Nuevos Titanes: ¡No a las drogas!

EL noveno arte como medio para concienciar a la sociedad.

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1898

Edición original: The New Teen Titans (Drug Awareness Special) núms. 1-3 USA (DC Comics, 1983)
Edición nacional/España: Nuevos Titanes: ¡No a las drogas! (ECC Cómics, 2022)
Guion: Marv Wolfman.
Dibujo: George Pérez, Ross Andru, Adrian Gonzalez.
Entintado: Joe Giella, Dick Giordano.
Color: Adrienne Roy, Ben Oda.
Traductor:: San Fran Rafael.
Formato: 112 páginas. A color. Cartoné. 16,50 euros.

La batalla sin fin

El noveno arte, desde sus inicios, siempre ha mostrado una predisposición a ser algo más que un mero pasatiempo. Fruto de estos intereses, se ha usado como herramienta para la propaganda política en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, como panfleto publicitario de promoción de juguetes (a todos nos vienen a la mente los Transformers y la Secret Wars original con Hasbro y Mattel siendo promotoras de ambas iniciativas) e incluso como medio divulgativo con el que narrar acontecimientos históricos de todo tipo y condición, con obras tan recientes como La Bomba o la realizada por Paco Roca, El abismo del olvido, por citar un par de las muchas que se pueden encontrar.

Sin embargo, hay otra faceta en la que el cómic también se muestra como un medio útil y eficaz a la hora de trasladar mensajes a la población y es su valor como herramienta educativa. Y el cómic que nos ocupa hoy es de esos, dentro de una de las campañas de concienciación contra el uso y consumo de drogas, dentro de la administración Reagan a principios de los años 80.

Esta obra, recopilada en un solo tomo por parte de ECC, se editó originalmente en USA en tres números en formato grapa y hoy en día no han vuelto a ser reeditados en su país de origen. Una obra que arrastra tras de sí una intrahistoria editorial muy particular y de la que ya hablamos en su momento en las Novedades Destacadas del mes de enero y que viene, adecuadamente, detallada en el texto de introducción que acompaña al tomo, obra de Fran San Rafael. Solo añadir un detalle adicional y es el rediseño que se le hizo al traje de Starfire, cubriendo su abdomen con un extra de armadura tamariana, y que los seguidores de los Titanes enseguida detectaran (más allá de la ausencia de Robin, claro)

A principios de los años 80 en USA el problema de las drogas era una de las lacras que azotaba al país. Su consumo estaba desbocado. El uso de cannabis entre la población menor de 18 años era de 50% en 1978, que bajó hasta un 37% a finales de los años 80, mientras que el uso de drogas como la cocaína rozaba el 13%. Un problema que hoy en día sigue con tasas muy altas en EE. UU., con casi 20 millones de estadounidenses, mayores de 12 años, luchando contra un trastorno por abuso de sustancias en 2017. Un problema que no se reduce a las fronteras de ese país y que se infiltra en cualquier otro país del mundo (aunque en algunos no haya estudios o estadísticas, no significa que no exista el problema). En España, en 2023, se realizó un estudio piloto sobre el uso de drogas y adicciones en estudiantes de enseñanzas secundarias (12-13 años) que ya mira de frente ya no solo a las sustancias psicoactivas (alcohol y tabaco), sino también al consumo de bebidas energéticas, videojuegos, uso de Internet y apuestas con dinero. Los años han pasado desde ese 1983, pero la problemática no ha desaparecido y se han abierto nuevos frentes a los que atender.

El informe trata los datos de casi 935.000 jóvenes, repartidos en las 17 comunidades Autónomas, según se puede ver en el PDF descargable en la web del Gobierno de España, del Ministerio de Sanidad. De este número se detalla la muestra seleccionada de 8.023 alumnos, de 400 aulas distintas repartidos en un total de 201 colegios. Los datos son preocupantes a poco que dediquéis unos minutos de vuestro tiempo, además de poder ver más datos sobre toro tipod e sustancias.

drogas

¿Y porque hablamos de esto? Porque estamos ante una obra que no debe ser analizada o tratada desde solo el punto de vista artístico, sino que es necesario también valorar sus objetivos que son el fondo que esconde en la forma. No, no estamos ante los primeros comics que trataban el tema, hubo antes por parte de Marvel y DC, historias sobre las drogas, como la Stan Lee y Spiderman o la desarrollada en la serie de Green Lantern y Green Arrow de la mano de O´Neil y Adams. Pero claro, estas historias no estaban encorsetadas a un marco tan rígido como el que marcaba la campaña de la Casa Blanca, por lo que resultan más frescas y, nos atreveríamos a decir, que incluso más eficaces en las formas.

La obra nació con un objetivo muy claro y directo y Wolfman no se anduvo con sutilizas ni medias tintas. Afronta lo que se quiere decir y como se quiere decir sin tapujos. Tanto que hay veces que cuando se está inmerso en su lectura, y uno se mueve en el tiempo para regresar a su yo de 12-13 años (pues es el público objetivo al que va dirigida) uno no puede dejar de sentir la bofetada con la que le quieren hacer visible un problema real y palpable tanto en 1983, como hoy en día. En este aspecto, imaginamos que Wolfman no acometió la escritura de este cómic solo en su despacho, sino que fue asesorado por expertos en la materia a la hora de poner sobre la mesa datos y estadísticas, así como la mejor forma de expresar el mensaje que cada entrega encierra.

Titanes

Un mensaje repetitivo, en exceso, con ideas muy potentes, tal vez demasiado potentes, que discurre sobre tres pilares muy claros: la familia como ente clave para no caer en las drogas y pieza clave de la rehabilitación, el peligro del consumo de drogas para la salud y hasta sus últimas consecuencias y el peligro que hay detrás de las mafias que traficaban con estas sustancias sin importarles nada más que los benéficos de mover muerte entre la población. Y con esto en mente poco espacio hay para desarrollar una obra que destaque por su lucidez narrativa. Y es que, si de algo peca es de intensidad, entendible, pero es esa falta de sutileza la que también pudo crear cierto rechazo entre la población a la que fue dirigido el cómic. Algo que choca, sin embargo, y tal vez por temas de espacio (pues cada comic traía, además, una serie de ejercicios de autoanálisis personal) es cómo se tratan algunos temas de manera superficial, sin tocar temas sociales como el desempleo que iba asociado a un nivel económico bajo, al tiempo que se simplificaba mucho la actitud de los jóvenes que consumían drogas ante los que no lo hacían. Esto hace que el cómic se posicione demasiado entre el blanco y el negro, sin adentrarse en los grises que hay detrás del tema del tráfico, consumo y abuso de drogas.

La historia no se mueve de la línea marcada en ninguna de sus entregas y discurre sin dilación por los puntos comentados. Wolfman tira de diálogos aleccionadores, intentando impactar, mientras que en el apartado gráfico los tres artistas implicados, empezando por George Pérez, Ross Andru y Adrián González, cumplen con lo marcado, sin florituras, sin desmarques visuales, aportando cada uno todas sus fortalezas en un guion supeditado al mensaje, donde la acción se incrusta de manera algo angulosa a lo largo de una trama relativamente inexistente en la que los Titanes son meras comparsas que emiten el mensaje. Es aquí donde hay un matiz, puesto que el titán, Speedy, contribuye al conjunto, por la ya mencionada historia en Green Lantern y Green Arrow, aportando el valor de la experiencia previa y sus consecuencias.

Unos comics que son una interesante propuesta histórica, que demuestra el valor el medio para llegar donde de otra forma es mucho más complejo y que deben ser juzgados con todo lo anterior en mente.

Los comics fueron distribuidos con la mejor de las intenciones y su efecto real sobre la población, si nos ceñimos a las estadísticas previas, sí que parece que tuvo repercusión, por lo que su objetivo real fue alcanzado, al menos en parte, porque imaginamos que la Casa Blanca no se limitó a solo esta acción. Y es que al final se está ante un problema de compleja gestión, que se ha ramificado con el tiempo y cuya solución necesita de muchas acciones a muchos niveles, con una coordinación y concienciación, social e institucional difícil de alcanzar. Pero no por ello hay que dejar de seguir trabajando, con todo tipo de iniciativas, como fueron estos comics, como fueron otras implementadas después o las que vendrán. Los Titanes lo intentaron y de alguna forma ahí han quedado estos comics, fosilizados en ámbar, como un grito del pasado para las generaciones futuras para no desfallecer nunca en esta batalla contra las drogas.

Lo mejor

• Las intenciones de la obra.
• Su carácter histórico.
• Que lleve un texto introductorio con la intrahistoria de la obra.

Lo peor

• Lo superficial de la propuesta.

Edición original: The New Teen Titans (Drug Awareness Special) núms. 1-3 USA (DC Comics, 1983) Edición nacional/España: Nuevos Titanes: ¡No a las drogas! (ECC Cómics, 2022) Guion: Marv Wolfman. Dibujo: George Pérez, Ross Andru, Adrian Gonzalez. Entintado: Joe Giella, Dick Giordano. Color: Adrienne Roy, Ben Oda. Traductor:: San Fran Rafael.…
Guion - 5
Dibujo - 7
Interés - 10

7.3

Obra histórica.

Un trabajo con un objetivo ambiciosos que se doblega a tratar un tema complejo desde una postura demasiado superficial, pero que logra erigirse como un trabajo histórico que demuestra el valor del noveno arte como herramienta educativa.

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ipso_facto
ipso_facto
Lector
9 marzo, 2024 11:06

Más allá de valorar el apartado artísico de esta obra y el contexto histórico y social en el que se realizó (interesante artículo, por cierto, mr. Higuero), habría que comentar también la edición de la misma por parte de ECC.

Siendo «Los Nuevos Titanes» una obra muy reclamada por el fandom desde hace mucho tiempo, la edición de ECC en el sello Icons es bastante criticable. La impresión de colores y tintas en algunos tomos dista mucho de ser optima, y no veo que sea un error de una determinada tirada. Hace poco estuve ojeando este tomo en una librería y desistí de comprarmelo principalmente porque detecté errores graves de impresión, con páginas «borrosas».

No soy de los que se quejan por los precios de las ediciones en tomo de Panini o ECC, pero si voy a gastarme una pasta lo mínimo que espero es que la edición sea perfecta.

Manin
Manin
Lector
9 marzo, 2024 16:00

Es fantástico y no menos histórico que el cómic que comentas que ECC publique inéditos de DC con cierta antigüedad.
Dicho eso, no voy a pasar por caja por un material que si le quitamos su valor como curiosidad se queda en más bien poquito.
Ahí se lo merienden y a ver si se animan de una vez a publicar inéditos que sí reclama la gente sin pasar por kickstarter antes

Jaime Sirvent
Jaime Sirvent
Lector
9 marzo, 2024 18:44

Siendo como soy fan de los Nuevos Titanes(al menos de la serie de Wolfman y Pérez),este tomo nunca me ha llamado la atención, el hecho de que no se pudiera usar a Dick Grayson por unos temas extraños de derechos y que en su lugar apareciera un personaje nuevo siempre me ha echado muchísimo para atrás.

Cuando en principio iba a ser un extra únicamente para aquellas personas que participaran en el crowdfunding no sentí ningún tipo de pena por no poder optar a su adquisición. Sin embargo cuando finalmente se supo que iba a haber un tomo para librerías sí me planteé comprarlo, pero al ojearlo en la tienda no me llamó especialmente la atención y decidí que se quedase ahí.

Valoro que se haya publicado, y como bien decís pienso que otros inéditos podrían tener cabida. Sin embargo opino exactamente igual que los compañeros sobre la edición de ecc en el sello Icon.

Muchas gracias por la reseña Gustavo.

mespinpe
mespinpe
Lector
En respuesta a  Jaime Sirvent
10 marzo, 2024 1:01

De los tres números que contiene el tomo el primero es bueno. Los otros dos son más relleno.

Jack Knight
Jack Knight
Lector
10 marzo, 2024 8:54

Buena reseña, un cómic más con interés histórico que por la historia que cuenta.

Comentar que no es un cómic inédito en nuestro país, Planeta lo sacó en su Clásicos DC: Nuevos Titanes. Otra cosa es que la edición del material en dicha colección fuese de una calidad pésima, pero editado sí que está.

Manin
Manin
Lector
En respuesta a  Jack Knight
10 marzo, 2024 9:47

Precisamente estoy últimamente repescando colecciones de Clásicos DC y Universo DC de Planeta, que tenía contenidos interesantísimos; Titanes, Espectro, Hitman, Detective Marciano, Demon… En un formato que podría no ser el mejor, pero ponía obras muy interesantes al alcance a precios ajustados.
El DC pocket de la época pero que se usaba para dar oportunidad a materiales inéditos e interesantes, no a la nonagésima edición de La broma asesina. Una maravilla impensable en la forma de editar DC actualmente para nuestra desgracia.

Jaime Sirvent
Jaime Sirvent
Lector
En respuesta a  Manin
10 marzo, 2024 12:11

Totalmente de acuerdo.

David For President
David For President
Lector
En respuesta a  Manin
10 marzo, 2024 16:02

Una maravilla, sí, pero recuerdo que la gente no estaba por la labor. No es ya que desde Planeta dijeran que el formato no vendía bien, es que directamente a la Legión de Superhéroes de Levitz le tuvieron que subir el precio más de una vez para no tener que cancelarla antes de su final natural (y el Universo DC de 5 Años Después ni lo olimos) y Aves de Presa se canceló a falta de un par de tomos.
A mí el formato me gustaba mucho pero, como de memoria voy bien, recuerdo que le caían palos por arriba y por abajo (que si caro para lo que ofrece, que si pequeño, que si inmanejable, que si quiero tapa dura, que si los cómics no están ideados para leerse así,…). Incluso el propio Hernando se refirió a ello como “formato de batalla” menospreciándolo a la hora de compararlo con su nueva y flamante edición de Los Nuevos Titanes en tapa dura, tapas naranjas, diseño absolutamente horroroso y que encima sólo daba para publicar dos tomos porque no habían materiales restaurados por aquel entonces.
Así de gilipollas éramos, sí.
El tema es que estoy seguro de que muchos de los que ponían el formato a caldo entonces ya formarían ahora que la línea hubiese funcionado mejor y que hubiésemos visto ahí publicadas cosas como el Green Arrow de Grell, Vigilante, Infinity Inc y similares que estuvieron cerca de salir y que dudo que veamos publicadas jamás, ni por ECC ni por nadie con dos dedos de frente.

Manin
Manin
Lector
En respuesta a  David For President
10 marzo, 2024 21:17

Es cierto, yo recuerdo esas críticas y de hecho es cierto que era un formato batallero y los puntos que criticaban que comentas no están faltos de razón (de ahí apuntaba que no era un formato de ensueño), pero al menos fue un intento de cumplir deudas de edición de material en español (Hitman, Orion, el Flash de Waid… y todos los etcéteras que quieras). Había material arriesgado y como tal, se metieron la toña que comentas.
Pero viendo que ahora la opción es Watchmen o un kickstarter a precios desorbitados, también creo que igual habremos aprendido (y ahí está el mercado especulador en wallapop que me dice que sí hay demanda).
O no, que como bien apuntas eramos (y somos) así de gilipollas