Entonces, en extraordinaria sincronización aparece la otra mitad.
Todos los que disfrutamos con El puerto perdido estábamos esperando con ansiedad la nueva obra de Teresa Radice y Stefano Turconi, una de la pareja más interesantes del cómic. Gracias a Dibbuks desde hace unos meses podemos disfrutar de su última obra
Teresa Radice es una guionista italiana nacido en el año 1975. Tras realizar varios cursos de escritura creativa comenzó a trabaja en animación y luego paso a la redacción de la Academia Disney, trabajando en distintas revistas como W.I.T.C.H. y X-Mickey, entre otras. Junto a Turconi, su marido, creó al personaje Pippo Reporter y comenzaron una larga colaboración dentro de las revistas de Disney Italia. Fuera de ellas han publicado Lila Trotamundos, El puerto prohibido y No te canses de caminar, que son la únicas que ha visto la luz en nuestro país gracias a Dibbuks. Queda pendiente de ver por aquí Tosca su nueva serie infantil.
Stefano Turconi es un historietista italiano nacido en el año 1974. Desde finales de los años noventa ha publicado en las distintas series de Disney Italia. En 2001 funda junto a Giovanni Gualdoni el Studio Settemondi, creando Akameshi, Fantaghenna y Wondercity, todos con guion de Gualdoni. En 2003 comenzó a colaborar con Radice con la que sigue haciéndolo hasta hoy.
Iris e Ismail, una italiana y un sirio, están a punto de iniciar una vida en común, cuando él debe viajar a Siria para resolver unos últimos asuntos, pero por desgracia queda atrapado en medio del conflicto sirio. Justo cuando en Verezzi, Iris descubre que está embarazada. Separados por el conflicto comienzan a recordar su pasado y como se conocieron…
En principio estamos ante una historia que nos cuenta la historia de una pareja enamorada a la que las circunstancias les obligan a permanecer separados, algo no muy original, pero Radice y Turconi empieza a añadir distintas capas que convierten la historia en poliédrica, llenándola de historias paralelas, crítica y reflexiones sobre lo humano y lo divino. Así se convierte en una historia que nos habla de temas tan diversos como el amor en todas sus formas, no solo el romántico, la espiritualidad que no deja de ser otro tipo de amor, las distintas religiones y como sirven más para separar que para unir, la maternidad o la soledad, pero también sirve para denunciar conflictos actuales como la guerra en Siria y otros ya pasados como la dictadura militar en Argentina. Además, vemos las dificultades que deben afrontar los refugiados y migrantes que simplemente busca una vida mejor en Europa. Todo ello contado en distintas líneas temporales que se entrelazan en la historia y fijan las relaciones entre los distintos personajes. El resultado es una historia con múltiples puntos de interés que puede llegar a diversos lectores en función de sus inquietudes.
Pero por encima de todo sirve para mostrarnos como era Siria antes de que la guerra civil estallara, un conflicto que estaba muy presente en la sociedad pero que las potencias occidentales se encargaron de avivar hasta que explotó, provocando una crisis migratoria que ahora nadie en la UE quiere afrontar. Vemos Siria a través de los ojos de Iris, un turista, Ismail, que nació allí y del padre Saúl que se enamoró del país y sus costumbres. Este personaje es el origen de la obra ya que está basado en el sacerdote jesuita Paolo Dall’Oglio, que los autores conocieron en un viaje a Siria. Conociendo el país conocemos el islam y vemos que no es lo que nos intentan vender desde determinados intereses. Aquí nos lo muestran con sus aspecto buenos y malos, de manera objetiva, al igual que sucede con todos los temas que se tratan.
Iris e Ismail son dos personajes a pesar de sus orígenes muy parecidos, tímidos, solitarios, desubicados, apasionados por sus trabajos que le apasionan y dan sentido a sus vidas y que sirven para comunicarles con el cómic ya que ella es ilustradores y el historiador además de experto calígrafo. Ambos están condenados a encontrarse, pero no con un amor romántico llego de gestos estúpidos sino con un amor adulto.
Uno de los puntos fuertes de la historia son los distintos personajes que la conforman y cómo influyen y transforma la vida de Iris y Ismail. A pesar de la amplitud de temas que trata en el fondo estamos ante una historia de personajes. Los secundarios les sirven a los autores para poder enseñarlos los distintos puntos de vista de cada tema, algo que a veces provoca que alguno sea un poco increíble. Lo mismo sucede con el padre Saúl que sirve como nexo de unión entre todos, que resulta bastante inverosímil pero que se entiende al ser la obra un homenaje al sacerdote jesuita Paolo Dall’Oglio. Junto a Saúl el otro secundario más importante es Maite, la madre de Iris que representa un tipo de mujer que es opuesto a su hija y que brilla en cada ocasión en la que aparece. Pero el personaje que más impacta es Malik, que es la prueba de toda la generosidad de la que es capaz el ser humano sin importar las circunstancias en la que se encuentre.
También destaca la parte literaria con unos diálogos muy creíbles que le dan una voz distinta a cada personaje. El tomo poético de Iris es el que prima, dotando a la historia de una emoción que te llega al corazón. Tal vez Radice abuse de los soliloquios de Iris e Ismail, pero los de manera magistral para que conversen entre ellos a pesar de la distancia y aunque no lo sepan. Las múltiples citas literarias, fragmentos de poemas y el diario que Iris escribe para su bebe son claves para enriquecer la obra y obligarnos a pensar y emocionarnos.
El apartado gráfico es muy destacado con un Turconi que mantiene el mismo estilo que en sus obras previas. Un estilo que además de las influencias del estilo Disney también deja ver influencias de la BD humorística y del manga. Narrativamente es brillante, dejando que las viñetas hablen solas, algo que se puede ver muy habitualmente cuando Radice usa el recurso de que el texto cuente los pensamientos de Iris y el dibujo nos muestre las acciones de Ismail y viceversa. Siempre mantiene el estilo salvo en las ocasiones en las que pasa algo terrible que opta por uno estilo más abstracto y abocetado para no mostrar las escenas más terribles. Además, tiene en cuenta el espacio que debe dejar para los abundantes textos que tiene la obra, sin que su trabajo se vea mermado. Las partes más brillantes de su trabajo son las distintas ciudades y paisajes en que as que transcurre la historia y el color. Esto nos permite viajar con los personajes y comprobar el gran trabajo de documentación que ha realizado. En el color opta por tonos brillantes y luminosos que llenan la historia de esperanza pese a todo lo que sucede, en función de si la historia se desarrolla antes de que Iris e Ismail se conocieran usa una técnica de color u otra, ceras para el pasado más remoto y acuarelas para el resto. Turconi consigue que su dibujo complemente a la perfección el texto que es lo que da sentido a los cómics.
Dibbuks hace una fantástica edición como es habitual en ellos, es una suerte que lleven un tiempo apostando por autores y cómics distintos a lo que es habitual. Hay que agradecerles que nos hayan descubierto el trabajo de Radice y Turconi.
No te canses de caminar es una historia que te atrapa y no te suelta ya que te emociona y te hace pensar a partes iguales. Es una combinación entre una historia romántica, un drama familiar, la denuncia de la guerra de Siria, el trato a los migrantes aderezado con reflexiones sobre la maternidad, la religión y el amor. Todo ello con los bellos diálogos de Radice y los aún más bellos dibujos de Turconi. Un cómic inmenso no solo en el continente sino también en el contenido, una joya de la que todo el mundo debería disfrutar y aprender.
Guion - 9
Dibujo - 9
Interés - 10
9.3
Perfecta
Radice y Turconi nos han traído uno de los mejores cómics publicado en el año 2018. Una mezcla de denuncia y reflexión sobre la naturaleza humana y su forma de afrontar los miedos. El resultado es un cómic que te hace llorar y reír, acompañándote mucho tiempo después de haberlo terminado.
He oído a varias personas hablar muy bien de este cómic. La verdad que creo que la portada (ya sabemos que muchas veces es necesario entrar por los ojos) no ha ayudado mucho para la difusión de esta obra…
Puede ser, para mi uno de los mejores cómics del año pasado sin duda.
Para ser lo mejor del año, ya tiene que ser bueno
Cae seguro