Edición original: Marvel Comics – enero – abril – 1994
Edición España: Comics Forum – octubre 1994 – enero 1995
Guión: Chuck Dixon
Dibujo: Scott Kolins
Entintado: Tim Dzon
Color: Christie Scheele
Portada: Scott Kolins, Tim Dzon
Precio: 175 pesetas (serie limitada de cuatro números de veinticuatro páginas cada uno)
Habría que esperar a los años ochenta para que Ojo de Halcón mostrara ciertos rasgos de evolución y, de paso, contara con una serie limitada. Sería Mark Gruenwald –en un raro ejercicio como autor completo- el que haría que Clint Barton diera el paso necesario hacia la madurez. Conocería a Barbara «Bobbi» Morse, Pájaro Burlón y contraerían matrimonio. Un paso de tal calibre dejaría con la boca abierta a la parroquia vengadora –que en aquellos días contaría con Roger Stern como cronista-. El arquero estaba listo para un nuevo destino: dirigir la división californiana de los Vengadores. La Visión –presidente del equipo durante la ausencia de los principales componentes del mismo en las Secret Wars- había diseñado un plan para hacerse con el control del mundo y la expansión del equipo –empezando por la costa oeste estadounidense- era el primer paso. Las maquinaciones del piel roja fueron abortadas, pero los Vengadores Costa Oeste se mantuvieron, pero con los guiones de un viejo conocido de la franquicia, como era Steve Englehart. Este caballero convirtió esta colección en un entretenido y divertido culebrón, con líos sentimentales, villanos estrafalarios y un Ojo de Halcón que se esforzaba día sí, día también, por superar a la división neoyorquina. La rivalidad con el Capitán América se ha convertido en respeto y admiración, ahora que comprende lo que suponen el peso y la responsabilidad de la presidencia. Don Steve presenta a un Clint firme en sus convicciones y fiel al concepto ideal de vengador, pero deja patente que esas cualidades pueden trocarse en defectos si se llevan a extremos exagerados. Cuando su esposa es violada por el Jinete Fantasma y esta responde dejando morir a su agresor, la reacción del arquero provoca la ruptura del matrimonio y, por extensión, del equipo. Su inflexibilidad parece hacerle incapaz de comprender el calvario de Pájaro Burlón, pero más bien se debe al hecho de que ella no pudiera abrirse a él y confesarle la verdad. Usando los elementos esenciales del conflicto, Englehart reflexiona sobre los límites del poder y la justificación del uso de la fuerza letal. Después de todo, eran los tiempos en los que la industria empezaba a derivar claramente hacia el anti-heroísmo y el difuminado de los límites entre el bien y el mal. En su obsesión por ser el mejor vengador y comandar el mejor equipo, Ojo de Halcón había llevado a la división californiana a las puertas de su desaparición. Sin embargo, la marcha de don Steve y su rápida sustitución por John Byrne truncó una etapa que, vista con perspectiva, quizá tendría mejor valoración si hubiera contado con un dibujante que no hubiera sido Allen Milgrom, pero esa es otra historia. Por lo que al arquero morado se refiere, la llegada del prolífico canadiense supuso un paso atrás: volvimos al vengador cabreado y contestón, muy molesto por el hecho de que se le desplazara de su puesto de jefe en beneficio del U. S. Agente. Como se ha comentado en varias reseñas, Byrne había decidido llevar hasta sus últimas consecuencias la idea de Stern de que la Visión volviera a su condición fría y robótica, la que tenía en sus inicios. El sintezoide fue capturado y el sustituto temporal del Capitán América se encontró en el puesto de guardián controlador del equipo. Clint hizo honor a su historia y se largó dando un portazo; Bobbi intentaría que rehicieran su matrimonio y ambos se encargarían de tutelar a unos recién aparecidos Vengadores de los Grandes Lagos, pero aquellos planes tampoco llegarían muy lejos. Con otro portazo, don John dejaría la franquicia vengadora y la división californiana en manos de Roy y Dann Thomas y de otro canadiense, el dibujante Dave Ross. La trayectoria del Clint en estos años no refleja nada especialmente memorable: regreso al equipo californiano, fricciones con tal o cual miembro y, finalmente, reconciliación con Pájaro Burlón… para luego verla morir en una confrontación demoníaca. Presa del dolor por la pérdida, Ojo de Halcón abandona el equipo que fundó justo antes de que este pase a mejor vida (en un número final absolutamente ridículo, pero esa es otra historia). Es en este punto en el que arranca la serie limitada que se reseña por aquí.
Al comienzo de la historia, Ojo de Halcón vaga solitario por una región boscosa del sub-continente norteamericano. Está cargado de dolor, de rabia y de desesperanza. Toda la madurez atesorada en los tiempos precedentes se ha borrado del mapa y ha dejado tras de sí a un Clint Barton más duro y amargado. Sin embargo, pronto se verá obligado a espabilar: su camino se cruzará con el del
Como se ha adelantado, la miniserie presenta un ejercicio de manual de lo que eran las historias de cuatro capítulos: presentación del personaje (con la consabida recapitulación de su historia hasta el momento presente); exposición del conflicto y primer asalto (en el que el protagonista no sale bien parado); respiro en la acción con posible revelación de secretos y, por último, un segundo asalto como fin de fiesta. La miniserie presenta a un personaje hundido y lo vuelve a levantar, dejándolo listo para que otros autores tomen las riendas de su destino. En esta ocasión, el guionista escogido es un veterano de las franquicias urbanitas como es
En la parte de la ilustración, tenemos a un caballero que en aquellos días empezaba a despuntar:
El resultado final es una miniserie que, desde la perspectiva actual, solo sería recomendable para parroquia nostálgica o ansiosa por tenerlo todo acerca del personaje, o al menos todo aquello de la versión anterior al éxito cinematográfico. Hay quien dirá –no sin cierto grado de razón- que el protagonista de la alabada serie regular publicada en los últimos años no tiene nada que ver con el icónico arquero de antaño, pero no hay que olvidar que, a día de hoy, no es la viñeta la que lleva la voz cantante en estas franquicias.
Después de esta miniserie, Ojo de Halcón estuvo un tiempo en barbecho. Dan Abnett y Andy Lanning amagaron un intento de reunión en Fuerza de Choque –abortado en una escena mal planeada y peor ejecutada- si bien ello no impediría su enrolamiento en la serie de animación del Hombre del Hierro (con un uniforme muy similar al que estrenaba aquí). Finalmente, sería Bob Harras –o, más bien, sus palmeros de entonces- el que le llevaría de nuevo al redil vengador, justo antes de La Encrucijada. De ahí a Heroes Reborn, a Heroes Return y a una de sus mejores etapas, cortesía de Kurt Busiek pero esa, damas y caballeros, es otra historia, poco después de la cual Scott Kolins volvería a encontrarse con Ojo de Halcón… mas vuelvo a divagar cuando debería cerrar la reseña.
P. S. Como dato curioso, hay que añadir que en España supimos de la muerte de Pájaro Burlón por esta miniserie. El tomo recopilatorio de Grandes Sagas Marvel que recogía los últimos números de la colección de los Vengadores Costa Oeste / Nuevos Vengadores no vería la luz hasta varios meses después y, en aquellos días, Internet era aún una curiosidad al alcance de muy pocas personas.
En su momento, esta miniserie me pareció divertida, Forum mediante, pero nada del otro mundo. Y si, es una historia que no ha envejecido de forma plena, aunque con el humos adecuado puede divertir todavía.
A mi me encanto esta miniserie. Era un Ojo de Halcón maduro, serio, algo cínico y amargado, no sé, lo normal en alguien tan veterano ya por aquel entonces, y Scott Kolins se salía.
encantaba Dave Ross de los Costa Oeste. No diría para nada que el último comic de los WCA fuera malo. Al revés creo que es un gran comic, un punto de inflexión en la historia del grupo y, edo sí, un episodio muy polémico por la manera en que procedieron los Costa Este.
Sobre esta mini de Clint no tenía ni idea de su existencia y me alegro. Leí el tomo de forum sin saber que moría Bobbi y fue genial leerlo sin spoilers.
«… Porque, todos conmigo clase, yo nunca fallo». La frase que se me grabó de esta miniserie. Ayer mismo estuve hablando sobre ella y me trae muy gratos recuerdos. Gracias don Javier.
Me gustó esta miniserie. Por mucha evolución del personaje, esta provino en parte no solo por el Capi sino que Bobbi le hizo sentar la cabeza. Su muerte le afectó como era comprensible. Además el dibujo era noventero pero me gustaba, y la historia estaba bien.