Nick Fury, de James Robinson y ACO

 

Edición original: Marvel Comics.
Guión: James Robinson.
Dibujo: ACO.
Tinta: Hugo Petrus.
Color: Rachelle Rosenberg.
Formato: Grapa, 24 páginas.
Precio: $3.99.

 

Ya son unos cuantos los años en los que se lleva desatando la polémica del cambio de raza o sexo de los personajes, más aun hoy en día con las cuestionables declaraciones de algún que otro agente ligado al comercio de cómics cuyo lugar de discusión no es este. Sea como sea el cambio racial inicial que se le dio a Nick Furia para su adaptación en el ya desaparecido universo Ultimate no causó tanto problema ni para los más reacios a este tipo de acciones quizás al tratarse de un universo alternativo o quizás por la familiaridad que causaba el asombroso parecido con el actor Samuel L. Jackson, que ya había dado su consentimiento para tal acto probablemente a sabiendas de que interpretaría ese papel en el cine, cosa que de igual manera molestó a muy pocos.

No se puede decir lo mismo de este Nick Furia Junior, la introducción del personaje en el universo Marvel de toda la vida trajo más pena que gloria. Su primera aparición en Miedo Encarnado: Heridas de Guerra más parecía una maniobra editorial de tintes comerciales para traer al personaje de Samuel L. Jackson que el crear una nueva aventura para SHIELD sin embargo el personaje no llegó muy lejos, apariciones erráticas, sin gran poder, sin gran relevancia por lo menos hasta las pequeñas historias narradas recientemente en la miniserie ligada a la Civil War 2 llamada Eligiendo Bando con una historia interesante pero breve por Declan Shalvey, lo cual nos lleva a una gran pregunta ¿hasta dónde importa el personaje que se trata para la calidad de la historia? Sobretodo en casos como este donde el equipo creativo consigue que un personaje no muy interesante protagonice un cómic enorme.

Al guionista James Robinson lo conocemos perfectamente, lleva ya bastantes años en el mundillo y ha pasado por multitud de colecciones de calidad muy variable aunque últimamente ha estado agradando mucho con su trabajo en la serie de la Bruja Escarlata, al dibujante español ACO lo hemos visto más por DC donde brilló en varias colecciones destacando su trabajo con Midnighter, aunque este no es su primer trabajo para Marvel, los fieles a la editorial nos alegramos que esté aquí sobretodo por hacer maravillas como este primer número de Nick Fury.

El cómic que aquí se analiza es una clara simbiosis entre dibujante y guionista, una historia narrada de forma muy visual, mucho más de lo normal, con muy poco texto, pero lo que a priori parece de lectura rápida se diluye cuando uno se para a admirar la fuerza narrativa de los dibujos. Hace no mucho en la web de Marvel James Robinson afirmaba querer trasladar a este nuevo Nick Furia el espíritu de la época de Jim Steranko en el padre, en el personaje original, y el resultado es una historia de espías con un toque bastante clásico, similar en cierta manera a lo que ha estado haciendo recientemente Warren Ellis con James Bond, pero más anclado al presente y con el estilo Marvel a la vez que va separado de los eventos que van sucediendo en la editorial.

El trabajo de ACO es precioso, la entrada de Nick Furia en el casino, como se distingue cada una de las acciones de sigilo que va realizando para infiltrarse en la parte oculta del mismo edificio que resulta ser una base secreta de Hydra o la batalla voladora final hacen ver que el dibujante tiene una versatilidad narrativa enorme no solo con el movimiento de los cuerpos sino con todo lo que ocurre a su alrededor, vehículos incluidos.

Si el resto de la serie continúa el camino marcado por este primer número estaremos ante una de las sorpresas de la temporada que hay que seguir sin duda y ya solo el título del siguiente, Samurai and Moonbeams, nos hace esperar lo mejor. De momento creo que me quedo con la idea de que lo importante es la historia y no cómo o por qué se creó al personaje.