El mes pasado terminó de publicarse en España el evento Metal y es necesario dar salida a una reseña en la que las palabras ambicioso, pretencioso e irregular van a ser la constante a lo largo de todo el texto. Vamos a hacer un recorrido por la serie central, los tie in y los especiales, a fin de intentar determinar que se puede rescatar de este proyecto tan descompensado que han urdido Scott Snyder y Greg Capullo dentro del Universo DC.
Toda obra artística ha de ser ambiciosa, pues es la forma de ir más lejos, de avanzar y romper los límites que hasta ese momento hay impuestos en su categoría. Límites que una película, obra de teatro, libro, poesía, escultura o pintura, incluso la arquitectura, así como el cómic, pueden romper en infinidad de ocasiones creando nuevos caminos con los que seguir experimentado y descubriendo que en realidad no hay límite alguno para el arte y que la imaginación, infinita, es la frontera que nunca podrá ser alcanzada. La ambición, por tanto, es algo que empuja al creador o creadores a querer expresar más con su trabajo. Y Metal va muy sobrada de ambición que sin embargo esta profundamente mal enfocada y mal ejecutada.
Metal también es pretenciosa y lo es en el peor sentido de la palabra, al intentar ser más de lo que en realidad es, una obra que nos muestra el eterno enfrentamiento entre le bien y el mal, la luz y la oscuridad, donde Snyder añade un sinfín de conceptos (algunos de los cuales muy interesantes por las posibilidades que ofrecen) con los que decorar hasta el agotamiento una trama en esencia simple. La historia no es sino una línea recta que va del punto A al punto B y en la que el guionista ha colocado todo tipo de espectáculos con los que desviar la atención de lo primordial y aparentar que hay mucho más fondo del que en realidad hay.
Y por último Metal es irregular en su planteamiento. Su puesta de largo en el número cero es sin duda apasionante, pues empieza con garra, con ambición desmedida, con pasión, con el objetivo bien definido, por lo que el lector puede vincularse a la perfección con cada parte de la historia y sentir como el interés por querer saber más crece en su interior. Sin embargo, todo se va diluyendo número a número entrando en un bucle sin fin de reiteraciones y diálogos grandilocuentes y repetitivos, que hace de Metal una montaña rusa de interés al alza y a la baja.
Y con esto en mente toca añadir los matices.
La serie central del evento, la que Snyder comentó que era lo único necesario para poder comprender el evento como tal, en España se ha publicado añadiendo a su numeración USA un número cero, que recopila los números especiales USA denominados The Casting y The Forge, así como el especial Batman Lost, aquí el número cuatro, lo que hacen que el armazón central de la historia en España tenga en realidad ocho números. No hay nada que objetar la respecto, pues hacerlo de esta forma ayuda mucho a que sí que se cumpla de lo que Snyder alardeaba sobre Metal. En ese sentido, ECC merece un buen aplauso por las decisiones tomadas al respecto.
También en un número se encarta el especial dedicado Hawkman (número 5 de Metal), escrito por Jeff Lemire y dibujado por Brian Hitch, fundamental para comprender ciertos aspectos y situaciones que ocurren en los números finales de Metal. Sin duda otro acierto ya que estamos ante el preámbulo del regreso de uno de los personajes más míticos de la editorial.
En la historia central suceden muchas cosas, o eso es lo que parece, pero en realidad no ocurre gran cosa pues el multiverso Oscuro, una gran creación por parte de Snyder, quiere destruir, en un alarde de originalidad, nuestro Multiverso. Batman se erige como punto focal de todo el Universo DC, su figura trasciende el tiempo e incluso el espacio, y es el faro sobre el que Snyder va desmadejando la trama. Y es en los primeros números donde la puesta en escena por parte del dúo Snyder y Capullo ya embarranca. Lo que plantean cuesta de asimilar por la ruptura tan grande que hay entre el Batman urbano, el detective criminólogo y héroe de Gotham, con la propuesta que nos hacen de un Batman mítico a través de la historia. Urden una trama donde nos hablan de metales, diez, para ser exactos, cuyo poder está mucho más allá de la comprensión humana. Hablan de inmortalidad, aparecen un sinfín de personajes que posteriormente poco o nada tiene que aportar al conjunto de la historia, haciendo de cada página un conjunto de viñetas que se asemejan a la lija visual, si es que es posible concebir dicho concepto. Comienzan los primeros esfuerzos para proseguir avanzando en la historia que ya muestra claros síntomas de agotamiento, de indefinición, de inconsistencia argumental e indecisión global.
Y aquí es donde aparecen los primeros espaciales, dedicados a ampliar la información que nos cuentan en Metal, centrados en la figura de los Caballeros Oscuros, esa especie de Liga de la Justicia Oscura, con la que Snyder quiere llevar la historia a un terreno en el que se siente cómodo, el del terror, y nos narran su origen y transformación en las fuerzas al servicio de Barbatos, que por cierto es el villano de esta función, aunque nunca se le llegue a percibir como una verdadera amenaza.
Estos especiales resultan interesantes en primera instancia por dejar de ver a Capullo dibujando con desgana la historia que se supone Snyder consensuó con él para estimularle a dar lo mejor de sí mismo. Pero no avancemos algo que luego tendrá su propio espacio en el texto. Volviendo a los especiales, todos tienen un aspecto visual más que interesante y correcto, siendo su única pega que acaban por resultar repetitivos en su planteamiento, pues el origen de cada uno de los Caballeros Oscuros siempre tiene un denominador común que acaba por arruinar la sorpresa, si es que en algún momento se buscaba sorprender.
Pero sí que hay uno, el que se encarta en el número cuatro de los citados especiales de la edición española, donde hay un momento de genialidad, una chispa que ilumina a unas historias muy convencionales y destaca con fuerza por la retahíla de ideas que contiene. Ideas que salen de la mente de Morrison y se materializan en un cómic loco, cargado de referencias astutas para el lector con recorrido y atento, y que es todo un balón de oxígeno en medio de un agónico ahogamiento. El número en cuestión es The Wild Hunt.
Además, pivotando alrededor de Metal hay una serie de tie in que se han publicado en las propias series afectadas, Green Lantern, Flash y Liga de la Justicia, así como un cruce entre las series de los Jóvenes Titanes, Green Arrow, Escuadrón Suicida y Nightwing. Hablemos primero de los cuatro últimos.
Gotham Resistencia nos relata las desventuras por defender Gotham de la aparición de una montaña en medio de la ciudad. Damian comanda a los Jóvenes Titanes que se ven muy superados por una situación en la que el resto de los cruzados hacen acto de presencia. Su banalidad es tal que es absolutamente innecesaria su lectura para poder seguir los acontecimientos narrados en Metal. La historia no es capaz de generar apego emocional y por tanto ni su planteamiento, desarrollo y desenlace significan mucho. Todo acaba con un deus ex machina de manual con una historia que se olvida con la primera mosca que revolotee en las inmediaciones. Intrascendente.
El resto de las historias, los tie in como tales, son meras curiosidades que rellenan huecos de la historia de Metal, pero tampoco son significativamente valiosos por lo que nos narran. Acontecimientos que en Metal se nombran de tal forma que incitan a querer leerlos para saber el cómo, más que los porqués, ya que eso queda definido mediante los diálogos de Metal. El trabajo visual de los mismo es elevado con un Howard Porter en estado de gracia, Janin siendo fiel a su estilo, Liam Sharp cuyo grueso trazo se adapta bien al tono de la historia, por rocambolesca que esta sea, y un Van Sciver que se marca el que sin duda es el mejor tie in de todos, el dedicado a Green Lantern escrito por Robert Venditti. Y es el mejor porque capta la esencia pura del personaje y lo empuja a demostrar porque Hal Jordan es quién es y hace lo que hace. Esa potencia visual y argumental se proyecta muy acertadamente sobre el lector que se siente arropado por la historia y por el personaje de Hal haciendo lo que mejor sabe hacer.
El ya citado número cuatro de la serie en España esconde en su interior el Batman Lost, un trabajo escrito a tres por Snyder, Tynion IV y Williamson, en el que el lector curtido en Batman va a poder disfrutar de la magia del pasado que se rescata en estas páginas. Una historia plagada de referencias, donde Batman es protagonista absoluto mientras Barbatos abusa mentalmente del Hombre Murciélago.
Y Metal continúa su lento devenir, con repeticiones de lo contado, con la trama alargada injustificadamente, página a página, sin dejar de mostrarnos la valentía de Synder a la hora de introducir ciertos conceptos del Universo Dc que permanecían estancos hasta la llegada de Metal. Y es que hay que reconocer que hay que tener valor para poner la mano en dichos conceptos y que estos no acaben apuntándola.
Llegamos al final, ha sido un viaje duro, extenuante, confuso, rocambolesco, loco, sin sentido real en la forma y toca encarar el gran final, un final que no podría resultar más anticlimático, más tramposo y menos desarrollado. Si antes hablamos de un deus ex machina, aquí la jugada se repite sin descanso alguno, restándole todo el sentido al conjunto de la historia que se cae como un castillo de naipes en medio de un huracán.
Solo queda para poner la guinda sobre el pastel hablar del esfuerzo, nulo en este caso, por parte de Capullo, en lo que a implicación se refiere, en el aspecto visual de Metal. Su trabajo denota una desidia absoluta, con una narrativa muy justa, una espectacularidad inexistente, unos acabados de principiante que hacen ver que no es el Capullo que se pudo disfrutar a lo largo de los Nuevos 52 en la serie de Batman. Sus portadas son de lo peor que se ha hecho en los últimos años, pues son especialmente desagradables a la vista, salvo alguna honrosa excepción. Capullo no aporta nada diferenciador a la historia de Snyder y se contenta con cumplir, cubrir un mínimo y pasar a lo siguiente. El tándem entre dibujante y escritor está descompensado incluso en una obra tan irregular en su conjunto, pues si uno no acaba de concretar objetivos claros y hace trampas argumentales para que las cosas pasen como deben pasar, el otro considera que Metal no merece esfuerzo alguno en cuanto a la puesta en escena visual y que cualquier cosa es suficiente… pensándolo mejor sí que es un tándem compensado, pero hacia lo negativo.
Metal acaba abriendo las puertas a una nueva tanda de series regulares para DC, planteando incógnitas de futuro, dejando entrever que vamos a poder leer en los próximos meses y si uno esta al tanto de la actualidad USA, enseguida podrá ver que al menos lo que nos deja Metal es una simiente cuanto menos esperanzadora, no globalmente, sí puntalmente, en cuanto a la calidad de lo que ha de venir.
Todo el evento es fallido en lo que nos quiere contar, esperamos concrete un futuro mejor para DC gracias a lo que ha sembrado.
Fallido.
Guion - 5
Dibujo - 7.5
Interés - 5
5.8
Metal no responde bien a las expectativas que genera a los lectores. Synder se pierde en su propia propuesta y no logra concretar bien una historia valiente y ambiciosa para que no acabe por ser pretenciosa. La puntuación de dibujo responde a una media entre todos los dibujantes implicados.
Coincido con los que van comentando. Me parece injusta tan dura crítica. Igual respetable, no deja de ser una OPINIÓN.
Yo estoy leyendo Metal (me falta el final) y lo estoy disfrutando muchisimo. De hecho creo que have mucho no disfrutaba tanto un evento. Me parece muy pero muy divertido (como DEBE ser un comic de super heroes).
Así que en este caso no estoy de acuerdo con la reseña/crítica (con su infaltable alabanza a Morrison).
Saludos a todos
Que curioso que un cómic que saquea y copia a Morrison hasta el hartazgo (al igual que su nueva jla) incluso con homenajes como sacar el propio comic de Multiverso de Morrison dentro de la historia… Haya gustado tanto a un hater de Morrison. De hecho es una historia que es entera un homenaje a Morrison y su forma de contar historias, así como a sus conceptos
Muchas gracias por la reseña del evento, aunque no estoy de acuerdo con dicha opinión. A pesar de la opinión general que hay sobre el evento de Snyder y Capullo a mí como lector con unos cuantos años ya a las espaldas leyendo DC, me ha parecido un paseo agradable por toda la rica cosmología que tiene este universo. Cierto es que no han inventado la rueda pero me parece que está muy por encima de la mayoría de eventos superheróicos de los últimos años. Y lo que se viene con No Justice y Justice League tras esto pinta muy muy bien.
El tono de la historia no terminó de agradarme. Pero lo narrado aquí me sedujo bastante y si bien es cierto que su final se sintió apresurado y excesivamente fácil tras todo lo vivido, considero que su lectura es bastante más recomendable que un simple fallido. Entiendo que en la valoración final los números complementarios habrán bajado el computo global, ya que su arco central me parece como mínimo para tener mucha más puntuación en interés.
Como el compañero de abajo, este evento también hay que medirse por sus implicaciones. Sirve de pretexto para una nueva tanda de personajes que algunos sobrarán (The Curse of Brimstone) pero otros me están encantando (Sydeways), para un microevento de No Justice que a su vez ha abierto la puerta a una Justice League Soberbia en sus primeros números y una JL: Dark tremendamente cautivador en su cómic de apertura. ¡Y esperemos la JL: Odyssey!
P.S. ¡Muchas gracias por la reseña! Cada vez admiro más el trabajo que hacéis en esta web. Da gusto comentar cosas que no empieza a leer por vosotros.
Yo no sería tan duro en tu juicio. Snyder está en su línea habitual. Puede que esta saga, en la que retoma ideas de trabajos previos, pueda dar la sensacion de subirte a una pelicula ya empezada si no los has leido pero nada que impida su disfrute. Capullo está algo más tosco o apresurado… pero yo no diría desidia.
Sobre la saga en sí. El numero 0 me pareció fascinante, y esa fascinacion la viví los dos primeros números. A partir de ahí todo es más atropellado y con más de un deus ex machina. No es fascinante, pero tiene sus momentos.
Los caballeros oscuros: historias entre lo bueno y lo prescindible y algo reiterativas. La resistencia de gotham: mediocre y prescindible. Batman lost: una genialidad. Hawkman found estupendo. Wild Hunt es puro Morrison y requiere bagaje previo. Y el epílogo muy prometedor.
En resumen, lo pondría como un blockbuster con algún segmento de calidad, que rehace el universo DC, sienta una nueva base y perfila las líneas que van a seguir los supergrupos heroicos DC de una forma más racional e ilusionante. Por encima de la media en los eventos DC.
Pero todo es como quieras mirar el vaso!
Saludos!
Coincido en la mayoría de lo que dices. En general, me ha gustado a ratos; creo que tiene buenas ideas, pero que se quedan, la mayoría, en eso, teoría, ideas. El dibujo sí me ha llamado mucho. Tal vez, lo peor haya sido algunos deus ex machina y ese catálogo de lo próximo que veremos en DC (que ya pasó también con el final de Civil War II, para que no empecemos con la estúpida guerra de editoriales). Eso sí, nada recomendado para lectores neofitos porque no los volveríamos a ver nunca entre tebeos de este tipo. Buena reseña y un saludo.
Tras habérmela leído de una tacada puedo decir que en líneas generales me ha gustado…. aunque se podría haber mejorado bastante. El disfrute es en general por contar una historia a lo Silver Age con la Liga la cual hacia tiempo no se veía. Por desgracia Snyder tiene sus fallos como escritor y se nota también igual que Final Crisis de Morrison resuelve de forma muy apresurada ciertos hechos o conceptos interesantes de un plumazo: Se nota que Capullo tenia ganas de acabar con la serie y se nota en los últimos números (presión por las fechas de entrega) Si se hubiesen empleado el Hawkman Found o el Wild Hunt en alargar la serie troncal esta hubiera sido mas redonda. Aun me acuerdo en la Final Crisis como se ventilaron al Monitor Vampiro y a Libra de un plumazo.
Lo mejor es que hay aventuras interesantes por venir. Supongo que al no incluirlas en un evento para sacar dinero por los tie-ins y demás Snyder pueda ir mas a su bola y aprender de los fallos de Metal. Pero vamos como evento no esta nada mal y al menos de soporífero no tiene nada