Una road-trip coral, sangrienta y bien planeada
«Deberíamos meter el desaguisado de detrás en el maletero. También apesta»
La pareja de adolescentes formada por Jeb y Bess se une debido a unas circunstancias muy poco habituales y rápidamente emprenden una sangrienta huida que les llevará donde sople el viento, haciendo autostop o robando coches. Pese a su juventud, Jeb y Bess tienen un terrible pasado que les pesa, una losa que les obliga a seguir hacia adelante sin mirar atrás y sin apiadarse de nadie que se cruce en su camino…
Al mismo tiempo, Maxine también está huyendo, acompañada por sus dos hijos Billy y Gus. Pero ella es una víctima y tiene muy claro hacia donde va, lo que va a ser más difícil es cómo llegar hasta allí. Además, Colleen Thompson es una agente del FBI que lleva más de dos años persiguiendo a un despiadado y escurridizo asesino en serie. Cada día que pasa está más cerca de capturarlo, sospecha hacia donde se dirige pero las circunstancias han cambiado, parece que ahora ya no está solo. Y Bo Edmunds no puede esperar a curarse de sus heridas para perseguir a Maxine y a sus malditos críos. Está seguro que se dirige a California, donde vive su hermana Kay. Es allí donde irá para matarla…
Este relato sangriento, colectivo e itinerante está dividido en veinte capítulos breves, con portadilla propia, agrupados de dos en dos y cada uno con su respectivo título en inglés. En su interior el autor parisino nos presenta una extensa galeria de personajes torturados, algunos aplastados por el destino, otros desencantados que desde puntos de partida distintos participan sin saberlo en una carrera alocada hacia una meta común donde todo va a converger y de una manera violenta. Por el camino conoceremos a otros personajes aún más marginales y marginados que sufrirán en su propias carnes la desesperada locura de los protagonistas y que acaban representando un aspecto de la sociedad actual poco conocido y muy poco representado en los medios; los perdedores.
Los principales valores de No direction son una estructura compleja pero perfectamente engrasada, un realismo duro, sucio y sin concesiones y sobre todo un final sorprendente, abierto e inusualmente esperanzador. A pesar de todo el autor se ha encariñado con algunos personajes y no ha querido maltratarlos a fondo. Vistas las demás opciones es una solución que no le resulta molesta al lector, al contrario, seguramente lo agradece.
En el apartado gráfico, Emmanuel Moynot realiza un trabajo eficaz, sólido y en algunos momentos brillante. Divide cada página en un esquema de tres tiras con dos o tres viñetas cada una aunque es una cuadrícula que altera a conveniencia, especialmente en la primera página de cada capítulo.
Según ciertos textos de promoción de la editorial, el autor sigue con la “cámara al hombro” a unos personajes que recorren una América (sic) descompuesta y grasienta… Nada más lejos de la realidad; la puesta en escena del artista parisino es elegante, clara y precisa, está muy lejos de los excesos pseudodocumentales de algunas producciones de los grandes estudios cinematográficos de Norteamérica que acaban vendiendo desaliño y atropellamiento por ritmo.
El trazo del continuador de la serie Nestor Burma es, en este caso, desgarbado, nervioso pero extremadamente preciso. Sus personajes parecen sonámbulos que deambulan por la vida casi sin sentirla, sus rostros son rotundos, perfectamente reconocibles y de expresiones faciales llenas de cansancio, hastío o decepción. La definición del lenguaje corporal es algo rígida, pero no resulta hierática. En general, en esta obra también planea un suave recuerdo al arte del artista francés Jacques Tardi, mucho menos que en otros trabajos de Moynot como en L’Original (2016) o, evidentemente, en su labor en la adaptación de la serie literaria creada por Leo Malet; aquí es una inclinación discreta pero siempre presente y que resulta algo molesta.
Cada doble capítulo cuenta con un bitono de diferente color que contribuye a reforzar la atmósfera de collage, de obra nacida en un medio popular y de road-trip de bajo presupuesto.
Emmanuel Moynot (1960) nació en París. Pasó su escolarización y su infancia en la región capitalina francesa y en 1981 empieza su carrera en la historieta franco-belga colaborando para diversos fanzines como PLGPPUR, Dommage, Band’Apart… También participa en el proyecto de un magazine para los quioscos llamado Viper que finalmente no acaba de arraigar. Su primera obra publicada es l’Enfer du jour (1983) que edita Glénat, firma con la que ha colaborado durante toda su carrera. Para la revista mensual Circus publica numerosas historias cortas y, con guion de Michel Schetter, realiza la serie Yerushalaïm (1985-1986) que sale a la luz en la revista Vécu y de la que se acabarán publicando dos álbumes a cargo de Glénat.
Cansado de realizar historieta de corte histórico intenta publicar una obra más personal titulada La Pension des Deux-Roses que es rechazada por la mayoría de editoriales hasta que Magic Strip decide publicarla en 1989. Durante este período empieza a ejercer como músico y su carrera se dirige hacia la ilustración comercial o para revistas generalistas como Love English o Je bouquine.
Su retorno a la historieta se produce en la editorial Dargaud que acepta publicar la serie Le Temps des bombes (1992-1994), ambientada en la época del auge del anarquismo. Esta saga consta de tres álbumes, el último de los cuales está escrito por Dieter (Didier Teste) con el que colaborará frecuentemente en el futuro. Qu’elle crève la charogne (1995) publicado por Vents d’Ouest, Nord-sud (1997) para Dargaud y Bonne fête, maman! (1998) en Casterman son las siguientes obras de esta pareja profesional. Por otra parte, Pendant que tu dors, mon amour (1999) es su retorno a la autoría en solitario, con una obra más intimista que se publica en Casterman.
Vieux fou! (1999 à 2001) una serie de tres álbumes que edita Delcourt y Monsieur Khol (2001) publicada por Glénat, ambos proyectos con guiones de Dieter, son las obras que le permiten cambiar de siglo con relativa presencia en el mercado. Le siguen dos proyectos en solitario titulados Oscar & Monsieur (2002) y Anatomie du désordre (2003), ambas editadas por Glénat. En 2005, el autor Jacques Tardi le ofrece seguir con la colección Nestor Burma y que se encargue del sexto álbum de la serie que adapta las novelas policíacas de Leo Malet. A partir de entonces Moynot realiza cinco tomos de esta saga, que serán publicados entre 2005 y 2017 y con los que obtiene el reconocimiento de público y de la crítica especializada.
Paralelamente, Moynot tiene tiempo de publicar obras como L’Année dernière (2006), coescrita por Marc Lizano y publicada por Delcourt; Pourquoi les baleines bleues viennent elles s’échouer sur nos rivages? (2006), editada por Dupuis; L’Heure la plus sombre vient toujours avant l’aube (2008); Pierre Goldman, la vie d’un autre (2012) y Hurlements en coulisses (2013), las tres editadas por Futuropolis; L’Homme qui assassinait sa vie (2013), la adaptación de la novela de Jean Vautrin que publica en Casterman; Suite française: Tempête en juin (2015) según una novela de Irène Némirovsky en Denoël Graphic; L’Original (2016), publicada por Casterman y finalmente No Direction, (2019) editada por Sarbacane con la que ha obtenido el premio Fauve Polar SNCF en el Festival de Angoulême del 2020.
La edición de este último trabajo a cargo de Planeta Cómic es correcta. El álbum es en tapa dura, tiene un tamaño reducido pero suficiente para apreciar correctamente el arte de Moynot, el papel es bueno y la impresión notable. No cuenta con ningún artículo de complemento ni extras gráficos y el precio es razonable, respetando los estándares de los álbumes con contenido europeo.
No direction de Emmanuel Moynot es una obra notable que combina un armazón complejo, con violencia explícita y personajes torturados. El autor francés nos entrega una road-trip colectiva donde nada acaba como pudiera parecer y donde la esperanza surge en el momento más inesperado. Por fin algo nuevo bajo el sol.
Salut!
Lo mejor
• Un final bastante alejado de los tópicos del género.
• Una estructura narrativa original y bien resuelta.
• Un trabajo gráfico estimulante con una portada atractiva.
Lo peor
• Un estilo gráfico demasiado deudor de Tardi…
• … y todos sabemos que Jacques solo hay uno y no es el de los anuncios.
Guion - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Directa
Estamos ante una obra diferente, de factura compleja pero precisa e intenciones positivas