La etapa de Matt Kindt en Ninjak se acabó, Medusa Cómics se apresuró a editarla en tomo en los últimos meses y lo mismo hizo con Rapture, la guinda del pastel, una historia que cerraba algunas tramas, aunque lo cierto es que la serie de Kindt era bastante cerrada, cerrada y circular en cierto sentido, pero si algo hay que alabar de esa serie, además de su calidad especialmente de la mitad en adelante, es que Kindt consigue contarnos quién es Ninjak, una vez leída su etapa acaba por saber todo lo que necesita sobre la personalidad y el pasado más íntimo del personaje. La cuestión es que cuando un autor acaba una etapa tan definitoria es complicado continuarlo, más aun teniendo en cuenta que Valiant tiene la costumbre de realizar una separación argumental considerable entre las series, es decir, sus cómics están hechos para que en cada número uno pueda entrar un lector nuevo sin problemas, con lo que la primera impresión es que Christos Gage lo tenía difícil.
La información que nos llegaba en un principio daba muy buena espina, Gage pretendía aumentar la mitología de Ninjak basándose en una idea que Kindt había ya mencionado en el primer número de su serie, el Programa Ninja, haciendo que existiesen agentes igual de poderosos que Colin King, con diversas letras del abecedario, lo que el primero mencionó el segundo lo cumplió, Gage es continuista, no parte de cero y se inventa una nueva historia sino que toma todo lo que ha hecho Kindt y lo hace de forma bastante inteligente. Para quien entre por primera vez en la vida del personaje la historia seguirá como si nada, pero los que vengan de leer la serie anterior se alegrarán de encontrar referencias anteriores como el hecho de que Ninjak esté en un hotel tras la destrucción de su castillo, que se hable de la relación de un agente con una villana y se compare con la situación que vivieran entre Colin y Roku o que se mencione que el Maestro Darque puede seguir siendo un peligro, y lo cierto es se agradece que Gage se preocupe de incluir guiños a los lectores, pero lo mejor es que no altera la personalidad que Kindt le dio al personaje, esto no es otra visión de Ninjak, es el Ninjak de Valiant que Kindt creó pero en una historia nueva.
Christos Gage es un autor que se ha prodigado mucho por el mundo de los superhéroes y nos ha dado un poco de todo, no es un autor que haya destacado mucho pero lo cierto es que, echando un vistazo a su carrera, ha dejado piezas interesantes, su etapa en Buffy, un buen puñado de números de Spiderman del cual va a escribir su próximo evento, algunos de los tie-in más agradables de algún que otro evento Marvel, por lo menos se puede decir que sus historias siempre han mantenido un nivel mínimo por encima de la media. En Valiant colaboró con Joshua Dysart en la realización de varios números de la primera serie de Bloodshot (Bloodshot & the H.A.R.D. Corps números 14 al 23) pero Ninja-K es su primer trabajo en solitario y, por lo menos en este primer número, es un buen trabajo. Por comparar, estaríamos ante un cómic de acción bastante mejor que los primeros números de la anterior serie de Matt Kindt, que acusaba una simpleza excesiva, pero no al nivel de los puntos álgidos de esa serie.
Gage tiene otro punto en común con Kindt, este último está realizando una serie de un éxito considerable, X-O Manowar, y en ella empezó el primer arco con Tomas Giorello, un magnífico dibujante que realiza también el primer arco de Ninja-K, en números posteriores le acompañará Ariel Olivetti, pero en este número tenemos a Giorello solo, bueno, solo no, acompañado de Diego Rodriguez, que hace una gran labor de coloreado. El equipo gráfico es ya motivo suficiente para comprar la serie, pero vayamos a la historia, ¿qué es lo que quieren decir los autores con esta serie?.
Empezamos con una gran invención, la historia del Ninja original, al que luego se conoció como Ninja-A, cómo se vinculó al MI-6 y acabó por entrenar al Ninja-B, este ya como el primer británico. Vamos avanzando poco a poco en los Ninja para parar en Ninja-D, bastante ligado a Colin en muchos sentidos, ambos eran los únicos del equipo Ninja independientes que trabajaban con el gobierno bajo contrato y no como agentes. Esto hace que aquel entrenamiento que nos contaba Kindt en la anterior serie sea compatible con lo que Gage cuenta aquí, no hay problemas de continuidad. Esta es la base sobre la que se construye el misterio, el asesinato de D que K quiere solucionar y que parece dar con una conspiración para asesinar a los agentes Ninja. Otra cosa que destaca es el hecho de que Gage no se quede solo en pura acción, en el primer número ya se para a hablar de la relación personal entre Ninja-K y Livewire, da la impresión de que el autor no quiere solo escribir esa interesante historia de misterio sino que pretende enriquecer y aportar cosas a la vida de Colin King.
Solo puedo decir que Christos Gage empieza muy bien, mucho mejor de lo que pensaba y mejor que la anterior serie, ha sido una agradable sorpresa. Por otro lado hay, por lo menos, que mencionar el tema del precio, Ninja-K es la primera serie que no se lanza con un primer número a precio de 1 euro (cosa que la propia editorial explicaba en su entrevista) pero lo cierto es que el volumen de páginas, mayor de lo habitual, bien valen los casi tres euros que costará cada grapa (más si comparamos con otras editoriales) ya que continúa la tradición que pudimos ver en la anterior serie de incluir unas páginas de más con historias pasadas, en este caso historias de otros miembros del equipo Ninja, cosa que se verá a partir del segundo número. Con Ninja-K, Bloodshot Salvation y Quantum & Woody las grapas de Medusa de este año mejoran considerablemente lo visto el pasado, y eso que las anteriores no eran nada malas.
Ninja-K #1
Guión - 8.7
Dibujo - 9.1
Interés - 9
8.9
Esperanzador
La nueva serie de Ninja-K comienza muy bien, Gage hace muy buen trabajo aumentando la mitología del personaje y Giorello está tan bien como siempre. Aun les queda por demostrar pero este primer número apunta muy alto.