Tuve extraños sueños… solo recordé uno… iba con los bolsillos llenos de nieve…
Tras dibujar con éxito El arte de volar y El ala rota, los dos tomos que componen la biografía de los padres de Antonio Altarriba,
Joaquín Aubert Puig-Arnau conocido en el mundo del cómic como Kim es un historietista nacido en 1941 en Barcelona. Sus comienzos estuvieron ligados a la escuela underground española que comenzó a mediados de los años setenta en fanzines y revistas musicales. Fue uno de los miembros fundadores de la revista de humor satírico El Jueves en 1977. En ella trabajó durante décadas en una de las series más conocidas de la revista: Martínez, el facha. Por su trabajo humorístico ha recibido premios tan importantes como el Gran Premio del Salón de Barcelona en 1995 y el Premio Nacional el Cat Perich en 2007. En 2009, su carrera da un giro brusco con su asociación con Antonio Altarriba, con el que produce dos de las obras capitales del cómic español en este siglo: El arte de volar y El ala rota. Por la primera recibieron el Premio Nacional del cómic en 2010. Ahora, Kim camina solo para contarnos su propia historia.
Octubre de 1963, un joven Joaquim Aubert, todavía no conocido como Kim, hace autostop en una carretera del sur de Francia. Ha dejado sus estudios de Bellas Artes y le queda un año para empezar el servicio militar, el joven no lo piensa: coge su maleta negra, y marcha para Alemania. Joaquim llega a tierras germanas al igual que tantos otros españoles que viajaron buscando trabajo atravesando Europa. A través de sus ojos y sus recuerdos descubriremos la vida de estos expatriados de la España Franquista.
En Nieve en los bolsillos, Kim nos cuenta su estancia como inmigrante en Ruenfeld (Alemania) adonde fue en los sesenta en busca de una vida mejor de la que la gris España franquista le ofrecía. A través de sus ojos vemos las historias, sueños y desgracias de sus compañeros. Es importante que estas historias no caigan en el olvido y sobre todo que los que las vivieron sean los encargados de contarlas. Es la única manera que construir un relato fiel y verosímil de lo que fueron esos años, alejados de la propaganda oficial del régimen y las películas de la época.
El Kim personaje es el protagonista de la historia aunque en muchas ocasiones cede su espacio a las historias de los personajes que conoce, casi siempre más interesante que la suya propia, ya que sus circunstancias son más complicadas. Gracias a ellos conocemos las terribles condiciones que se daban en los pueblos pequeños de la península, la guerra de Sidi-Ifni en Marruecos (que tan bien retratara Jaime Martín en Las guerras silenciosas), la moral ultracatólica imperante que permitía los abusos de los poderosos o la represión a los homosexuales. Vemos desfilar a todo tipo de personas que nos permiten radiografiar la realiadad de la España de la época. Todo ello propiciado por una dictadura que hizo que varias generaciones vivieran una vida gris. La visión que nos ofrece Kim está desprovista de cualquier intención de juzgarles, algo que nos deja a nosotros como lectores. Leyéndolas uno no puede evitar pensar que seguro que no nos ha contado los detalles más terribles.
También vemos cómo a pesar de la distancia de sus lugares de origen son bien recibidos y se les ofrecen oportunidades, algo que muchos en la actualidad parecen olvidar, en una Europa cada día más xenófoba. No deja de mostrarnos la diferencia que se produce en cómo les trataron las personas (generalmente bien, salvo algún aprovechado) y el Estado y las empresas que solo querían mano de obra barata rozando la esclavitud.
Resulta imposible leer la novela gráfica sin recordar las obras fruto de colaboración entre Kim y Altarriba, ya que hay muchos puntos en común. Ambas nos narran la historia de los perdedores de la Guerra Civil y sus luchas para conseguir sobrevivir en medio de la miseria que generó el golpe de estado franquista. Aunque al ser más coral, la de Kim nos da una visión más amplia de la realidad de la dictadura. Las tres son los testimonios fieles y de primera mano de una época dura y nos narran la historia real de las gentes que la sufrieron. Son historia grises y dramáticas pero en Nieve en los bolsillos, tal vez porque Kim nos cuenta sus recuerdos de juventud, hay un cierto optimismo y una alegría nostálgica que no se aprecia en las obras realizadas con Altarriba. Y es que, a pesar de la tristeza y desesperanza que flota por toda la obra, Kim consigue dejar espacio en los bolsillos para la esperanza.
En Nieve en los bolsillos, Kim sigue con el estilo gráfico mostrado en El arte de Volar y El ala rota, la rigidez y dureza de la línea junto al color gris presente en todas la páginas potencian la dureza de la historia. Con los años ha adquirido un estilo personal y reconocible que le permite dibujar cualquier cosa que se proponga. Mezclando un estilo ligeramente caricaturesco con el realismo que requiere la historia. Narrativamente consigue hacer de lo sencillo una virtud usando las viñetas justas para narrar su historia, no teniendo que emplear fuegos de artificio para potenciarla.
La edición de Norma es de la calidad habitual en ellos, formato novela gráfica, buen papel y buena reproducción. Como extras incorpora los dibujos que Kim conserva de su estancia en Alemania. A pesar de la cantidad de licencias exitosas que tiene, Norma nunca deja de lado las obras de producción propia como esta y eso es algo de agradecer.
Nieve en los bolsillos es una crónica real de uno de los episodios más edulcorados del franquismo. La inmigración nunca fue la juerga llena de rubias estupendas que nos contaron. Por suerte Kim no deja que nos olvidemos, lo hace con una novela gráfica fantástica, que no tiene nada que envidiar a sus colaboraciones con Altarriba y que conforman una trilogía que nos debe hacer comprender el pasado para no repetirlo.
Guión - 9
Dibujo - 8
Interés - 9.5
8.8
Historia
Kim nos nuestra la verdadera historia de la inmigración a Alemania en los años sesenta muy alejada de la imagen que nos daba el NO-DO y el Landismo.
Solo por Martínez el facha Kim merece un monumento, a ver que tal esta obra.