury vs SHIELD (título definitivo de la serie) anuncia su primer número para 1988, aunque con unos leves retoques. De la maxiserie de doce números pasamos a una limitada de seis, además en un formato más lujoso del habitual, con el consiguiente encarecimiento en el precio. Esa apariencia de producto de lujo fue reforzada con el anuncio de portadas exclusivas de algunos de los más grandes dibujantes de cómics (Steranko realizó la del primer número, como no podía ser de otra forma), además de una fuerte promoción con su correspondiente merchandising. Destacar que en España fue publicada por primera vez en Cómics Forum en nueve números con portadas de Carlos Pacheco. Curioso ejemplo de un proyecto que casi cayó en el olvido pero que pasó a ser todo un acontecimiento en un mundo tan trillado como el superheroico.
De nuevo tenemos a Nick Furia en sus quehaceres habituales en la agencia. En este caso, el peligroso rescate de un núcleo de poder que se hallaba en el Helitransporte, base habitual del mando de SHIELD, estrellado en el desierto. Acompañado por cercanos colaboradores como Quartermain o el Dr. Levine, la misión se torna mortal cuando se descubre una fisura en el núcleo provocada por la intrusión de dos individuos, ya muertos en el interior. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas y Furia tendrá que poner su pellejo en peligro para salvar la situación. No hay mucho tiempo para darse palmaditas en la espalda pues un destacamento de HYDRA ataca las instalaciones de SHIELD para hacerse con el núcleo, objetivo que logran a pesar de la resistencia de los efectivos de la organización secreta del viejo soldado. Al tuerto más famoso de Marvel se le acumulan los problemas cuando un infiltrado de la agencia en Roxon, el agente Rollins, le informa de que ha descubierto topos dentro de sus propios hombres. Le muestra el Proyecto Delta, repleto de información acerca de agentes de SHIELD y del núcleo recién sustraído. Furia, visiblemente alterado, es testigo de cómo Roxon se haya en posesión del peligroso receptáculo de energía. Con la sensación de que algo gordo se está mascando a sus espaldas se dirige al Consejo, verdaderos y anónimos responsables de la organización, para expresar sus inquietudes, aunque se verá despachado de forma tajante y sin atender a sus demandas. Sus más cercanos amigos y compañeros, Dum Dum Dugan, la Condesa Val, Gabe Jones, Jimmy Woo, Jasper Sitwell, son testigos del aumento de preocupación del coronel. Todo ello se agrava al declarar el Consejo a Furia nada menos que un farsante, al traer al agente Rollins que niega toda la información que facilitó Nick. Debe ser interrogado por sus propios hombres pero el viejo soldado no es alguien fácil de intimidar por lo que huye, declarándose entonces como enemigo de SHIELD. Todos los efectivos tienen la orden de apresarlo, algunos con licencia para matar, lo que deja a sus más allegados agentes con una papeleta difícil de lidiar. Los grandes grupos de superhéroes son apercibidos del nuevo panorama, por lo que se abstienen de intervenir ¿Pero quién es amigo y quien enemigo? En este breve recorrido hemos podido comprobar que hay elementos podridos tanto en el misterioso Consejo como en los agentes de campo. No le va a ser nada sencillo recabar apoyos al bueno de Furia.
Ataque tras ataque, todo se precipita. El antiguo director va eludiendo la muerte de manera milagrosa a veces, pero no se amilana ante la situación. Hay que pasar a la acción. Para ello se vale de dos personajes en principios ajenos a SHIELD: Alexander Pierce, agente que se haya retirado en la reserva, y un representante de la C.I.A., Mackenzie, enlace entre ambas agencias. También Tony Stark, esta vez sin adoptar su identidad oculta de Iron Man, es reclutado por Furia para que le ayude en tareas de logística. Parece que la gran rival de SHIELD, HYDRA, se encuentra involucrada en toda la trama, por lo que no nos sorprende la aparición estelar de Víbora. No somos ajenos, por otro lado, al progresivo cambio de ciertos agentes y miembros del Consejo, que se nos antoja ya una operación encubierta a gran escala; operación montada para apresar a Nick Furia por algo que obra en su poder y que es profundamente valioso para la mente detrás todo el entramado. Fury es reducido por el misterioso líder del Consejo, por lo que vamos a descubrir sus intenciones. El cara a cara entre ambos personajes nos deja ver a las claras lo peligrosa que puede llegar a ser una organización como SHIELD cuando se corrompe. Al final del día, Furia, a pesar de ser un hombre solo, consigue vencer al sistema. Acompañado de los pocos agentes que han escapado, escuchan pacientemente la resolución de la O.N.U. que dictamina el cierre de la agencia de espías.
Con claros tintes de ciencia ficción, no se puede negar que la historia tras la cortina es la lucha personal contra el sistema. Nick Furia se ve arrastrado a un enfrentamiento titánico contra la organización que él mismo ha liderado durante tantos años y que se ha ido corrompiendo de manera sibilina. Todos aquellos que disfrutaron con la película El Capitán América. El Soldado de Invierno se darán cuenta en seguida de los paralelismos con esta obra (más que con la época de Ed Brubaker que da sobrenombre a la cinta). Aunque los personajes y el trasfondo son muy distintos. Los Steve Rogers y Nick Furia de la producción de Marvel Studios se encuentran dentro de un sistema que han jurado defender pero que paulatinamente ha ido corrompiéndose por la infiltración de efectivos de HYDRA, hasta las más altas esferas. El hombre contra el sistema, todo un clásico que pasen los años que pasen se mantiene fresco.
La desaparición de SHIELD no podía ser por mucho tiempo. Los peligros no paran de acechar y el mundo necesita a Nick y a sus muchachos. La explicación quizás sea menos prosaica y es que el éxito de la propuesta de Bob Harras hizo que la editorial le concediera un nuevo volumen, el tercero para ser más exacto, con el acompañamiento gráfico de Bob Hall y Keith Pollard . Para los que se pregunten qué pasa con el segundo volumen de Furia decir que consistió en una breve recopilación de la etapa Steranko. El coronel vuelve a formar SHIELD con los pocos agentes que sobrevivieron y tienen ganas de continuar la lucha (tendremos alguna aparición estelar de Dum Dum, pero de carácter puntual): Alexander Pierce y la Condesa da Fontaine. Con tan pocos efectivos no tiene más remedio que reclutar alguno más como Network Nina o Kate Neville. Harras y su sucesor, D.G. Chichester, se dedicarán a contar nuevas luchas con HYDRA con el Barón Strucker al frente de la misma, actualizar historias del pasado de los Comandos Aulladores, sacar alguna colaboración con el Capitán América y los 4 Fantásticos, y enviar a Furia al espacio exterior. Ya entrados en los años noventa, la colección recae en las manos de Scott Lobdell, autor responsable de la creación de unos absolutamente olvidables Súper Agentes de SHIELD que serán el centro de atención durante su corta etapa. Un volumen este tercero ciertamente intrascendente que no aporta nada de valor al interesante bagaje editorial del personaje.Para finiquitar este repaso, el Coronel tuvo otra oportunidad en forma de un único número, que además pasaba a renombrarse exclusivamente como Fury ( precursor de la línea MAX con fecha de portada 1994), a cargo de un equipo creativo totalmente desconocido, Barry Dutter y M.C. Wyman, con el Barón Von Strucker como su más acérrimo antagonista. Completa la aventura del Director de la agencia durante los noventa un breve volumen llamado Fury of S.H.I.E.L.D. de nuevo escrito por Howard Chaykin (cuatro números en 1995) y un par de especiales donde Nick comparte protagonismo con la Viuda Negra y con la Agente 13 (en 1995 y 1998 respectivamente).
Jim Steranko nos presentó a un colorido villano llamado Scorpio, miembro de un entramado mayor conocido como el Zodiaco. Lo que se podía haber quedado en un antagonista más de los múltiples a los que se podía enfrentar el viejo espía se convirtió en parte fundamental de su mitología, al tener fuertes lazos con el propio Furia. Esto fue público y notorio tanto en aficionados, como en profesionales del medio. Uno de los que advirtió el potencial de Escorpio fue Archie Goodwin, guionista con gran tradición en la Casa de las Ideas. La casualidad o el destino hicieron que Goodwin tuviera una de sus primeras asignaciones a finales de los sesenta en Nick Fury, Agent of SHIELD (números 6 y 7), episodios de relleno ante la salida de Steranko. Este “trabajillo” menor, que no debía representar gran cosa en un guionista que consolidó su posición en los setenta, le rondó por la cabeza largo tiempo al bueno de Archie, buscando el momento justo para desarrollar una gran historia con Nick. A mediados de los ochenta parecía que ese momento había llegado: Goodwin tenía su gran trama con Furia que involucraba una de las grandes creaciones de Steranko, Escorpio. Para redondear el proyecto añadió la figura de Lobezno, en lo más alto de su popularidad. Aunque está claro que incluir a Logan le reportaba una dosis extra de atracción mediática, no se puede negar que en aquellos tiempos eran dos personajes con un trasfondo muy similar: ambos eran ex combatientes, los dos se habían reintegrado en la lucha contra supervillanos en distintas agencias y se caracterizaban por hacer lo que fuera necesario para conseguir sus objetivos. Una clara representación superheroica del “fin justifica los medios” (esto da cierta risa en el caso del último Lobezno, casi una sombra de sí mismo; digamos que en los ochenta esa definición cuadraba como un guante). El artista elegido para labores gráficas es un fijo de este repaso, Howard Chaykin, y el formato escogido, el de Novela Gráfica, productos muy especiales y cuidados que nos daban buena cuenta de la importancia del proyecto. Y vaya si fue importante pues, una vez dibujada la historia, el guionista tardó ¡¡tres años!! en terminar los diálogos. Todo debía estar perfecto para redondear una aventura como esta.
En 1989 tenemos la publicación definitiva de la misma. La trama nos presenta una misión rutinaria de un destacamento anti-terrorista de SHIELD en Perú cuando se produce un ataque relámpago que termina con la vida de sus integrantes. Esto llega rápidamente a oídos de Nick Furia, que escucha los detalles atentamente. De repente, un elemento desestabiliza al coronel: han dejado un símbolo, concretamente algo parecido a un escorpión…. Scorpio !! Los recuerdos familiares se agolpan en la cabeza de Nick, pues hasta hora la persona más relevante bajo la máscara había sido nada menos que su hermano Jake Furia, cuando recibe una visita inesperada. Lobezno, el mutante más emblemático de la Patrulla X, conocía al agente de SHIELD responsable de la misión, por lo que quiere participar en la investigación. A regañadientes, el Director acepta al canadiense como compañero de fatigas. Estos dos outsiders se tendrán que apoyar e ir desgranando los misterios que conciernen a la personalidad de Escorpio, de nuevo con fuertes lazos con la familia del antiguo sargento chusquero. Después de las sucesivas luchas, encuentros y desencuentros, los dos héroes consiguen reducir al villano y hacerse con la poderosa llave, fuente de poder del malvado en cuestión.
Estamos en el momento justo para hablar de la personalidad Scorpio, una de las más sorpresivas en lo que se refiere a las aventuras individuales del personaje y que nos retrotrae a los años de infancia del coronel. Hablemos, pues, del árbol familiar Furia. Ya se presentó en la serie de Sergeant Fury a la figura de Jack, padre de nuestro protagonista y valiente soldado americano que luchó en la I Guerra Mundial al servicio de la Armada Británica. Éste tuvo tres hijos: Nick, Dawn y Jake. El hecho de criarse sin apenas familia (su madre murió siendo jóvenes y su padre en el campo de batalla) y en el difícil barrio de la Cocina del Infierno propició que los hermanos fueran dos curtidos luchadores contra la adversidad. Eso les llevó a la vida militar, siendo parte los dos de una extraña organización llamada La Gran Rueda del Zodiaco, una reunión de los mejores agentes posibles que incluía al Barón Strucker, Dum Dum o Cornelius Van Lunt, entre otros. Esta historia fue narrada por Jonathan Hickman en Secret Warriors, donde ya se empezaba a adivinar la antigüedad de SHIELD. La traición de uno de sus miembros dio lugar a la ruptura de esa asociación, lo que propició que muchos de sus integrantes se reagruparan en otras organizaciones. Van Lunt convenció a Jake para que formase parte de una nueva, Zodiaco a secas, donde le asignó el sillón de Escorpio, que traía consigo la posesión de la poderosa llave con idéntico nombre. Jacob sentía cierto resentimiento por el éxito de Nicholas por lo que se dedicó a instigarle en la serie escrita y dibujada por Jim Steranko. El fallar en los atentados contra el mandamás de SHIELD hizo que fuera expulsado del Zodiaco. Jake cedió la poderosa llave a su hermano y decidió poner fin a su vida. Roy Thomas también cogió prestado al personaje para enfrentarlo a los Vengadores ( Avengers#72 ), con el misterio de quien se encontraba tras la máscara.
Después de este aparente receso en la figura de Scorpio, tenemos lío con un Señuelo Dotado de Vida. Resulta que el Zodiaco se valió de algunos de ellos, con tal calidad de reproducción, que un modelo llegó a tener la autonomía de llamarse Max Fury, que lo llevaría a luchas contra los Defensores en una saga escrita por David Kraft (con ayuda, hay que decir) y dibujada por Keith Giffen (Defenders#46-51 ). Todavía tendríamos otro personaje bajo la máscara antes de llegar a la obra de Goodwin y Chaykin. Jacques Lapoint, un malvado de origen sureño, sucedió en el sillón a Jacob en la organización, hasta el sorpresivo retorno del primer y original Scorpio (o de un SDV, que ya es difícil determinarlo; lo que sí que sabemos es que Jake no estaba muerto y había estado ayudando a su hermano en lucha contra organizaciones criminales como HYDRA o Leviatán). La historia en cuestión tuvo lugar en West Coast Avengers#27, con Nick Furia y el Zodiaco como invitados de excepción.
Como se pude apreciar, la figura de Escorpio había dado muchas vueltas, involucrando al hermano de Furia y Señuelos Dotados de Vida. Goodwin pensó en una vuelta de tuerca que llegara a impactar en el lector, por lo que volvió a tirar por el tema familiar y se sacó de la manga el primer hijo conocido al Director de SHIELD. En una de sus misiones, concretamente en Macao, tuvo escarceos románticos con una mujer llamada Amber D’Alexis, originaria de la región europea de Carpasia. En Macao era dueña de un club y el espía tenía intenciones de vigilarla, ya que estaba fuertemente implicada en la investigación. Cuál es su sorpresa cuando descubre que tiene una relación con su hermano (por retrocontinuidad sabemos el motivo del resentimiento y que aceptase ser Escorpio). A pesar de que el pequeño de los Furia se podía ver involucrado, el diligente espía cumplió su misión, lo que implicó seducir a Amber. Quedó embarazada sin conocimiento del propio Nick, por lo que la madre entrenó a su hijo con intención de venganza. La pieza que les faltaba para su plan fue hacerse con la poderosa Llave del Zodiaco. Con ella, Mikel Fury se convierte en el peligroso Scorpio. La muerte de la madre y que fuera salvado por su padre en el último momento dan como resultado que Mikel busque un camino de redención.
El dibujante de esta Conexión Escorpio, Howard Chaykin (ya dijimos que todavía nos quedaba hablar de él), se planteó una continuación en 1994. En este caso, solo se haría cargo de los guiones, mientras que en el apartado gráfico cede los lápices a Shawn McManus. Para esta aventura recupera muchos de los elementos de la primera historia, protagonizado por el team up de Nick Furia y Lobezno. Volvemos a tener a los dos tipos duros, al hijo de Amber, ahora integrado en SHIELD como agente de campo, y a Escorpio y su llave haciendo de la suyas. La trama principal gira en torno a circunstancias políticas en Carpasia, región de origen del hijo de Furia, donde nuestro grupo tendrá que infiltrarse para arreglar los desmanes de ciertos gobernantes corruptos de la región. La conclusión a tan “magna” obra es que Mikel abandona el manto de Scorpio y su entrenamiento a cargo de su padre en SHIELD para liderar la transición política en la región. A pesar de que Chaykin le concedió un retiro dorado al personaje, Hickman lo sacó de la reserva muchos años después para explicarnos su muerte en Secret Warriors#24. De la obra en cuestión, poco más que añadir. Guión flojo y un prodigio de excesos “noventeros” en el dibujo no la sitúan como una de las grandes segundas partes de la historia del cómic.
¿Y que decimos de Logan y Nick? Pues que su colaboración se tornó muy provechosa, siendo habitual que el viejo espía se pasase por la colección del mutante de las garras de adamantium de forma recurrente. De todas formas, el éxito de la novela gráfica de Goodwin y Chaykin hizo que se repitiese la experiencia en 1991, esta vez a cargo de Tom DeFalco y John Buscema. Decisiones Sangrientas es el título de la obra cuyo protagonista es Lobezno, pero también con mucha importancia para el Director de SHIELD. El canadiense va en busca y captura de un relevante narco llamado Bullfinch, lo que hace que cruce sus caminos con Fury. Ya sabemos lo que eso implica: que SHIELD está tras su pista. Ambos deciden unir sus fuerzas, tal como hicieron en el pasado. El Coronel tiende a una salida al conflicto negociada, un extraño acuerdo con el que sacar partido al maleante, cosa que el mutante de la Patrulla X no acepta. Esto nos va a dejar que nimias diferencias en los criterios provoquen algún altercado destacado entre ambos héroes. Resultado: un Lobezno desatado y visceralmente sangriento se despliega frente a nosotros.
A estas alturas, ya con nuestro relato muy avanzado, ponemos punto final a la singladura “clásica” de Furia y sus agentes. A partir del siguiente punto, nos centramos en un gran cambio de status para el Director. Qué mejor momento pues para conocer las particularidades de agencia y recordar algunos integrantes fundamentales de la organización. La lista de colaboradores sería interminable, ya que por sus filas no solo han pasado incontables agentes, sino que también superhéroes como Tony Stark, el Capitán América, Spider-Woman o Pájaro Burlón. Todo un catálogo inabarcable para una única entrada. De todas formas, dejamos constancia de lo mejor de lo mejor en agentes de SHIELD, a pesar que podemos dejar alguno en el camino.
Pero antes, un poco de historia de SHIELD, por Jonathan Hickman. Hasta 2010 suponíamos que era una agencia de contraespionaje creada para solucionar problemas que otras divisiones no podían asumir. Pues bien, el guionista da salida a una serie donde, de forma tan sorpresiva como brillante, nos muestra los orígenes de la organización, que se remontan nada más y nada menos que al antiguo Egipto. Las mentes más preclaras, las personalidades más rutilantes, los artistas más geniales que uno pueda imaginar han pertenecido a SHIELD: Nostradamus, Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Isaac Newton o Nikola Tesla son algunos de esos miembros legendarios de la Hermandad del Escudo. Una historia que, desgraciadamente, permanece inconclusa. Con la esperanza de que Hickman y su colaborador, Dustin Weaver, terminen su magna obra, dejamos para el futuro el análisis pormenorizado de esta primigenia formación de SHIELD.
Tras dejar constancia del panorama antiguo de la organización, nos quedamos con la interpretación tradicional del nacimiento de la agencia que nos sitúa en plena Guerra Fría, con el resurgir de un malvado grupo con tradición nazi llamado HYDRA. Al frente de ella se pone el experimentado coronel Nick Furia, fogueado en todo tipo de conflictos, por lo que su mano se va a notar ampliamente en la agencia. Ha sido el gran Director durante muchos años, solo degradado por momentos, para desaparecer de la circulación tras su fallida Guerra Secreta. No es raro que Nick se rodee de colaboradores habituales para acometer tamaña empresa, pero tampoco será óbice para que nuevos integrantes destaquen en la organización. Veamos algunos nombres propios.
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Vale que Dum Dum nunca ha sido un personaje capital en la historia de Marvel, pero si es alguien con la suficiente tradición como para haberle dado un destino más justo. No sabemos si fue idea del guionista, Al Ewing, o mandato editorial. Lo que le parece a un servidor es un sinsentido que no aporta nada a la trama e invalida un montón de historias protagonizadas por el valiente cabo, sin ninguna necesidad. Un horror.
Estos son algunos de los agentes que han colaborado con el Coronel hasta el momento. Simplemente recordar nombres como Katherine Waynesboro, G.W. Bridge, John Garret, Victoria Hand, Monica Chang, Abigail Brand, Emily Preston, el Supervisor, Iron Patriot, Pájaro Burlón, Spiderwoman, Eric O’Graddy…… y tantos otros nos pueden dar la inmensidad de esta superorganización. Y como tal, sus rivales no se puede decir que le hayan ido a la zaga. Destaca entre sus principales antagonistas HYDRA, creada por el barón Strucker durante la II Guerra Mundial, pero que ha sido un incordio constante para SHIELD. Y no se puede negar que son incansables pues todavía continúan en la actualidad (que se lo digan al bueno de Sam Wilson). De HYDRA se escindió una parte, la que se dedicaba a asuntos científicos, que pusieron en marcha sus propios planes de dominación del mundo. Primero conocidos como T.H.E.M. (“Ellos”), luego reconvertidos en Ideas Mecánicas Avanzadas (I.M.A.), son otra de las temibles rivales de cualquier superhéroe. El último de los grupos antagónicos de Nick Furia es Leviatán, nacida al servicio de los intereses comunistas. Activa de forma secreta durante la Guerra Fría, ha tenido que readaptarse tras la caída del Muro de Berlín. Nosotros fuimos testigos de su alzamiento durante el Reinado Oscuro, donde tuvieron que emplearse a fondo los actualizados Comandos Aulladores. A pesar de la peligrosidad y complejidad de estas asociaciones tradicionalmente rivales de SHIELD, el peor enemigo de Nick Furia se ha descubierto que es ……. Nick Furia
Secret War. Este concepto nos evoca tiempos pasados, aquellos en que Jim Shooter dio salida a una maxi serie limitada que rompió registros allá por 1984. Nada que ver con lo que tenía planeado Brian Michael Bendis. Veinte años después de aquellas Guerras Secretas, el guionista de Cleveland pensaba que algunos conceptos llevaban demasiado tiempo anquilosados, sin evolución para mejor. Coincide también con la entrada de Dan Buckley como presidente en Marvel, consciente de que el universo compartido por todos los héroes de la compañía hacía tiempo que parecía desaparecido. Bendis, adalid de la innovación y el rupturismo, sería elegido para renovar a los Vengadores, con Avengers Disassembled, y el germen de todas sus ideas lo tenemos en esta serie. De todas formas, no presenta pocos problemas de continuidad. Debido a los retrasos del dibujante, el espectacular Gabrielle Dell’Otto, hubo constantes reescrituras del guión. Para que se hagan una idea, el primer número data de abril de 2004 mientras que el quinto y último salió en diciembre de 2005, lo que implicaba grandes cambios que el propio autor propiciaba en la cabecera vengativa. El caso que es que esta historia redefinió el personaje de Nick Furia para el nuevo siglo. El escritor pensó que para alguien como el viejo coronel, versado en tantos conflictos y con sangre en sus manos, no le debía de resultar nada fácil bregar con las decisiones políticas, tan incomprensibles para un soldado forjado en la vertiente más estrictamente militar. Había llegado la hora de ahondar en la personalidad de Nick, siendo testigos de sus luces y sus sombras.
El relato se estructura en dos líneas temporales distintas, pero fuertemente relacionadas. En tiempo presente observamos un ataque directo a Luke Cage que consigue dejarle malherido. Este lance tan habitual para un superhéroe llama la atención del Director de SHIELD que acude raudo y veloz a visitar al antiguo Héroe de Alquiler. Por ese interés notamos que Furia sabe de dónde puede provenir la agresión. Esto conecta con una historia que ha permanecido oculta para el resto del Universo Marvel. Hace aproximadamente un año, una investigación de la agencia puso en el punto de mira al Chapucero, todo un especialista en dotar a villanos de lo último en tecnología. Lo más relevante es que la Viuda Negra descubre una conexión con el reino de Latveria. El Director presenta sus conclusiones ante el Consejo pero hay un problema: gobierna de forma electa Lucia von Bardas y el aparato político no quiere ningún tipo de problema diplomático. Jarro de agua fría para Furia. Éste se ve presionado a tomar una decisión drástica. Ésta consiste en reclutar a un grupo de superhéroes, poco acostumbrados a colaborar entre ellos, para una misión secreta en Latveria. El grupo está formado por el Capitán América, Luke Cage, Daredevil, Spiderman, Lobezno, la Viuda (ya infiltrada en el país) y una chica joven desconocida para el gran público. Tenemos la primera aparición de Daisy Johnson (¡¡Hola Agentes de SHIELD!! ), también conocida como Temblor ( Quake ). Hija del criminal Mr. Hyde y una prostituta, Daisy nació con poderes debido a los genes de su padre: tiene la capacidad de generar ondas sísmicas a su antojo. Detenida por SHIELD tras un intento de robo, el coronel supo de primera manos sus capacidades y la entrenó en solitario, apartada de la vista de la agencia. Todo un as en la manga que Furia decide revelar en esta Guerra Secreta.
El grupo cumple su objetivo, un ataque selectivo sobre objetivos de Latveria y la mujer que gobierna del lugar. Volvamos al tiempo presente. Poco a poco se van reuniendo aquellos que participaron en esa misión, en visita religiosa al bueno de Luke cuando de repente se produce un ataque organizado de supervillanos tecnológicos en pleno Nueva York, implicando a gente ajena a esta trama como los 4 Fantásticos (¡¡ qué tiempos aquellos!!). En ese momento se revela la mente tras el ataque: Lucia von Barda. Modificada con implantes biónicos no resultó muerta en el ataque a Latveria. Y trae consigo un regalito explosivo. A duras penas los héroes consiguen aguantar el envite pero todavía quedan las explicaciones. Furia tiene que desvelar sus secretos ante todos, incluido Lobezno que aparece junto a la Patrulla X. La mayoría no lo recuerdan pero fueron enrolados en una guerra privada en un país extranjero, arrasando todo el lugar y sus aledaños más cercanos. El Director de SHIELD eligió librarles de los remordimientos lavándoles el cerebro, lo que nos deja a un coronel rayando el borde de la inmoralidad. Un Logan furioso salta sobre el viejo soldado pero Nick, que es zorro viejo, ya lo suponía. Tenemos un Señuelo Dotado de Vida en su lugar y solo Temblor es cómplice de sus actos. A través del robot el Director asume sus responsabilidades y admite que él no es un héroe, como todos los que le rodean, por lo que comunica que va a pasar a la clandestinidad. Se acabó jugar al espía, el hacer el papel de bueno para Nick Furia. Todo un nuevo cambio para el viejo soldado.
Secret War fue pensada como una idea que debía madurar en el nuevo escenario creado a partir de Nuevos Vengadores, por lo menos hasta Invasión Secreta. O eso es lo que nos querido vender Bendis. Lo que sí que queda claro es que tenemos la formación pensada por el de Cleveland para renovar la formación de los héroes más poderosos del planeta: Luke Cage, el Capitán América, Spiderman y Lobezno formarán parte del ecléctico nuevo grupo de Vengadores. Para el viejo sargento supone toda una revolución ya que de ser un secundario recurrente, al estar al frente de la agencia de la editorial, pasa a desaparecer de la vida pública. Pero Nick es un hombre de valores, comprometido con su país y con el mundo en general. Cuando se comienza a vislumbrar la posible invasión de Skrulls, vuelve a la circulación, aunque sea en las sombras. En Mighty Avengers#12, escrito por Brian Bendis, volvemos a recrearnos en las escenas finales de Secret War, desde el punto de vista de Furia. Tras seguir pistas acerca de skrulls, el coronel se reúne con la Directora Hill, para avisarle de que no está segura, y con Spiderwoman, a la que requiere como agente doble (o triple, porque ya sabemos todos quien era a esas alturas). Nick comienza a pensar en reclutar un nuevo grupo para defender al planeta, unos guerreros que serán secretos tal y como lo es Nick Furia.
Con Invasión Secreta nacen los Guerreros Secretos de Furia. De Los Poderosos Vengadores a las páginas de Secret Invasion, prestos a defender la Tierra de los ataques skrulls comandados por la reina Veranke. De esta nueva formación, donde no puede faltar Temblor como una de sus más cercanas colaboradoras, destaca que la mayoría tienen una ascendencia ya conocida: Fobos (hijo de Ares, dios de la guerra), Muro de Piedra (hijo de Aplastador Creel), Slingshot (hija del villano Grifo), Druida (descendiente del Dr. Druida de los Vengadores), Hellfire y Manifold, éste incorporado ya en pleno Reinado Oscuro. Este landscape pondrá en un difícil brete al recien creado equipo. La asunción del poder total por parte de Norman Osborn tras acabar con la amenaza skrull supuso toda una revolución para la agencia. SHIELD desapareció y en su lugar se alzó H.A.M.M.E.R., dejando en la calle a millares de agentes que se negaron a seguir los designios de un malvado declarado. En una de las historias que forman parte de «La Lista», un compendio de los deseos de Osborn para su mandato, nos encontramos con una escrita por Hickman como prólogo a la serie Guerreros Secretos. En ella se produce una entrevista entre Furia y Norman por un peligro que ambos comparten. Un agente federal, Seth Walters, tiene en su poder algo que los dos personajes aspiran a poseer. El viejo soldado, utilizando como apoyo a colaboradores como Dugan o John Garret, consigue hacerse con el objeto en cuestión, esquivando a Osborn y su gente. Aquí se abre la puerta a la salida al público de una nueva rival para Nick que va a ser una constante durante la nueva cabecera.
La serie propia, escrita al inicio al alimón entre Bendis y Hickman, aunque será el antiguo entintador reconvertido a guionista el que marque las pautas de la colección, será el lugar elegido para traer de vuelta a la acción al coronel, a pesar de que el primer arco argumental se titule de forma gamberra “Nick Furia. Agente de Nada”. Como decimos, se podría pensar que el contar con nuevos personajes sería el punto fuerte de la serie, pero la realidad nos va a decir que muchos de ellos quedarán en nada (si exceptuamos a Manifold que Hickman se llevó a los Vengadores). La cabecera estará centrada en la lucha de Furia contra esas organizaciones que tanto le han fastidiado en el pasado y que se niegan a desaparecer: HYDRA y Leviatán. Veremos también recuperar momentos de agentes clásicos, aunque algunos tengan un destino cruel; descubriremos la verdadera cara de muchos de ellos tras años pensando en que eran aliados del coronel; durante el Reinado Oscuro, Norman Osborn será un continuo dolor de cabeza para los Guerreros y para Nick en particular ( en los Thunderbolts de Andy Diggle veremos como Norman cree acabar con él); observaremos el reencuentro entre Ares y su hijo; asistiremos a la reformulación de los Comandos Aulladores en manos de Sitwell, Dum Dum y Gabe Jones, y , sobre todo, seremos testigos de las extrañas relaciones entre Furia y el Barón Strucker. Todo un combinado de clasicismo y modernidad que trajo de vuelta al antiguo director de SHIELD. Al finalizar la serie, Furia se mantuvo en la clandestinidad, esta vez sin equipo y sin intención de actuar. Un secreto oculto de su pasado hizo que tuviera que emerger a la superficie una (pen)última vez más.
En el año 2011 se dio salida a un evento llamado Miedo Encarnado, dirigido por Matt Fraction y basado en antiguos dioses asgardianos que vuelven con ganas de venganza. Nada relevante para Furia. Pero como epílogo del evento se nos presentó una mini serie llamada Heridas de Guerra, escrita a seis manos entre Fraction, Cullen Bunn y Christ Yost, que ponía el acento en un personaje concreto, Marcus Johnson, un hombre que será buscado por todos, héroes y villanos, sin saber muy bien porque. ¿Quién demonios es Marcus Johnson? Bien, antes de entrar en el repaso de la serie, es conveniente aclarar un par de conceptos referentes a la sinergia entre cine (en esos momentos Marvel Studios comenzaba a despuntar) y cómics.
Debemos comenzar por la línea Ultimate de la editorial. Este universo propio nació a comienzo de siglo XXI con la idea de renovar los grandes iconos de la compañía de cara al nuevo milenio. Todo un éxito inesperado en el que sobresalieron dos nombres: Brian Michael Bendis y Mark Millar. Nick Furia tuvo su contrapartida ultimate, una que además le conllevó un cambio de raza, ya que pasó a ser afroamericano. A pesar de alguna aparición anterior, los que definieron tanto el carácter como la imagen del Nick Furia definitivo fueron Millar y el dibujante Bryan Hitch en esa alegoría post 11S que son The Ultimates. El guionista, mediático y polémico como pocos, se permitía bromear en unas viñetas acerca de la fama de los superhéroes, poniendo en solfa quien interpretaría a quien en el caso de llevarse su historia a la gran pantalla. Estaba claro cuál era el modelo para el Director de SHIELD. Cualquiera que haya echado un vistazo a sus páginas reconocerá al actor Samuel L. Jackson como la viva imagen elegida por el dibujante. No estamos aquí para hacer un repaso de la carrera del Nick Fury ultimate, pero sí dejar constancia de este detalle que podría ser intrascendente pero que tuvo sus repercusiones.
Marvel consigue desarrollar un proyecto largamente ansiado: poner en marcha su propio estudio con los personajes que todavía no ha perdido (X Men, 4F y Spiderman, entre otros, fueron vendidos a otras compañías para explotarlos en cine). Comienza su aventura con Iron Man, en cuya segunda parte vemos el debut en la pantalla grande del director de SHIELD y toda su agencia, un Nick Furia…. negro. Efectivamente, Samuel L Jackson da vida al personaje en las películas de Marvel Studios. Cuentan las malas lenguas que fue el propio Jackson el que exigió el participar como “pago” por utilizar su imagen en viñetas. El caso es que los directivos de la compañía lo pusieron ahí y su fama como personaje comenzó a ascender (sería estratosférica cuando se estrenó Los Vengadores, pasando a ser una de las películas más taquilleras de la historia). De todas formas, no debía ser un problema tener un Furia de color en el cine y el clásico en los cómics. O eso pensábamos la mayoría. Cuando se anunció la serie Heridas de Guerra muchos temían que un nuevo coronel Furia iba a tomar el puesto del antiguo. La cuestión debía ser si se hacía bien o de forma chapucera. Veamos el cómic en cuestión.
Ya hemos hablado de Marcus Johnson y de Miedo Encarnado. Durante el ataque de los avatares de la Serpiente, el Ranger Johnson se encuentra en Afganistán. Allí lucha contra incansables talibanes al lado de su mejor amigo, Cheese. Tras una refriega, le comunican una mala noticia: su madre ha muerto, por lo que debe retornar a su país. En una revisión rutinaria en su casa materna advierte la presencia de casquillos de bala, por lo que comienza a sospechar que no ha sido muerte natural. Justo en ese momento aparece un grupo de mercenarios rusos que busca matar al soldado. Y no solo mercenarios corrientes, sino también el Supervisor. Comienzan los problemas para el ranger ya que este no es su terreno, ni luchar contra supervillanos ni tener aliados superhéroes como el Capitán América. Es rescatado de esa locura por la Directora de la renacida SHIELD, Daisy Johnson, y llevado a buen recaudo a sus instalaciones. El soldado no se encuentra a gusto con la situación ni mucho menos con el secretismo de la agencia por lo que decide huir. Se convierte así en objetivo prioritario para todos. Solo puede confiar en su amigo Cheese, que decide ayudarle en sus investigaciones. Más mercenarios como Masacre o la Sociedad Serpiente nos dan la medida de lo relevante que es este Marcus para las agencias implicadas. Solo nos faltaba Escorpio como guinda de tamaño pastel. Johnson se enfrenta al tal Escorpio y logra descubrir su identidad: Nick Furia!!! Comienzan a salir secretos a la luz, más secretos a cargo del viejo soldado. La madre del ranger, Nia Johnson, fue una antigua agente de SHIELD y Nick tuvo un romance interracial con ella, que dio como resultado el nacimiento del propio Marcus. Para protegerle, le da una identidad secreta de maestra y los aleja del peligro que supone la vida que lleva Furia. Ahora todo ha salido a la luz debido a que alguien ha vendido ese secreto a Orión, líder de la organización Leviatán. Víctor Uvarov busca la Fórmula Infinito que corre por la venas del ranger. Y consigue su objetivo ya que, tras una rápida maniobra de ataque, apresa a ambos Furia, padre e hijo. El malvado líder de Leviatán,en una acción de dudoso gusto, le extrae un ojo al joven negro para desde ahí revertir el estado de senectud en el que se hallaba. Eso no significa que se rindan fácilmente pues los dos son soldados curtidos en mil batallas. Además, su colega Cheese trae la ayuda de los Vengadores para dar buena cuenta de Uvarov y sus hombres.
La batalla deja secuelas en el soldado Johnson. En el hospital recibe la visita de su padre, un Nick que le habla de su otro hijo, Mikel, al que no consiguió salvar, lo que viene a justificar su decisión de dejarlo al margen. Ahora que todo es público tiene dos opciones: quedarse con su antigua vida o adoptar una nueva, una que le lleva a ser conocido como Nick Furia Jr. , heredar el traje de Supersoldado de Steve Rogers y pasar a ser agente de SHIELD, junto a su inseparable Cheese. ¿O deberíamos decir Agente Phil Coulson? Sin mediar explicación, tenemos junto al origen de Nick Jr. el del agente Coulson, la traslación a viñetas de un personaje que se hizo popular en el universo cinemático Marvel, al representar al humano corriente frente a los superhéroes. Tanto que se puso el énfasis en su persona cuando Marvel dio pistoletazo de salida a su carrera en la pequeña pantalla. Ambos, Phil y Nick Jr., formarán parte del grupo encargado de las operaciones encubiertas, los llamados Vengadores Secretos, cuya última encarnación dirige Ales Kot. Marvel ya tenía su Furia tal como aparecía en la gran pantalla. Círculo cerrado.
Para Furia Sr. esta serie significa esconder la cabeza otra vez después de salir por el tema de su nuevo descendiente. En la visita al hospital, el coronel confirma que la Formula Infinito, que su hijo produce de forma natural, ya no corre por sus venas. Después de ceder la última de las dosis para revivir a Bucky Barnes, tras los acontecimientos de Miedo Encarnado, tiene que asumir que el envejecimiento va a comenzar a hacer mella en él, por lo que la naturaleza pronto seguirá su curso. Este dato será fundamental para la historia que cierra nuestro repaso, la que define a Furia en tiempo actual.
Dentro del cómic de superhéroes se cuelan de vez en cuando autores que no le tiemblan las piernas en renegar de ellos, aunque pasen por caja de forma recurrente por las dos grandes para dejar su propia visión. Uno de ellos es Garth Ennis, autor irreverente y poco dado a lo políticamente correcto. El autor de Predicador y The Boys es recordado en Marvel por su particular aproximación a la figura de la figura de Punisher pero también ha tenido su oportunidad de acercarse al viejo soldado, Nick Furia. Siempre fuera de la continuidad, el coronel en manos del guionista se convierte en un vehículo para narrar historias bélicas, que tan excepcionalmente bien se le dan al irlandés. Aquí no hay villanos coloridos, ni organizaciones imaginarias, ni por supuesto coches voladores. Solo la rudeza de la guerra, situaciones límites en estado puro y la miseria del ser humano cuando está en conflicto. Furia no deja de ser la personificación del soldado debido a su país, capaz de cualquier cosa con tal de conseguir sus fines.
De todas formas, la primera serie dedicada a Furia en la línea MAX, acompañado en el apartado gráfico por Darrick Robertson y Jimmy Palmiotti, que comprende otra realidad diferente, la Tierra 200111, sigue en la senda marcada hasta ese momento ( estamos en 2001). El personaje es un experto paramilitar puesto al servicio de una organización respaldada por las Naciones Unidas para hacer frente a amenazas globales. Prueba de ello es la aparición de Dugan como secundario de la serie. Tenemos al Ennis más transgresor, revisando el concepto de espía, tal y como queda patente en las geniales portadas de Bill Sienkiewicz. Habría que esperar a la siguiente colaboración del equipo (Ennis, Robertson y Palmiotti), de nuevo en la línea MAX, para meternos de lleno en el terreno bélico.
En “Furia. Pacificador” (fecha de portada 2006) nos sumergen en plena II Guerra Mundial, rememorando sus tiempos con los Comandos Aulladores pero alejado de cualquier tipo de carácter festivo. Nick se encuentra sumido en el teatro de guerra europeo, luchando contra el ejército alemán. El sargento no lo va a tener fácil ya que Ennis pone a prueba la capacidad de supervivencia del soldado americano. Esto es un cómic bélico duro y puro, sin florituras ni salidas fáciles, con muertes y traiciones. Una auténtica delicia para aquellos que disfruten con el género. Y toda una declaración de intenciones del guionista, que demuestra que un personaje como Nick Furia está abocado al conflicto permanente para dar sentido a su existencia.
Su última aportación data del periodo comprendido entre julio de 2012 y agosto 2013 (fechas de portada) y se trata de una de las visiones más conseguidas del viejo soldado. Tenemos relevo en el apartado gráfico con la inclusión de Goran Parlov, artista que ya había colaborado con Ennis en Punisher. Juntos hacen un repaso de los destinos de un cansado Furia que echa la vista atrás para dejar constancia de todas sus guerras. El hastío es evidente tal y como deja patente el guionista al poner estas palabras en boca del personaje: “Me llamo Nick Furia. Tengo una bala en la cabeza desde 1944. Parece que no muero, ni siquiera envejezco mucho. Peleo y follo como un puto demonio. Me trago la guerra como si fuese azúcar. Estas son las cosas que he hecho por mi país….” Tenemos a un entonces agente de la CIA que será destinado a los destinos más calientes que ha tenido EEUU durante el pasado siglo XX.
Comenzamos por Indochina, entonces colonia francesa y en esos instantes (1954 para ser exactos) con un afán independentista por parte de grandes sectores de la población. El problema viene porque son milicias pro-soviéticas las que capitanean el intento descolonizador, por lo que el gobierno norteamericano quiere estar bien informado. Envían al coronel, junto a un nuevo recluta llamado George Hatherly, para colaborar con efectivos franceses que todavía mantienen las posiciones. Todo para evitar el avance del comunismo en el sureste asiático. Este joven agente será un compañero recurrente en toda la serie, al igual que el componente político que el irlandés no va a dejar pasar inadvertido, personificado en la figura del senador “Pug” McCuskey, que tan bien muestra las contradicciones de la misma administración norteamericana. Junto al senador viaja una atractiva componente de su equipo, Shirley Defabio, que sirve de alivio sexual para Nick Furia. En tierra hostil se introduce el coronel junto con el joven agente para ser testigo de lo mal que lo tienen las tropas francesas. De hecho, se produce la definitiva constatación de que aquello ya no es tierra francesa, ya hablamos de Vietnam.
El coronel no para quieto y tras su observación en Indochina le toca acometer la Revolución Cubana. Furia es enviado para atentar contra Fidel Castro, relacionando sus acciones con los sucesos de Bahía Cochinos. Huelga decir que el comando norteamericano no logra sus objetivos por lo que Nick y alguno de sus chicos escapan por los pelos. Y no gracias a la ayuda de McCuskey, también presente en la isla en esos trascendentales instantes. El último arco de la serie se lo lleva la Guerra de Vietnam, ya abierta entre EEUU y el país asiático. Aquí el viejo soldado deberá enfrentarse no solo a las correosas tropas vietnamitas, sino que el bueno de Garth recupera a un conocido suyo sacado de su época en el Castigador, Barracuda , con el que tendrá su más cruenta lucha personal. Sin descuidar los desmanes de los políticos y la relación más que crepuscular entre Shirley y Nick Furia.
El celebrado paso de Ennis y Parlov en Furia MAX nos deja una vista privilegiada de los grandes conflictos de los EEUU durante el pasado siglo, poniendo un soberbio colofón a su interpretación del viejo soldado. Todos aquellos que se acerquen a la obra del irlandés no van a encontrar la típica narrativa superheroica sino que nos sumerge en el fango de la guerra, de la operaciones encubiertas, de la suciedad de la diplomacia. Un fango que por más que se empeñen los políticos no pueden evitar que deje rastros cuando uno vuelve a casa.
Recuperamos al Furia del Universo 616, al que dejamos tras el descubrimiento de Nick Jr. bien escondido. Lo tendríamos como secundario en la serie Soldado de Invierno, personalidad que recuperaba Bucky Barnes tras llevar largo tiempo el manto del Capitán América. En Miedo Encarnado asistimos incrédulos a la muerte de Bucky, aparente ya que el propio Furia se encarga de evitarlo al proporcionarle la Fórmula Infinito. Esto provoca que Barnes retome su antigua personalidad, primero en manos de Ed Brubaker luego continuada por Jason Latour, donde el Soldado de Invierno se pondrá a las órdenes de Furia en variadas misiones encubiertas. Tras la finalización de la misma parecía que el coronel sería mandado de nuevo al ostracismo.
Para verano de 2014 se anuncia un gran evento llamado Pecado Original, a cargo de Jason Aaron y Mike Deodato, donde veríamos de nuevo una vuelta a la actualidad de Nick Furia. El leit motiv principal es la muerte del Vigilante, con la sustracción de sus preciados ojos que contienen jugosos secretos. Se organizan grupos de superhéroes que se van a encargar de investigar el suceso. Nick se ve emparejado con su más cercano colaborador en fechas recientes, el Soldado de Invierno, cuando se produce un hecho inesperado:
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A partir de aquí, lo que parecía una historia típica de crimen y asesinos, se transforma en una redefinición de la figura de Furia. Va todo en spoiler por si queda algún rezagado interesado en vivir de primera mano esta trama
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Así dejamos a Nick Furia, en una posición pasiva en la que parece que va a tener poca relevancia en el Universo Marvel. De todas formas, no nos resistimos a que, en algún momento inesperado, algún avispado guionista saque al viejo coronel de su retiro y vuelva a activar al antiguo Director de SHIELD en una importante misión. Parece que esto todavía queda lejano, teniendo a Nick Furia Jr. como sustituto, aunque el propio mandamás editorial, Axel Alonso, duda que sea la última que lo veamos en activo. Con toda esta información solo nos queda mirar hacia el futuro, el cual pasa, no lo podemos negar, por la parcela audiovisual. Tras los sucesos de la segunda parte del Capitán América, con SHIELD comprometida, el Nick Furia cinematográfico abandona el barco dejando la difícil papeleta de reconstruir la agencia al Agente Coulson. En esas estamos en la pequeña pantalla con el nuevo Director intentando reflotar la organización. Y para confirmar este dato tenemos el salto definitivo al papel de la formación televisiva con una nueva serie titulada SHIELD escrita por Mark Waid y dibujada por los mejores artistas de la editorial. Sirvan estas líneas como recordatorio de un personaje como Nick Furia, cuyo sentido del honor y del deber le ha hecho perder las formas pero nunca el fondo: la defensa a ultranza de su país y del planeta en general. Nuestra particular salve a un soldado caído en acto de servicio. Un soldado con incontables guerras a sus espaldas. Toda una victoria, Nick, que nadie te quite eso.
joder,arturo,¿y que te digo yo ahora? 🙂
que bestia eres,tio.menuda currada.
yo me quedo con las minis de garth Ennis.y la miniserie aquella con el paul neary supongo que habrá envejecido de aquella manera,pero en su dia me entusiasmó. lo de steranko,of course.y creo que tengo por ahí dos o tres números de vértice de lo de sargento furia y sus comandos aulladores(aunque creo que con otro nombre).tendría que rebuscarlos por el sotano.
y lo más penoso,sin duda,lo que se ha hecho con el personaje en PECADO ORIGINAL.
aver si saco tiempo,y le meto mano en profundidad a tu articulo.
p.d:que fuerza tiene esa viñeta de logan vs furia,versión buscema.ahora que cada vez se estila más el encuadre realista.
Dejo un par de preguntas en el aire: cuando Samuel L. Jackson deje el papel (por edad, por dinero, por cansancio. Pasará antes o despues, nos guste o no.) ¿Que va a pasar con Marcus Johnson? (me niego a llamarle por el otro nombre).
Y dos: si cuando eso pase recuperan al Nick madurito, blanco, anglosajon y protestante de toda la vida ¿Tendran los huevazos de decir que todo estaba planeado?
En fin… por suerte aún nos queda Garth Ennis y la esperanza de que siga volviendo sobre el personaje en sucesivas miniseries. ¿Verdad, señor Heston? 😉
http://static.dramastyle.com/images/3/1/7060/True-Lies_7060_7.jpg
Por cierto muy completo el articulo sr. Porras, pero tengo que darle un pequeño tiron de orejas por haberse olvidado de la «muerte» de Nick Furia a manos de Punisher a mediados de los 90.
http://goodcomics.comicbookresources.com/wp-content/uploads/2012/01/furylmd8.jpg
Vale que la historia no era gran cosa y duros dos telediarios, pero resulta lo bastante significativa en la trayectoria editorial del personaje como para pasarla por alto.
Brutal el artículo, Arturo, un trabajo excelente.
Furia es uno de mis personajes favoritos de Marvel y me fastidia como lo han tratado en los últimos años. Lo de Original Sin no tiene nombre y lo que hizo Hickman con él tampoco me gustó demasiado.
Yo sí revindicaría el tercer volumen de la serie, el que vino después de Nick Furia vs SHIELD, por lo menos hasta la etapa de Buth Guice en el dibujo. Era una serie de acción y espías entretenida y hecha con oficio.
Y la última serie del sello MAX, escrita por Garth Ennis, es una maravilla. Pena que durara tan poco.
Apabullante, Arturo. Un trabajo enorme, como de costumbre.
Cuando Samuel L Jackson se retire (que no tiene mucha pinta de ello con el ritmo brutal de pelis en la que sale) pues ya dependera de los guionistas o de disney,pero vamos si ya ese famoso «gran publico» se a acostumbrado a un Nick Furia negro y ademas las series animadas insisten en reiterar este cambio de raza pues me parece que ya se va a quedar asi y que el viejo furia ya esta condenado,al igual que lo estara cualquier personaje que le metan un cambio en las pelis.
Aqui tenemos una de las razones por las que la serie de Shield no haya pegado en la pantalla chica: a pesar de tener a mano una rica historia que podría aprovecharse, y cientos de agentes cada uno más interesante que el otro, decidieron inventarse a 5 o 6 sujetos que no le interesan a nadie en una historia que ni siquiera termina de integrarse bien al universo cinematográfico (o acaso creen que los veremos aunque sea de cameo en alguna cinta?).
Coulson al haber tenido importancia en los Vengadores debería ser al menos mencionado en Vengadores 2, ellos no saben que sigue vivo…
bufff; a ver si me pido una semana de permiso en el curro para leerme esto con calma, porque tiene una pinta cojonuda.
a sus pies, sr. porras.
Yo siempre que veo un trabajo especialmente interesante y currado en esta página creo que obligado felicitar a su autor, cosa que hago con alegría, aunque sea un ex contertulio que se ha vendido al capital 😉
Dicho lo cualo, yo he de reconocer que a mí el Sargento Furia, más allá de las virguerías de Steranko, sólo me ha interesado de un tiempo a esta parte, con un Ennis que lo re interpreta como un viejo amargado de vuelta de todo que rememora trabajos sucios mientras las putas contratadas duermen, y en la encarnación molona ultimate.
Un personaje con una historia y desarrollo geniales que han echado por tierra con ese engendro que es Original Sin. Vaya manera más cutre de destrozar un personaje con tal de meter con calzador las influencias del universo Marvel cinematográfico. Estoy seguro que en unos años habrá algunos editores y escritores que entrarán en razón y desharán el estropicio de Original Sin.
Genial artículo Arturo.
8.franz.
«coulson al haber tenido importancia en los vengadores deberia ser mencionado en vengadores 2,ellos no saben que está vivo…..»
ojito,que en estos últimos dias a la china que hace de la agente may se le ha escapado un posible spoiler.no sé donde lo leí,pero ,basicamente, felicita a dos de sus compañeros de los vengadores por haber ganado un premio recientemente(un people choice award,me parece).
el asunto es que ella en el mensaje les felicita,y les dice que espera trabajar con ellos DE NUEVO algún dia.
vamos,que deja entrever que ya han rodado algo juntos recientemente.¿o es lo que parece,no?.
No hay nada como un repaso de estos para poberse al día en la vida de los personajes.
Me sumo a los elogios y en la critica a Marvel por lo que han hecho en Pecado Original. No solo por relegar al Nick de toda la vida a la Luna por culpa de las pelis, si no por seguir tirando de retrocontinuidad para contar historias.
No tenía ni idea de lo de Dum Dum Dugan, menuda aberración. Otra mierda más que agradecer a Pecado Original.
Alucinante señor Porras.
Si algún día hay un número 2 de la revista de Zona Negativa, debe haber una sección de Arturo Porras. O un suplemento.
Ahora pregunta: ¿se ha hecho mención o se ha usado de alguna manera el nuevo estatus de Furia tras pecado original?
«De todas formas, no nos resistimos a que, en algún momento inesperado, algún avispado guionista saque al viejo coronel de su retiro y vuelva a activar al antiguo Director de SHIELD en una importante misión.»
Galactus te oiga. Porque lo que han hecho con el pobre Furia no tiene nombre.
Mil gracias señor Porras, por este artículo SHIELD, Sublime, Hiperfocal, Impagable, Extraordinario, Loable, Divino,
Otro personaje secundario que aparece en todas partes y todas para destacar. Creo que la primera vez que le vi fue junto al Capi y Spiderman en la coleccion del primero con De Matteis y Zeck. Me gustó la labor de Brubaker con el en el Capi.
Me ha parecido que dos agentes que no salen mal parados en los cómics como Sitwell y Pierce en pantalla son de Hydra, que mala pata.
Habrá que agradecer a Lobdell su etapa con Nick, por lo menos para el redactor habra supuesto un respiro en cuanto a condensación del artículo, con una línea es suficiente.
En La portada de Steranko parece que Furia es Stallone o eso me ha parecido.
Otro punto que me llama la atención es la llave Zodiaco que en pantallaxsi no me equivoco
La tiene la agente Cárter en el One Shot
Y por ultimo coincido con la mayoría de la gente con el evento Marvel Original Sinsentido.
A sus pies, señor Porras.
Gracias como siempre por sus comentarios!!
Frank, la mini de Neary(con Harras), Furia Vs SHIELD tampoco es que haya envejecido tan mal. Todavía conserva gran parte de su fuerza narrativa aunque los motivos del villano den para un debate. Eso sí, la imagen de Furia en triquini es impagable. Gracias por sus palabras de aliento, compañero.
New_Rodro, dejemos el tirón de orejas en una llamada de atención 😉 Piense usted en la gran cantidad de material trabajado y piense luego en condensarlo. Si no le ha estallado la cabeza, me reconocerá que hay cosas que he podido pasar por alto, en aras de una mayor comprensión. Porque a Furia ya lo mata Friedrich al final del primer volumen de su colección. Por tanto, esa muerte ya no me parece tan impactante. Además sabemos que Nick nunca muere. Vivan los SDV!!
Alejandro, es cierto que la primera parte del volumen 3 de Harras y Chichester no es tan mala pero es pensar en Lobdell y sus super agentes de SHIELD y me deja ese regusto amargo que no puedo quitarme.
Gracias Spirit, a pesar de «haberme vendido al capital» este redactor le echaba de menos por aquí. Gracias por sus felicitaciones.
Respecto a lo que se comenta en realción al universo cinemático, Franz, BIilliboy, N_R o Frankbanner no tengo idea de por donde van a ir los tiros. Pero yo siempre he creido que comics y cine podían ir por caminos separados sin necesidad de tanta influencia. Veo bien una cierta retroalimentación pero de momento, aspecto que toca el cine, aspecto que hay que reformular en viñetas.
Gracias Marcos, yo también espero que alguien repare el daño perpetrado en algún punto. Ultrón, Pecado Original aparte de ser una bazofia en cuanto a evento, solo resultó util para cargarse de un plumazo a personajes tan «trasdendentes» como el Vigilante o cambiar el status de Dum Dum o Furia. El coronel ya llevaba retirado de la vida activa lo suyo. Era totalmente innecesario.
Louontherocks, el caso, como ya he dicho, es que Furia ya estaba retirado desde Heridas de Guerra. No había necesidad de montar un evento para esto. Gracias por sus palabras
Antoine, nada se ha dicho del nuevo status, pues muchos pensaron que el Director de SHIELD está muerto. Solo veo que pueda tener alguna aparición en la serie del Soldado de Invierno como protector de la Muralla. Por el hecho de ser su sucesor. Pero de momento, nada de nada. Gracias por su apoyo.
Dynamo, de Lobdell…… a buen entendedor pocas palabras bastan. Respecto al spoiler, no tengo idea. Yo no llegue a ver ese one shot, por lo que lo desconozco. Si alguien puede echar luz, bienvenido sea. Enorme acrónimo que se ha currado :D. Gracias por su palabras.
En definitiva, yo creo que hay que resaltar la importancia de la etapa Steranko, un must have en toda regla, junto a Nick Furia vs SHIELD que todavía mantiene su vigencia y , por supuesto, lo de Ennis me parece espectacular.
P.S. muchas gracias a Drummer y Retranqueiro, sus palabras me han acompañado todo este tiempo que me he estado haciendo mi hueco aquí en ZN. Espero tenerles por aquí indefinidamente. Saludos
Señor Porras, vea ese corto, viene como extra en el blu ray de Iron man 3, yo no conocía lo de Zodiaco así que pensé que se lo habían inventado para el corto pero viendo su artículo veo que venia de lejos.
Sr. Dynamo me comprometo a buscar ese One shot si usted hace un esfuerzo para leerse la etapa de Steranko donde aparece Scorpio y el Zodiaco. Creo que todavía anda circulado un MH de esos de 9,99 con material de la era Kirby y la posterior de Steranko 😉
Impresionante y excelente, como siempre, Mr.Porras. Enhorabuena por el trabajo bien hecho!
Respecto al Coronel Furia, mi favorito, como el de la gran mayoría de por aquí (que para eso tenemos una edad) es el clásico, por supuesto. El Furia de Lee, Kirby, Steranko y el que, como bien dice usted,
luchó contra el sistema en la obra que lo enfrentó a la mismísima Shield. Que si, que habrá envejecido mal
y todo lo que queramos decir, pero yo cada vez que la releo disfruto como la primera vez.
Y añadamos a esto el de Chaykin en su Conexión Escorpio. Y dando un enorme salto llego a esa maravilla
que es la obra de Ennis y Parlov, pasando, sin olvidarla, por la aventura bélica del Pacificador.
Todo esto, aparte de sus diversas apariciones en el UM clásico, es lo que tengo en mis estanterías.
Y me encantaría poseer la colección de los 60´s de Los Comandos Aulladores del Yayo y el Rey.
Ojalá y la reeditaran como se merece, pero me temo que hoy en día con todo el UM cinematográfico
a toda marcha y con Samuel Fury también presente en los cómics, es poco viable.
Del resto, sinceramente, nada de nada, y quizás me pierda alguna buena obra, pero es que me interesa tan poco y me da tanta pereza. Además, después de ver la aberración que han cometido con el Coronel , con Dum Dum Dugan y con el Vigilante en el Sinsentido ese, como lo llaman los compañeros,
es que se me quitan las pocas ganas que podía haberme generado el evento en algún momento.
En fin, que lo dicho, Mr.Porras, un articulazo más que, como el resto de sus trabajos,
ya está entre mis favoritos.
Rockeros Saludos.
¡Brutal el contenido del articulo! Una pena que lo haya tenido que leer tan tarde. Nick Furia es de esos personajes que tiene un agregado esxtra por la gran retrocontinuidad que tiene con historias continuadas desde la segunda guerra mundial hasta la época contemporánea con todo el desarrollo de personaje que eso conlleva. Saludos. 🙂