En 2017 se publicó Un noruego en el Camino de Santiago, la que era, hasta la fecha, última obra de Jason. Tres años más tarde, por fin, tenemos un nuevo cómic de este autor.
La primera historia de las cuatro recoge el testigo directo de Un noruego en el Camino de Santiago, ya que Jason vuelve a aparecer como protagonista de un relato que tiene de nuevo una caminata (esta vez en Irlanda) como eje de la acción. Si bien es cierto que me temía lo peor porque su anterior cómic creo que no era la dirección a seguir, Jason aprende de los errores y le imprime mejor ritmo y más humor a esta nueva historia. La cantidad de referencias cinematográficas que aparecen aquí resumen perfectamente la vena cinéfila del artista; entre ellas destacan las relativas a El cazador, El resplandor y al malogrado actor Gene Wilder. Lo que más me ha sorprendido es que Jason ha cambiado un poco su humor y su estilo; es decir
L. Cohen: una vida y ¡Oh, Josefina! (el relato que da título a la antología) comparten que partiendo de figuras históricas Jason destroza cualquier atisbo de realidad para darnos su particular visión de las cosas. Especialmente, L. Cohen: una vida funciona como biografía-ficción en la que el autor noruego hace un repaso (y una reinterpretación) del mundo del arte y la cultura popular de los últimos 80 años. El gran mérito reside en que, si Leonard Cohen ya era una personalidad interesante, bajo los pinceles de Jason lo es todavía más. Grandísimo relato que supone uno de los mejores trabajos de este autor. En cambio, en ¡Oh, Josefina! nos presenta a un Napoleón de lo más divertido, en otra biografía-ficción que nos aleja mucho del típico relato centrado en el militar francés.
Los diamantes es una historia que se centra en la complejidad de la relaciones personales y familiares, y que se nos presenta como un relato fragmentado con varios personajes y varias acciones a la vez. Cuando empezamos a leerlo nada tiene sentido, nada encaja, pero como viene siendo habitual en la biblografía de Jason, es justamente lo contrario. La obra de este historietista pese a su simple apariencia esconde complejidad; pese a que nada tiene sentido, en realidad todo lo tiene (o no), y pese a que nada encaja, los cómics de Jason son pequeños puzles con un engranaje bien engrasado.
En esta última publicación, que de nuevo llega a nuestras librerías de la mano del buen hacer de Astiberri, editorial que lleva casi 20 años editando la obra de Jason en España, el autor emplea tanto el blanco y negro como el bitono. Esto quiere decir que lamentablemente no ha colaborado con el colorista Hubert que tan bien capta los ambientes y las escenas que Jason propone. Personalmente y desde el punto de vista visual, prefiero la obra de Jason a color, puesto que siempre viste más y mejor con el trabajo de Hubert, pero, al fin y al cabo, hay que respetar la decisión del artista.
El lector veterano disfrutará con este cómic, y el neófito descubrirá a un historietista único. En ambos casos, recomiendo este tebeo.
Guion - 8
Dibujo - 7
Interés - 9
8
Una nueva y diferente propuesta de Jason que nos hará pasar un rato (breve como de costumbre) muy agradable.