Nightwing: Primera temporada – Los terrores del caballero nocturno

Edición original: Nightwing núms. 50-56 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Benjamin Percy, Fabián Nicieza, Scott Lobdell.
Dibujo: Chris Mooneyham, Davide Gianfelice, Garry Brown, Klaus Janson, Patrick Zircher, Travis Moore.
Entintado: Travis Moore, Chris Mooneyham, Klaus Janson, Garry Brown, Patrick Zircher, Davide Gianfelice.
Color: Tamra Bonvillain, Nick Filardi, John Kalisz, Hi-Fi Design.
Formato: Rústica, 176 páginas.
Precio: 15,95 €

¿Qué harías tú? ¿Si pudieras empezar de nuevo? ¿Si el pasado no importara? ¿Si el pasado ni siquiera existiera?

Dick Grayson es uno de los personajes más queridos de DC Comics. Rebosa carisma, atractivo y magnetismo por todos sus poros, y francamente cuesta encontrar a alguien al que no le cause simpatía el primer Robin de la historia, con todo lo que eso además conlleva. Hace ya muchos años que Dick decidió seguir su camino como héroe independiente del murciélago que, para algunos, estaba limitando y reprimiendo al personaje. Es así como nació Nightwing, y desde el año 1995 hasta ahora, acumula ya cuatro series regulares propias.

La etapa actual de Renacimiento, tuvo a Tim Seeley como arquitecto de la historia hasta el número 34, en donde la colección empezó a experimentar una alta inestabilidad en su equipo artístico. Huelga decir que tampoco a disfrutado de una gran popularidad entre los lectores ni de una excelente recepción por parte de la crítica, y además aquí pudimos analizar en su momento la serie con detalle. No obstante, el abandono de Seeley no se ha traducido un aumento de la calidad de la serie, si no más bien en todo lo contrario, algo a lo que no ayuda esa inestabilidad de la que hablábamos.

Tras los eventos transcurridos en Batman, en los que Dick Grayson estuvo a punto de morir, desde DC decidieron darle un cambio al personaje, prometiéndonos un punto de partida diferente que marque un camino distinto para Nightwing. Así pues, Scott Lobdell recogió el manto del guion (aunque por poco tiempo, puesto que solo estará hasta el número 58) para intentar reconducir al personaje hacía una vía interesante y entretenida para los lectores. Analizamos el primer tomo de esta nueva etapa, que mantiene su numeración, para ver hasta qué punto todo esto que nos han comentado es cierto.

Dick Grayson estuvo a punto de morir, una vez más, en el número 54 de Batman, en el que recibe un disparo en la cabeza que le provoca un coma del que finalmente saldrá, no sin secuelas, especialmente a nivel psicológico y emocional, como por ejemplo la pérdida total de memoria. Así pues, Grayson, que ahora se hace llamar Ric, regresa a su ciudad, Blüdhaven, y decide trabajar como taxista, dejando atrás su vida como vigilante y justiciero de la que Barbara, Bruce y otros amigos le han hablado. Nightwing, como tal, ha muerto, y empieza una nueva vida para Ric, con nuevos y diferentes amigos, y que Percy deja marcado en el simbólico número 50, para que Lobdell recoja el testigo y empiece a desarrollar la historia.

Así pues, nos vamos a encontrar a un Dick muy distinto, tanto a nivel estético, con una cabeza rapada que deja al descubierto su cicatriz producto del balazo que casi acaba con su vida, como a nivel psicológico, puesto que se muestra más arisco, macarra, callejero y renegando de su pasado como héroe de forma total y absoluta. No quiere ayuda de nadie, ni siquiera de Barbara Gordon, y decide poner punto y aparte para empezar a vivir de otra forma. No obstante, esto no durará mucho tiempo, puesto que Blüdhaven comienza a sufrir las consecuencias de la desaparición de Nightwing, y la criminalidad comienza a elevarse hasta el punto de equiparase con Gotham, por lo que Ric sí o sí se verá obligado a volver a la acción, aunque sea con un nuevo traje y formas de actuar. Y esta nueva etapa, en esencia no es más que eso, una capa de pintura a un coche ya destartalado, que ha tenido muchos dueños y que no han sabido cuidarle como es debido. O haces un cambio profundo en la mayoría de sus piezas y maquinaria, o lo mandas al chatarrero, pero pintar la carrocería no hace más que ocultar muy levemente que el automóvil ya no funciona. Esto es Nightwing, por desgracia.

Ni Percy en su breve etapa, ni Lobdell con este nuevo comienzo saben qué hacer con un personaje que va sin rumbo que necesita de un guionista con las ideas claras que puedan sacarle partido a Dick, como ya hizo Tom King junto al propio Seeley en la mítica Grayson, que dejó una brillante estela que DC se empeñó en borrar. Hasta entonces, Dick Grayson seguirá dando tumbos de un lado para otro y cayendo en desgracia poco a poco, hasta el punto que necesite un nuevo disparo en la cabeza o una muerte real para volver a reactivar el interés por el personaje.

En el apartado artístico tenemos a una amalgama de dibujantes y artistas variados como Chris Mooneyham, Davide Gianfelice, Garry Brown, Klaus Janson, Patrick Zircher o Travis Moore, todos ellos con estilos diferentes, y que no hace sino destacar esa inestabilidad e incoherencia de la colección. Funciona razonablemente en los números en los que están implicados Travis Moore y Patrick Zircher, acompañados de Garry Brown, pero se estrella estrepitosamente cuando están Mooneyham o Gianfelice, este último en el número 56, que tienen un estilo muy diferente al resto, mucho más sucio e irregular, y que desde luego no exhiben su mejor versión en estos números. Ni siquiera el legendario Klaus Janson salva la situación con su participación en el número 50, dejándonos una sensación de irregularidad palmaria que, echando un vistazo a lo que viene, os puedo adelantar que no tiene visos de mejorar.