Quinto tomo de Ninjak, tercer mes consecutivo que tenemos recopilatorio del personaje y ya queda solo uno para terminar la que fuera la primera serie del gran espía en la actual Valiant, todo ello bien orquestado por Matt Kindt que nos va ofreciendo una historia que crece en calidad y entretenimiento, si los dos primeros tomos nos ofrecían acción a raudales, del tercero en adelante la serie pega un subidón tremendo dando más fondo al personaje, alejándolo de la figura de Batman con la que en un principio lo comparaba, fijándose en sus secundarios y preocupándose de que los villanos sean atractivos. Ninjak ha pasado de ser una buena lectura a estar entre las destacadas del mes, a estar arriba en la montaña a pesar de todo el baile de dibujantes. En ese sentido este tomo se acerca más al tercero, de nuevo se centra en la Zona Muerta, hay otros personajes que comparten protagonismo y solo tenemos a dos dibujantes, aunque no del nivel de los del citado tomo.
A las alturas en las que se publica esta serie, finales del 2016 en su país de origen, Matt Kindt ya es todo un experto en el universo Valiant y se le da bien manejar a varios personajes, cosa que demuestra en Unity, y es en esa serie donde construye una química especial entre Ninjak y Eternal Warrior, cosa que en algún momento debía explorar en aquí, no podía dejarnos sin esta gran combinación, bueno, pues este es el momento solo que lo hace de forma algo peculiar. Al igual que el resto de la serie, la trama se divide en dos partes que confluyen hacia el final, una ocupa la mayor parte del cómic, la historia central, y la otra son los “Archivos perdidos” pero, a diferencia de los anteriores, la parte principal sucede en el futuro y la de los archivos en el presente. Es casi un tópico en el universo Valiant que en algún momento sus colecciones vayan al futuro de alguna forma, pasa en Book of Death como algo que se consigue evitar al cambiar el pasado, sucede en Bloodshot Reborn como engaño y en Bloodshot Salvation narrando el presente y lo que ocurre dentro de ocho años, le pasa a Ivar (cómo no) y a Eternal Warrior, eso quitando las series que suceden directamente en el futuro, así que Kindt decide contarnos algo que sucederá dentro de mucho tiempo con un Ninjak viejo al que acude un inmortal Eternal Warrior pidiéndole ayuda.
En los “Archivos perdidos” Kindt une muy bien el mundo de Ninjak, los que podemos llamar sus amigos, sobre las ruinas del castillo King. Neville se preocupa por él aunque su amistad esté pasando por un mal momento, Livewire, psiot y compañera suya en Unity, trata de ayudar y también tenemos el regreso de Punk Mambo, todos ellos con un desarrollo muy bien cuidado en el pasado y perfectamente trasladado a estas páginas. La idea de unir las dos historias con un parásito cerebral que “existe en todos los planos temporales al mismo tiempo” es magnífica, dota de verosimilitud al conjunto de la obra uniendo ciencia y magia sin necesidad de una gran explicación a la vez que logra que el lector se entretenga durante todas y cada una de las páginas.
El dúo de Ninjak y Eternal Warrior es cien por cien efectivo, acción y comedia aseguradas, lo mejor de todo es que este tomo rompe con los anteriores que eran mucho más serios, es diferente y eso se agradece en una serie donde lo primordial es la acción. Kindt ha jugado mucho con la idea de que Gilad y Colin son dos personas hiperviolentas pero que se toman la acción de forma diferente, uno es sigiloso y meditativo mientras que el otro entra directamente, sin pensar demasiado, con fuerza bruta, eso sí, el resultado que consiguen siempre es el mismo. A pesar de ello, lo que destaca de la pareja en este tomo son los diálogos, cosa que no estaba tan cuidada en Unity donde teníamos páginas de ambos repartiendo palizas sin más (como ocurre en Armor Hunters por ejemplo). Aquí se contestan el uno al otro como dos viejos cascarrabias que se conocen de toda la vida.
Otro aspecto positivo son los villanos escogidos para la ocasión, primero uno de las Siete Sombras y luego un enemigo algo más clásico de Unity, el Doctor Silk, que a la postre era un villano de Ninjak en la Valiant de los noventa. Silk es un personaje temible, aun falta que se trabaje algo sobre él pero podríamos decir que está muy cerca de Toyo Harada y del Maestro Darque, llamado a ser uno de los grandes antagonistas de la editorial, y eso que aquí su papel es mucho más secundario que en sus pasadas apariciones.
Aunque parezca que la historia se va por las ramas lo cierto es que Kindt no da puntada sin hilo y sí que avanza, lo hace dando alguna más pista sobre el entrenamiento de Ninjak con el Monje Incorrupto, al darnos detalles sobre su sentir hacia Roku, que le destrozó la vida en el anterior tomo y su corazón mucho antes, y también a dar al protagonista una actitud más positiva hacia sí mismo al ser él quien se salva sin ayuda directa gracias a su meditación, aunque los papeles de Punk Mambo y Eternal Warrior sean indispensables, el merito se lo debe llevar Ninjak.
La peor parte de este cómic se la lleva el dibujo, concretamente el de Khari Evans, le salva que la narración está bien llevada y el cómic se entiende sin problemas, algo fundamental en una serie de acción como esta, pero las perspectivas, las expresiones faciales y especialmente las formas son algo irregulares, en ocasiones las poses de los personajes parecen muy forzadas. El color hay ocasiones en que tampoco le favorece, cosa rara porque Ulises Arreola suele cumplir muy bien su cometido. Sin embargo la parte de los “Archivos perdidos” mejora considerablemente en todos los aspectos con Andrés Guinaldo al dibujo y Chris Sotomayor coloreando, uno hubiese deseado que fueran estos quienes se encargasen de la parte grande de la historia. Por decir algo bueno, el diseño del Ninjak viejo está bastante conseguido. Mención aparte merecen las portadas del número 18 de Diego Latorre que son una maravilla, una de ellas es la que vemos en este tomo y la otra está como extra.
El puño y el acero es, además de un estupendo título, un tomo que nos hace pasar un buen rato con sus dosis de acción pero que ofrece una historia bastante más elaborada que las de los primeros tomos, siendo consecuente con ese avance que Kindt va haciendo con el personaje. Solo queda la batalla final, pero eso lo veremos el mes que viene.
Ninjak: El puño y el acero
Guión - 8.9
Dibujo - 6.8
Interés - 9
8.2
Contagioso
Matt Kindt sigue demostrando grandes capacidades como guionista de Ninjak, este tomo ya demuestra que nos encontramos ante una serie muy interesante, por desgracia el dibujo falla en la parte principal del tomo, que no en las pocas páginas de los Archivo perdidos.