Edición original: Marvel Comics – 1992 Edición España: Comics Forum – septiembre 1995 Guión: Roy Thomas Dibujo: Michael Doherty Entintado: Alfredo Alcalá Color: Tom Vincent Portada: Rafael Garrés Precio: 5,98 euros (novela gráfica en tapa blanda de 64 páginas)
Hubo un tiempo en el que la franquicia «howardiana» era uno de los platos fuertes de la casa de las ideas y reflejo de un buen negocio para ambas partes. Los tebeos protagonizados por Conan de Cimmeria reportaban buenos dividendos a Marvel, al tiempo que permitían al bárbaro hyborio consolidar su popularidad hasta conseguir su propia y exitosa película. El trabajo desarrollado por Roy Thomas y las presencia en la parte gráfica de artistas de la talla de Barry Windsor-Smith, John Buscema, Neal Adams o Gil Kane brindaron a la versión «comiquera» del adusto guerrero un interés inusitado por parte de la afición lectora. La revista de Conan el Bárbaro ejemplificó el hecho de que en los atribulados setenta hubo otros géneros que podían ocupar el lugar de unos superhéroes que parecían perder fuelle. Su hermana en blanco y negro –La Espada Salvaje de Conan- abrió campo hacia relatos de corte más adulto en el que el cimmerio hacía de las suyas en su largo y movido camino hasta el trono de Aquilonia. Durante un cuarto de siglo las historias de bárbaros supusieron un valor seguro, de modo y manera que no es extraño que durante ese período vieran la luz unas cuantas novelas gráficas en las que Conan era el protagonista. La resurrección de Rotath forma parte de esa serie.
El primer detalle que se resulta obligado mencionar de este cómic es que reúne a tres de las creaciones de Robert E. Howard: por supuesto, Conan de Cimmeria es el que pone el nombre en la portada, pero su condición de protagonista no es absoluta; está en compañía de Sonja la Roja (la guerrera que el escritor estadounidense creara como enemiga de los otomanos de Solimán el Magnífico y que Thomas llevaría a la era no soñada) y de Kull de Valusia, el antecesor –literal y figurado- de Conan. No era la primera vez que este trío de hábiles espadachines se encontraba en las viñetas marvelianas. Durante la larga y memorable saga de Conan y Bêlit, las argucias del socorrido brujo de turno llevaban a estos y a la guerrera hyrkania al pasado remoto donde el antiguo esclavo atlante sienta sus posaderas en el trono de topacio. Los eventos paralelismos entre Conan y Kull quedaron más patentes cuando Thomas y Buscema satisficieron los anhelos de la parroquia aficionada a las crónicas nemedias e hicieron que ambos intercambiaran unos cuantos mojicones. Después de todo, el cimmerio había sido parido a partir de un relato protagonizado por el valusio que el editor de turno había rechazado. En esta ocasión, don Roy, cronista oficial de las aventuras y tribulaciones tebeísticas de los personajes howardianos relata una secuela de dos aventuras narradas durante los primeros años de la serie Conan el Bárbaro.
El Rotath cuya resurrección da título a la novela gráfica era un mago lemuriano al que Conan y su amigo Juma se enfrentaron en el trigésimo séptimo número de la colección regular del cimmerio. Los magistrales dibujos de Neal Adams contaron una historia de camaradería, rescate de dama noble y bicho siniestro desmandado en el que el mentado hechicero –caracterizado por tener organismo áureo- mordía el polvo (como no podía ser de otra manera). Derrotado en el pasado remoto por Kull, Rotath ansiaba –como tampoco podía ser de otra forma- venganza contra quienes le habían vencido. Como es uso y costumbre, Conan acaba metiéndose en el jaleo casi por casualidad y reencontrándose con su vieja conocida Sonja de parecida manera. Un misterioso brujo picto –pueblo que vivió tanto la época de esplendor de Valusia como los tiempos hyborios- sería el catalizador para que el moreno y la pelirroja devolvieran la visita a Kull, dándose un paseíto por Valusia. El resultado final fue una historia de espada y brujería con mucho de lo primero y no menos de lo segundo, de esas que entretienen a la parroquia, sirven de presentación a los legos y aburren a los hastiados.
El equipo creativo de la novela en cuestión está compuesto por un puñado de nombres ilustres del cómic estadounidense en general y de los tebeos de bárbaros en particular. Para empezar, tenemos al guion a don Roy Thomas, que en estos pagos no necesita presentación; para continuar tenemos los lápices de Michael Docherty –que desplegó su talento en unas cuantas aventuras hyborias- y las tintas de Alfredo Alcalá –otro distinguido representante de la tribu filipina que embellecería y engrandecería la franquicia tebeística conaniana-. Completa la alineación el competente colorista Tom Vincent, que remataría en la parte gráfica la labor de sus colegas. Como dato habitual en esta colección hay que indicar que la edición española contó con una portada especial, dibujada por Rafael Garrés. En ella, Sonja la Roja lucía su atuendo típico, muy alejado del funcional y práctico que le otorgaran para la ocasión Docherty, Alcalá y Vincent.
Edición original: Marvel Comics - 1992 Edición España: Comics Forum – septiembre 1995 Guión: Roy Thomas Dibujo: Michael Doherty Entintado: Alfredo Alcalá Color: Tom Vincent Portada: Rafael Garrés Precio: 5,98 euros (novela gráfica en tapa blanda de 64 páginas) Hubo un tiempo en el que la franquicia «howardiana»…
Novelas gráficas Conan nº 3: La resurrección de Rotath
Novelas gráficas Conan nº 3: La resurrección de Rotath