Los vencedores no olvidan a quienes han caido.
Christian de Metter es un dibujante francés nacido en 1968. En nuestro país solo se ha publicado otra obra suya, el western Rojo como la nieve editado por Ponent Mon. Pero en el mercado francobelga tiene bastantes obras editadas. Su primera serie fue Enma con guion propio, a esta le siguieron otras entre las que destacan Dusk con guion de Richard Marazano, Le sang des Valentines con guion de Catel obra que obtuvo el premio del público del festival de Angoulême en 2004 o la adaptación de la novela Shutter Island de Dennis Lehane por la que obtuvo el premio de la librerías de BD en 2008. El primer número de su nueva serie Nobody ha sido galardonado con el premio a la mejor serie de BD del festival de Polar de Cognac.
Édouard y Albert son amigos y supervivientes de la Primera Guerra Mundial. EL primero perdió la parte inferior de la mandíbula salvando al segundo de una muerte segura en el frente. Ahora, tras haber sufrido esta terrible mutilación, se niega a reencontrarse con su familia. Albert cuida de su amigo y hace lo posible para sobrevivir en una sociedad para la que solo son un recuerdo incómodo. Sin embargo, estos antihéroes han preparado una estafa tan cínica como ingeniosa que desafiará al patriotismo de la Francia de Entreguerras.
Nos vemos allá arriba es un obra que trata sobre el día después de la guerra, cuando los desfiles y los fastos acaban y solo quedan hombres rotos, física y psicológicamente. Algo habitual después de los conflictos bélicos, la misma sociedad que te exhorta a luchar por ella, te arrincona tras es el final del mismo. Es algo que pasó tras la I Guerra Mundial, tras la II, etc… y seguirá pasando. Pero donde la crítica es más dura es hacia los poderosos, ya sean los dirigentes militares o las clases privilegiadas, que se han servido de la guerra, unos para medrar y otros para hacer negocio. Vemos como la corrupción y la codicia infecta algo que debería ser intocable como son las victimas del conflicto, tanto los heridos como los muertos. El cómic se divide en dos partes: la que nos narra la vida de Édouard y Albert, en las que vemos las condiciones de los supervivientes de clases bajas tras la guerra y la de Henri que nos enseñan la corrupción y negocios oscuros de los ricos. Falla la parte que debe narrarnos las condiciones de los supervivientes, seguramente por falta de páginas, aunque si queremos saberlo ya está la obra de Tardi para mostranoslo.
Antes de leer el cómic no había leído la novela ni había visto la película, así que llego virgen a su lectura, ya que además tampoco conocía su argumento, solo sabia que se desarrollaba después de la I Guerra Mundial. Y la impresión que me deja es que estamos ante una adaptación fallida. Eso es debido a la sensación de que no estás ante una obra con entidad propia, sino un complemento a la novela. Seguramente por el intento de adaptar las casi 600 páginas de la novela en 170, el argumento es bueno y da para realizar un gran cómic pero la sensación es que se han recortado partes importantes, sobre todo en la parte de Édouard y Albert. Esto provoca que los personajes tomen decisiones sin lógica y algunos hechos pasan sin explicación, lo que hace imposible empatizar con los protagonistas, algo a lo que tampoco ayuda el dibujo ya que las caras de los personajes no transmiten ninguna emoción, solo frialdad y distancia. La relación de amistad entre Édouard y Loise surge de la nada, con el plan de Édouard y Albert pasa lo mismo y no hay motivo para que Albert lo acepte, ni vemos el conflicto moral que debería suponerle. Tampoco funcionan los intentos de introducir elementos de humor ni con la madre de Albert, ni con el inspector que investiga los negocios de Henri. El humor que plantean es algo que con el lenguaje del cómic podría funcionar, muy bien pero los autores no lo consiguen plasmar siendo el resultado bastante grotesco y sin gracia. Todo esto provoca que tengas la sensación de que para comprender la historia lo que tienes que hacer es leer el libro. Las partes que mejor funcionan son las que nos narran la vida Henri al igual que el final, que está muy bien narrado. Lastima que la portada lo anuncie y pierda su capacidad de sorpresa.
El apartado gráfico es muy irregular, con escenas brillantes como las de los sueños de Édouard y su padre y con otras sin sentido como las del inspector de trabajo. Parece que de Metter ha usado base fotográfica para algunas escenas, algo que provoca que las miradas estén siempre como perdidas, lo cual funciona muy bien en la guerra ya que sirve para reflejar la deshumanización de los combatientes, pero que hace que las escenas más emotivas no lo sean. Hace muy bien lo más díficil que es dibujar el rostro destruido de Édouard. Sin embargo, la falta de dinamismo y movimiento de todos los personajes unido a la frialdad que transmiten impide que la historia te emocione. Que es lo que tiene que conseguir un dibujante. Lo mejor es el color, sobre todo en la parte que se desarrolla en la guerra ya que sus tonos oscuros y apagados sirven para dotar, no solo a esta parte sino a todo el conjunto, del dramátismo que necesita. De Metter no duda en emplear colores más alegres y caidos para las mascaras Édouard, que además están muy bien diseñadas. También destaca la narrativa, que es muy clara y solida, lo que le permite a Lemaitre no abusar de texto ya que no son necesarios. Lo que no encontramos son los recursos propios del cómic, que tendrían que servir para enriquecer la obra que adapta y llevarla a otro nivel.
La edición de Norma Editorial tiene la alta calidad habitual en sus productos. Hay que aplaudir sus intentos de traernos una BD que se aleja de lo acostumbrado y gracias a su labor en los últimos meses hemos disfrutado con adaptaciones literarias, biografías de pintores, etc…
Nos vemos allá arriba me ha supuesto una pequeña decepción, seguramente porque las tres últimas adaptaciones literarias que he leído (El informe de Brodeck, Sostiene Pereira y El jugador de ajedrez) eran de gran nivel, sobre por el uso de recursos propios del medio, para construir una obra con entidad propia, algo que aquí no sucede. Esta obra parte de un gran planteamiento pero el desarrollo no es nada satisfactorio, aunque tenga partes brillantes como el final, y que deja la sensación de oportunidad perdida.
Guión - 6.5
Dibujo - 6.5
Interés - 6.5
6.5
Decepción
Demasiado fria y apresurada para poder empatizar con los protagonistas. No saca partido a las distintas herramientas que da el cómic para adaptar y potenciar la historia.
El libro me parecio flojísimo para tanta expectativa…