Todo tiene un final, y la magnífica etapa que nos han regalado Matt Fraction y David Aja (y otros autores) al frente de Ojo de Halcón no iba a ser una excepción. Atrás quedan los muchos premios recibidos, las alabanzas de la crítica especializada y obviamente también la de los lectores que han sabido ver en estos veintidós números que ha durado este volumen un producto innovador, divertido y sin lugar a dudas, la mejor etapa de Clint Barton y su protegida (o como a él le gusta llamarla) Kate Bishop. Que algo magnífico concluya siempre trae un puntito de pena y hasta nostalgia por épocas pasadas, pero cuando casi sin tiempo de respirar desde Marvel Comics anunciaron que el equipo creativo que reemplazaría a Matt y David serían el guionista Jeff Lemire y el dibujante Ramón Pérez. La fama les precede a ambos, Lemire tiene obras absolutamente maravillosas como su Essex County (Astiberri) o sus magníficas etapas en Animal Man y Green Arrow, el caso de Ramón también tiene sus orígenes en el cómic indie siendo su obra más famosa la excelente Jim Henson’s Tale of Sand (Norma Editorial) aunque muchos lo descubrieron por sus colaboraciones con Marvel primero en la serie regular de Lobezno y la Patrulla-X y posteriormente en el arco argumental de Spiderman que llevaba por título Learning to Crawl y en el que junto a Dan Slott hicieron un magnífico trabajo de retrocontinuidad.
Que la fama de buenos historietistas acompaña tanto a Jeff como a Ramón es evidente, incluso, ambos en sus trabajos más personales se han encargado de las labores tanto de guión como de dibujo, con lo que, ¿que tal mezclan ambos en Ojo de Halcón? La respuesta a esa pregunta no puede ser más satisfactoria, a pesar de lo deliciosa que resultó la anterior etapa hay que decir que este primer arco argumental con el que debutan si algo nos deja claro es que Clint y Kate están en las mejores manos.
Entrando en materia, éste volumen recopila los primeros cinco números de la nueva serie regular, Lemire y Pérez optan por fraccionar cada uno de los capítulos en dos líneas temporales, pasado y presente, en la primera vemos a un jovencísimo Clint quien vive en la enésima casa de acogida junto a su hermano Barney, su infancia es muy cruda, y tampoco han tenido mucha suerte con su nuevo hogar pues su padre les deja claro que sí están con él es únicamente por los cupones que le ofrece el gobierno por cuidar de ellos. Será como consecuencia de la enésima pelea entre Barney y su hermano adoptivo que ambos hermanos deciden emprender la huida hasta caer en un circo itinerante que estaba en la ciudad. El valor de este ejercicio de revisar el pasado de Clint y su hermano es importante para entender cómo se forjó su carácter y redescubrir el momento en que él y su hermano conocieron a el Espadachín, su mentor, y quien le animaría en la práctica del uso del arco. Es práctica habitual en este tipo de historias que sucedan por cosas, por un lado, que a nivel gráfico sean dos los artistas para distinguir ambos pasajes y por otro lado, que la trama del pasado termine juntándose con la del presente. No es este el caso, en el dibujo Ramón resuelve la dualidad de las líneas temporales cambiando adoptando un estilo pintado casi como si fuese aguado o con acuarelas y en el presente es donde le vemos más reconocible, o por lo menos más cercano al resto de los trabajos que ha realizado para la editorial americana. Lo cierto es que cuesta quedarse con una de las dos versiones, quizás el estilo utilizado en las páginas del pasado por novedoso y bello entre más por la vista pero lo cierto es que en las páginas ambientadas en el presente da todo un recital de composición, narrativa y caracterización. Y como resulta tarea casi imposible quedarse con una de las dos versiones, también encontramos algunas páginas en las que se mezcla pasado y presente y por tanto ambos estilos, a veces incluso dentro de la misma viñeta. Brillante es quedarse muy corto a la hora de valorar el trabajo gráfico de este primer arco argumental.
Os he nombrado en que se apoya la trama ambientada en el pasado y como sirve para entender un poco mejor a Clint y su carácter a veces un tanto huidizo, no menos importante es la historia ambientada en el presente en la que comparte aventuras con Katie en una misión solicitada por Shield en la que han de hacerse con una misteriosa arma secreta que está en manos de Hydra. Para sorpresa de Katie y Clint descubrirán que dich arma en realidad son tres niños capturados por la organización criminal y con unos poderes devastadores para quienes les rodean. Obviamente, con Shield de por medio no todo es lo que parece y buscarán también apropiarse de ellos para su propio beneficio creándose el consiguiente conflicto en Katie acerca de si es correcto liberar a los pequeños de una organización para que recaigan en otra, por más que esta sean los teóricos buenos de la película.
Como podéis ver por mis palabras, no puedo estar más entusiasmado con esta nueva etapa, aunque es evidente que lo primero que entra por la vista es el inmenso trabajo de Ramón, lo cierto es que si no fuese por los guiones igual de excelsos de Lemire la historia no sería la misma, juntos forman un tándem creativo que a buen seguro continuará la racha de nominaciones y premios que ha ido recibiendo esta serie en los últimos años.
Valoración
Guión - 8.5
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.7
Excelente
Jeff Lemire y muy especialmente el dibujante Ramón K. Pérez realizando una de las mejores historias de Ojo de Halcón.
Totalmente de acuerdo con la valoración del trabajo de Ramon Perez, excelente tanto en la historia del pasado de Clint como en la trama ambientada en el presente.
Con el trabajo de Lemire no estoy tan entusiasmado. Matt Fraction no es santo de mi devoción pero creo que el puntito que tenía su etapa Lemire no lo ha conseguido, de momento, y creo que se debe a que el argumento de Fraction se salía de lo convencional mientras que Lemire ha apostado por una trama menos innovadora. Otra cosa que me ha llamado la atención, es que en las escenas de lucha parece que los dos Ojos de Halcón no tienen muchos reparos en matar a sus enemigos, algo que no me cuadra con la trayectoria de los personajes. No sé si será cosa mía que interpreté mal los dibujos de Pérez pero es algo que me chocó cuando lo vi
Yo no creo que los maten, maten. Si te fijas, los enemigos casi siempre tienen las flechas en el hombro, espalda o pierna. Para que te mate una flecha, lo más lógico es apuntar al corazón, y los 2 Hawkeyes saben de apuntar un huevo, con lo que no creo que fallen sin querer.
En cuanto al tomo, una pasada. Yo no he echado de menos a Fraction/Aja. Lemire es un escritor que me encanta: sus guiones están rodeados de cotidianidad y los personajes aparecen siempre con matices y capas que otros guionistas no se atreven a utilizar. Me encantó su etapa en Animal Man y el tomo de Superboy «Smallville Ataca», así como su «Liga de la Justicia Oscura» y lo último que he leído de él: «Descender». Yo, por mi, más Lemire, por favor.
En cuanto a Ramón Pérez, como no he seguido las andanzas de Spidey junto a la Patrulla-X, pues como que no lo conocía, pero me ha encandilado con sus composiciones de página a lo David Aja y su línea «indie», así como sus aguadas en las partes del pasado, bien dibujadas y con un desarrollo del encuadre y la anatomía perfectas. Sin duda un autor a seguir en el futuro.
Si estás dudando entre caerte de la colección en el último número de Fraction/Aja o seguir por completismo, deja que, desde mi humilde opinión, te recomiende encarecidamente que te hagas con este número 4. Yo estaba en esa tesitura hace unos días y, tras comprarme el tomo y leerlo con avidez, no puedo más que recomendarlo con la misma efusibidad que Raúl.
Pues le eché un ojo hace unos días, muy por encima, y la verdad es que no me gustó lo de las acuarelas, no se porque.
Después de leer tu reseña, Raúl, lo volveré a coger y le daré otro vistazo a ver si me entra mejor por los ojos.
Hola a todos!!
Por ser un poco la nota discordante, este tomo me decepcionó bastante.
El dibujo de Ramón Pérez está muy chulo, aunque en algunas páginas parece que se recrea demasiado, perdiéndose algo de narrativa. Aunque globalmente sí diría que es un dibujo de sobresaliente.
Ahora bien, la historia de Lemire en el presente es flojita, con un final de vergüenza ajena increible (lamento decirlo) que no me creo que Marvel haya publicado. En la parte del pasado estuvo mucho más entonado, sobre todo con la construcción del personaje del Espadachín y su relación con los hermanos Burton. Pero globalmente es un tomo que recopila 5 tebeos para una historia que se hubiera podido contar en 3 ó 4. Un tropiezo de Lemire, sobre todo comparado con otras obras suyas como Descender, Green Arrow o la Trilogía de Essex County que me autoregalé estas navidades.
Tenía muchas expectativas, pero tras leer este tomo, no creo que compre el siguiente. ¡Saludos!