«¿Esto es lo que querías, no? Buscabas un monstruo. Bueno, aquí me tienes.»
Hay cómics que marcan un punto y aparte en el medio, sea por su manera de narrar, por los temas que aborda o, simplemente, por otras particularidades ajenas a sus intenciones. Pero también hay otros cómics que simplemente reflejan su época, historias que mediante su apuesta por el entretenimiento nos hablan de cuestiones sociales y/o políticas con la mayor naturalidad del mundo. En estos casos, se trata de obras que necesariamente parten de la personalidad y la idiosincrasia de su autor para darnos su interpretación del Zeitgeist de su época. Este podría ser el caso de
Nimona nació como un proyecto de la carrera de Bellas Artes de Noelle Stevenson que su autora rescató en 2012 para convertirlo en un webcómic en el que acabó de definir el camino de sus personajes y su historia. La idea no era convertir Nimona en una sucesión de tiras cómicas aunque sus primeros pasos pareciesen apuntar en esa dirección; Stevenson vértebra pronto un relato en el que no están ausentes el drama y la intriga. La historia concluyó en 2014 y casi de forma inmediata fue trasladada al formato físico gracias a la editorial HarperCollins. El éxito de la propuesta supuso la introducción de su creadora en el medio. Esto le ha llevado a convertirse en coautora junto a Grace Ellis y Shannon Waters de Leñadoras (Lumberjanes, en el original), obra publicada en nuestro país por Roca Editorial, y a colaborar con Marvel Comics en la miniserie Secret Wars: Runaways.
La historia de Nimona sigue a una joven cambiaformas que se presenta un buen día en la guarida del supervillano del reino: Sir Trabuco Negroni (traducción libre del original Lord Ballister Blackheart). Su intención es convertirse en secuaz y mano derecha de Negroni en su lucha contra el Instituto de Justicia y Heroísmo y su antiguo amigo y rival Sir Ambrosio Pieldorada. Pero las cosas nunca son lo que parecen, en este mundo ni los héroes son tan valientes y honestos ni los villanos carecen de motivaciones y sentimientos. Tampoco Nimona resulta ser lo que aparenta, un personaje femenino que esquiva muy bien tópicos y clichés presentando un modelo de mujer diferente al que solemos ver en otros cómics, en general, y en las historias de fantasía, en particular. Un personaje complejo y con matices que se aleja de los maniqueísmos habituales del género. Una protagonista que se come la pantalla y que su autora Noelle Stevenson califica de «monster girl», apelativo con el que también se dirige a la nueva y actual generación de lectoras.
Nimona trata temas como la homosexualidad, el feminismo o la corrupción política. Lo hace de una manera ligera y natural, como parte de la vida misma y como fruto de su narración. El humor y el ingenio ayudan a configurar una obra fresca y entretenida que sin grandes pretensiones acaba conquistándonos. El dibujo de Stevenson no es generoso en detalles ni en ambientación pero logra transmitir calidez, espontaneidad y expresividad en apenas unos trazos. También se marca en ocasiones algún juego narrativo que sumado a sus referencias y píldoras fantacientíficas y a su desmitificación de los arquetipos de la propia fantasía, le da a la historia un aire más sofisticado y surrealista. Nimona logra emocionarnos y atraparnos con una trama que aunque previsible en algunos aspectos nos mantiene expectantes hasta su última página.
La creación de Noelle Stevenson es una ópera prima muy ligada a nuestro tiempo. Es hija del espíritu del siglo XXI, el de las redes sociales e Internet. El de la constante indignación y la transformación que nunca acaba de llegar. Todo ello se refleja en Nimona sin entrar en profundidad en dichos temas, solo como un natural paralelismo entre nuestra realidad y un mundo de fantasía afectado por la misma. No hay moraleja más allá del respeto y la comprensión, ni hay más relevación que todos somos únicos y los juicios de valor siempre pueden ser precipitados. Nimona es una historia fácil, fácil para conectar, para reírnos y emocionarnos con sus personajes, para dejarnos arrastrar por el carisma y la inteligencia de su propuesta. Es un cómic que se puede disfrutar a cualquier edad, siempre que el corazón permanezca joven y dispuesto para viajar.
La publicación de Nimona ha pasado bastante desapercibida en nuestro país pues no ha llegado de la mano de las principales editoriales del país. La encargada de la edición es la Editorial Océano, una compañía cuyas publicaciones se pueden encontrar tanto en el mercado mexicano como en el español. En 2016, esta editorial publicó Nimona en México, entrando así a formar parte de su catálogo dedicado principalmente a libros didácticos para el público infantil y juvenil. Este año, aprovechando su reimpresión, la obra de Noelle Stevenson ha llegado por estos lares. Para los amantes de las pequeños historias de fantasía y los lectores ávidos de propuestas frescas y divertidas Nimona es una obra que les hará pasar unas agradables y entretenidas horas de evasión.
Muy recomendable.
Hablan maravillas de esta obra y de “leñadoras” de la misma autora. Habrá que incarle el diente!
Leñadoras es de corte más infantil, es igualmente recomendable pero su público potencial es en principio otro al de Nimona.
¿A partir de qué edad lo recomendariáis?
Es una obra que creo que se puede leer perfectamente a partir de 10-12 años, pero que tiene un transfondo que posiblemente disfrutarán de otra manera lectores más adultos.
A mi este comic me ha parecido una maravilla. Lo compre de chiripa en una oferta de Amazon y muy contento.
Como dice el articulo, al principio parece de risa pero luego se va haciendo mucho mas oscuro y tragico.Todo aderezado con un mundo muy original e interesante. Totalmente recomendable.